Cuarta Luna Cuarto Menguante

Soñé con tus ojos,

Negros como la noche,

Negros como el manto

Lejano de las montañas.

Tu cabello

Se enredaba entre mis manos

Y yo los acariciaba,

Y tú entre las sábanas suspirabas.

Sentí tu corazón repiquetear

En tu pecho caliente,

Y mi boca ardiente

No hacía más que llamar.

Los bombos desaparecían

Y mi corazón ardía,

En un campo llano

De Santiago.

Enredados en la cama nos quedamos,

Y las sábanas fueron testigos

De las promesas hechas

A medianoche. 

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