-¿Voldemort?- pregunté al escuchar ese nombre, pensé que solo era un leyenda que contaban en el pueblo que esta cerca del colegio, era un mago terrible que buscaba en los confines del mundo a quitar todo aquél objeto o reliquia que otorgaban un poder inmaginable.

-Si ese mero- me miró Miguel directamente sin quitar su rostro seria.- Astrid me comentó que ya había atacado a la Villa de las sirenas de dónde viene ella, logró llevarse la piedra de los reyes, y lo más seguro es que no se haya ido aún de estos lugares.

-¿Cómo conoces de ese «tú ya sabes quién?

-Cuando estaba en Santa Cecilia, mi familia conocía esos rumores, historias o leyenda urbana gracias a mi abuelo, pero...él nunca perdía las esperanzas de algún día volvería en busca de más poder. Y como eramos los únicos magos de la familia debíamos de tener mucho cuidado y también tú.

-Pero yo no tengo nada valioso o poderoso que pueda quitarme...bueno eso digo.

-No ahora, pero de todas formas todos los de la escuela debemos tener mucho cuidado, y más porqué el Consejo Mágico mando a los dementores a buscarlo aquí.

-Ay Miguel...hablando de eso...¿ya se fueron?

-¿Los dementores? Ah no siguen buscando en los alrededores, pero el director mando un reporte al Consejo para que no tocarán de nuevo las instalaciones.

-Que bueno, y muchas Gracias Miguel...-mis mejillas se pusieron rosadas al verlo y agradecerle por haberme salvado, ¡Bendito seas Jack por prestarle el libro!.

-No es nada, pero para la otra- me da un leve zape- no me des esos sustos tú porqué para la otra te dejo que te lleve la huesuda.

-oye, esta bien esta bien- comencé a sobarme el pequeño golpe que me dio en mi cabeza.

-¿Ya terminaron de hablar? Porqué aún tienes visitas hermano- entró Tadashi a la habitación y detrás de él entraron mis amigos y los amigos de Miguel.

-¡Hiro! - corrió Kubo abrazándome fuertemente- que bueno que ya estas mejor.

-Nos diste un buen susto, y me debes lo que hice por tu locura- afirmó Hipo con los brazos cruzados, la verdad se lo agradezco mucho por la distracción.

-Lo siento- pero no podía decirles directamente que estaba muy preocupado por Miguel.

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Después de unos cuántos minutos, regresé a mis actividades normales, eso si sin dejar de comer mi chocolate que me dio la enfermera Rochelle, ella fue muy amable y es muy buena haciendo sus cosas, un día regresare con un pequeño agradecimiento.

Seguí caminando solo por los pasillos cerca del patio central, cuando oí un pequeño alboroto en medio del patio.

-¡¡Ya te lo dije!!¡¡Él me gusta!!- reconocería esa voz de algún lado.

-¡¡A mí también me gusta!! ¡¡Pero yo no me voy a dar por vencido tan fácil pelos güeros!!- también esa voz la conozco al parecer están muy molestos por algo, y no es algo si no por alguien.

Veía que muchos alumnos estaban reunidos gritando y haciendo mucho ruido, intentaba acercarme para ver quién eran las personas que estaban peleando. Hasta que llegué a la multitud, intente empujar a algunos compañeros para dejarme pasar, al fin llegué me sorprendí al ver a la situación amorosa en la que estaba viendo.

Era Marco el primo de Miguel peleando con nada más y nada menos con Jack Frost, mientras que un sonrojado y tímido Hipo intentando separarlos en medio de los dos.

-¡Ven aquí pelos de algodón!¡No te tengo miedo!¡Entrale!- gritaba un furioso mexicano que a lo poco podía verle en su mirada asesina de que quería arrancarle los ojos a Jack.

-¡Pues déjate solo estas metiendo a Hipo en medio!¡Esto es entre nosotros!.

-Ya ya paren los dos...están actuando infatilmente...- decía mi amigo intentado empujar a ambos con sus propias manos.

-¡Ya dejate de pendejadas!¡Ahora te parto tu rostro de niño bonito!- gritó por último Marco cuando logró zafarse del agarre de Hipo, dejándose irse contra Jack. Los dos cayeron al suelo, los dos intentaban estar arriba del otro para poder golpearse perfectamente. Corrí hacia Hipo intentando alejar de los golpes, no quería que en unos segundos tendría un ojo morado o le dejarán sin su pierna de metal.

Los gritos no dejaban de cesar, muchos gritaban en apoyo a Marco y otros a Jack, pero como pudo ser tan rápido una pelea por declararse a mi amigo, yo le dije que a poco a poco se acercará no que ya tuviera su primera pelea de Box.

-¡Marco!- miré a dónde provenía esa voz, era Miguel intentando entrar al círculo a la fuerza hasta que lo logró- ¡Ya déjalo primo!- se metió en los golpes intentado separarlos.

Entonces en menos de unos segundos entró Leo y Kubo se acercó con nosotros con sorpresa con tal escena. Y allí estaba mi chico intentando separar a su primo que no dejaba de soltar al pobre de Jack, Dios los mexicanos son muy feroces.

-¡Ya suéltame Miguel!¡ Qué le quiero dejar otros par de recuerditos a ese güero presumido!- jaloneaba Marco intento zafarse de su primo y su amigo que ahora los dos intentaban ya pararlo.

Mientras por otro lado, corrí para levantar a Jack que estaba sangrando de sus labios y su nariz. Si lo dejó muy mal y entonces se escucharon a los profesores gritar.

-¡Aparténse por favor!¡Todos vayan a sus clases!- y allí estaba mi hermano alejando a los demás los cuáles le obedecieron.

-¡Madre!¡Marco de la Cruz!- gritó la Profesora Imelda dejándole ir hacía su familia quitándose una bota de su pie, golpeando con fuerza su cabeza.

-¡Chamacos pero que jaladas son estás!¡Levantense!- tomó el Profesor Héctor el brazo de Jack y Marco ya sin dejarse llevar por la adrenalina de golpearse.

-¿Pero qué es lo que ha sucedido? ¡Esas no son las formas de solucionar sus problemas!- dijo muy molesto Tadashi, ese tono ni yo se lo he podido sacar con mis travesuras.- ¡ Matándose a golpes!¡ Ahora irán directamente a la oficina del director!

-¡De está no te salvas Marco!¡Ya es suficiente de tus rebeldías!- dijo la Profesora Imelda.

-¡Los dos directito a la oficina pero de la voz de ya!- dijo el profesor Héctor señalando la dirección que debían tomar, los dos heridos y con lleno de rabia caminaron a su sentencia mientras que los profesores Imelda y Héctor los seguían.

-Espero que no tengas algo que ver Hiro- me miró Tadashi pensando que yo inicié todo.

-¿Ah? Oye que este aquí no significa que yo inicié, además estaban peleando por...- en eso Hipo interrumpió.

-Fue por mi Tadashi, lo lamento, pero...Marco se molestó mucho porqué Jack llegó y dijo que yo le gustaba, pero intenté detenerlos, por favor no los vayan expulsar.

Tadashi suspiró y comenzó a revolver su cabello.

-Además, primo es algo explosivo...pero por favor no lo expulsen profesor- y allí estaba Miguel mostrando esos hermosos ojos de tristeza que me hacían dar ganas de abrazarlo.

-Tranquilo Miguel, no creó que lleguemos a ese punto, sólo tendrán una llamada de atención y algunas tareas por castigo- se le acercó poniendo su mano en su hombro dándole un poco de su sonrisa tranquilizadora, siempre funciona con Tía Cass y conmigo- ahora regresen a sus actividades ¿entendido?.

Todos asentimos, Tadashi se retiró igual a tomar camino hacía la dirección, Hipo estaba un poco pensativo así que él llamo a Chimuelo y nos dijo que iría a volar un poco para aclarar sus ideas.

-Bueno, Leo y yo iremos a comer algo a los comedores ¿Quieren ir con nosotros?- dijo Kubo dando una leve sonrisa.

-No así estoy bien, ya con el susto se fue el hambre, además quería platicar un poco con Hiro a solas solo por un momento.- ¿Dijo solos? Mi corazón estaba latiendo cómo loco al oír esa frase, de qué quería decirme.

-Ah ya veo bueno esta bien hermano, por ahí me llevo algunos panques para ustedes para que se les bajé el susto- dijo Leo revolviendo un poco el cabello de Miguel.

Y así fue como Kubo y Leo se retiraron, aunque en el camino iban jugueteando un poco, reí levemente sabía que mi mejor amigo ya había encontrado a su alguien especial. Me alegra que él haya podido al menos decirle sus sentimientos, o el valor de Marco por intentar defender su amor. Bueno, bueno, ubícate Hiro, ahora estás solo con Miguel aprovecha el momento.

-Y...¿De qué querías hablar Miguel?- dije algo nervioso y sentía mis mejillas estar muy sonrojadas.

- Bueno, es algo que quiero comentarte, pero vamos a la biblioteca allí podremos continuar más cómodos.- me sonrío dejándome ver ese pequeño oyuelo en su mejilla. Ay con eso no puedo decirle que no.

Caminamos por los pasillos, ahora se sentían un poco más silenciosos, ya que el anochecer estaba cayendo, y muchos de nosotros ya regresamos a nuestras habitaciones o ir un poco de entretenimiento en las salas de juegos de la escuela

-Oye chinito, ¿recuerdas de la última charla que tuvimos?

- ah ¿de tú ya sabes quién? Si, si lo recuerdo.

-Bueno papá Héctor estuvo hablando con mi abuela anoche, y parece ser que el Consejo de Magia tiene a la mira a la escuela.

-¿Pero porqué?

-Resulta que han tenido avistamientos de ellos a las afueras de la escuela, y no dudan de qué ande entre nosotros, parece que está buscando una magia muy poderosa, no dijieron que tipo de magia era...pero tengo algunas sospechas...

-¿Qué podría ser?- miré algo curioso en lo que iba a decirme.

-ay ay chinito no me miré con esos ojos, hahahaha aún no lo sé...pero ha desaparecido una persona qué dañó a mi familia hace algunos ayeres, pero bueno sólo pude saber esos datos hasta ahora.

-Ya veo...

-Pero no sólo era eso- camino un poco más adelante de mi dando unos pequeños giros y sonriendo- recuerdas de la persona que me llama la atención?.

Lo sabía, ahora es el momento de conocer quién es esa persona, ahora Hiro Hamada actúa natural es el momento de la verdad.

-Así, si lo recuerdo ,al fin, ¿ya podré saber quién trae loco a mi amigo?- crucé mis brazos dándole una leve sonrisa.

-Bueno, creo que sí...verás...- y entonces, antes de qué continuará con su charla Miguel dirigió su mirada a la pared del pasillo algo extrañado, miré igual a la dirección y vi como una fila de arañas pequeñas caminaban hacia al final del pasillo, cómo si nos mostrarán el camino de su destino.

-¿Pero que rayos es eso?

-Vamos chinito, vamos a dónde nos lleva...-dijo Miguel algo serio y fui detrás de él.

Mientras caminábamos, más arañas seguían apareciendo en la pared como si de hormigas se tratarán, sentía un poco de miedo, no quería que de nuevo un grupo de dementores estuvieran al final.
Cuando de pronto me hizo detener de golpe con la espalda de Miguel, mis ojos se horrorizaron al ver cierta escena. Dos chicas estaban suspendidas en el aire por una telaraña qué hacía columpiarse en el candelabro del techo, estaban inmóviles cómo si las hubieran congelado, las pequeñas arañas estaban saliendo por una ventana que daba en dirección a los jardineros, parecía que hasta allí había terminado su camino. Mientras que otro de las cosas que nos sorprendió fue el ver a la mascota del conserje inmóvil en el suelo, y con algunas marcas que yo no había estudiado, eran de color carmesí, por un momento pensé que eran de sangre, pero solo resulto ser una especie de tinta.

-Pero que cara...¡¿Quién haría tal cosa?! - dijo Miguel al ver tal escena- intentaré bajar a las chicas.

Yo quedé un poco inmóvil, y caminé en dirección de la mascota e intenté descifrar al menos algo esas marcas, pero no lo logré, pero algo hizo dejar de ver más a detalle. Allí estaba una marca de una serpiente cómo nos había comentado Astrid, de pronto sentí que algo caminaba en mi mano, la sacudí rápidamente al ver que era una de esas arañas.

-Hiro, necesitamos llevarlas a la enfermería- me dijo Miguel ya teniendo a las dos chicas en el suelo.

-Sí esta bien- tomé a la pequeña gatita y la metí en mi bolso con cuidado, no iba poderla cargar si iba llevar una chica inmóvil en mis brazos.

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Ya estando en la enfermería, Rochelle no nos dio permiso de estar allí por si llegará ocurrir algo más, pero aún así nos agradecio algo nerviosa, cómo si ya supiera quién había hecho tal atrocidad. Regresamos de nuevo a los pasillos, ya en la escena ya estaban algunos agentes del Consejo de Magia revisando cada detalle, uno de ellos nos miró seriamente sin dejar de seguirnos.

Miguel me tomó de mi brazo, para que ignorara a los agentes, un silencio había invadido en nuestro camino, se me hacía muy largo, pensé en un momento que Miguel estaba molesto por algo, ya que no dejaba de mirar a una de las chicas que ayudamos a bajar, será...¿Ella es la qué me iba decir que estaba enamorado? No quería seguir pensando en eso tal vez sea por otra cosa...pero esa mirada llena de tristeza y odio no dejaba de verlo en mi mente en cómo miraba a esa chica. Ay Hiro no es momento para los celos.

Ahora había una situación más importante ahora, un mago oscuro atacando a la escuela, primero los dementores y ahora atacan a alumnos dejando mensajes sin resolver. Que trama ese tal Voldemort con nosotros, yo que tuviera conocimiento no hay nada valioso en la escuela ¿O sí?.

Llegamos a las puertas para entrar a nuestros dormitorios cuándo de pronto los dos nos detuvimos en seco, nuestras cosas estaban por dónde quiera, las camas estaban de cabeza, nuestras ropas estaban regadas por todos lados, las cortinas estaban completamente rasgadas de lo qué parecían ser garras de una bestia. Nuestros cajones estaban fuera de su lugar, habían movido nuestras cosas buscando algo en particular. Revisamos rápidamente si había faltado algo de nuestras posesiones, pero todo allí estaba sólo revueltos por el desastre, y entonces mi mirada se centró en la pared de la habitación eran las mismas marcas de hace rato. Esto me ha dejado claro que están detrás de alguno de nosotros.

-¡Miguel!¡Hiro!¡¿Están bien?!- entró Hipo completamente horrorizado por la escena en la que nos encontró- pero ¡¿Qué rayos pasó?!

-Si estamos bien, pero ¿no había nada aquí?- dije algo más calmado pero nervioso a la vez, no quería que se alarmara más de lo qué estaba Hipo.

-No, pero algunos compañeros dijeron que oyeron ruidos extraños en nuestra habitación, por eso vine corriendo hasta aquí...pero me alegró que no hubiera nadie.

-Ay Diosito, ¿Ahora que nos puede suceder?-dijo Miguel poniendo una mano en su frente, se notaba que estaba ya un poco estresado con todo lo que ha estado pasando.

Y entonces en el pasillo se oyeron unos pasos muy apresurados a nuestra dirección, los tres no dudamos en sacar nuestras varitas para atacar, pero Leo entró  todo cansado y agitado, recargándose en el marco de la puerta.

-¡Leo! ¿Qué tienes amigo?-dijo Miguel acercándose.

-Es...Kubo...-dijo agitado y aterrorizado.

-¿Qué...qué tiene Kubo?- dije ya algo nervioso.

-¡Kubo desapareció!

Continuará...

Hellooooo ya de vuelta, jajaja estuve perdida estos días pero porqué estuve enferma unu.

Pero ya estamos aquí con más, uff ya se viene lo interesante, nunca pensé en poner a Marco y Jack a darse de golpes xD, pero lo hice.

Me acordé mucho de la película de la Cámara Secreta, si no mal recuerdo cuando atacaron estás arañas que hasta la fecha me da cosa x..x.

Creo que esta vez Voldemort nos deja claro que va por uno de nuestros chicos :3, pero aún no lo sabremos hasta más adelante.

Y también quiero agradecerles de corazón el apoyarme con está historia, me pone completamente feliz, ya vamos para 600 lectores 0.0!!! Mi primer número grande en una de mis historias :3.

Y cómo había publicado en la página Hiro X Miguel, estoy haciendo algunas escenas de la historia :3, sí quieren que haga uno en especial pueden comentarlo ¿Qué escena les gustaría ver?. Ése sería un pequeño regalo de mi parte por su gran apoyo y cariño.

Y bueno sin más por el momento, nos vemos en el siguiente cap. :3

Los quiero muchoooo 🙆❤❤❤❤

Beka-san~