¿¿Aletas??
-¡Hemos llamado a las sirenas!- grité como loco al ver a esta criatura misteriosa, al fin tendremos un lugar en la historia de la escuela.
Miguel tenía una gran sonrisa, pero lo que más resultaba sorprendente es ver esa tierna mirada de curiosidad, hasta parecía que unas pequeñas estrellas brillaban en sus ojos.
-¡Chinito! ¿Ves lo que yo?- dijo Miguel jalandome de mi capa.
-¡Claro que lo veo!- le respondí llevándome mi mano a mi frente.
Aún veíamos sin decir ninguna palabra a la sirena, ella nos veía extraño , tal vez pensaba que en verdad había otra sirena que le llamaba y al vernos no era lo que creyó. Lentamente nado hacía nosotros escondiendo su rostro y sólo nos dejaba ver sus ojos, hasta que llegó a la roca en dónde estábamos, nado unas dos vueltas sin quitarnos la mirada.
-Amm, ho..hola...yo soy Miguel- fue quién terminó de romper ese silencio, pero ella no nos respondió.
-Oye Miguel, creo que no nos entiende...- le susurre.
-Si los entiendo- al fin nos dirigió la palabra, era dulce su voz y se notaba que no tenía malas intenciones- lo que no me queda claro es que no son sirenas- salió del agua y subió a la roca.
Nos miraba por todos lados, primero se acercó hacia mí, me miro de arriba y abajo, me tomó mi brazo lo vio y hasta lo levantó. Después tomó una de mis piernas haciéndome que cayera acostado, solo oía unas pequeñas risitas de parte del chico de mis pensamientos.
-No tienen aletas...mmm y no tienen branquias- descubrió un poco mi cuello- y tu voz no es la que escuché...¿Quién llamó hace unos momentos?
-Yo fui- dijo Miguel levantando nerviosamente su mano derecha- es que...estamos haciendo una investigación sobre las sirenas y veíamos como llamarlas.
-¡TÚ!- apuntó a Miguel con una gran sonrisa- tienes toda la escencia de una de nosotras, pero tampoco tienes aletas- hizo un pequeño puchero.
-No, no, no somos sirenas, somos humanos- dije amablemente.
-¡Humanos!¡Son marinos!- gritó haciéndonos una cara de terror.
- ¡No no somos marinos! Somos solo estudiantes...- dijo Miguel tratando de calmarla.
-Oh...entonces no son marinos - soltó un suspiro- que bueno ya me habían asustado.
-Tranquila, de hecho, venimos aquí para saber un poco de ustedes.
-kyaaaa!! ¿Quieren conocerme?- ahora ella nos mostraba una gran sonrisa y bailaba como si se tratara de un delfín.
-Si, además tú eres la única que vino cuándo llamé- dijo Miguel sentándose a un lado mío.
-Esta bien, les contaré toooodo - se acercó más a nosotros.
-Pero antes, queremos saber tu nombre. Nosotros somos Hiro y Miguel.
-Mucho gusto, me llamó Astrid vengo del valle del norte de las sirenas.
Y así comenzamos con nuestra gran investigación, bueno en realidad se convirtió en una charla muy divertida, resulta que Astrid viene de más lejos del lago, nos contó que si vamos más al norte encontraremos un río que lleva a otro lago mucho más grande. Ella siguió hablándonos de su historia, pues ella es una de las sirenas guardianas que protegen a la familia real, el cuál es portadora de una piedra muy poderosa y que muchos marinos han intentado llevársela. Esa piedra tenía el poder de otorgar todo tipo de magia, tanto buenas y malas.
Miguel estaba tan emocionado, que algunas partes de la historia daba brinquitos de emoción o tomaba mi brazo abrazándolo. No me molestaba que hiciera eso pero pareciera que sus emociones quisieran entrar de golpe en mí. Astrid seguía confundiendo mucho a Miguel con una sirena, decía que cada una de ellas pueden ver el aura mágica de las personas, las cuáles estaban destinadas o las qué tenían un gran poder misterioso y oculto, ¿Y cómo es que lo confundía? Ella explicó que las sirenas tienen un gran brillo dorado en dónde esta su garganta y él lo tenía.
-Bueno creo que nos has contestado todo lo que queríamos saber- dije cerrando mis notas.
-No es nada, nunca había visto un par de chicos interesarse muchísimo por nosotras. Pero eso si, debo advertirles que hay otras sirenas que le sirven a alguien muy malvado.
-¿Alguien?- me miró algo confundido Miguel. Cómo adoro sus ojos cuando se pone así. Solamente levante mis hombros.
- Sólo tengan cuidado, ellas tienen una marca parecida algo así- en la roca hizo un pequeña marca de una calavera y una serpiente. Rápidamente memorice los trazos y lo dibuje en mis notas, tal vez si le preguntamos a uno de nuestros profesores pueden decirnos quién ese alguien.
- Oye Astrid, ¿puedo preguntarte algo?- dijo Miguel acercándose más a la orilla de la roca. Espero y no se caiga.
-Si dime Miguel ¿Qué es?.
-¿Qué se siente tener aletas y poder nadar sin dificultad de salir y tomar aire?
-¿En verdad quieres saber?- le lanzó una mirada traviesa, espera...¿qué es lo que trama?.
-¡Si en verdad me gustaría!- dijo él dándole una gran sonrisa.
-Bueno, tal vez te pueda enseñar un poco.- entonces Astrid tomó las mejillas de Miguel y lo acercó a sus labios, me quedé en shock cuando vi esa escena ¡¿Pero está que le pasa?!.
Entonces vi que el beso no terminaba y ella jaló a Miguel hacia el agua hundiéndose junto con ella, ¿¡Se va llevar a mi morenito!?.
Sin importar que, me quite mi capa, arroje mis zapatos a dónde sea, tomé mi varita y las branqui - algas tomé una y lo lleve a mi boca. Me lancé, mi corazón latía a su límite, mi cuerpo comenzó a transformarse por el efecto de las algas, al fin podía nadar y respirar bajo el agua.
Nade como loco, buscándolo por todos lados, argh...esa Astrid me las va a pagar le voy a dar un bombarda en su rostro cuándo la vea. Estaba completamente molesto y asustado, pensaba en que ella era de las malas y que quería ahogar a Miguel. Pero de pronto unas risas me hicieron detenerme de golpe, pasé por un pequeño bosquejo de algas marinas, ya tenía mi varita preparada para el ataque, al salir vi a Astrid nadar contenta dando vueltas, pero no veía a Miguel. Perfecto es hora de darle su merecido, de repente un Tritón salió rápidamente enfrente de mí, dio un par de giros y después tomó a Astrid para dar vueltas.
Fijé mi mirada para ver quién era su acompañante y mis ojos se abrieron de golpe.¡Era Miguel!
-¡Chinito! ¡Mira soy un pez!- movía su aleta de un lado a otro. Exactamente se había convertido en una de ellas.
-Woooo no puede ser, ¡Hiro tus manos y pies!- se acercó Astrid para mirarme de cerca. Si acercaba un poco no dudaría en darle una buena...
-¿Usaste las algas Hiro?- me preguntó Miguel nadando hacia nosotros.
-Bueno, tuve que usarlas porqué pensé que te habían secuestrado y ahogado - miré a Astrid con un poco de odio.
-Ups, no era mi intención, solo quería a cumplirle el deseo a Miguel, no te molestes Hiro- juntó sus manos en forma de suplica.
Miraba de reojo a Miguel que estaba lo más feliz de la vida, tenía esa hermosa sonrisa que dejaba asomar su oyuelo, ahh bien no me puedo molestar con él.
-Nada haremos nada haremos en en el mar el mar- cantaba mientras nadaba en círculos y pasaba alrededor de mí. Pareciera estar perdido en su sueño. Bueno al menos estoy tranquilo de que no le haya pasado nada.
-¿Entonces te quedarás a jugar un rato Hiro?- me preguntó Astrid mirándome curiosa.
-Bueno- miraba a Miguel, no quería quitarle ese momento de felicidad.- esta bien, nos quedaremos unos minutos, porque tenemos qué regresar.
-¿En serio Chinito? ¡Gracias!- nadó contra mi abrazándome y juntaba su mejilla contra la mía. Dios esta muy cerca de mí, mis mejillas estaban rojas, pero entonces una mirada traviesa nos estaba viendo.
-Qué bonitos se ven- soltó una sonrisa la sirena frente a nosotros.
-Astrid enséñanos lo que me habías dicho hace rato.- dijo Miguel soltándose del abrazo, bueno al menos esos segundos bastaron para poner mi sonrisa boba.
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Después de unos minutos, decidimos regresar a la superficie, al final los tres nos divertimos muchísimo. Además de que seguimos de terminar de conocer más cosas, del cómo pudo convertirse un humano en una sirena, eso se convirtió en un misterio más por descubrir. Astrid fue una buena sirena y puedo.mencionar que se convirtió en una nueva amiga, Miguel y ella se convirtieron en los mejores, se entendían mucho y bueno no les puedo negar, si sentía algunos celos, pero él solo la veía como una amiga.
Ella sólo se despidió de nosotros, dándonos unos pequeños collares con conchas de mar a cada uno y así también de vernos en vez en cuándo. Y así con un coletazo al aire, ella se retiró y continuó con su camino.
-Ahhh...fue muy divertido el día de hoy- dijo Miguel sentándose a un lado mío, aún estaba un poco mojado.
-Sabes algo, somos los primeros en al gin descubrir a las sirenas...pero no lo hubiéramos logrado sin ti.
-¿Por mí? Jeje pero no hice mucho, además de darte un susto, al regresar te doy un poquito de bolillo para que se te pase.- soltó una risa.
-Oye, no iba dejarte que te llevarán a lo más fondo del lago.
-Aww el chinito se preocupó por mí- tomó unas de mis mejillas apretandola.- tranquilo no pasó nada ves.
-Si oliendo a pescado.
-Jajaja si como no...lo que sí es que mis labios saben a algas, ¿Así saben los besos de las niñas? ¡Auch!- le di un pequeño golpe en su brazo, todavía me recuerda que una sirena le haya robado su primer beso y no haya sido...a pero que cosas digo.
-Bien ya han pasado nuestro tiempo de investigación, regresemos con los demás.
-Claro, vámonos.- los dos nos levantamos y tomamos nuestras cosas, mientras íbamos en el camino, hablábamos mucho más desde que llegamos aquí. Esa plática me hizo conocer más a Miguel y eso me hizo estar más interesado en él, sus pasiones, sus sueños y sus tradiciones. Es totalmente perfecto.
Sólo deseo que algún día se de cuenta de que me ha hechizado por completo.
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Al día siguiente......
Era la hora del desayuno, los comedores estaban muy animados, al entrar podías escuchar todas las charlas de los alumnos. Los olores de los platillos inundaban completamente el ambiente y sin olvidar que en nuestro techo podías ver todo tipo de panorama, el día de hoy se veía un cielo completamente despejado con algunas nubes que adornaban.
Hipo, Kubo y yo, caminamos a nuestra mesa, allí estaba Miguel y sus amigos hablando y riendo, tal vez les estaba contado todo lo que nos pasó el día de ayer, ¿Y cómo lo sabía? Por tantos movimientos que hacía, verlo me hacía sacar unas pequeñas risas.
-¡Hiro!¡Buenos días! Vengan siéntense junto a nosotros.
Los tres saludamos y tomamos su invitación, rápidamente Kubo fue directo con Leo y se sentó junto con él, parecía que no se habían visto en años. Mientras que Marco estaba leyendo un libro, pero aún así nos hizo espacio para sentarnos.
-Hey Miguel, el día de hoy te ves de muy buen humor- le dijo Hipo mientras tomaba algunos platillos en nuestra mesa.
-Claro que sí, ayer fue el mejor día de mi vida y más porqué lo compartí con mi nuevo amigo Hiro.
Cuando oí eso, mis mejillas se tornaron de color carmesí, él estaba feliz porque compartimos juntos ese suceso.
-Eso es muy bueno, sabes Hiro a veces es muy tímido con la gente, pero gracias a ti esta cambiando -dijo Hipo sonriéndome.
-Hipo- le susurre para que no dijera nada más de mi yo del pasado y que estoy dejando de hacer.
-Y dime Miguel ¿ya escogiste alguna actividad humanista?- dijo Hipo mordiendo un panque.
-Bueno, hay muchas actividades en la escuela, pero me llamó la atención una.- qcomenzó a buscar en su mochila y sacó un anuncio mostrándonos a nosotros.
-¿Quidditch?- dándole una leve sonrisa- también estaba pensando en unirme, pero no soy bueno en la escoba.
-Métete Chinito, los dos podemos hacerlo- me sonrío tomado mi brazo.
-¿Y alguien ya te oriento para tomarlo Miguel?- dijo Hipo.
-Si, hace rato antes de venir al comedor me dirigí con el capitán del equipo, ¿Cómo se llamaba?¡Así! Jack, Jack Frost.
En eso Hipo me dio un susto, porqué comenzó a escupir el pedazo de panqué que tenía en la boca.
-Ah mira de hecho allí viene ¡Hey Jack!- Miguel comenzó a hacer una seña, miré en la dirección y venía un chico de cabellos blancos, su piel era algo blanca casi cómo la nieve, sus ojos eran de un azul tan profundo que lo podías distinguir desde lejos, era alto y ni se diga que todas las chicas del comedor babeaban por él. Pobre del conserje el desastre que tenía que limpiar.
-¡Hola Miguel! ¿Cómo estas amigo?- se acercó a nosotros, dándole el puño a Miguel.
-Mira Jack te presentó a Hiro, el chico que te platique en la mañana y su amigo Hipo.
-Un gusto conocerte Hiro y a ¿Qué le pasa a tu amigo?- miré confuso con lo que me dijo al final, miré hacia Hipo y pareciera estar congelado no decía nada, y sus mejillas estaban completamente rojas, creo que ya no se distinguía si era su rostro o sólo sus mejillas.
-Se pondrá bien no te preocupes, jeje- le daba unos leves codazos por debajo de la mesa, pero parece que no reaccionaba.
-Espero que sí, ¿Ya decidiste entrar Miguel?- dijo el chico sentándose en el otro lado de él.
-Si de hecho, Hiro también quiere entrar pero aún no maneja mucho su escoba.
-Ah de eso no hay ningún problema, habrá entrenamiento antes de entrar a un partido, así que así podrás aprender mejor.
-¿En serio? Que bien, entonces ¿qué tengo que hacer?.- dije ya emocionado, siempre quería entrar en esta actividad, ya que Tadashi fue uno de los mejores en su generación.
-Sólo ir a la oficina de inscripción y dar sus nombres, pero no olviden decir que Jack Frost los mandó.- nos dio un pequeño guiño.
-Bien, entonces al terminar las clases iremos a inscribirnos- dijo Miguel con una sonrisa.
-Ok, y bienvenidos al equipo, bueno me tengo que ir, nos vemos luego chicos- se levantó pero antes de irse se dio media vuelta- ah y nos vemos luego Hipo- y se retiró.
Los dos miramos a Hipo para ver si al menos haya reaccionado un poco, pero ahora estaba todo rojo, de pronto se llevo sus manos a su cara.
-No puede ser, que vergüenza- solo susurraba para sí, aún así lo escuchábamos.
-Oye Hiro, estaremos juntos en el Quidditch- tomó mis hombros y se acercó a mí con esa sonrisa encantadora.- me encanta que estes junto a mí en todo.
-Claro que sí...También a mí...
Y no sabes cuánto me encanta estar a tu lado.
Continuará....
Hellooo gente, volví con más xD y pues vemos que ahora las cosas van tranquilas por ahora :).
Y si Hipo no iba quedar con Marco, xD pobrecito se lo iba llevar la...pero bueno :) espero que les este gustando esta loca historia.
Primero estaba decidiendo si Hiro sería el que se convertiría en Tritón, pero vi que Miguel se vería más explotable y ver cono nuestro chinito reaccionaba.
Y en fin, muchas gracias por apoyar estas locas ideas que salen de mí y más para esta ship se los agradezco muchísimo. :3 Me hacen motivarme más.
Les comparto esta imagen que me encantó a la primera que lo vi, de allí saqué ideas para esta historia entre otras más, como la multimedia que tenemos al inicio
:3
Los quiero mucho nos vemos en la siguiente 🙆❤
Beka-san~
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