El hilo rojo del amor
Luceros que desde lejos vi, taciturnos, cargados como el café, envolviendo con su luz fueron disipando las penurias, fueron atrayendo a mi mente, torturando con prudencia al corazón.
¡Insensata! ¡Insensata! Absorta ahora estoy
¡Imprudente! ¡Imprudente! Es lo que soy
Al despuntar el alba vislumbre, entre reflejos de luz; un destello color carmesí, llamado hilo rojo del amor, presurosa seguí con gran inquietud, hasta que al verte comprendí que solo podías ser tú, quien complete este rompe cabeza, eres fuego, virtud.
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