Capitulo 5

- Se que estas despierto...

-Que haces aquí?

-Tenemos que hablar, todo este problema se está agrandando y no tengo paciencia para soportar a los herbívoros gritandome.

-Esto ya no es mi culpa... yo mantuve mi boca  cerrada todo este tiempo.

-Pues no lo hiciste bien... el niño les dijo todo.

-Reborn? El lo averiguo solo.

-Es claro que pasaría si regresabas...

-De verdad no te importa nada lo que viví?

Tsuna por fin le dio la cara, desde que lo sintió llegar a la habitación no quiso levantarse, pero quería ver su rostro y ver la realidad de lo que es su alpha...

-Nosotros no podemos estar juntos, te lo dije.

-Marcaste a una omega, ya no tienes excusa, tu problema no son los omegas...

-Ella fue un caso especial, yo no lo hice a voluntad.

-Basta! -grito en agonía -Solo... sólo dime la verdad, yo ya te deje libre hace mucho tiempo, pero guardaba la pequeña esperanza de que por lo menos... en algún momento me necesitarás.

-Las falsas esperanzas no fueron mi culpa.

-Lo sé, y eso es lo que más me duele.

-Solo dime a tus amigos que me dejen en paz, nosotros nunca tuvimos nada. No soy responsable de nada...

-Solo dímelo de frente. Por última vez dime... porque no puedo ser yo quien sea tu pareja?- aunque por dentro estuviera muriendo- le sostuvo la mirada.

-Porque no necesito un omega a mi lado. Una familia no es mi meta, y tener que lidiar con el celo de uno es una pérdida de tiempo. No quiero cuidar a alguien que por naturaleza ya necesita a alguien.- todo lo decía con un temple inamovible, pero por dentro el alpha estaba igual de quebrado.

No iba a llorar. Ya lo había hecho demasiado... ni siquiera mi cuerpo respondía, yo nunca fui su igual, nunca pude alcanzarlo y para el sólo era eso... un omega.

-Ya veo. Gracias por tu sinceridad.

Trato de aguantar, pero no sólo las palabras de Hibari le habían afectado. La maldita voz de ese hombre volvió a él.

"Existes para complacer a los alphas" "Sería irónico si quedas embarazado por mi no crees?" "Te estoy violando... y aún así tu cuerpo responde"

Me alarme. Mi respiración era entrecortada y dolía, no podía dejar de temblar... las malditas marcas que dejó sobre mi cuerpo ardían. Porque tenía que recordar eso justo ahora?

-Ey! No hagas una escena yo no...- pero en poco tiempo lo tenía a su lado- oye... oye... tranquilizate- trato de tocarle pero lo aleje.

- No me toques!- grito en pánico.

-Solo quiero ayudarte!- Se enojó.

- No lo necesito! Lárgate!- no quería que me viera así.

-Bien! Pero no quiero otro estúpido reclamo!

-Bien! No me volverás a ver en tu vida!

Cayo de rodillas, el alpha se aferrába al cuerpo del otro, tratando de tranquilizarlo, hace mucho no le daba un ataque de ansiedad a Tsuna... pero no podía tranquilizarse. Antes solo pensaba en la posibilidad de que algún día Hibari sería su apoyo, pero ahora era solo él... tenía que superar esto solo.

-Mierda...-escucho la voz de Hibari y de inmediato el cuarto se inundó de su aroma.

Tsuna estaba algo aturdido, Hibari nunca había dejado salir su aroma cerca de él, y justo ahora estaba ronroneando tratando de contenerse y no dejarse llevar por su lado omega.

Hibari si quería marcharse, estaba a punto de largarse de ese lugar, pero ver el mal estado del omega no pudo... para todo mundo podía ser cruel, pero Tsuna nunca le dio la espalda y sabía que le debía mucho, no podía dejarlo de esa manera.

A regañadientes, el alpha regreso y cubrió el lugar con su aroma, su enfado lo hacía ser imprudente y abrumar al omega. No sabía cómo lidiar con el problema, así que abrazo a Tsuna por su espalda y trato de hacer que él se apoyara sobre su cuerpo y se relajará.

-No tienes que hacer esto...- reclamo Tsuna.

-Solo... no digas nada- Hibari se sentía fuera de su área, pero por primera vez... estaba dejándose llevar.

Tsuna no reclamó, el de verdad quería disfrutar del momento, era posible que no volviera a pasar nunca y eso lo hizo aferrarse al cuerpo del alpha. Esta vez... solo tenía que ser el consentido.

Tsuna en poco tiempo dejó de temblar y sin darse cuenta, ambos se quedaron dormidos.

Hibari fue el primero en despertar, tenía sus brazos algo entumidos, pero aún así tenía un aroma muy relajante y atractivo cerca de él. Abrazo con un poco de fuerza lo que tenía en sus brazos y cuando escucho un ronroneo, despertó de golpe.

Vio a Tsuna acurrucado en su pecho y el como ocultaba su rostro muy cerca de su cuello, el tenía sus brazos rodeando al castaño y se alguna forma sentía que sus cuerpo estaban muy bien acoplados.

Trato de apartarse sin despertarlo pero un mal movimiento, provocó que rozará la nariz y los labios de Tsuna sobre el cuello de Hibari, este soltó un gemido reprimido al sentir un escalofrío por esa acción. Nunca nadie había estado tan cerca de él como para saber que tenía un punto débil.

La verdad es que nunca había tenido la necesidad de tener a un omega tan cerca, pero sabía que Tsuna realmente era su destinado, porque el fue quien despertó su deseo sexual y quien justo ahora estaba haciéndolo un desastre.

Esta vez sin dudarlo, cargo a Tsuna y lo acostó en la cama, trato de irse antes de que el otro despertara, pero sintió como le tomaron de la mano y se esperaba que fuera solo un reflejo del omega.

-Gracias...- fue lo único que dijo Tsuna antes de volverle a dejar libre.

No pudo decir nada, lo hecho, hecho estaba... el ya había marcado a una omega, el ya había decidido separarse de Tsuna y el... ya lo había prometido.

Sin voltear atrás se fue, escapó ee esa casa bajo la mirada atenta de dos personas.

-Es un idiota- dijo uno de los que le vio escapar, suspiro y tomó el valor para entrar a esa habitación.

Busco al omega por todos lados pero no lo encontró, hasta que escucho pequeños sollozos desde el baño que estaba del otro lado de su habitación. Eso le preocupó de sobremanera y fue a su lado.

Tsuna había vuelto todo lo poco que había comido el día anterior, había podido resistirlo toda la noche por el shock en el que se encontraba, su cuerpo solo captaba el aroma de su alpha... pero poco después de que se quedó dormido... quisas a las dos horas de aquello. Despertó. Su cuerpo se sentía débil y por momentos asqueado, de nuevo el aroma de otro omega opacaba el del alpha... se sentía fuera de lugar, pero no quería soltarlo, no ahora que tenía una oportunidad.

Quiso aguantar y aunque sufría no se apartó de los brazos del alpha, hasta que este despertó... y apenas se fue, Tsuna no pudo aguantar más, todo lo que aguantó en un instante empeoró.

Corrió al baño y trataba de negarse ante la posibilidad del rechazo a Hibari, pero fue un fracaso. Estuvo vomitando hasta vaciar su estomago y tanto estuvo metido en su mundo, que no se dio cuenta que alguien había entrado al baño junto a él.

-Tsunayoshi- escucho su nombre y le provocó un brinco del susto.

Volteo de manera lenta para ver de quién se trataba, reconoció la voz así que no se puso a la defensiva, además estaba en muy mal estado para si quiera poder correr.

-Que haces aquí?- pregunto al chico de cabellos índigo.

-Queria asegurarme de que ese idiota no te hiciera nada...

-No tenías que hacerlo Mukuro...- susurro su nombre con la voz algo quebrada, de verdad estaba llegando a su límite.

Mukuro suspiro de nuevo, de verdad que estaba intentando con todas sus fuerzas no involucrarse con Tsuna, pero verlo cada vez más débil y destrozado se lo estaba complicando... para él, Tsuna era diferente que los demás omegas, pero justo ahora lo veia más frágil que cualquier otro de di especie.

-Ven vamos- lo cargo en brazos estilo princesa, pensó que Tsuna se negaría o lo alejaría, pero su cuerpo entero temblaba y sus manos a duras penas se aferraron a su cuello.

El alpha sin dudarlo se recostó sobre la cama con el omega en brazos y trato de relajarlo con su aroma, talvez podría ayudarlo un poco a borrar la esencia del otro idiota.

-No te vayas...- le susurro Tsuna con unas pequeñas lagrimas corriendo de sus ojos cerrados mientras empezaba a perder la batalla contra el sueño.

-Estare aquí cuando despiertes- le susurro Mukuro acomodando al pequeño omega entre sus brazos.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top