Prefacio.
—Kyungsoo, él me gusta muchísimo.
Cómo casi todos los días, Byun Baekhyun el heredero de un imperio de música está sentado en la cafetería para observar al cajero del establecimiento. Su mejor amigo estaba ahí, como siempre, escuchando sus suspiros y lo mucho que le gustaba aquel hombre.
—Quisiera tenerlo para mi solito. —Hizo un puchero mientras lo observaba—. Sé que es gay, pero no me voltea a ver.
—Tal vez no eres su tipo —contesta el chico delante de él.
—¿Cómo enamoraste a Sehun? —Pregunta Baekhyun y pone las manos sobre sus mejillas de manera adorable—. Cuéntame, Soo.
—Esas cosas no se forzan, Baek, simplemente suceden —Kyungsoo suspira y lo mira—. Tenemos que irnos. Tú padre nos está esperando para almorzar.
De mala gana se paró y salió por la puerta. Mañana regresaría a observarlo un rato más.
🌌
Chanyeol estaba terminando su turno, el día fué muy cansado y no ayudaba en nada la situación tan estresante que vivía.
—Te ves agotado —Kris, su mejor amigo posó la mano en su hombro.
—Mi madre no sé ha sentido bien —El joven cajero está mirando a la nada y así contesta—. El nuevo tratamiento es algo diferente.
—¿La insulina es cara?
—Bastante y tengo miedo no poder pagarla un día de estos, no contamos con un seguro médico.
—Si necesitas algo cuenta conmigo y con Tao.
—Ustedes también están muy apretados —Aunque Chanyeol necesita ayuda, nunca la va a pedir —. No creo que tener un bebé sea barato.
—Channie, siempre estaremos para ti.
Con una sonrisa fingida siguió trabajando. Cuando su turno terminó, cambió su uniforme y salió con dirección a su casa. Caminó el trayecto de su trabajo a su hogar y no porque no tuviera para un autobús, si no porque toda la situación lo estaba ahogando, quería respirar un poco.
Llegando a su casa vió a su madre preparando la comida, se acercó a ella y le dió un beso. Su madre los crió sola a Yoora y a él, por eso hacía el esfuerzo porque no le faltará nada y hacerla sentir orgullosa. Comieron juntos y después de una pequeña plática le dijo a su madre que fuera a descansar mientras él limpiaba, obedeció y después de darle un beso de buenas noches la mujer se retiró a su habitación.
La puerta lo hizo salir de sus pensamientos y vió a su hermana dejarse caer en el sillón. Algo no estaba bien.
—¿Qué pasa? —pregunta el chico.
—Me despidieron —su hermana ni siquiera lo mira.
—¿Qué? —siente la preocupación regresar.
—Un idiota me tocó el trasero y le pegué una cachetada. El estúpido de mi jefe lo defendió y ahora estoy desempleada. —La chica frotó su cara con molestia—. ¿Que haremos, Channie?
—No te preocupes, conseguiré otro trabajo y saldremos de esto —trata de calmar las cosas, pero sabe que será difícil.
—Trabajas tanto, incluso tuviste que dejar la escuela.
—Nada de eso importa ya, sólo trata de no preocupar a mamá.
La joven asiente y abraza a su hermano, odia tener que poner a Chanyeol en esta situación.
—¿Hoy fue tu stalker? —preguntó la chica con una sonrisa pícara y así tratar de no pensar en sus problemas.
—Como todos los días —contesta Chanyeol poniendo los ojos en blanco—. Se ve que es un niño rico, no sé qué hace en un lugar tan común y corriente.
—Obviamente te quiere en su cama, entre sus piernas, ya sabes —la joven le guiño el ojo—. Deberías ofrecerle tus servicios, Chanyeol.
—No juegues con eso, él simplemente no es mi tipo. No me gustan los chicos mimados.
—Chan, no juzgues sin conocer a la gente —Yoora se paró y le dió un beso en la mejilla—. Me voy a dormir, gigante. Mañana tengo que salir a buscar otro trabajo.
☕
Cómo siempre, abrió la cafetería con Kris y empezó a limpiar un poco. Está vez el chico cachorro, como Kris apodo al joven acechador, llegó a primera hora y pidió lo mismo de siempre. Se sentó en la mesa más cercana a la caja para mirar más de cerca a Chanyeol, aquello lo hacía sentirse un poco incómodo.
Empezó a revisar en el periódico trabajos de medio tiempo y encerraba los que sentía que más le convenía.
—¿Vas a renunciar? —Preguntó su amigo.
—No, es solo que Yoora se quedó sin empleo y necesito conseguir otro.
—Chan, eso sería cansadísimo para ti —dice con notoria preocupación.
—No me queda otra opción —contesta sin mirarlo—. Mi madre no tiene opción, Kris, yo necesito otro empleo.
Y, aunque Baekhyun tenía puesto los audífonos no tenía puesto música en ellos, así que escuchó cada una de las palabras que ambos chicos habían pronunciado.
☕
Su turno terminó y nuevamente quería caminar. Iba haciendo llamadas para entrevistas y estaba contento de que ya tenía tres para mañana, solo esperaba quedarse en algún trabajo. Estaba tan distraído que no se percató que un carro lo seguía, hasta que escuchó el sonido del claxon. El cristal se bajó dejando ver al chico stalker.
—Hola —es lo único que pronunció el cachorro.
—Hola —Chanyeol lo mira confundido—. ¿Te perdiste?
—No, quiero hablar contigo.
—¿Disculpa? —el joven cajero no entiende.
—Sube al auto, prometo no secuestrarte. —Para Chanyeol, aquello sonaba menos alentador.
🌌
Llegó a su casa con esos papeles en mano, sin saludar a las dos mujeres que lo esperaban. Se fué directo a su habitación molesto, se sentía totalmente ofendido. ¿Por qué los ricos creían que podían conseguir todo con dinero?
"—No quiero que lo tomes a mal —empezó el chico —. Pero escuche tu situación. Verás soy el hijo de un CEO en una compañía discográfica en Estados Unidos, tengo muchísimo dinero.
—Eso lo has dejado notar con tu auto y tú ropa cara —contesta Chanyeol de mala gana.
—Bueno —el chico agacha la mirada y después lo mira con un sonrojo—. Yo estoy enamorado de ti.
—Agradezco, pero no puedo aceptar tus sentimientos.
—¿Y si yo te pagará por eso?
—¿De qué estás hablando? —Para este punto, Chanyeol ya se sentía enojado.
—Tu necesitas el dinero y yo que me des una oportunidad en serio, pero no como novios. Yo te daría cien millones de wones, solo si aceptas casarte conmigo un año. —Chanyeol se sentía ofendido. ¿Lo estaba comprando?—. Tiene que ser matrimonio para mí seguridad y, además te ofrezco otro trato. Si en un año no te enamoras de mí, te dejo libre. Con tu libertad o tendrías otro millón por el tiempo desperdiciado conmigo.
—La gente no puede comprarse —contesta casi asqueado.
—Yo te quiero ayudar y ayudarme en el proceso
—Tu me quieres comprar, aprovechándote de mi situación de una manera tan vil y cruel —Chanyeol abre la puerta, pretende salir del auto, pero necesita vomitar lo último—. Siendo sincero, no me gustaría volver a verte por la cafetería.
—Mira, toma esta tarjeta y piénsalo. —Tomó la tarjeta y la guardó en su bolsillo por pura inercia.
—¿Crees que después de esto tendrás siquiera una oportunidad conmigo? Estás equivocado.
Se salió del auto y se dirigió a su casa echo una furia".
🌄
Pasó una semana y Yoora no había conseguido empleo, tampoco el consiguió otro. Estaba empezando a desesperarse.
—Chan, te están hablando en la oficina. —Minseok, otro de sus compañeros, le anunció.
Fue a la oficina sin ninguna expectativa y grande fue su sorpresa cuando el dueño del lugar lo despidió por las bajas ventas.
Salió con su mochila en la mano y la lluvia iniciando era solo su cereza del pastel, o eso creía. Su teléfono sonó y al ver el nombre de su hermana en el, contestó.
—¿Qué pasa?
—Mamá se puso mal, estamos en el hospital —es lo único que le deja decir, pues cuelga al escuchar aquello.
Paró un taxi y se dirigió al hospital. Esos quince minutos se le hicieron una hora, pues su mente solo giraba preguntándose ¿qué haría?
Cuando llegó se acercó a su hermana, quien le explicó que al entrar vió a su madre desmayada en su habitación, habló a la ambulancia y ahora sólo le quedaba esperar informes.
—¿Familiares de Park SeeMi?
—Somos sus hijos —dicen al unisono.
—¿Aplicaron la insulina correctamente? —ambos asintieron—. Al parecer no, ella vino con el azúcar muy alta. Necesitan hablar con ella y encontrar la razón.
Fue terrible para ambos enterarse que su madre no sé inyectaba porque se sentía mejor y podía guardar el medicamento para otros días, tal vez así podría ahorrarle dinero a sus hijos. Aquello fue un golpe duro para los jóvenes Park.
Chanyeol salió a la recepción y cuando le hablaron para darle la cuenta del hospital casi se pone a llorar, pues eran todos sus ahorros. Metió la mano en el pantalón y sintió una tarjeta.
—Byun Baekhyun —dijo viendo la tarjeta fijamente y pensando... Simplemente pensando.
Tomó su teléfono e hizo la llamada que jamás creyó hacer.
—Yo... Creo que voy a aceptar
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Y volvió.
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