Hibari veía preocupado el estado deteriorado de Tsunayoshi. La preocupación empezaba a pasarle factura.

Un mes había pasado desde que Mukuro desapareció, Tsuna sobrevivió en teoria de manera normal por algunas prendas que conservaba del alpha, pero ya empezaron a perder su aroma y la falta de información no ayudaba.

El castaño se había ahogado en trabajo, pocas veces salía de su despacho, pero cada vez que lo hacía tenía nueva información y su plan estaba más estructurado, según el faltaba solo convocar a los Vongola y los aliados para terminar todo aquello, pero aun con el plan casi terminado, él se negaba a salir de su "refugio"

- Herbívoro...- entro Hibari a su despacho a la espectativa de que lo corriera como otras veces.

-Que?- contesto desinteresado.

-Necesitas comer...

-No, me da asco el olor de lo que preparan.

-Entonces te traigo algo que se te antoje, pero come, los demás están preocupados.

-Desde cuando te interesan los demás?

-Lo hago por ti.

-Pues no lo necesito...

-Podrias cooperar un poco? No he dicho nada sobre lo que esta pasando con ese idiota de los trucos, pero esto es diferente.

-Ya te dije que no quiero nada.

-Por favor...- le suplico el alpha.

El hecho de que no estuvieran unidos por la marca, no los hacia tan perceptivos entre ellos, pero aun así, emociones fuertes o el apego emocional los hacia conectar de alguna manera, así que Hibari notaba la agonía del omega y el dolor, pero... esta vez eran peores de cuando el fue quien lo rechazo, si no hacia algo colapsaría o peor...

El omega por su parte estaba en shock por escuchar esas palabras del alpha. Se oía tan agonizante y cansado que no noto que era un reflejo de lo que sentía.

No aguanto más y dejó salir sus lagrimas, soltó un grito tan lastimero que cualquiera que lo escuchará se sentiría frustrado al no poder ayudarlo. El alpha no sabía si podía acercar o esperar o salir, siempre que estaba con el castaño se sentía tan fuera de si que no sabia que hacer.

Tsuna no dejaba de llorar y por necesitar consuelo se acerco al mayor, se aferro a el y trato de absorber su aroma, para poder tranquilizarse, ya era una necesidad, solo un capricho del momento de sentirse abandonado, pero de nuevo...

-Lo siento...- escuchar al alpha siendo tan empático le destrozaba, no quería lastima, no quería consuelos... solo quería terminar con todo.

-Yo estoy cansado...- susurro Tsuna.

-Bien...- le abrazo y fue tanteando terreno para cargarlo y llevarlo a su cuarto.

El castaño no hizo nada, se dejo hacer. La gente con la que se cruzaban los observaba con miedo. Todos estaban preocupados, todos querían consolar al omega, todos... darían la vida por él.

-Él se fue y es probablemente mi culpa

-No fue tu culpa, él prometio regresar.

-No regresara... solo me queda acabar con ese idiota antes- el mayor se sentía perdido, la forma de hablar y el odio inherente que tenía el omega le eran nuevos de ver

-Byakuran?

-Ese idiota... cada vez me quitas más cosas y yo sigo sin poder hacer nada- se aferro al otro al poder decir aquello en voz alta.

-No voy a preguntar... pero... sabes que nosotros.

-Calla - se aferro a el con más desesperación- si sospechas algo, no lo voy a decir... no pienso perder algo más por ese idiota.

-La conexión de destinados fue lo que me dio una idea... sabes de lo que sospecho no?

-Si...- aunque fuera remota la posibilidad, Hibari talvez sabia de la violación, aun así no quería confirmar nada- si lo sabes, no lo digas ¿ok?

-Bien...

Por fin llegaron a la habitación y se volvió incómodo. El alpha solo deposito a Tsuna en la cama y le acerco la comida que quería que comiera, espero a que el castaño por voluntad comiera algo y aunque fue poco lo hizo.

-Voy a dormir.

-Tsunayoshi, si lo que quieres es a ese mago, lo mejor que puedes hacer por él es mantenerte con vida.

-Hibari, ya he pasado por esto... estaré bien.

-No es lo mismo...- se arrodilló frente a él- conmigo pensabas que no había esperanza desde él inicio, pero con él...

-Estare bien- insistio.

-Aah... si esto no mejora para el día del enfrentamiento, nadie te dejara ir, entiendes?

-Que? Porque? Yo soy el que liderará esto, no puedes sacarme!

-Podemos y lo haremos, si solo vas a ir a colapsar es claro que nadie te dejara ir- enfureció.

-Aaah te odio!

-Pues hazlo! Mientras te mantenga con vida esta bien!

-Porque no me dejas sólo como hace años! Justo ahora tenias que venir a hacer esto!

-Trate de hacerlo! Y que crees? No funciono.

-Pues trata de nuevo! Siempre es lo mismo, dejarme solo es más fácil...- lo último lo susurro.

-Yo se que me equivoque- se sentó a su lado y trato de calmarse- pero mi deseo nunca ha sido verte mal, y estoy seguro que para él es igual... siempre hemos querido protegerte.

-Nunca pedí eso.

-Lo se -sonrio de medio lado- para ti seremos idiotas.

Tsuna sonrio un poco, talvez no era lo que necesitaba, pero su humor había mejorado. El cansancio le empezó a tomar factura y solo se recargo sobre el hombro del alpha para poder tener cerca su aroma.

Hibari no se movió, dejo que el omega hiciera lo que quisiera y lo que se sintiera cómodo, hasta que sintió como empezó a caer el cuerpo más pequeño. Lo tomó y lo acomodó en la cama.

Antes de retirarse la mano del castaño se aferro a su brazo. Era claro que Hibari aun le deseaba, pero no quería sobrepasar nada e incomodarlo.

Así que se acostó en la esquina de la cama, a una distancia considerable y dejaría que él fuera quien lo soltara antes de retirarse.

-Hibari...- le llamaron desde afuera.

-Que sucede?

-Ya empezaron a llegar- dijo Yamamoto.

El alpha frunció el ceño ante la noticia, si empezaron a llegar, significaba que dentro de poco entrarían en guerra.

-Bien... voy- suspiro mientras veía al omega...

Una vez más.