Esta no es una típica historia donde hay un enemigo que quiere separarlos por que por uno u otro motivo odia su amor, no, su único enemigo es el tiempo, tiempo con el que no cuentan y un amor creciente ante las duras pruebas de la vida para Mía y Pato.

Patricio antes de enterarse de su enfermedad era él perfecto "bad boy" y no, no era por que le habían roto el corazón si no que cupido se olvido de él.

Mía una chica llena de esperanzas dando amor por donde sea ella al cambió siempre soñó con encontrar el amor, ella no quería a un príncipe azul solo quería algo real.

Ellos jamás se imaginaron estar juntos y solo una sonrisa falto para que Mía se enamorara de Pato, con sus tonterías y ocurrencias ella descongelaba el frió corazón de Patricio, sin darse cuenta ella termino enamorada de él, un día como cualquiera ocurrió él sonrió y Mía nunca había visto cosa más bella en toda su vida. 

Solo una frase que puede ser más que unas simples palabras, algo que Patricio amara escuchar.

─¿Podrías darme un ultimo beso?─pregunto Mía viendo a Patricio a  los ojos, ¿Y él  podía negarse a eso?, no claro que no y así fueron uno solo bajo la lluvia, era un beso lleno de amor, lleno de ternura sin duda un beso que ninguno de los dos olvidaría.