-Pesadillas-

-¿Me prometes que siempre estarás junto a mí?

-Claro que sí mi hermosa prometida.

-Me haces sonrojar cuando dices eso.

-Pero aún así me gusta cuando te sonrojas.

-Dime otra cosa más...

-Dime.

-Después de nuestra vida, ¿Me buscarás?.

-Claro que sí, te buscaré y te pediré que vuelvas a ser mi esposa y vivir felices para siempre.

-Oh..Te amo.

-Yo también te amo.... Tana.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

-Hey...Hiro...despierta.

-mmmm, otros cinco minutos más...

-Cuál otros cinco... levántate chino que si no te dejó en el vagón.

Lentamente abrí mis ojos y me tope con aquellos ojos encantadores que me miraban con travesura y coquetería. Recordé qué me había dormido en el transcurso del viaje en tren. ¿Saben porqué?.

Misteriosamente el Director adelantó las vacaciones de otoño en el colegio, jamás había hecho tal cosa en los años que llevó estudiando. Con lo que nos había contado Tadashi y Héctor, pensamos que algo extraño estaba pasando, tal vez ya se había dado cuenta de qué sabemos algo sobre Tana. Pero aún así decidimos actuar cómo si no hubiera pasado nada. Miguel me había invitado visitar México estás vacaciones, ya que se estaban aproximándose las festividades del Día de Muertos. Primero yo estaba un poco dudoso, pues no sabía cómo reaccionaría mi Tía que estás vacaciones no iría a San Fransokyo. Sin embargo, ella estaba feliz que había hecho amigos y que conocería otro lugar para descansar, pero no iba quedarme solo con Miguel, Tadashi también vendría con nosotros en el viaje a Santa Cecilia.

- Ya estamos llegando. Así qué vete quitando la babas chinito. - río Miguel ya acomodando sus cosas para bajar sin problemas.

-¿Baba?-comencé a limpiarme con mi mano mis labios, pero Miguel soltó una carcajada al verme así, yo lo miré con una ceja arqueada mirándolo extraño.-¿Porqué te ríes?

-Porqué te la creiste qué tenías babas, perdón jajaja.

-Aghhh, si sigues así tomo de vuelta el tren para irme a San Fransokyo.

-No,no,no. Ya ya me calmo, uy no aguantas...ven vamos con mi papá Héctor y Tadashi, ya nos vamos a bajar.

-Oye Miguel...¿Porqué mamá Imelda no vino?.

-Ah, ella se va algunas ocasiones al pueblo de una de sus amigas para visitarlas. Este año irá de vuelta con una de sus amigas, no te preocupes.

-¿Y... tú primo Marco?.

-ah, él mañana llega. Dijo qué tenía que hacer algo antes de venir. Tranquilo Hiro conozco a mi familia, los verás muy pronto.

De pronto el tren hizo sonar su silbato, miré por la ventana y comencé a ver que estábamos entrando ya a un pueblo, la gente se veía tan alegre. Había adornos muy coloridos en las casas, se veían niños corriendo y jugando entre sí, todo se veía muy humilde  pero era lo más bello que mis ojos habían visto anteriormente.

-Ey, Chinito, vamos- dijo Miguel ya tomando su mochila y maleta de mano. Yo asentí con mi cabeza y tome también mis cisas, sali de nuestro asiento y nos dirigimos con mi hermano y el Profesor Héctor. Después de haberlos encontrado, salimos del tren, mi corazón estaba algo ansioso por saber cómo era México y tenía ya deseos de bajar rápidamente del vagón. Cuándo mis pies tocaron el suelo y el cambio de clima hacía efecto en mi cuerpo, mis ojos no dejaban de ver por todos lados, era maravilloso, gente pasando, otras vendiendo dulces y comida, niños y jóvenes pasando con su grupo de amigos, adornos coloridos por toda la estación lo hacían más vivo y alegre.

-¡Bienvenidos a Santa Cecilia, México!- dijo Héctor abriendo sus brazos cómo si presentará un auto de último modelo- ¿Verdad que es hermoso?- miró coquetamente a Tadashi quién también estaba sorprendido, pero cuándo se topó con su mirada lo hizo sonrojar.

-Si...es hermoso.-¿Algo le pasa a mi hermano qué no se yo?.

-Bueno, pues hay que agarrar ya camino, de seguro ya nuestra familia está ansiosa por nuestra llegada.-dijo Miguel con una sonrisa muy amplia- ¿Te ayudo mi chinito?.

-Eh, no no. Así estoy bien, no tengo cosas tan pesadas.-le dije sonriéndole cómo respuesta, pero sin más emprendimos a caminar a casa de los Rivera. El camino no era tan lejos, pero tuvimos que pasar por la plaza del pueblo, me llamó mucha la atención el ver la plaza del Mariachi quién me comentó Miguel que él había pasado por muchas cosas y esa plaza le trae muchos recuerdos. Además de que si había alguna «chance» vendríamos a caminar un poco, mientras más caminamos entramos a una calle llena de puestos curiosos, había comida, artesanías, ropas, cosas para la casa, en fin, un sin fin de cosas que te podrías imaginar. Miguel caminó a uno de ellos y pidió algo llamado «concha», compró uno para él y para mí.

-Toma Hiro, tal vez tienes un poco de hambre.- me extendió aquella «concha» que había comprado, lo tomé y lo miré curioso dándole el primer mordisco. Era dulce y suave, era un pan dulce que jamás había probado en mi ciudad.

-¿Verdad que están deliciosos?-me miró Miguel con una sonrisa algo ladina.

-Si, es delicioso.

-Bueno, vamos ya estamos cerca de mi casa, es aquí a la vuelta.

-Esta bien- seguí comiendo aquél pan dulce y le seguí el paso a Miguel. Los 4 ya estábamos llegando a una casa dónde se podía ver un letrero en forma de zapato teniendo en letras grandes «Rivera». Una joven mujer estaba atendiendo a otra, cuándo nos miró directamente a nosotros, en su rostro se pudo ver una gran sonrisa y salió del local para correr hacía nosotros.

-¡Migueeeel!¡Mijo!-abrazó fuertemente a Miguel hasta parecía que en un momento a otro lo levantaría y le daría vueltas- ¡Héctor! ¡Ya los extrañabamos mucho!..ay...-nos miró de abajo hacia arriba cómo si fueramos algo extraño, pero entonces ella sonrío- Y ustedes son los amigos que tanto nos hablaron...ay pero que mal educada vengan pasen, están en su casa.

Abrió aquel portón de madera para dejarnos ver su casa, era muy amplia y llena de algunas plantas, una mujer mayor estaba barriendo el patio hasta que nos miró.

-¡Mijo!

-¡Mamá Elena!- gritó Miguel corriendo a abrazarla fuertemente, Héctor también lo imitó, pero entonces la mirada se fijo en nosotros de vuelta.

-¿Y éstos chinos qué?.

-Ah, mamá Elena ellos son nuestros amigos Tadashi y Hiro Hamada.-dijo Miguel con una sonrisa.

-¡Ahh! ¡Ya recordé! Los que hablabas en tus cartas, válgame el señor..-se acercó y tomó mis mejillas para apretarlos un poco- pero que lindos son, siéntense en casa. Pero que delgados están...ahorita unos buenos taquitos y tamalitos los ponen en forma.

-Pues Órale pásenle a lo barrido, chamacos- dijo Héctor para guiarnos al comedor. Cuándo entramos una mujer más joven de pelos oscuros y largos, estaba meneando la cuchara en un comal. El olor era delicioso aue inundo todo el lugar. Tímidamente nos sentamos en la mesa, mientras que Miguel silenciosamente fue detrás de ella.

-¡Mamá!.

-¡HIJO DE LA.... ay mijo...no me asustes, bienvenido mi niño- lo abrazó fuertemente y comenzó a besarle por todo el rostro haciéndolo sonrojar.

-Mamá dejame presentarte a nuestros invitados...Chicos, ella es mi mamá.

-Luisa, mucho gusto.- extendió su mano para estrecharla, primero con mi hermano y al final conmigo, si la veía a simple vista parecía que veía a Miguel, pero entonces ella me sacó de mi pensamiento.

-Y tú eres el famoso Hiro. Mucho gusto, estoy muy feliz de poderte conocer.

-Ah, muchas gracias señora.

-Ay mijo, dime Luisa no hay problema. De seguro ya tienen hambre, déjenme servirles un taco.

-No, así estamos bien.- respondió mi hermano.

-Nada de no aquí en esta casa- dijo el profesor Héctor tomando el hombro de Tadashi- no han comido nada, aquí son lo invitados tranquilos.

-Apurate Héctor también ayudar a servirles- dijo Mamá Elena, jalando del brazo al profesor, Tadashi y yo nos miramos de reojo riendo un poco, se notaba que era una familia muy cálida y unida. Tiempo después de haber empezado a comer, se unieron los demás miembros, los primos de Miguel, Abel, Rosa y los pequeños gemelos, los tíos y tías, al final su papá. Toda la comida estuvimos charlando y contando nuestras anécdotas, Miguel les habló también lo fabuloso que era estar en el colegio de magia, el cómo nos conoció y fuimos amigos. Aún que la familia ya sabía de nosotros por medio de las cartas que les escribía, no les importó en absoluto volverlos a escuchar.

-Oye Mamá...¿Y Coco?.-preguntó Miguel mirando a su mamá con curiosidad.

-Ah, se fue a hacer un trabajo con una de sus compañeritas de clase, lo más seguro no tarda en llegar. Ya ves cómo es tu hermanita, cuándo se trata de ti se viene cómo si la correteara el mismo diablo.- dijo Luisa volviendo a comer su último bocado de tamal.

Miguel suspiró algo tranquilo, pero aún así seguimos con la comida. Después de terminar, Tadashi y yo les ayudamos con los platos, pero tuvimos que hacer lo posible para que mamá Elena nos dejará. Cuándo al fin acabamos, Tadashi se fue con Héctor a conocer un poco el pueblo juntos, mientras que Miguel me estaba llevando a mi habitación en la que iba a quedarme durante estás vacaciones. Caminamos por toda l casa, pasando algunos pasillos, pero para mí ver todas las fotos familiares me hacía sentir cómodo y con curiosidad. Miguel al fin se detuvo y abrió aquella puerta de madera, dejando ver un par de camas individuales en la habitación, había un mueble para ropa, un espejo de cuerpo completo, algunos póster de música estaban por la pared. Y en la ventana, se encontraba un pequeño jarrón con algunas flores para decorar, había un baúl grande de madera que estaba junto a los pies de unas de las  camas.

-Bueno...Bienvenido a tu nueva habitación Chinito. No es mucho pero...

-...es perfecta- terminé la oración de Miguel, haciéndolo reír levemente.

-¿Te gusta?.

-Si, me gusta. Es tranquila, espaciosa y...colorida. Es muy diferente a la mía que está por dónde sea.

-Está es mi habitación. Pedí que te quedarás aquí junto conmigo, tuve algunos desacuerdos con mamá Elena pero...al final estuvo de acuerdo que mi «amigo» se durmiera conmigo.-me lanzó un pequeño guiño cuando mencionó «amigo», era cierto, la familia de Miguel no sabía que eramos novios, pero no me gustaría saber cómo reaccionaría. Algo sonrojado, caminé y coloqué mis cosas en la cama, aún no me podía creer que en la noche compartiría habitación junto con él, sin embargo, un tierno abrazo por la espalda me hizo salir un poco de mis pensamientos. Un pequeño beso se plantó en mi cuello haciéndome sonrojar de más de lo que estaba.

-Mi...Miguel...estamos en tu casa...junto con tu familia.

-¿Y? Ahorita nadie nos ve.

-Ah...sólo...-me giré para quedar frente a su rostro y lo miré a sus ojos.- sólo...dame un...beso.

-Ay Chinito, está bien.- se acercó y unió sus labios a los míos, formando un beso un poco apasionado. Pero nos separamos al oír cómo unos pasos veloces venían hacía acá, Miguel se separó y se dirigió a la puerta, pero de un golpe se abrió, dejando ver a una pequeña niña abrazando a mi novio.

-¡Migueeeeel!¡ Ya estás aquí, ya estás aquí!.

-¡Coco, pequeña!- abrazó efusivamente a la pequeña y comenzó a plantarle besos por todo su pequeño rostro, entonces ella era su hermana menor. La niña me miró y me sonrío, soltó a Miguel y me abrazó fuertemente.

-Bienvenido Jiro. ¿También eres un mago cómo mi hermano?.

-Eh...si lo soy.

-¡Siii! ¿Me pueden enseñar lo que aprenden en esa escuela? Por fis, por fis.- decía Coco con un pequeño brillo inocente, ay es igual que su hermano, no me puedo resistir.

-Esta bien te enseñamos.- dijo Miguel iendo a sus cosas para sacar su varita. La pequeña Coco brincaba por toda la habitación, Miguel lanzaba algunos hechizos haciendo que pequeñas luces aparecieran por la habitación, su pequeña hermanita me abrazaba diciéndome los sorprendente, así que yo le hice una seña para sacar mi varita. Hice unos cuántos movimientos y cree unas pequeñas mariposas de luz volando por toda la habitación. Entre risas y diversión, me hizo sentir fuera de mi vida cotidiana, era muy distinto a San Fransokyo, además pasarlo junto a Miguel eso me hacía sentir que nuestro mundo volvió a encerrarse en una burbuja en el que somos sólo nosotros dos. Ahora, un nuevo deseo había nacido en mí y ese era poder estar por siempre junto a él. Espera...eso me hizo recordar algo, pero bueno eso no importa tal vez sólo fue un simple sueño o imaginé a ver pasado por esto.

====================================================================================

-Tana...debes irte, toma a Sirius y escapa con él.

-No, por favor, ven conmigo. No quiero irme sin ti.

-Lo sé, pero cariño, por favor. Él viene por ti. Yo podré hacerle tiempo, para que tu logres escapar.

-No, debo ayudarte.

-¡Tana por favor!...lo siento...pero debes irte. Te prometo que iré en cuánto pueda distraerlo.

«¿Quién es ese hombre?»

-Está bien...lo haré. Pero prométeme que nunca me dejarás y vendrás conmigo.

«¿Tana?»

-Te lo prometo, ahora ve antes de que sea demasiado tarde.

«¿Porqué la está besando?»

-¿Podrás seguir con esa herida?

-Si, es sólo un simple rasguño. Anda allí viene, te amo Tana. ¡Vete!.

«Espera...pero..¿Quién?»

-¡Heme aquí Voldemort! Querías mi poder ¿No?. ¡Ahora lo tendrás!

«¡No espera!¡Esa nube oscura te matará! No...por favor...no...»

-...Te amo, Tana. Nos volveremos a ver te lo prometo...

«No...no...¡No me dejes!»

.............
............

-¡Noooo!

-¡Hey!¿Qué pasa? ¿Hiro?- los brazos de Miguel me rodearon por completo, mi corazón estaba acelerado y las lágrimas no dejaban de correr por mis mejillas.- ¿Estás bien? Tranquilo...

- No...no...¿Porqué él?...-miré aún agitado a mi alrededor, aún era de noche, intenté calmarme abrazando fuertemente a Miguel.

-¿De quién hablas?...Hiro...tranquilo solo fue una pesadilla.- acariciaba mi cabeza intentando calmarme.

-Albus...

Miguel me miró de vuelta extrañado por el nombre, yo asustado aún por aquella pesadilla lo vi directamente a los ojos.

-...Albus...prometió regresar...




CONTINUARÁ.....

Holiii han pasado 85 años....jajaja xD ya ahora si en serio xD disculpen por no subirlo antes según ya lo debía de tenerlo el viernes u.u pero, me ocupe en mi trabajo de niñera este fin n.n.

Pero lo bueno es que ya traigo el cap, y faltan los caps d los demás que ya los voy a subir uwu. Y bueno aquí tenemos un break fuera del colegio, pero eso es porqué se viene algo interesante. Hubo una teoría que estaba cerca a lo que tenía en la historia, uwu y pueees aquí aparecerá Albus ¿?...¿Alguien sabe el nombre completo ;)?.

Uy, ¿Cómo les irá a nuestros protagonistas en Santa Cecilia? ¿A qué se quedó Marco en la escuela?

Sin más, los veo en el sig. Capítulo ;3, los quierooooo ❤❤❤❤

Beka-san~




Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top