- 08 El Cáliz de Fuego y el Torneo de los Tres Magos -

Aquella nueva chica no dijo nada más que su nombre, era tan pálida e inexpresiva, en uno de sus ojos estaba una cicatriz de algún ataque de una bestia. Sus ojos podía verse sin brillo, cómo si en verdad fuera un cuerpo vacío. Me incomodaba de cierta forma, el cristal aún seguía calentándose, tomé con fuerza mi pecho y comencé a respirar para contener aquella energía.

Coraline me lo había advertido, el cristal no estaba del todo sano, por lo cuál debía estar al tanto de todo. Y si mis emociones lo llenaban de energía no podría hacer nada para ayudar. Así que debía que meditar un leve conjuro para calmarle. Pero, cuándo mis ojos se cruzaron con los de ella, parecía que el tiempo se había congelado dejándonos a ambos. El Cristal de la Vida dejo de calentarse, cosa que hizo que me sorprendiera.

-Bien, señorita Jonhson.- habló la profesora Imelda sonriéndole a la nueva estudiante.- Las clases van a comenzar, toma asiento junto al joven De la Cruz y espero que tu estadía en el colegio sea de tu agrado.

- Muchas gracias. Con su permiso.- la pelinegra asintió y camino al lugar a donde estaba Marco. Su lugar estaba a dos bancas frente de nosotros, así que podré estar algo tranquilo y que aquella ansiedad baje un poco. Antes de que ella se sentará, me miró por unos segundos y continúo a tomar la clase.

-¿Estás bien, chinito?.- preguntó Miguel, quien tomó mi mano para llamar mi atención.

-Si, si estoy bien. Sólo...no es nada.- saque mi cuaderno para tomar nota de la clase, tal vez estaba teniendo un poco de paranoia de lo que estaba pasando últimamente. Aquella mujer en mis sueños, el libro de la familia Whitedragon, Astrid atacada por algo o alguien y sin mencionar los rumores en todos los pasillos en mi contra. Debía concentrarme de nuevo, Voldemort ya no estaba en este mundo. Así que no debía preocuparme más de lo que estaba hace un tiempo.

El tiempo siguió corriendo hasta llegar a la hora del almuerzo, la campana hizo señal para terminar la clase. Aquella chica, en dos por tres se levantó de su asiento y salió ignorando a todos los demás compañeros. Incluyendo a los de su propia casa, no había dicho nada en absoluto en todo el transcurso de la clase, en ocasiones solo respondía una que otra respuesta cortante; pero de allí a otro tema en particular nada. 

-Dios...esa chica si que trae una sangre bien pesada.- dijo Marco quién se acercó a nosotros.- Ni siquiera un buenos días dice, eso sí no dejaba de mirar a Hiro.

- ¿Lo hacía?- respondí extrañado, pues no había notado si lo hacía constantemente.

- Vaya, me siento celoso. Ahora hasta eres el crush de alguien en su primer día de clases. 

-¡Cálmate, tóxico! jajaja Para que veas que tu chinito si puede traer a unos cuántos cacheteando la banqueta.- Miguel no tardó en abrazar con fuerza a Marco para comenzar a despeinarlo. Yo solo me límite a reír por su actitud. Tal vez si estaba teniendo algo de paranoia y solo le llamé la atención a alguien, pero, ¿Quién me explica ese extraño temor hacia ella?

No tardamos en ir al comedor para tomar nuestros alimentos de la mañana, este día nos sorprendió ver al director en mitad del comedor hablando con una señorita no mayor a los cuarentas, sus vestimentas eran muy elegantes y se me hacía conocido aquél porte que tenía. De pronto, la mano de Kubo hizo que le tomáramos atención y nos hizo una señal para tomar asiento junto a ellos. Allí estaban Norman, Coraline, Jack, Hipo, Sora y Leo, esta ocasión estábamos todos juntos, ya que en ocasiones solían estar en otros lugares del amplio comedor. 

-¿Y vieron las nuevas nuevas?- comentó Coraline quién ya nos estaba entregando unos platos con waffles.- Creo que ya vieron la visita que esta allá.

- No, ¿Quién es la señorita que esta con el director?

-Bueno, viene del Ministerio de Magia.- respondió Jack.

- ¡¿Ministerio?! ¿Qué está haciendo aquí los altos mandos?- exclamó Miguel con sorpresa y sin dejar de ver en la dirección en donde estaba el director y la señorita.

- En mi clase, estaban diciendo algo sobre rehacer el Torneo de los Tres Magos.- habló Kubo.- Ya se habían cancelado hace unos años por motivos de tu ya sabes quién. Ya que habían asesinado a un joven estudiante en ese entonces. 

-Mis padres me decían que era un torneo algo peligroso y que no cualquiera era podía participar.- respondió Sora quién estaba observando con detenimiento el panorama. Se escuchó en la entrada que venían arrastrando un especie de carrito que llevaba algo cubierto con una tela oscura encima de ello. Los cuchicheo en el salón no se hicieron esperar, las expresiones de sorpresa y ansias por saber que era lo que estaban acarreando no podían faltar. El director con una amplia sonrisa hizo una señal en el lugar dónde debía colocar aquél misterio, la señorita también sonrió y se colocó en un costado contrario de aquello. 

- Silencio, por favor.- habló el director. Todos los alumnos nos quedamos en completo silencio. Mis amigos y yo solos nos mirábamos entre nosotros, también estábamos ansiosos de lo que nos darán información.- Cómo verán, el día de hoy tenemos la visita de la Srita. Collen Ámbar representante del Ministerio de Magia; quién nos ayudará a tener mayor control a las reglas de nuestro futuro evento que hemos decidido volver a hacer.

-Se los dije, lo van a rehacer.- susurró Kubo.

-Así es, y muchos están especulando lo que tenemos planeado. ¡El Torneo de los Tres Magos vuelven a Pumpkin Castle!- la emoción no se hizo esperar en el comedor. Los murmullos se hicieron más fuertes sin dejar oír al director.

-¡No puedo creerlo! ¡Nos tocará presenciarlo!- habló Coraline que no dejaba de dar leves saltos en su asiento.

- Quién lo diría. Muchos fantasmas del castillo me han platicado cómo ha sido este torneo en años anteriores y dicen que es algo sorprendente.

- ¿Y alguien sabe cómo se llevan a cabo?- preguntó Hipo, sin embargo, ninguno sabíamos sobre ello. En eso de nuevo el director volvió a pedir silencio en el comedor.

-Tranquilos jóvenes, aún no he terminado de explicar en que consiste este torneo. Años atrás, tres escuelas de magia vienen a participar a esta escuela para llevarse la gran copa de los tres magos. Demostrando cada participante los conocimientos y la fuerza que a adquirido a lo largo de los años de estudios. en esto, cada uno, esta solo sin compañeros o equipo alguno para realizar las actividades.

-¡Director!- habló la voz de mi hermano mayor que yacía en la puerta del comedor. Levantó su mano para hacer una señal al director, quién no dudo en asentir con la cabeza. Tadashi de nuevo salió y volvió a cerrar la gran puerta.

-Bueno, para continuar con los reglamentos. Demos la bienvenida a la primera escuela invitada a este torneo: ¡La escuela de magia Beauxbatons!- el rechinido de la puerta al abrirse, hizo colocar todas nuestras miradas en aquella dirección. Un grupo de chicos y chicas con un uniforme de color celeste caminaban con delicadeza, la primera chica de cabellos rizados, piel canela y anteojos de color verde hizo un movimiento con su mano dejando liberar bellos colibrís de luz. La chica que estaba en su costado de cabellos largos y oscuros, imitó el mismo movimiento y esta hizo aparecer flores de muchos colores que también no tardaban en desvanecerse en el aire. 

El ambiente era tan elegante y llamativo, mientras los alumnos llegaban hasta donde estaba el director; detrás de ellos venía la directora del colegio. Una mujer  mayor con una expresión cálida en su rostro, su vestido era de color tinto y en sus hombros eran cubiertos por una tela de encajes negra. Al terminar con su presentación todos hicieron una leve reverencia hacia nosotros. La mujer abrazo con cariño al director y también se giró a saludarnos de igual forma.

Alma Madrigal era la directora actual de la escuela de magia Beauxbatons, algunos de sus alumnos destacados eran nietos de ella cómo lo eran Isabela, Mirabel y Camilo; chicos con buenas habilidades y los más capacitados en su colegio. Sin más, los alumnos y su directora tomaron lugar en el comedor , habían apartado una mesa completa para los invitados. Me había sorprendido cómo fue tan rápido todo esto, pero solo espero que estas actividades nuevas para nosotros nos ayuden a olvidar las amarguras que habían iniciado a nuestro regreso tan insistente.

-Ahora, nuestros siguientes invitados. La escuela de magia del norte: ¡Durmstramg!.- exclamó el director. Fuera de las puertas, se escuchaba el sonido de baras de metal chocando en el suelo, cómo si un ejército militar estaba dispuesto a entrar. Todos miramos atónitos al oír el golpe de entrada de aquella escuela, todos con semblantes serios y misteriosos. Al chocar aquellos metales las chispas no se hicieron esperar asustando a todos los alumnos que hacían en el comedor. Sin embargo, mis ojos se postraron al chico que venía junto al director, cabellos oscuros como la noche, su expresión era tan inexpresiva pero podías ver en su mirada que estaba llena de poder y fuerza. Sus ojos azules de inmediato se posaron a mí, un escalofrío hizo recorrer por todo mi cuerpo haciendo que inconscientemente girará para cubrirme pues ya había ubicado de dónde lo había conocido. Los susurros de sorpresa al ver aquél chico inundaban todo el salón y también algunos gritos de las chicas no esperaron más.

- No puede ser.- susurró fuerte Jack cuándo estos alumnos terminaron de llegar hasta dónde se encontraba el director.

- ¿Qué sucede?- preguntó Hipo.

-Ese chico de allí es Noctis Lucis Caelum.- comentó Miguel con una gran sonrisa.

- ¿Y...?.- habló Coraline haciendo una mueca extrañada. Pues aquél nombre no se le hacía

-Es el buscador mundial  más joven de Quidditch en el equipo de los Búlgaros.- termino de hablar Jack quién también estaba emocionado por la presencia de uno de los más famosos jugadores del deporte.

- ¿Qué no era tu jugador preferido, Hiro?- preguntó Kubo.

-Si, lo es. - hablé un poco apenado. Pues no podía creer que el jugador que siempre deseaba conocer o ver en alguno de sus partidos estaba en el colegio a unos simples pasos de mí. Al igual que los invitados de la primera escuela, ambos directores se saludaron con tanta calidez y vieja amistad. El director les dió una señal para que tomaran asiento, todo el colegio estaba totalmente emocionado por lo que veríamos en los siguientes días. Este torneo solo se había quedado un rumor de que anteriormente se llevaban a cabo, pero eran bastantes peligrosos y lo habían cancelado. Al fin seríamos testigos de ello.

-¡Orden, alumnos!- habló de nuevo el director con una amplia sonrisa.- Cómo muchos sabrán las actividades que se han hecho anteriormente en el torneo. Pero, preguntarán cuáles serán las reglas. Señorita Collen.

-Muchas gracias, director. Para poder ser un participante de el Torneo de los Tres Magos, es necesario ser alumno de 7mo año de cada uno de sus colegios. - un bucheo se presentó en toda la sala, al parecer algunos de cursos más pequeños querían participar como su primera vez. De nuevo hicieron sonar para tomar orden.-  Cómo verán, las actividades son sumamente peligrosas, pero para ello se necesitan valor y mucho conocimiento para poder enfrentarse a toda adversidad. Pero, para ser seleccionado deberán pasar por...¡El cáliz de Fuego!

Sin dudar, los ayudantes que habían llevado aquello oculto jalaron de la manta y dejó ver una gran copa que de inmediato comenzó a emanar fuego azul. Era místico e impresionante, la sala no tardó en iluminarse con todos azules por la luz de aquellas flamas del cáliz. La señorita del Ministerio asintío con su cabeza para que los asistentes se retiraran del lugar.

-El cáliz de Fuego se ha utilizado para ser seleccionador de los jugadores que participarán en el torneo. En un papel anotarán el nombre de los que desean participar, cuándo haya llenado de los suficientes candidatos; este seleccionará a tres magos. Sin embargo, las reglas son reglas. Los alumnos de séptimo año solo podrán colocar su nombre en el cáliz, aquél que se atreva a colocar su nombre y no sea de la edad establecida, se llevarán un gran castigo.

-Sin más preámbulo.- contestó ahora el director.- El cáliz se ubicara en la sala cerca de la biblioteca principal del colegio, después del desayuno y que nos huéspedes descansen; se abrirá la sala para que los alumnos puedan participar. Por ahora, buen provecho.

Los aplausos no hicieron esperar, todos estaban esperando con ansias este regreso del Torneo. Por mala suerte de nosotros, no podemos entrar ya que nos faltan algunos años para llegar a la edad específica. Yo reía con mis amigos por quiénes serían los seleccionados, pero, hubo algo que hizo que mirará en dirección en dónde estaba mi jugador favorito, pero mis mejillas se tornaron de pena al notar que el pelinegro me estaba mirando en mi dirección. Evité de nuevo verle y continúe con la celebración con mis amigos intentando disimular la vergüenza. ¿Me estaba viendo a mí? Tal vez estaba exagerando un poco.

Pasaron las horas y el fin de las clases habían ya llegado, en esta ocasión solo me había quedado junto al lado de Kubo e Hipo. Me vinieron gratis recuerdos cuándo solo éramos tres, pero ahora que nuestra amistad ha crecido me siento bastante agradecido, nunca había imaginado que encontraría al chico que amaría con todo mi corazón, visto otras criaturas y lugares. Y cómo no, pelear con todas nuestras fuerzas contra Voldemort.

- ¿Y cómo se encuentra Astrid? Escuché que la habían encontrado muy mal.- preguntó Hipo.

-Bueno, Rochelle nos dijo que ya había despertado pero aún está un poco débil para que pueda levantarse.  Además, quiso preguntarle qué es lo que había sucedido pero dice ella que no recuerda nada. Solo algo obscuro la había atacado mientras estaba vigilando el lago.

-Pobre Astrid. Lo bueno de esto, es que pudieron encontrarla. - contestó Kubo.- Pero, por ahí escuché el rumor de que una chica nueva se íntegro en sus clases.

-Ah sí. ¿Cómo dijo que era su nombre?...- intenté recordarla, había olvidado por completo de esa nueva novedad que tantos estaban hablando.- ¡Cierto! Jimena Jonhson. Para ser sinceros...la chica me dió algo de incomodidad.

-Entonces, no estamos lejos de los rumores.- continúo Kubo.- En mi clase estaban diciendo que es algo tétrica, más con aquella cicatriz que lleva en uno de sus ojos.

-Mmm, bueno eso es bastante extraño que tengan algunas expectativas que juzgan sin pensar.

-¡Yo no la juzgó, Hipo! Pero... cuándo la vez, yo no tengo miedo, siento tristeza y dolor...- agachó la mirada Kubo. Una de las habilidades que tenía mi mejor amigo que era muy sensible para sentir emociones en la gente en su alrededor, pero para mí no era tristeza lo que daba a connotar  aquella chica. Para mí, me daba bastantes escalofríos.

Seguíamos caminando hasta que nos dimos cuenta que la sala dónde habían llevado el Cáliz de Fuego estaba llena de muchos alumnos allí. Kubo tomó mi mano con fuerza para ver quiénes eran los primeros en registrarse. Con algo de empujones nos dejaron entrar para ver más de cerca, dentro yacía Jack con algunos amigos de su casa, cuándo nos miró no tardó en hacernos una señal de saludo.

Algunos alumnos de la casa Gryffindor entraron al círculo que había colocado el director alrededor del cáliz, aquél hechizo solo dejaba pasar a la edad que habían establecido. Si algún curioso o rebelde ingresaba, este le haría un hechizo de castigo a cambio por romper las reglas. Aquél alumno colocó su nombre y este lo consumió el cáliz, todos los que estábamos presentes dieron aplausos por animarse a participar. El siguiente fue una chica de la casa de Ravenclaw, igual como lo hizo con el anterior el cáliz tomó su nombre y de nuevo los aplausos no se hicieron esperar.

-¡Chinito!- escuché la voz de Miguel quien entró también ansioso para ver lo que estaba sucediendo y el cuál no tardó en sentarse a un costado mío.- ¿De qué tanto me perdí?

-No mucho, aún están ingresando alumnos de nuestro colegio.

-Uff, estuve leyendo algunos anuarios de generaciones pasadas, no habla mucho de que ocurren en el torneo. El del último que fue el libro fue quemado por aquél incidente en el salón del silencio. Pero aló que se ve, es entretenido y peligroso.

-Pues solo espero, que cuando nos toque a nosotros. No sean tan peligrosos como dicen.- comentó Hipo quién seguía observando los alumnos que seguían ingresando su nombre.

De pronto, en la entrada de la sala, una chica de cabellos largos y oscuros, tes morena y por su puesto llevaba el uniforme del Colegio Beauxbatons, en su cabello podían verse algunas decoraciones de flores. Tenía un porte lleno de elegancia y delicadeza, parecía que se trataba de una princesa. A un lado de ella iba aquella chica de anteojos de cabellos rizados, quién la miraba con algo de preocupación. No tardó que su mirada nos observó por unos segundos y siguió su paso a dónde estaba la otra joven.

-Isabela...¿Estás segura?

-No te preocupes, no me dejaré vencer tan fácilmente. - le sonrió segura de si misma y llevo su nombre al cáliz. Y este igual lo consumió.

También aplaudimos por su valentía de los invitados, pero entonces un silencio inundó el salón. Con pasos firmes y su expresión sería, Noctis pasó a un costado de la chica morena quién solo le dió un leve asentimiento con su cabeza. El pelinegro sacó de su bolsillo su papiro con su mano e imitó la misma acción que los demás, cuándo su nombre fue consumido por el cáliz su mirada de nuevo giro hacía a mí y dió una leve sonrisa. Dió media vuelta y salió de la sala.

- ¿Te acaba de sonreír?.- comentó Kubo quién hizo que Miguel e Hipo me mirarán de inmediato con extrañeza.

- De seguro, fue a otra persona ...- dije intentando no hacerme la falsa ilusión de que mi ídolo me había visto.

- Mmm pues yo clarito ví que te sonrió...- habló Miguel quién arqueaba su ceja.

-Jajaja Miguel está celoso, porqué el ídolo de su novio solo le regaló una sonrisa. - bromeó Hipo intentando cubrir su risa con su capa.

-Hey cálmate pequitas. No estoy celoso.

Los tres comenzamos a reír a carcajadas, no podía creer que Miguel estaba sintiendo celos por alguien que admiraba. Además, solo lo ha de hacer por cortesía y saluda a los demás de esa forma. ¿Cierto?

Seguimos observando a los demás alumnos que iban registrándose, hasta que el anochecer nos dió señal para regresar a descansar. La sala se quedó en completa soledad y los guardias cerraron sus puertas para el día siguiente, pues sabríamos quiénes serían los seleccionados. Por el momento no había nada que temer, todo estaba tranquilo en el colegio, pero alguién de cabellos oscuros largos, con uniforme de Slytherin caminaba sola por los pasillos.

Abrió aquellas inmensas puertas dónde yacía el cáliz, al entrar volvió a cerrarlas para no levantar sospecha alguna.

"Coloca su nombre y así podremos traer de vuelta a nuestro señor tenebroso"

La chica pálida sacó su varita y lanzó un hechizo para debilitar por completo aquél círculo de protección, con un pequeño papel de cuaderno ingreso un nombre extra. Así como llegó al lugar, desapareció dejando su trabajo cumplido.

Todo era un misterio desde su llegada, sin embargo, aquella calma que apenas disfrutaba de nuevo. Terminaría...

...otra vez.

CONTINUARÁ...




HEY GENTE BONITA!!!! Al fin aparezco con actualización de este fic. Poco a poco me estoy reponiendo con la inspiración. Solo agradezco mucho por su paciencia que han tenido conmigo.

Y pues, hace poco había ido a ver los secretos de Dumbledore y había vuelto a ver la cuarta película de Harry Potter. Y claro que medio un sin fin de ideas para este volumen.

Muchos se preguntarán quien es Noctis, bueno, como había ingresado a Sora que es de la franquicia de Square enix; decidí tomar al protagonista de Final Fantasy XV.

Y es este chico:

¿La venganza de Hiro contra Miguel tomara acción? No lo sé. Jajajaja

Bueno sin más, espero que les haya gustado este capítulo. ¿Teorías?

Nos vemos en el siguiente!!!

Los amo!!! 💕💕

Beka-san~








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