~Sanadores~

Pov Hiro

-¿Cómo sabes de Albus?- miré a Coraline algo molesto pues a la manera de decirlo sabía muy bien que sabía de Miguel.

-Bueeeno...eso aún no lo puedo decir.-respondio ella con una sonrisa juguetona.- pero de algo si se de ustedes, pero ese día no es hoy. Nos vemos~.

-¡Ey espera!- ella no hizo más caso a mi voz y se fué. Aún me encontraba atónito de cómo mencionó de la sanadores y cómo con su magia devolvió a la normalidad el cristal. Mencionó sobre las causas de la ausencia de los demás cristales, así sin más, una idea pasó por mí mente, lo más seguro que el diario de Tana debe mencionar.

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Cuándo llegué a mi habitación, cerré con seguro la puerta para poder sacar el diario, hojie entre las hojas para buscar algo sobre los sanadores que esa Coraline había dicho. Estaba apunto de desesperarme cuándo note un palabra en sus notas:

"El día de hoy estuve a punto de morir. Nunca había conocido la consecuencia de la ausencia de los demás cristales, cuándo me habían dado mi tarea de protegerla, jamás habían mencionado está barbaridad.

Sin embargo, un joven encapuchado me tomó del suelo y con una extraña luz comenzó a sanar el cristal. Cuándo acabó su tarea pude ver lo apuesto que era, iba mencionar algo cuando él evitó que una palabra saliera de mis labios.

=Sanadores=, esa fue la única palabra que escuché de aquél joven, que entre la oscuridad se desvaneció."

-¿Eso es todo?...-me dije que para mí mismo, seguí buscando pero entre más avanzaba, las notas se enfocaban a las consecuencias y efectos que se mostraban en el cristal, pero cuándo estaba apunto de cerrarlo, un pequeños escrito estaba en el pie de la página: "ADFH572901/2".

Me quedé mirándolo por unos segundos, intenté descifrarlo de alguna forma, pero de las mil maneras de códigos que había estudiado no me decía nada. Sin embargo, una leve sonrisa se me formó al saber quién podía ayudarme a decírselo sin problema, al único chico que le interesa inmensamente los secretos del colegio: Norman.

Anoté el escrito y volví a guardar el diario, salí hacia la biblioteca ya que es el único lugar que siempre lo veo y que conocí. Cuándo llegué al lugar, ví que había muy pocos alumnos estudiando y haciendo sus tareas, pero de pronto mis ojos se ubicaron automáticamente a una persona en específico, allí estaba Miguel estudiando sólo en uno de los escritorios de la biblioteca. No duró demasiado cuándo él también me miró hacia dónde estaba, noté que también se había sorprendido con mi presencia, algo dentro de mí deseaba hablarle pero por otra parte estaba molesto. Sin más pasé ignorando su mirada, de alguna forma estaba sonriendo orgullosamente, ese era un poco de lo que se te viene Sr.Rivera.

-¿Hiro?- escuché una voz que me llamaba, miré que era Norman que estaba haciéndome una seña para que fuera. Caminé hacia él sonriéndole lo bueno de encontrarle allí- ¿Qué haces por aquí?¿Tareas?.

- Oh no, de hecho...- miré de reojo a Miguel quién no despegaba la mirada- estaba buscándote Norman.

-¿En serio?-sonrio levemente- bien, ¿Para que soy bueno?.

-Bueno, quiero que me ayudes con algo muy importante- busqué en mis bolsillos y le mostré el pequeño papel con el escrito- no logro descifrar que es o para que es.

-Mmm- un pequeño silencio se presentó entre ambos, lo miraba con algo de curiosidad pues estaba muy concentrado en lo que había escrito. Pensé en hablar o romper ese silencio pero fue él que lo hizo primero.- esto no es un código Hiro, es un enumerado de la biblioteca.

-¿Un libro?.

-Si- contesto con una sonrisa- lo bueno es que me se todos los números de la biblioteca y sé dónde está.

-No se diga más Norman, llévame- me levanté del asiento y tomé de la mano de Norman, escuché que me pedía que me esperara pero no podía dejar esto de los sanadores. Mientas entramos por los pasillos, Norman me decía dónde estaba exactamente, más nos alejaba mis de la puerta principal y llegando a la zona en dónde se encuentran a veces a los chicos más aislados de los demás y de algunas parejitas que aprovechaban estos lugares.

-Es aquí Hiro- dijo Norman apuntando uno de los pasillos, sin más fui a aquél pasillo que me indicó, se detuvo frente al stand y me apunto a la fila de arriba.- el libro de esa enumeración es aquél de piel desgastada.

- Bien...tendremos que bajarlo-saque mi varita y lancé un leviosa para bajarlo de arriba.  Era un libro algo desgastado por el tiempo y se notaba que jamás había sido abierto o tocado por algún alumno curioso. Cuándo lo tuve en mis manos, sople el polvo que tenía y en su portada había un escrito que decía "Gaelia", no tenía imagen o al menos el nombre del autor, sólo estaba aquél título en soledad.

-¿Gaelia? Qué extraño nunca había leído un título similar...- mencionó Norman- ¿Te lo llevarás?...

-Si, pero te unire para leerlo juntos, me ayudaste a encontar esto ...¿Cómo es que te memorizado todos los enumerados? Apenas llevas poco tiempo.

-Bueno, no me lo he aprendido sólo, si no que yo puedo...

-¿Tú puedes?...- le miré extrañado a lo que iba decir, pero él sólo se puso algo tímido, supongo que era un tema que no le gustaría hablar- está bien Norman, que tal si nos vamos al patio a leer esto.

- oh...Claro.

Ambos nos dirigimos de vuelta a la puerta principal, sin embargo sorpresa nos llevamos cuándo Miguel ya no estaba sólo en aquél escritorio. Y allí estaba, aquella chica de pelo azulado, piel clara y de sonrisa traviesa y misteriosa: Coraline Jones. Aún sentía algo de intriga con ella, no sólo por qué me ayudó con el cristal sino, por lo que mencionó exactamente de mi novio.

-Hiro...

-¡Vamos Norman!¡Estoy emocionado por esto!- exclamé un poco fingiendo una sonrisa, sin embargo, Norman entendió sobre lo que habíamos hablado con anterioridad. La mirada de aquellos dos se fijaron en nosotros, mi nuevo compañero de plan tomó la manga de mi capa y me sacó de allí, no era lo que esperaba pero al menos dejé en claro de los "pocos" celos que tenía.

Mientras caminaba nos por los pasillos, suspiraba con algo de alivio por nuestra pequeña actuación, pero noté que muchos de los alumnos que estaban por allí nos miraban algo asombrados. No entendía el porqué, hasta que pareciera que me habían arrojado una cubeta de agua fría cuándo miré a la manga que me estaba jalando Norman, mis mejillas se volvieron algo rosadas al imaginarme la posible escena que estábamos mostrando por el pasillo.

-¡Hiro!- otra voz habló con fuerza, ambos nos detuvimos y miramos con en el pasillo venía Kubo con unos cuantos libros en sus manos.- ¡Qué bueno verte! Estaba preocupado del porque ya no volviste al comedor.

-Lo siento Kubo, es que...después del entrenamiento, me sentí algo mal....y bueno..

-woow, te veo más mejor que cómo estabas en la mañana..

-agh bueno es que sucedieron algunas cosas, pero ya estoy bien creo.-le sonreí a Kubo pero él miraba a Norman con algo de curiosidad, rápidamente ambos nos dimos cuenta que él tomaba mi manga y la soltó bajó la mirada hacia nuestras manos.- oh déjame presentarte a Norman, es mi nuevo amigo.

-Es un gusto- respondió Norman extendiendo su mano a Kubo.

-¡Bienvenido a la tripulación Hamada, Norman!-dijo Kubo con una gran sonrisa respondiendo la mano de Norman- espero que nos llevemos muy bien, puedes llamarme Kubo.

-Es un gusto Kubo.-al parecer cada vez iremos creciendo más en nuestro grupo de amistad.

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Había pasado unos minutos cuando ya comenzamos a leer el contenido del libro, Kubo se unió a nosotros ya que le comenté lo que había pasado con el cristal, sin embargo, nunca les mencioné a ellos que se trataba de la nueva chica.

Mientras ojeabamos, Gaelia era el nombre de una pequeña tribu que existió, dedicada a la especialización de piedras y cristales mágicos. Era la primera civilización que había descubierto el poderoso cristal de la vida, en conjunto de los demás cristales que hacen potencializar el gran poder que tenía mi cristal. Sin embargo, poco a poco se fue perdiendo en las civilizaciones actuales, y algunas familias pertenecientes de la tribu se expandieron en el mundo.

En esa misma tribu se forjó la hechicería de sanación de el cristal de la Vida, a estos miembros especializados se les llamó Sanadores, quiénes tenían el deber de responder al llamado de petición cuándo un cristal estuviera en "deterioro", ya que si no se tienen juntos los cristales, este comenzaría a absorber la magia del portador.

Al dar la vuelta de una de las páginas, mis ojos se abrieron de golpe al ver una fotografía de uno de los miembros de aquella tribu, era un joven apuesto, su piel era clara, sus ojos eran de color amielados y su cabello era similar a los de aquella chica. Si podía buscar alguna similitud, era un hecho de que estaba viendo a Coraline, pero en el puede de la foto mencionaba el año de su fallecimiento que no estaba tan lejos de mi actualidad.

Pero aún así, la imagen del chico nadaba en mi mente, cómo si ya lo hubiera visto antes, tal vez es aquél chico que Tana miró cuándo necesitaba a un sanador.

-¿Crees que te hayas topado con un sanador?- preguntó Kubo quién estaba a un costado mío.

-Es lo más seguro...

-Esto es muy interesante...nunca creí que tú seas un portador de un cristal de magia.-dijo Norman sonriendo- ¡esto es emocionante!

-Debemos contarle a los demás sobre esto, de seguro ese sanador  aún sigue aquí. Nos puede ayudar un poco para encontrar a los demás.

-Si sería perfecto pero...

-Hiro está molesto con su novio- respondió Norman.

-Eso no es novedad querido Norman- dijo Kubo soltando un leve suspiro- ¿Ahora que hiciste Hamada?

-¡Yo no hice nada! ¡Es culpa de Miguel! ¡Siempre cayendo con cualquier chica!-masculle cruzando mis brazos haciendo pucheros.

-Ay Hiro...pero sabes que Miguel no es tan.. así si lo traes cómo loco.

-YO exactamente estoy así en este momento- respondió otra voz haciendo que los tres saltamos un poco con sorpresa. Miguel estaba mirando con algo de seriedad y con sus brazos cruzados.- Hamada necesitamos hablar...

-No necesito hablar de nada ahora.

-¡Chino no empieces de altanero y orgulloso! ¡Claro que necesitamos hablar!.

-Ya te dije que no voy a hablar contigo.- desvíe mi mirada para no verle, sin embargo, logré escuché un <<Tsk>> salir de sus labios.

-Bien, no me dejas otra opción- se acercó hacía mi y me tomó para ponerme en sus hombros llevándome cómo si fuera un costal.

-¡Miguel, suéltame!.-intentaba sacarme pero su agarre era demasiado fuerte. Poco a poco nos íbamos alejando de Kubo y Norman, todo el camino seguí intentando safar de él, pero aún así no era demasiado fuerte. Me dí cuenta que me llevó a uno de los pasillos menos concurridos de la escuela. Me bajó y me llevó contra la pared, colocándose frente a mí para no dejarme salida.

-¡Déjame ir Miguel! ¡Ya te dije que...!-no terminé de hablar cuándo los labios de Miguel comenzaron a poderarse de los míos, ese beso comenzaba a dejarme sin fuerza, dejé de empujar para dejar que él hiciera su trabajo.

-Ahora me vas a escuchar ...-me miró directamente, yo aún lo molesto no pude evitar sonrojarme de vuelta a sentir sus labios, ya había pasado algún tiempo de haber estado así a él.- no sé el porqué te molestaste pero si fue por lo de la chica...debo decirte que en verdad te exagerarse...

-Es tu culpa por caer tan fácil con ellas Miguel...

-Pero jamás llegaría más allá...sólo tengo ojos para ti chinito, además no aguanto erre junto a ese tal Norma...

-Norman, Miguel.

-Bueno ese... sólo no soporto que estés así...yo te amo Hiro y nadie podría hacerme cambiar de parecer.- me dió una leve sonrisa, yo solté un suspiro de resignación pero sólo asentí con mi cabeza, supongo que no puedo dejar de caer en su manera de sonreír. De pronto unos aplausos comenzaron a resonar en el pasillo acercándose a nosotros, Miguel y yo nos separamos de lo cerca que estábamos , mirando con sorpresa que aquellos aplausos eran de la misma Coraline quién se detuvo a unos pasos de nosotros.

-Me alegro que al fin las cosas se pusieron más leves...

- Y tú ahora que...-Miguel  me hizo una señal para no seguir hablando.

-Hiro, creo que aparte de eso debemos hablar de otra cosa...

-¿De qué hablas Miguel?...

-Coraline, ya me habló sobre lo que estaba pasándole el cristal, pero hay otra cosa que debes saber...- miré con duda y extrañeza de cómo Miguel hablaba con algo de seriedad hacia la chica que nos miraba con sonrisa.

-Creo que es hora de presentarme bien- respondió Coraline- te dije que aún no era el momento pero...Yo soy Coraline Jones....

....la última sanadora de Cristal de la tribu Gaelia....al servicio de Tana.

CONTINUARÁ.....






hello gente bonita al fin!!! Volví con más de poción, me arrepentí un poco de vengarme de Miguel xD, sin embargo aún no está del todo salvado ese muchacho..

Este es el último cap de relleno para continuar ya con el encuentro de los demás cristales, ya se vienen más problemas y posiblemente ya los últimos pasos para la batalla final. Uwu (eso creo aún no estoy segura xD)

Así que sin más por el momento, nos vemos en el siguiente capítulo de esta loco fanfic 😍😍😚😚

Los amo🤩😘😘😘

Beka-san~

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