08 。.:*✿*.:。

Taehyung sintió como alguien movía ligeramente su hombro, tratando de despertarlo.

Poco a poco abrió sus ojos y se encontró a si mismo en un lugar extraño ¿un tren?

─ Disculpe, Joven... pronto llegaremos a Daegu.

Taehyung miró el delicado rostro de una camarera, prontamente recordó donde estaba y qué hacia ahí, se enderezó en su asiento tratando de disipar el sueño que aduras penas tomó ya que solo podía llorar en silencio.

─ Si, gracias...

La mujer asintió y se marchó a despertar a otros pasajeros, Taehyung adaptó su vista a la luz del día, sintiendo a sus ojos mas sensibles de lo normal.

Minutos después el tren ya se encontraba en la estación de llegada, esperando a que todos los pasajeros desalojaran.

Taehyung estuvo listo desde que la camarera lo despertó, así que pudo salir antes de que todo se aglomerará.

Una vez fuera del tren, alejado del humo y del ruido pudo respirar aire limpio de su pueblo natal.

Conocía muy bien este lugar, la estación de trenes había cambiado para mejor, se detuvo de contemplar el lugar cuando vio a su madre junto a su padre, esperándolo a él, mientras veían a las personas bajar del tren.

Él estaba a la derecha, algo alejado de ellos pero pudo contemplar en el cansado rostro de su madre tristeza por la reciente perdida, tenia unas leves bolsas bajo sus ojos, lucia frágil su pequeña madre.

Su padre parecía una figura de apoyo para ella en ese momento, abrazándola por los hombros, también lucia cansado, eran personas mayores -no tanto- pero aún así seguían al cuidado de su abuela.

Sonrió de lado, sintiendo un oleaje de tristeza abatirlo, al igual que una sensación de añoranza y calidez, se sentía como un niño pequeño.

A un paso lento, se acercó a sus padres estando lo suficientemente cerca para que escuchasen su voz.

─Mamá... papá...

Ambos voltearon, con un brillo especial en sus ojos al escuchar nuevamente la voz de su hijo que no fuera a través del teléfono, encontrándose con su hermoso hijo ahí, frente a ellos.

─ Mi bebé...

La madre de Taehyung soltó a su padre y se apresuró para poder abrazarlo entre sus brazos, Taehyung se dejó envolver por su madre haciendo lo mismo segundos después, respirando su familiar aroma que lo transportaba a su niñez, en estos momentos todo se sentía tan lejano.

Su madre inconscientemente empezó a llorar en su hombro, necesitaba a su hijo en momentos como ese, era un momento difícil para ella y sabia que para Taehyung también, pero su hijo le mostraba aquella figura reconfortante, sentía que podía llorar en su hombro y poco a poco liberar aquel dolor.

─ Ya estoy aquí, mamá... tranquila.

Su padre se acercó a ambos, viendo a su pequeña pero linda familia reunida nuevamente, en un momento de pesar como ese, abrazó ambos cuerpos, siendo él un centímetro mas alto que Taehyung

─ ¿Y él como está? ¿donde está?

─ Él se quedó en su casa, hay algunos vecinos aún ahí, desde que... ella murió no ha salido de casa.

Taehyung frunció sus labios, sintió como su corazón dio un vuelco al imaginarse como debía de sentirse.

─ Vayamos rápido, quiero verlo.

Y así fue, en todo el camino Taehyung veía por la ventana del auto hacia el exterior contemplando el lugar en el que nació, en que el vivió la mayor parte de su vida.

Un sentimiento de añoranza y tristeza se instaló en su pecho, quisiera contemplar todo desde una perspectiva diferente, viniendo junto con Jungkook para que este conociera su pueblo natal, pasaran juntos unas pequeñas vacaciones para desestresarse y que él conociera mas sobre su vida, pero la realidad era completamente distinta.

Cuando llegaron a la casa que le pertenecía a su difunta tía se bajaron del vehículo de su padre, se paró frente a la casa y la vio de arriba hacia abajo, a los lados, las rosas que su tía cuidaba con mucho amor ya que era una amante de las flores.

Cerró sus ojos cuando una leve brisa acarició su rostro moviendo ligeramente su castaño cabello.

Sintió una mano posarse en su hombro, volteó y era su madre.

─ Vamos, entremos... ─ Le sonrió débilmente, Taehyung asintió y juntos se adentraron al lugar.

Habían unas tres personas sentadas en los muebles mientras tomaban café, hablaban en voz baja pero al oír la puerta abrirse dirigieron su mirada hacia la misma, encontrándose a la pequeña familia Kim.

Una mujer, la mayor, se levantó rápidamente al reconocer el hermoso rostro del joven que estaba ahí.

─ ¡Taehyung!

El castaño no pudo procesar el fuerte abrazo que esta le dio en solo cuestión de segundos, se acercó tan rápido como pudo y lo envolvió en sus brazos como si de una madre osa se tratase.

─ ¡Mirate! por Dios, como has crecido, eres todo un hombre ¿no te acuerdas de mi? yo te cuidaba cuando apenas eras un pequeño, tierno e inocente bebé.

Taehyung sonrió algo confundido, pero con cariño viendo la cantidad de amor con la que ella le hablaba, recordando el pasado.

─ Lamentablemente no la recuerdo, pero se me hace familiar...

La mujer negó mientras sonreía.

─ No te preocupes, fue hace mucho tiempo...─ Taehyung platicó con ella unos minutos más, junto a las demás personas que estaban ahí, resultaron ser muy amables.

─ Taehyung... llamaré a Dae para que baje a verte ¿Está bien?

Taehyung se levantó del sillón y asintió en dirección de su madre, ella subió las escaleras de aquella casa.

Taehyung veía minuciosamente cada rincón del lugar, veía y recordaba, algunas cosas no habían cambiado del todo, podía sentir la esencia de su tía por todo el lugar.

Minutos después bajó su madre, seguida por un pequeño niño quien caminaba muy despacio tras ella, Taehyung lo observaba con suma atención, cada movimiento, hasta que el infante estuvo frente a él, con su cabeza gacha, a unos cuantos metros lejos de él, escondiéndose tras su tía.

─ Dae, querido... él es tu primo, Taehyung, ve y salúdalo...

El menor levantó su cabeza y fijó su vista en el chico casi frente él, era mucho mas alto que él y tenia un cabello castaño, le recordaba mucho al de su madre.

Sintió un pequeño oleaje abatirlo cuando este le sonrió, me agachó para estar a una altura similar a la suya.

─ Hola, pequeño... soy Taehyung.

Poco a poco, lentamente se acercó a él, pudiendo con cada paso detallar su rostro, hasta estar tan cerca de él como para abrazarlo.

Y así lo hizo, aferró sus pequeños brazos al cuello del castaño fundiendo su cabecita al cuello de este, cerrando fuertemente sus ojos sintiendo unas inmensas ganas de llorar, una ganas de llorar mucho mas grandes que él que no las pudo retener.

Taehyung sonrió con tristeza a la vez que aceptaba el repentino abrazo, envolvió al pequeño en sus brazos y recostó su cabeza en la suya, cerrando sus ojos sintiendo como el menor temblaba y sollozaba.

─ Ya... ya... no te preocupes, todo estará bien...

La madre de Taehyung, junto a su padre y demás personas presentes vieron la escena enternecidos, era un escenario conmovedor pero a la vez desgarrador, ver a un pequeño e indefenso niño queriendo aferrarse a alguien por la perdida de su madre.

─ T-taehyung...

El pequeño Dae murmuró entre sollozos, Taehyung solo pudo abrazarlo un poco mas fuerte.

─ Tranquilo, aquí estoy, no me iré.

Aunque en estos momentos nada podía hacer sentir bien al pequeño niño, las palabras de Taehyung lo tranquilizaron un poco.

Así que solo aflojó un poco el abrazo, cerrando con menos fuerza sus ojitos mientras acurrucaba su cabeza en el hombro ajeno.

(...)





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