Capítulo #4:
Cadenas y hospital:
Mía llegó temprano igual que todas la mañanas en las que lo primero que hacía era ir a molestar a Patricio. Mía llegó a la habitación pero algo era diferente esta vez, esta vez Patricio no estaba sentado en aquel viejo sofá donde Mía lo encontraba todas las mañanas en las que había ido a verlo, ella penso que él podría estar en el baño pero cuando vio hacia esa dirección la puerta estaba abierta entonces se preocupó por que sabía que algo estaba mal.
—¡Hey Patricio!, ¿Dónde te escondiste poste con patas?—empezó a decir mientras revisaba la habitación pero no había señales de que estuviera ahí.
Mía salió de la habitación desconcertada, tal vez había salido a convivir con los demás pero eso era imposible puesto a que ese chico era más antipático que la palabra misma.Se acerco a la recepción a pedir información si lo habían dado de alta y tal vez era así y ella ni siquiera se había enterado.
—Ehm disculpa helen ¿Podrías decirme si el chico gruñón ese que se la pasa encerrado en su habitación lo dieron de alta? —pregunto amablemente a la enfermera que se encontraba ahí. Helen al escuchar como lo llamaba no pudo evitar soltar una pequeña carcajada.
—Creo que hablas de mi hijo—dijo la señora que el día anterior había entrado a la habitación de Patricio cuando él la trato mal como siempre suele hacerlo.
—Creo que sí—respondió Mía con una sonrisa nerviosa.
—No, no lo han dado de alta, él volvió a recaer—decía con amargura—Esta muy mal...—susurro, sus ojos se cristalizaron y su mirada se apagó. Cuando Mía escucho eso sintió que su corazón se detuvo.
—¿Puedo verlo?—dijo con desesperación en su voz, su mirada suplicaba que por favor la dejara verlo.
—Claro, ven te llevaré—contestó amablemente su madre—¿Hace cuánto conoces a mí hijo?—quiso saber la madre de Patricio caminando junto a Mía.
—Hace menos de 72 horas ya se que es muy poco tiempo para decir que somos amigos y que...—Mía hablaba cuando la señora la interrumpió.
—¿Cómo lo has soportado tanto?—preguntó a lo que Mía vio sorprendida y no pudo evitar soltar una estruendosa carcajada.
—Tengo mucha paciencia la verdad, a demás no sé creo que es una buena forma de pasar el tiempo—Decía recordando los días en los que había estado con él.
—Bueno yo lo soporto por que soy su madre y admito que tiene un carácter que de verdad te dan ganas de matarlo aunque él no solía ser así, él era todo lo contrarío a lo que es ahora...—murmuraba su madre. Sin que se dieran cuenta ya habían llegado a la habitación de observación.
Mía vio a la madre de Patricio y en sus ojos se podía ver miedo la señora sintió como manera de darle permiso para entrar; Mía se acercó lentamente a la puerta y de esa manera colocó la mano, giro muy suavemente la perilla y entro con cuidado a la habitación, se podían escuchar los ruidos de las máquinas a las que estaba conectado Patricio.
—¡Hey Patricio!—dijo alegre pero suave para no molestarlo.
—Genial, solo eso faltaba que vinieras tú—musitó con voz ronca pero sin voltear a verla.
—Oh vamos Patito yo se que estas feliz de verme por que me amas cariño—canturreaba Mía con su ego por los cielos Patricio esbozo una pequeña sonrisa y negó con la cabeza claro Mía no pudo ver esa sonrisa por que él le estaba dando la espalda.
—¿Quien te dijo tal mentira?—preguntó dándose la vuelta para mirarla fijamente a los ojos.
—Oh yo se que mueres por mí aunque no lo quieras admitir—Mía estaba sonriendo de oreja a oreja y su mirada no reflejaba más que superioridad, ella lo estaba provocando.
—¿Estás segura que yo soy el que se muere por el otro? pues por lo que yo se, yo no estoy haciendo ni el más mínimo intento por buscarte o pasar tiempo contigo en cambio tú sí—Patricio tenía un tono de voz diferente al que solía utilizar siempre con ella. ¿Era acaso que estaba disfrutando eso?.
—Shhh calla esa boca, deja de hacerte el indiferente yo se que mueres por mi y aunque lo niegues yo sé que te encanto—Mía solo hacía eso para hacer sentir mejor a Patricio sabía que nada lo hacía sentir mejor que pelear con ella.
—Claro me encantas pero me encantas fuera de este lugar por cierto ¿Qué haces aquí?—quiso saber, ya que hoy era un día muy lindo para estar afuera y disfrutar de la compañía de amigos.
—Pues vine a cuidarte y hacer compañía—respondió sonriente.
—¿Qué acaso no tienes a nadie más para molestarlos con tu irritante presencia?, ¿Un amigo?, ¿Un perro?, ¿Una vecina?, ¿Un novio?—al decir "un novio" Patricio utilizó un tono de voz diferente como si estuviera celoso o algo por el estilo.
—Sí pero nadie es más importante que tú—contestó Mía viéndolo a los ojos. La máquina que controlaba los latidos de Patricio empezó a sonar más fuerte y más rápido Pato se dio cuenta de esto y no pudo evitar sonrojarse y desviar la mirada—¡Oh quién iba a creer que algún día un chico se sonrojaría!, ¡¡y peor aun que justamente tú lo harías!!—Gritaba Mía con tanta emoción.
—Ya callate—Patricio la fulmino con la mirada.
—Yo se que te vuelvo loco—sonrió inconscientemente Mía.
—Sí me vuelves loco y me dan ganas de tirarme de un puente, no puedes ser más estresante.
—¡Patricio!, yo se que te gusta mi compañía y a mí me gusta estar contigo—aclaraba jugando con sus dedos.
—Así que te importo ¿eh?—Mía no pudo evitar que sus mejillas se sonrojaran.
—Ehm bueno sí—contestó nerviosa.
—Wow pero que original que fuiste al decirlo así—dijo con un tono de ironía en su voz—Aprende de mí, que yo hice hasta enloquecer a una máquina—Hablaba con superioridad como siempre lo hacía.
—¡¡Oye!!—chilló—No te burles eh, que me salio de el corazón—dijo Mía con cariño en su voz en un tono casi inaudible.
Inconsciente mente se miraron directo a los ojos, fue una milésima de segundos pero para ambos pareció una eternidad, Pato fue el primero en desviar la mirada.
—Aún no me dices porque estas aquí—dijo tratando de sonar tranquilo.
—¿Qué no es obvio?, vine para fastidiarte el día—decía con sarcasmo ya que se lo había dicho hace poco y él ni atención le prestó.
—¡Ja ja! muy graciosa Mía—Patricio no sé veía como todos los demás días esta vez él se miraba cansado, demacrado y ya no la trataba mal.
—¿Cómo te sientes?—preguntó Mía viendo como Patricio cerraba los ojos y respiraba profundo.
—¿Cómo crees que me siento?—murmuró con una voz muy ronca, Mía no le respondió porque ciertamente ella no lo sabía—Me siento mal Mía, muy mal—contestó despacio haciendo una mueca de dolor.
—No sé si esto te va a hacer sentir mejor pero te traje algo—decía mientras quitaba su mochila de sus hombros y metía su mano para sacar una pequeña cajita color azul, que tenía una pequeña cinta plateada alrededor en forma de moño.
Ella se la entregó, Patricio la miraba con gran sorpresa jamás imaginó que ella le daría algo después de la manera en la que él la trataba y nunca en su vida le habían dado un regalo, claro a excepción de sus padres o familiares; Patricio quito el moño plateado con facilidad y abrió la caja con sumo cuidado, en el interior de la caja había dos pequeñas cadenas plateadas con diferentes dijes uno era una pieza de rompecabezas color negro y el otro era un corazón plateado en el que encajaba perfectamente el otro dije. Patricio la vió con una cara que lo único que reflejaba era confusión, Mía soltó una pequeña carcajada y negó con un movimiento de cabeza.
—Una cadena es para ti y la otra es para mí—dijo tomando las cadenas—La negra es tuya y la del corazón es mía.
—¿Porque escogiste de rompecabezas?, ¿No podía ser de un cráneo en llamas o no sé al menos un pacman?—preguntaba Patricio con su cadena en la mano.
—No, por que estas cadenas tienen un significado especial y es de que a pesar de que seamos completamente distintos podemos encajar a la perfección, sin necesidad de ser iguales de fingir algo que no somos—decía eso mientras le ponía la cadena a Patricio.
Él hizo lo mismo agarro la cadena de Mía, ella se dio la vuelta para que pudiera colocarla bien, Patricio quito lentamente el cabello de Mía, él rozó suavemente su cuello con su mano, pudo sentir como se estremecía ante su tacto, él acercó sus labios a su cuello y deposito un pequeño beso ahí, la respiración entrecortada de Mía se escuchaba por toda la habitación, el perfume que ella tenía hizo enloquecer a Patricio, colocó la cadena y sin previo aviso volteó a Mía con un suave pero demandante movimiento, la acercó a él y la acarició con suma delicadeza; realmente estaban muy cerca sus respiraciones chocaban pero sin que Patricio se lo esperara Mía se alejó repentinamente al mismo tiempo en el que la madre de Patricio entró a la habitación. Su madre rió por lo bajo.
—Parece que interrumpo algo importante—sonreía viendo que su hijo ya se miraba con un mejor aspecto—¿Cómo te sientes hijo?—preguntaba acercándose a la camilla.
—Ya me siento un poco mejor madre, gracias por preguntar—respondió secamente.
—Y pensar de que justo ahora está de buen humor—murmuró Mía por lo cual la madre de Patricio rió.
—Eres muy graciosa Mía—el sarcasmo de Patricio era evidente.
—Me alegro que ya te sientas mejor, espero podamos volver a casa pronto, bueno yo ya me voy solo venia a ver como estabas sigan en lo suyo niños—dijo guiñando el ojo por lo que Mía no pudo evitar sonrojarse.
—El destino te odia—exclamó Mía cuando la madre se fue—Por que cada vez que tratas de besarme alguien te interrumpe—Mía se estaba burlando de su mala suerte.
—Ya veras de que un día voy a robarte un beso y no podrás escapar—amenazó Pato cerrando los ojos.
Mía se quedó cuidando a Patricio hasta el anochecer le contaba chistes y le hablaba sobre su vida, al día siguiente día ella fue a estudiar y al salir ella lo primero que hizo fue ir a ver a Patricio y a contarle sobre su día, así se pasaron las semanas en las que Mía cuidaba de él con suma paciencia, le daba de comer y se encargaba de él hasta en el más mínimo aspecto, Patricio no estaba mejorando, pero cuando Mía llegaba fingía estar bien para que ella no sé preocupara lo único que él quería era disfrutar el poco tiempo que tenía con esa pequeña niña que tanto le alegraba el día con su sonrisa tan encantadora y la manera tan ruidosa en la que entraba, la manera en la que no podía quedarse callada, como te decía todo lo que tenía en su cabeza. Ella estaba ganando el aprecio de Patricio.
Quien sabe tal vez él termine enamorándose de ella, como ella e él.
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
¡¡Hola amig@s espero tengan un buen día/noche!!
*en multimedia la imagen de las cadenas*
Ya se, ya se tardo demasiado en actualizar y se que siempre estoy disculpándome por eso de verdad perdón :v .
Cambiando de tema la historia ya tiene muchas más leídas de lo que esperaba solo quería agradecerles por todo su apoyo y por esperarme, se que para muchas personas puede ser poco pero aunque la historia solo tuviera una leída fuera muy feliz. Ustedes mis lectores son todo para mi ♥ no saben lo feliz que me hacen y no tienen idea de lo contenta que me pongo cuando leo un comentario suyo.
Me encantaría saber que tal les parece la historia.
-Con mucho amor Sky ♥.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top