Amarga verdad
Sumire daba vueltas por todo el salón mirando de un lado a otro, sabía que ya no había marcha atrás y tenía que aceptar lo que hizo y dar la cara. Con Sarada fue difícil... no quería imaginar lo que sería con Himawari o Hinata, nunca las quiso herir, pero simplemente las cosas pasaron... no pudo evitarlo y sabía que estaba mal, era consciente de todos sus actos, pero en el momento no tuvo oportunidad de pensarlo.
Escuchó la puerta principal abrirse, no se azotó, pero si notó la diferencia de abrir una puerta normal a abrirla enfadada. Era Sarada, el tacón de sus botas ya se los sabía de memoria, las pisadas seguras y decididas eran algo que la describían, entonces pensó que quizá exista una pequeña esperanza para ella, pero entendió que ya todo estaba perdido cuando vio a Boruto caminar a su lado.
Ella logró en un día lo que intentó tener en dos años, Boruto fue, era y será suyo para siempre.
Los ojos de Sarada eran negros, un rasgo heredado de los Uchiha, la diferencia es que sus ojos eran tan cálidos: llenos de amor, lealtad, cariño, y honestidad, pero esos mismos ojos podían convertirse en un cuchillo filoso, penetrante, que sin piedad alguna estrujaría lo último de ti si te atrevías a dañar lo suyo.
Ahora esa mirada era dirigida a ella, sentía el miedo recorrer cada nervio de su cuerpo.
--- ¿Dónde está?
El susurró de Sarada la dejó sorprendida, no era un grito o golpes como hace unas horas, de sus labios salió un débil y casi audible susurro como si le costará el pronunciar cada sílaba, entonces lo comprendió.
Había olvidado que los ojos de Sarada podían convertirse en un mar oscuro lleno de soledad, una mirada dolida y traicionada.
¿Cómo pudo haberlo hecho? Era consciente de que llegó lejos y ella tenía todo el derecho de odiarla, golpearla e incluso desearle lo peor. Sarada nunca le había hecho nada malo, decidió apartarse cuando su matrimonio salió a flote, pero aún así era muy inmadura para comprender que sólo se ama una vez en la vida y es para siempre.
Su amiga estaba enamorada, su amor era correspondido, y ella...era la sobra en ese amor, pero incluso ahora que lo sabía era tarde, el daño estaba hecho y le dolía...le dolía tanto ver sus ojos a punto de derrumbarse frente a ella.
--- Por favor --- rogó.
Sumire meneó la cabeza intentando apartar las emociones y la miró tan fijamente que creyó que moriría.
--- No lo se... --- respondió con la voz rota --- te juro que no lo se.
La pelinegra negó y se llevó las manos al rostro para luego suspirar profundamente y mirarla de nuevo, pero antes de que pudiese hablar, la otra puerta se abrió de golpe dejándola sorprendida.
--- Sumire --- chilló Himawari mientras negaba --- ¿Qué significa todo esto?
--- Himawari...
--- ¿Cómo pudiste hacer esto? --- preguntó Hinata al entrar.
La Uzumaki volteó y su mirada azulada se clavó en el rubio que no hallaba en ese lugar. Sin pensarlo se le abalanzó encima dejándolo completamente anonadado, él se quedó quieto y miró a Sarada de reojo como si fuese su salvación, se sentía realmente asustado, veía a más personas extrañas entrar y lo miraba de una forma indescriptible, tenía miedo a herir a esas personas por no recordarlas aunque era la verdad, No tenía la menor idea de quienes eran.
Ella con una sola mirada lo calmó, encontró comprensión y amor en sus ojos, con algo de temor apoyó su mano en la espalda de la chica que lloraba en su pecho.
Quería llorar con ella ¿Quién era? Por más que intentaba recordar su imagen no aparecía en su mente, ni siquiera a Sarada había recordado del todo.
Hinata se quedó inmóvil intentando asimilar las cosas, una cosa era que te dijeran que tu hijo está vivo, y otra muy diferente que lo compruebes con tus propios ojos. Era su hijo, estaba vivo. Naruto entró de prisa y se acercó para sujetarla de los hombros sintiendo que en cualquier momento se caería, pero tampoco estaba preparado para verlo.
Sus ojos azules se abrieron en total shock, Boruto estaba vivo, la sangre se estancó en su cuerpo, sintiendo como cada parte de él se tensaba, el creyó haber enterrado a su hijo y ahora lo veía frente a él, tantas veces rogó en llanto que el tiempo retrocediera para componer sus errores, para ser el padre que el siempre deseó, el recuerdo de las palabras de su hijo cuando el no estaba presente, podía ver odio y frustración en sus ojos, ahora...ahora ni siquiera estaba seguro si era él.
Sólo pasaron cuatro años, pero lucía tan distinto, su mirada fue lo que más lo devastó.
Lo ignoró.
--- Himawari... --- dijo Inojin tocando su hombro.
A lo lejos distinguió la mirada de Boruto, estaba perdido y bastante nervioso, el ambiente se volvió muy incómodo para el tras las miradas y aún más cuando Hinata intentó acercarse, sin pensarlo retrocedió como si de un animal amenazado se tratara.
--- Espera... --- sollozó Himawari cuando Inojin la empezó a apartar. Sus ojos confusos se clavaron en Boruto ¿por qué huía? --- hermano...
¿Hermano? Pensó Boruto y negó. Le habían hecho creer que su familia estaba muerta y ahora aparecían frente a él, su respiración se volvió agitada y miró a Sarada de nuevo, pero era tanto el miedo e inseguridad que no se tranquilizó con su mirada. Retrocedió más al escuchar que aquella mujer de ojos grises lo llamaba y lloraba ¿quién era? Era tan doloroso, sufrían por su culpa.
--- Boruto.. .
Los ojos grises inundandos, vagaron en su mente unos segundos, ojos cálidos y llenos de comprensión, ahora sólo mostraban un dolor indomable y le partía el alma sin saber porqué.
--- Hermano...
--- Lo...siento... --- susurró negando, se agitó más cuando sintió la pared a sus espaldas --- No...no se quien eres.
Los ojos de Himawari se expandieron mientras las lágrimas caían --- Esto no es gracioso, Boruto. --- rió con ironía y miró a sus padres quienes se quedaron paralizados tras las palabras de su hijo --- Ahí está papá y mamá --- frunció el ceño y se soltó del agarre de Inojin.
Himawari estaba tan dolida al punto que su corazón destrozado se unió, pero con íra y mil preguntas.
--- ¿Qué hacías aquí? --- sollozó acercándose --- ¿Por qué no volviste? ¿sabes cuánto sufrimos por ti? Te quedaste aquí en lugar de regresar con Sarada y tu hijo ¡nos abandonaste! ¿¡por qué!? ¡Responde!
Grito mientras con débiles movimientos golpeaba su pecho.
Sufrir, él sabía que los hizo sufrir, todo se juntó y le cayó sobre los hombros. Su hijo...
--- Ha papá le gustan las flores amarillas.
Su hijo, Kagura tenía toda la razón, pero aún así la confusión no escapaba de él. Se sintió el ser más despreciable cuando no se tenía la culpa, el ni siquiera sabía quien era. Lo único que logró recordar fue una pequeña parte de su vida junto a Sarada seguido de varios sonidos así como el día que fue a Japón y encontró ese libro...el libro aún no lo comprendía del todo, pero sabía quien lo escribió, por ello sentía que ahora en la única que podía confiar era en ella, su esposa. Sin embargo, las dudas seguían ahí.
Las lágrimas de Himawari y su voz, su mente viajó quizá años atrás y recordó sollozos, gritos, lamentos y llanto, eran personas que pedían ayuda mientras escuchaba el crujir de los escombros y el viento ser cortado. Una avioneta, el sonido tintineante del radar, la voz que le gritaba.
Todo cambio de escena de repente, ahora escuchaba el sonido de las gotas hundirse al pisar el lodo ¿o sangre? El olor era horrible, la pólvora, el polvo, la sangre, sudor y lágrimas como las de la chica que decía ser su hermana.
Se llevó la mano a la cabeza tras sentir una punzada parecida a un desgarramiento, sintió su cabeza chocar contra algo mientras su al rededor estallaba. Una bomba.
--- ¡Boruto!
Era la misma voz que ese chico rubio con tez pálida, en sus ojos se dibujó el recuerdo de verlo correr hacia el mientras varios gritos llenaban el fondo. La sensación de correr y de algo chocar contra su rostro, todas emociones se arremolinaron mientras estaba ahí, apoyado en esa pared sujetando su rostro ante las miradas confusas de los demás.
Sintió un líquido caliente deslizarse por su rostro mientras sus párpados se volvían pesados, el frío suelo se movía y podía sentir las vibraciones de las pisadas, gritos, todos gritaban, pero no podía abrir los ojos, entonces, sintió un tirón de los brazos como si lo arrastraran.
--- ¡Sargento!
Eran varias voces. Los ojos de Boruto se abrieron en par: estaba recordando.
Regresando a su recuerdo sintió jalones en su cuerpo, alguien corría a velocidad con él, intentó abrir los ojos cuando esa voz le dijo: resiste, pero sólo consiguió ver todo de un tono rojo como si tuviese un manto de sangre que le impidiese ver. Un golpe seco hacia suelo y de nuevo los gritos, el ruido era un zumbido que le taladraba la cabeza.
--- ¡Señor Tobirama!
Era como si una lagrima hubiese colorido todo a su alcance, pinto todas esas siluetas obscuras que gritaban y despues el clic de una escotilla junto a la fuerte explosión culminó ese recuerdo.
Entreabrio los ojos y encontró los de Sarada que lo miraban fijamente.
--- Boruto... --- susurró preocupada y él miró a su al rededor. Los rostros seguían siendo desconocidos, pero ese sentimiento de temor había desaparecido creyendo que en cualquier momento su imagen aparecería un sus recuerdos.
Algo tambaleante se puso de pie, Himawari quería acercarse para disculparse, pero algo cambio en su mirada lo cual la detuvo.
--- Sumire...
La miró. Ella reprimio un jadeo de dolor, No quería que Boruto le suplicara, había ocasionado mucho daño y claramente le dolía.
--- Por favor, tienes que decir en donde está.
Ella dio un paso al frente y negó nuevamente. --- No lo sé, te juro que no lo sé. Tienes que confiar en...
--- Es lo que hice todo este tiempo... ahora dime ¿cómo lo hago? --- miró a su al rededor refiriéndose a sus mentiras.
--- Es verdad --- respiro profundo y paso su mirada por todos los presentes --- es verdad que te mentí, Eso no te lo niego. Te dije que tu familia había muerto...te dije que yo era tu esposa...te mentí todo este tiempo, pero yo no...
--- ¡Tiene un hijo! --- gritó Himawari interrumpiendola --- ¿cómo pudiste ser tan egoísta? Es un niño y no se tenía la culpa de...
--- ¡Yo no sabía que tenías un hijo!
Miró a Boruto y luego a Sarada.
--- Sabes que es verdad, Sarada. Yo no sabía nada acerca de tu hijo.
--- Es cierto --- le confirmó a Boruto quien tenía su atención --- pero que casualidad que justamente cuando lo conoces, al día siguiente lo separen de mi.
--- Sarada tienes que creerme, yo no tuve nada que ver con el secuestro, ni siquiera sabía que tu hijo estaba aquí hasta hace poco.
--- Entonces ¿por que volviste antes de lo previsto? --- preguntó Boruto recordando que suspendió su viaje.
--- Porque estaba en shock. Había descubierto que tenías un hijo y tenía que pensar las cosas, Yo no tenía la menor idea de que el niño estaba en tu habitación.
--- Es suficiente Sumire, es más que obvio que querías deshacerte de su hijo para seguir con mi hermano.
La pelimorada abrió los ojos en par y negó totalmente --- Sería incapaz de hacer eso ¡es un niño! El no tiene porque estar involucrado cuando era algo entre Sarada y yo...
--- Precisamente por eso, sabes que mi hijo es mi debilidad.
--- ¡Di la verdad, Sumire!
Sus ojos se llenaron de lágrimas y su mandíbula se apretó.
--- ¡Si quisiera dañar a tu hijo lo hubiese dejado morir de fiebre! --- gritó y miró a Boruto --- el niño estaba delirando ¿creiste que por arte de magia se curó?
Boruto recordó ese día, cuando llegó incluso el mismo Kagura le había dicho que había mejorado de la nada.
--- Cuando Kagura salió entré a tu habitación y lo encontré --- miró el suelo recordando las emociones que sintió al tocar su rostro, ese pequeño rostro que ardía en fiebre --- Sarada...
La miró fijamente mientras sus lágrimas desbordaban en silencio.
--- Lo pensé --- susurró y luego se atragantó con un sollozo --- por un momento pensé que dejándolo ahí sin hacer nada...pensé que esa sería la solución, pensé en un momento por salir de la habitación y dejarlo morir... Lo pensé, pero no pude... --- negó repetidamente con la cabeza y se acercó a ella --- No pude hacerlo... era sólo un niño, no tenia que pagar por un capricho mío. Era tan hermoso... y su vocecita --- rió tragándose la amargura.
--- Sumire...
--- Te cause el dolor de que Boruto estaba muerto, No... no era justo que le hiciera daño, yo en tu lugar no podría soportarlo, entiendo la diferencia de amar a un hombre y amar a un hijo --- tocó su vientre y apretó los parpádos --- después de que ambos fueron a la guerra...mi padre me obligó a quedar embarazada para hacer creíble que entre Boruto y yo existió algo y así quedarse con su fortuna.
La Uchiha se quedó atónita ante sus palabras y en su mirada estaba reflejada la honestidad.
--- Perdí a mi bebé cuando me enteré de la muerte de Boruto --- susurró paepadeando débilmente --- quizá no fue deseado, pero si lo amé, aunque sólo hayan sido unas semanas... Era agradable sentir que algo crecía y dependía de mi. Estaba devastada por eso me refugie en Corea --- alzó la mirada ensombrecida --- Yo no sabía que él estaba aquí, yo sólo vine con la intención de olvidar lo que me hacia daño, pero habían muchos heridos y era enfermera. En ningún momento imaginé que mi paciente sería él.
--- Eso es cierto --- intervino Lee aún al ver duda --- Yo estaba con ella.
Sumire le agradeció con la mirada y se dirigió de nuevo a Sarada.
--- No sabía que hacer, estaba en un estado de depresión por el aborto espontáneo y no me puse a pensar en las consecuencias. El estuvo en coma dos años...
--- Le habían declarado una muerte cerebral --- dijo una castaña mirando a los demás --- habían ordenado desconectarlo, pero la señorita Kakei pagó el servicio hasta que reaccionó. Todo lo que dice es verdad.
Los ojos de Boruto se dirigieron a ella y Sumire apretó la mandíbula ¡No me mires! Quería gritarle, No soportaba ver lo que hizo.
--- Es cierto que mentí y no les dije que estaba vivo, yo misma se los digo a todos ahora, pero hay dos cosas que igual son ciertas. --- miró a Sarada quien aún no reaccionaba --- No tengo a tu hijo y... Boruto... --- posó sus orbes en él --- se que pasó por tu cabeza, pero yo no tuve nada que ver con la muerte de Kagura.
--- ¿Por qué lo mencionas entonces?
--- Porque si algo ocurre yo soy su blanco --- miró a Sarada --- Yo sé lo que se siente perder a un hijo, No quería causarte ese dolor, es horrible... tú tuviste la oportunidad de tener a tu hijo, estabas en peores condiciones que yo, pero... todo ocurre por algo --- jadeo sin poder evitarlo mientras pestañeaba para alejar las lágrimas --- tienes que creerme, Sarada. Yo no tuve nada que ver con tu hijo...
--- La carta de Kagura decía que el culpable de todo era Ka.... ahí fácilmente pudo haber escrito Kakei. Son muchas coincidencias, Sumire. --- habló Shikadai.
--- ¿por qué querría matarlo? Yo estaba cambiando los números para que Sarada no le llamase a Boruto de nuevo --- los miró --- No había forma de que yo lo matara.
--- pero si de que contrataras a alguien para hacerlo. Se revelaría la verdad y no te convendría. Kagura encontró todos los papeles del origen de Boruto y...
--- ¿Papeles? ¿de qué hablan?
--- Los papeles donde estaba cada dato de él.
Ella abrió los ojos sorprendida --- No tenía la menor idea de esos papeles, se supone que nadie sabía de Boruto y todos sus datos fueron reemplazados por unos falsos que cree. Esos datos no podían existir a menos de que alguien supiera quien era...
--- ¿Alguien más que tú sabía que estaba vivo? --- ella negó.
--- ¿De dónde los sacó Kagura?
--- Eso estaba por decirme --- dijo Boruto --- era más que obvio que no querían que dijera la verdad, le destrozaron las cuerdas vocales.
--- Sarada... ¿Alguien más que yo que quisiera dañarte o a tu hijo? Tienes que creerme, yo no tengo nada que ver con esto.
La Uchiha lo pensó y tomó los papeles, en especial la carta de Kagura, pero por más que pensó nadie le venía a la cabeza. Sólo con Sumire tenía problemas o con su padre, pero el igual estaba descartado.
--- ¿No hay alguien que hayas causado que te odie?
Odiar... Sus pocos conocidos no la odiaban hasta donde sabían, pero entonces le llegó el recuerdo de aquel hombre que la atacó en la guerra. Se llevó la mano a la sien en donde había una cicatriz, por poco y le rompía el cráneo, ese hombre iba en serio para matarla, si no hubiese sido por Inojin estaría muerta.
Intentó recordar su rostro, pero todo era confuso, sólo lograba ver sangre. Se frotó la sien intentando recordar y logró la imagen de un hombre moreno con varias cicatrices, era alto y su silueta le era familiar.
Alguien al cual le haya causado odio ¿había hecho algo para ser odiada? Sus ojos se abrieron en par al sentir cierto parecido con ese hombre, su cuerpo grande y fuerte le era familiar y entonces lo encontró entre sus recuerdos.
Miró a su padre y fue como si ambos hubiesen pensado lo mismo. El labio inferior de Sarada tembló y dio un paso hacia su padre.
--- ¿Cómo se llamaba mi prometido?
Su voz se quebró y el Uchiha comprobó que su hija había pensado lo mismo.
--- Kawaki...
Sarada jadeo mientras tocaba su garganta e intentaba sostenerse, entonces el sonido de un teléfono llenó la habitación.
Sumire sacó el teléfono de su bolsillo, la pantalla iluminó su rostro y miró a Boruto.
--- Es tú número al que le marcan.
--- Contesta y enciende el altavoz --- ordenó Inojin.
Con manos temblorosas lo hizo y el sonido de unas ventanas golpeando contra la pared hizo eco a través de la bocina.
--- Uzumaki Boruto... supongo que ya sabes tu nombre...
Sumire se llevó la mano a los labios al reconocer la voz de jefe general, era Kawaki. Él asesinó a Kagura.
--- Me imagino que todos me escuchan así que comenzaré... querida señorita Uchiha espero que la este pasando bien y tú Boruto, espero que estés dispuesto a entregar toda tu fortuna.
--- ¿Fortuna?
--- Ni siquiera sabemos si tiene al niño, No aceptes nada Boruto...
--- ¿Quieren que le pegue un tiro al mocoso para que grite y lo reconozcan?
Sarada ahogó un grito horrorizada y sintió que en cualquier momento caería.
--- Por favor no le hagas daño... --- intentó no sollozar.
--- Oh querida no llores, tu hijo está vivo.
--- Necesito escucharlo.
El teléfono permaneció un momento y creyó que había colgado hasta que escucho varias voces al fondo.
--- No se podrá, le dije que se callara, pero es terco, tuve que callarlo yo mismo...
--- ¿¡Qué le hiciste!? --- gritó desesperada --- Por favor devuelvemelo...
--- Con ciertas condiciones, volvamos al trato que estaba por cerrar con tu marido --- hizo énfasis en lo último y despues de carraspear la garganta continuó --- se que te encariñaste con el mocoso sin saber que era tuyo, ahora dime a que estas dispuesto.
--- No tengo la menor idea de que fortuna hablas, pero...te daré lo que quieras con tal de que me devuelvas a mi hijo.
--- ¿Lo que quiera? ¡Vaya! Entonces... quiero algo más ¿qué te parece...tu esposa?
El se paralizó y miró a Sarada mientras apretaba los puños. Ambos sabían que era un poco maniático y se sentían peor al saber que su hijo estaba a sus manos. En un principio Boruto hubiese negado rotundamente, pero tal parece que el tipo no está dispuesto a aceptar un no por respuesta, No se iba a arriesgar de que le hicieran daño al pequeño.
Sarada frunció el ceño decidida, en la mirada de Boruto se dibujaron varios planes que podían hacer, No había tiempo y ambos lo sabían por lo que después de unos segundos asintió y el Uzumaki suspiro intentando oprimir las ganas de despedazar ese teléfono.
--- ¿En dónde y a qué hora?
La risa retumbo en la habitación lo cual aumentó su íra, pero las cosas ya estaban dichas y aunque no quisiera las cosas se llevarían como él ordenara.
《PRÓXIMO CAPÍTULO》
El amor de una madre.
NOTA:
¡Chan chan chan....! ¿qué les pareció?
El siguiente capítulo es el final y luego sigue el epílogo.
Dividí el capítulo porque iba a ser de aproximadamente 7000 palabras y no lo iba a subir pronto...
Lamento haber tardado, pero tengo mucha presión en la escuela, tengo que escribir una obra y actuarla, No es una de tres minutos, es de una hora :'v y mi grupo de amigos estuvo tipo: ti tinis mijir iscritiri 🙄😂
Tengo que escribir un libreto y no es nada fácil, recuerden que aún tengo un brazo enyesado 😥 además tuve un bloqueo mental horrible!! 😲
Xdxdxd
Haré lo posible para subirlo cuando pueda, gracias por su espera 😟
Sin más me despido, seguiré durmiendo :'v
Tengan linda madrugada, noche ¿día? No sé, pasenla bien 😥🤗 nos vemos 😉
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