Capítulo 9

-Apestas...- fue lo primero que soltó Hibari cuando llego al tejado de la escuela Namimori, donde había percibido la presencia del castaño.

-Por lo menos lo mio es superficial... -se defendió Tsuna- tu aroma es eternamente amargo para mi.

Ninguno de los dos tenía planes de sacar el tema a relucir, pero era difícil... Tsuna aun sentía algo por Hibari y Hibari sentía una ansiedad horrible cada vez que veía a Tsuna.

Si... el había decidido dejarle libre, pero eso su instinto no lo entendía y nunca le perdonaría dejar ir al omega, pero era mejor así... era mas simple si Tsunayoshi podía escoger un mejor futuro sin él.

-A que viniste?

-Reborn me confirmo lo que yo ya sabía...

-De que hablas?

-Nos estas ocultando cosas, pero no tiene nada que ver con la mafia... es algo que tiene que ver con nosotros no es así?

-Si fuera así... que te hace pensar que lo diria?

-Nunca pensé eso, pero con esa respuesta me lo confirmaste...

-Yo ya deje las cosas claras entre nosotros.

-Asi es y prometí dejarte en paz, así que hoy sera la ultima vez que me veras de esta forma...

-Parece que estas esperando que me arrepienta y suelte todo... ambos también sabemos que tu me ocultas algo.

Tsuna sonrió amargamente. Era horrible saber que eran parecidos y al mismo tiempo polos opuestos, se atraían y era inevitable, por eso se había ido, por eso trato de olvidarle, porque siempre que estaban juntos había ese algo que no les dejaba pensar racionalmente, pero ahora era diferente.

-Hibari Kyoya, hoy como promesa y juramento no volveré a hablar sobre destinados, pareja o amor cuando respecta nosotros. Me rendire y aceptare que nunca existirá un nosotros...

Hibari sentía ese dolor agudo y punzante en su pecho, lo estaba perdiendo, lo había hecho definitivamente, pero no se lo mostraría, tal y como hace 6 años, le dejaría odiarle para protegerle, ese había sido su juramento.

Aunque nunca prometió nada sobre estar a su lado, así que... si algún día por cualquier causa del destino, aunque no creyera en eso, se rendiría ante cualquier cosa mística para tener una oportunidad a su lado.

-Que tengas suerte con esa promesa...

-El tiempo lo dirá...- se acerco y le entrego un folder- esa es tu misión.

Cuando Hibari lo abrió y empezó a leer se preocupó, porque Tsuna tenía esa información? Porque el no sabia nada de ese problema?

-Porque esta en Japón?

-Esta buscando algo...

-Y tu como sabes toda esta información? Yo le he estado siguiendo el rastro y...

-La mafia abre muchas puertas, pero no te preocupes sobre el como obtuve la información, preocupate por la misión.

-Porque tengo la parte de la vigilancia? El idiota de los hechizos hace esa parte mucho mejor.

-Porque el ya fue descubierto... aah... no importa, solo hazlo, quiero acabar con esto rápido.

-Descubierto? Pero si acabamos de empezar esta misión?

-Llevo mucho tiempo detrás de ellos, no es algo reciente...

Eso le provocó un escalofrío al alpha, eso quería decir que desde hace mucho tiempo algo no estaba bien dentro de los Vongola... Tsuna debía ser protegido, se lo prometieron... joder.

Ni siquiera se despidió, solo desapareció de ahí. El castaño suspiro y por fin pudo relajarse, estaba demasiado tenso y no se había dado cuenta... aun trataba de acostumbrarse a que ese alpha ya no era nada suyo, ahora solo eran simples conocidos unidos por un propósito.


-Deberias descansar un poco- dijo Mukuro mientras estaba acostado en el sillón viendo el informe que le había entregado Tsuna.

-Tengo que acabar de hacer los requerimientos para el trabajo que nos queda...

-Solo caerás en enfermedad si sigues presionandote asi- bajo los papeles y volteo a verle.

-Estoy bien, estoy acostumbrado.

-Acostumbrado a que?

-A dormir tarde, trabajar mucho... no lo se, hacer esto...

-Trabajabas hasta las 3 de la mañana?- alzo una ceja para recalcar lo incrédulo que estaba.

-A veces antes y a veces después... dependía del momento en el que estuviera cansado.

-Bueno...- se levanto y aparto todos los papeles de Tsuna- hoy será diferente.

-Necesito acabar- trato de rechazarlo.

-Hoy no- le tomo de la mano y entrelazo sus dedos para que no escapara.

Puso algo de fuerza sin llegar a lastimarlo y lo saco de ahí. Lo llevo un poco por pasadizos que a Tsuna no le sonaban, hasta que llegaron a un edificio abandonado y hasta que no llegaron a la azotea no lo soltó.

-Bueno... supongo que el lugar se acopla a tus gustos- sonrió el castaño.

-No sabes cuales son mis gustos...- me gruño.

-Claro que si. Te gusta tu soledad... pero proteges a tu gente, odias la mafia, tienes una preferencia por los colores obscuros y el verde, la gente puede llegar a ser un juguete para ti... si con eso logras tu objetivo, quieres provocar una guerra para limpiar al mundo de lo podrido que esta... tienes una sonrisa juguetona y a veces una mirada indiferente... pero siempre estas atento a lo que hago. Quieres que siga?- las miradas de ambos chocaron cuando hizo esa pregunta.

La mirada de Tsuna parecía tener tanta presencia... parecía tener un brillo donde sus ojos reflejaban un poco el tono ámbar que tenida es su modo Hyper. Mukuro quedo tan encantado por él que Tsuna tuvo que retirar su mirada primero para hacerle reaccionar.

El alpha sonrió.

Definitivamente estaba enganchado con ese omega y no porque fueran alpha y omega... simplemente porque era Tsuna y para él ese pequeño castaño era la persona más atrayente y brillante a la cual sin duda quería seguir.

-Parece que me vigilas...- soltó Mukuro mientras se acostaba sobre el suelo para poder ver el cielo estrellado.

-Estoy seguro que tu haces lo mismo...- le siguió y también se recostó.

En cuanto Tsuna volteo a ver el cielo, todo lo que pensaba decir se le había pasado, la vista que tenía era increíble... de hecho todo ese momento era casi un sueño.

El alpha se dio cuanta de su reacción y guardo silencio, quería apreciar a Tsuna y recordar ese momento toda su vida... ya que ahí solo existían ellos dos, solo por ese momento, el castaño era suyo.

-Esto es increible- Tsuna se volteo tan rápido hacia Mukuro que a ninguno le dio tiempo de reaccionar.

El mayor llevaba tiempo observándolo y cuando se vio descubierto haciéndolo... no tenía excusa y tampoco podía fingir lo contrarío.

Así que solo se dejo llevar, poso su mano sobre la mejilla del contrario y se acerco un poco más hacia el menor, sobrepasando un poco los limites del espacio personal, pero no fue rechazado, así que se acerco un poco más hasta el punto donde ambos sentían las respiraciones del otro y donde sus miradas ya reflejaban algo más que un poco de paz.

Tsuna cerro los ojos y su cuerpo que estaba demasiado tenso, justo en ese momento todos sus músculos los sentía livianos, todos sus problemas habían desaparecido... solo quería vivir el momento.

-Es mejor que regresemos, no quiero que te enfermes...- escuchar la voz de Mukuro ya algo lejana le sorprendió al omega.

Abrió los ojos y vio que el otro ya le estaba dando la espalda y se avergonzó al  razonar lo que estaba esperando que pasara, así que se levanto y apresuro el paso para irse de ese lugar.

-Si... creo que debo ir a dormir.- su voz se oía normal, pero Mukuro detecto esa esencia de decepción, provocándole algo de remordimiento... mordió su labio y trato de seguirle el paso al otro pero a cierta distancia.

No quería cagarla... así que esperaría lo que tenga que esperar por él.

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