Capitulo 39

-Gemelos... tendrás dos bebés...

-Que?

-Si... aun no te puedo decir si ambos son niños o niñas o tendrás uno y uno, pero mira... uno de ellos estaba oculto.

-No lo puedo creer- se estremeció emocionado.

-Esta bien ambos, no tendrás complicaciones y tu salud tampoco corre peligro.

-Es que yo... rayos. En serio 2?

-Si... pero te prometo que estas bien, además tienes dos alphas no? Será fácil entre los tres.

-Bueno, supongo que si... pero no me lo esperaba.

-Ellos están de misión verdad?

-Si, regresaran mañana, por ahora he estado bien con el bebé.

-Pronto el joven Vongola cumplirá un año. No es así?

-Aun se me hace extraño no ser yo el joven vongola- rio extrañado- ahora hay un primogénito he?

-Bueno.... Sora es especial, heredará tu legado, pero es la primera vez que el jefe de la mafia es un omega, además... de tener dos alphas y ahora 3 hijos.

-Claro, grandes cosas para recordar.

-No te ofendas, no quiero desmerecer tu trabajo, eres un gran jefe... es solo que, cambiaste muchas cosas.

-Quería hacer esta familia un mejor hogar... eso es todo.

-Y creo que lo lograste, estoy seguro de que tus hijos tendrán una mejor vida.

-Eso espero...

-Ve a descansar, seguro tu hijo te esta buscando.

-Bien, nos vemos otro día...

-Si tus alphas malcriados vienen a molestar. Quieres que les diga algo?

-No les digas nada... envialos conmigo.

-Hecho jefe...

-Descansa Shamal.

-Espero que estas noticias no se hagan costumbre.

-No, espero que no- rió al pensar que también tuvo que dar de esta manera la noticia de su embarazo.

Se despidió por fin y fue a una de las salas, donde había dejado a su cachorro a cargo de Gokudera, que desde que empezó a dejar que su hijo conociera a toda la manada, se encariño con él.

Escucho que tocaban el piano y sonrió, dejo salir su aroma para hacer notar su presencia y lo feliz que estaba. Sora volteó al poder notarlo, pero siguió atento a Gokudera y el piano.

-Como le fue jefe?

-Soy Tsuna Gokudera, no soy el "jefe"

-Aun no me acostumbro.

-Esta bien, solo trata... sigues siendo mi mejor amigo.

-Si... si... lo intentare.

-Gracias- se sentó en el sofá al lado del piano y cargo a su bebé en su regazo.

-Como fue su revisión?- pregunto dejando de tocar.

-Bueno...- sonrió emocionado- son dos...

-Como?- repitió sorprendido.

-Tendré dos bebés...

-En serio?- se levanto sorprendido.

-Si... parece ser que uno de ellos se escondía detrás de su hermano...

-Eso... eso es increíble Tsuna!- le abrazo.

-Bueno, no he hecho nada increíble, fue solo... suerte?

-Aun así son tus hijos. Es emocionante...- bajo sus manos hacia su vientre y pidió permiso para tocarlo.

Tsuna acepto y sintió en reacción un pequeño movimiento en su vientre, ambos sonrieron emocionados, pero el omega presto atención a su cachorro, que empezaba a desesperarse.

Dejo a Gokudera seguir con su vientre y él beso la mejilla de Sora. El niño por fin sonrió y presto atención a su madre, se abrazo a él y empezó a hacer pequeños sonidos tratando de hablar.

-Qué sucede bebé...?- lo acomodo mejor y tuvo que detenerse cuando escucho algo que lo sorprendió.

-Mamá...- ambos chicos voltearon a ver al niño emocionados.

-Que... acaba... dijo su primera palabra- grito Tsuna.

-Yo... yo voy por la camara- corrió para tratar de guardar el momento.

El castaño no presto atención, seguía anonadado con su bebé y su primera palabra, que repitió sin dificultad. Su bebé repitió la palabra y Tsuna le felicitaba y ronroneaba de felicidad.

Gokudera regreso con su celular y con Yamamoto y Lambo. Los tres estaban curiosos, pero se mantenían a distancia para no distraer al cachorro. Sora repetía la palabra para llamar la atención del omega y este gustoso le consentía, adoraba a su hijo y estaba orgulloso de que "mamá" fuera su primera palabra.

Los otros chicos al tener el video, por fin se acercaron a jugar con el bebé, se formo un momento calmado y alegre, su manada se sentía tan tranquila y a gusto, que Tsuna no pudo contenerse... con pequeños toques dejaba su aroma sobre los chicos, dejando saber lo contento que se sentía con ellos a su lado.

La maternidad con todos sus amigos, no se sentía pesada o aburrida nunca. Estaba seguro que cuando llegaran sus nuevos bebés, no sería demasiado difícil.


Ya era de noche. Tsuna seguía trabajando en el papeleo, Sora ya estaba dormido, así que quería aprovechar el rato para adelantar trabajo.

-Que haces despierto Tsuna?- escucho la voz de uno de sus alphas y sonrió.

-Trabajando un poco...

-Deberías estar descansado- Hibari llegó a su lado y le robo un beso.

-Estoy bien, Sora estuvo tranquilo y quiero aprovechar que aun no siento pesado el embarazo.

-Esta bien y como estuvo tu día?- ahora Mukuro le beso y gimio por tenerlos a ambos de vuelta.

-Estuvo bien- respondió al recuperarse- oh cierto- busco su celular y puso el video de su cachorro para que lo vieran los alphas.

-Dijo su primera palabra?- sonrió Mukuro.

-Si! Trate de enseñarle a decir papá, pero creó que una palabra fue suficiente por hoy.

-Eso es genial Tsuna!- le felicito Hibari.

-Y... otra cosa- esta vez se avergonzó -hoy fui a mi cita... con Shamal.

-Esta todo bien?- Kyoya frunció el ceño.

-Si... de hecho es una buena noticia.

-Entonces que sucede?- pregunto curioso el de cabello índigo.

-Bueno... todo va bien, estoy bien de salud y... ellos están creciendo bien?

-Ellos?- el primero en captar fue Mukuro.

-Si, ellos...- busco con la mirada a Hibari, pero este parecía en shock- Hibari.

-Es... es más de uno?- por fin reacciono, yendo a su lado e incandose para tocar su vientre.

-Si. Son dos- acarició la mejilla del pelinegro.

-Joder...- dejo caer su cabeza sobre su regazo y sintió las lagrimas sobre sus pantalones.

-Hey... porque lloras?

-Solo... me emocione.

-Nuestro chico de hielo se derrumbio- se burlo Mukuro.

-Cállate, son mis hijos, claro que... me emociona.

Mukuro no se esperaba la sinceridad del otro, así que suspiro y le felicito. Era cierto que el hubiera actuado de una manera igual, si hubiera sabido de Sora antes, así que no molesto más.

-Hey... también eres parte de esto- Tsuna levanto sus brazos para que Mukuro también se acercara.

Este le sonrió y le abrazó, oculto su rostro en su cuello y aspiro su aroma. Hibari por su lado abrazaba su vientre y dejaba su mejilla sobre su pequeño estómago abultado.

-Los amo...- susurro el omega.

Les tomo por sorpresa a los chicos, pero ronronearon y dejaron salir su aroma, contestando silenciosamente a lo que su omega dijo.

También te amamos...

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