"¿Nunca te has enamorado?":

Otro día, otro día en el que Mía iría a visitar a Patricio, hacerle compañía y ayudarlo, hoy cumplían un mes de haberse hecho amigos o almenos eso decía Mía.

─¡Hola, buenos días Patito!─entró muy alegre Mía como era cada mañana desde que había conocido a Patricio─¿Me extrañaste? seguramente sí por que ¿Cómo no extrañarme?.

─Siempre me preguntaré si no tienes nada más que hacer que molestarme cada día de mi miserable vida y vaya que entre semana solo vienes por las tardes─Y ahí estaba el Patricio de siempre, sarcástico y frío se dijo a sí misma Mía.

─Me extrañaste, lo sé no puedes vivir sin mi ¿Sabes? hoy estaba en clase de música y me recordé de ti, aunque todo me recuerda a ti, por ejemplo ayer que fui a mi nevera encontré un cubo de hielo y me dije a mi misma que comparado a ti el hielo pareciera tan cálido─Patricio rodó los ojos simplemente y como todas las mañanas por los sábados siguió observando la ventana.

─Bueno tú me recuerdas a la realidad, irritante y estúpida─respondió él sin voltear la a ver.

─Tú como siempre tan gentil, no puedo creer que ya haya pasado un mes y sigas siendo de esa manera...

─Creó que simplemente pierdes tú tiempo tratando de hacer eso─Patricio podía ser tan frió y arrogante que lastimaba pero vamos, es Mía nada puede arruinar su animo, en si nadie puede con su infinita alegría. 

Los dos se quedaron en silencio, era obvio que Patricio no rompería su amado silencio ese que casi nunca tenía cuando Mía estaba a su alrededor, pero aunque no lo admitiera le encantaba de esa manera, le encantaba que esa chica lo volviera loco no de una buena forma, solo le daba más motivos para preguntarse por que la humanidad era de esa manera. Mías más sin embargo lo observaba había algo en él que no podía explicar ella sabía que estaba enfermo pero no lo parecía, él parecía tan fuerte, tan rudo, tan.... él, como si nada pudiera afectarlo o al menos hacerlo sentir, como si en vez de un corazón tuviera una roca y es ahí donde Mía se pregunto si alguna vez le habrían roto el corazón a Patricio, si él era de esa manera por que alguien le había fallado ¿Sería acaso eso posible?, mejor la pregunta sería ¿Alguien en verdad se había atrevido a romperle el corazón? digo con su genio, mal carácter y su arrogancia.  Mía pendo en la mejor manera que podría preguntárselo sin que el se negara...

Ella ya lo tenía así que decidió romper el silencio con una simple pregunta, parecía nerviosa pero su curiosidad podía más .

—Patricio...¿Puedo preguntarte algo?—dijo Mía saliendo del silencio. Patricio la vio fastidiado por que rompió su amado y adorado silencio, cosa que no tenía si Mía estaba cerca.

—Agh ahora que tontería vas a preguntarme—decía fastidiado—Haber dime de una vez para que no estés todo el día fastidiando con eso—rodó los ojos al terminar de hablar.

—¿Qué es lo que haces cuando te rompen el corazón?—pregunto Mía en un susurró, era obvio que Patricio no sé esperaba una pregunta así, ya que la sorpresa se podía ver en sus ojos, Mía al notarlo siguió—¿Sigues como si nada o te quedas estancado y lloras por las noches en silencio?, ¿Te vuelves frío o comprendes qué las demás personas no tienen la culpa?, ¿Te conviertes en un monstruo que sólo quiere lastimar a todos a su alrededor?, ¿Grita en silencio o ríes sin despreció?, ¿Amas sin miedo o te hundes en las dudas?, ¿Hieres a las personas para descargar tu dolor, por que odias que todos puedan ser felices y tu no? Podrías decirme que es lo que... ¿Qué   es lo que haces?—Mía no pudo ver a los ojos a Patricio.

 Él se quedó  observándola, parecía que habían pasado años analizándola, tratando de descubrir que chiste había ahí, cual era la trampa, a Mía se le escapó una lágrima y fue ahí donde Patricio se dio cuenta que no era ningún chiste que ella hablaba enserio  Y no pudo evitar preguntarse ¿Quien podría romperle el corazón a una chica tan dulce como ella? Él sabía que habían muchos idiotas capaces de no valorar a alguien como ella Pero no le cabía en la cabeza de por que la lastimaría si ella no lo merecía, era la mejor persona que había conocido en el mundo aunque Pato no conocía a muchas buenas personas.

—Ehm ¿A...a ti te han roto el corazón?—preguntó Patricio algo nervioso, Mía negó con un movimiento—¿Entonces por que me preguntas eso?—quiso saber.

—Por que es la única explicación que encuentro para que seas así tan frío y hiriente, la única explicación es que te hayan roto el corazón...

Patricio se quedó sin palabras pensando en como responder a eso , no sabía que decirle. Por fin esa castaña lo hizo dudar  de su respuesta.

—Mía no  a mi nunca me han roto el corazón—la mirada de Mía lo hacía sentir de una manera extraña que no había sentido antes—Es que nunca me han roto el corazón  por que nunca me eh enamorado de nadie...—susurró  nervioso desviando la mirada de esos hermoso ojos café  que lo observaban  con suma atención.

—¿Nunca te has enamorado?—pregunto sorprendida aún sin creerlo, Patricio sólo negó con un movimiento—Nunca has sentido nervios cuando una chica se te acerca... así— Decía mientras se acercaba a Patricio peligrosamente estaba tan cerca de el que un movimiento mas y sus labios estarían juntos, Patricio trago saliva  tan forzosamente que se notaba su nerviosismo—¿Nunca has sentido ese escalofrío  recorrer por tu cuerpo cuando te susurran  al oído?—Se lo decía susurrando al oído  de una manera tan suave y provocadora  que hacía  templar a Patricio que trataba de parecer indiferente hasta que ella beso su cuello, él  ya no pudo más.

—Mí-mmmmí Míaa—Decía tartamudeando con dificultad. Mía soltó una sonrisilla pícara y se alejó. Patricio la vio confundido—¿Qué  pasó?.

—Tómalo como venganza  por el otro día—dijo con esa sonrisilla pícara que aún tenían sus labios.

─Eso paso hace más de tres semanas Mía─objetaba Patricio sin aún creer lo que acababa de pasar.

─Como ves soy rencorosa pero retomando el tema en verdad ¿Nunca te has enamorado?, digo tienes 18 años y nunca has experimentado que es el amor, estas en pleno siglo veintiuno donde las personas se enamoran hasta de las pantallas de sus celulares─Mía no podía creer eso, era más posible para Mía creer que la luna dejaría de amar al sol que Patricio nunca se haya enamorado.

─No Mía y no necesito tu lastima así que puedes largarte ahora mismo─respondió con rencor.

─¿Mi lastima?─preguntó ella aún sin creer que Patricio creyera que ella le tenía lastima.

─Sí lastima, se lo que piensas "ohh mira que triste tiene dieciocho años y nunca se ah enamorado ¿Lo peor de todo? es que esta enfermo y morirá así que nunca conocerá de eso que hablan todos, sé quedará solo hasta la hora de su muerte como siempre lo estuvo solo..."─decía Patricio con tanto rencor pero se podía percibir un poco de dolor en su voz.

─Pato...No, yo no hablaba de eso, lo decía por que vi tu cuaderno en el que escribes poemas, cuando estabas en observación lo siento se que no debí de haberlo hecho pero no pude evitarlo sabes que tengo un serio problema con mi curiosidad pero es que agggg escribes tan hermoso, describes el amor de una manera tan... única que imagine que es lo que habías sentido. Amo una de tus frases que dice "El amor es tan imperfecto como a la vez es la misma perfección, como ella y su manera tan peculiar de ser, como el amor del mar con la arena, como el fuego y el agua, como las estrellas contemplan el amor de la luna asía el sol".

─¿Por que leíste mi cuaderno Mía?─quiso saber Patricio, quería parecer enojado pero no lo logró por primera vez pareció más comprensivo que alguna vez podría haber sido.

─Eso no es lo importante y Pato no digas eso, no vas a morirte y no estás solo ¿Sabes por que? por que yo estoy contigo, por que no pienso dejarte justo ahora que necesitas a alguien─Mía lo decía con tanta seguridad.

─¿Y si te lo pido?, ¿Lo harías?─pregunto en un susurró Patricio.

─Jamás te dejaría solo Patricio, escúchame bien, ni aunque me lo pidieras te abandonaría─dijo Mía antes de abrazarlo fuertemente por primera vez el le correspondió ese abrazo y así se quedaron un buen rato.

Después que se abrazaron Mía le ofreció a Patricio contarle uno de sus libros favoritos y el no se negó pasaron toda la tarde leyéndolo hasta que se hizo tarde y Mía tenía que irse,  pasaron sentados juntos cerca, Mía recostada en el pecho de Patricio y él abrazándola ¿Quien lo diría? al parecer no solo serían buenos amigos. Mía se levanto por que ya su padre la estaba llamando que tenía que volver, antes de irse Mía se volteó en dirección a él que la observaba atentamente y la miro directo a esos hermosos y grandes ojos marrón.

─Te quiero─susurró Mía con una hermosa sonrisa.

─Es una lastima... No puedes querer algo que esta más muerto que plutón en el sistema solar─Contestó desviando la mirada.

─Plutón no está muerto Pato, solo se salió de órbita... como tú, por que busca lugar en otro espacio.

─¿Y ese espacio eres tú?─Mía sonrió como solo ella sabía hacerlo.

─Seré ese espacio que necesitas o él mismo cielo que buscas.

─Entonces si es de ese modo, no quiero volver al sistema solar si tengo un espacio de ojos marrón para mi solo─Dijo Patricio volviendo a ver a Mía, ella inconscientemente se sonrojo─Mejor déjame estar en el infierno de tu calidez...

─Hasta mañana Patito─Mía ya se había chiveado.

─Espero pueda haber un mañana─decía a la vez que Mía cerraba la puerta de su habitación─Pero solo si tu estas en ese mañana.

Holaaaaa!!! ya sé, ya sé dirán por fin actulizastes ya que actualizas cada mil años luz, lo sé y lo siento mucho pero bueno espero que hayan disfrutado este capítulo tanto como yo lo disfrute escribiéndolo.

L@squiero mucho, espero tengan una grandiosa noche/día o a la hora que lean esto, no mejor digo que tengan un hermoso año o una bella vida!!!.

─Con mucho mucho ósea un motón amor Sky♥.