Tsuna despertó. Le costaba enfocar un poco su vista, había poca luz en la habitación y antes de poder enfocar algo, encajo las uñas sobre las sabanas.

-Aah!- grito al sentir la estocada.

Temblaba y caían lagrimas de sus ojos que el alpha trato de limpiar. El castaño fue cuando recordó lo que había pasado, todo fue a partir de su declaración.

Mukuro estaba furioso después de enterarse de la violación, empezó a reclamar de haberle apartado cuando pudo ayudarle y fue una pequeña discusión que al final termino en tratar de consolar al castaño.

El omega se derrumbo, nunca se sintió cómodo hablando del tema, así que sufrió en silencio y ahora por fin podía desahogarse y ser consolado.

Se aferro al mayor lloro y pidió perdón infinidad de veces, mientras el otro le consolaba y le besaba tratando de tranquilizarlo.

Todo estuvo bien, esa confesión había logrado unirlos más, pero Mukuro se descontroló, le llego su celo, algo que no pudo predecir ya que nunca conoció que era un celo total.

Sintió un escalofrio recorrer su cuerpo, la sensación de calor salió desde su pecho y le obligo a sentarse en la cama para tratar de estabilizarse. Completo error...

Al tener al omega más cerca, el aroma le distrajo y le nublo la mente. El alpha lo tomo del cuello y lo jalo hacia él, pero le soltó al darse cuenta de lo que acababa de pasar.

El omega se dio cuenta de lo que sucedía y al empezarle a afectarle las feromonas de otro, se dejo llevar.

Le beso y se aferro al cuello, y el alpha le abrazo a la cintura. No se dijeron nada, entre besos se fueron quitando la ropa, y llegaron hasta la cama.

El alpha no estaba tan consiente de lo que hacia, era más rudo de lo normal, no le preparo, mientras lo besaba entro en él y el castaño tuvo que ahogar el grito entre el beso.

Mukuro no se movió, consentía al menor dándole besos y dando pequeñas caricias a su cuerpo para distraerlo. Hasta que el castaño se movió fue el desenfreno entre ambos.

Mukuro lo tomo de las piernas y lo cargo sobre él, dándole una estocada más profunda, escucho los gemidos de su omega junto a su odio, provocandolo aun más. Besaba con desesperación al castaño y mordía un poco sus labios para quitar el cosquilleo de sus colmillos.

Tsuna se aferraba a la espalda del mayor y rasguñaba su piel al sentir como daba en ese lugar donde le hacia perder la cabeza.

El alpha recostó de nuevo a Tsuna y volvió las estocadas más fuertes, tomándolo y tratando de no lastimarle aun con su celo.

-Me vengo... mmh... ah!

-Hazlo... pero todavía no te dejare ir...

El omega se vino y al sentirse saturado de aromas empezó a perder la conciencia.

Y regresando a la actualidad, el alpha había despertado a Tsuna, cuando despertó aun seguía dentro de él y poco a poco las estocadas se volvieron más fuertes, hasta que escucho como reacciono el castaño, se detuvo.

-Tsuna?

-Por favor... ya no puedo más.

Lo recostó y lo puso en cuatro, dejo que se acostara y levanto su cadera.

-Solo un poco más...

-Mi cuerpo...

-Estas algo delgado, si presiono aquí- posicionó su mano sobre su vientre donde presiono un poco- puedo sentir el mío.

-Estas... muy grande dentro - su voz sonaba algo rota después de la noche que paso.

-Aguanta un poco, cariño...

El apodo le sobresalto al omega, y un escalofrío le recorrió el cuerpo. El alpha gruño al sentir la presión y dio una ultima estocada que sobresalto a ambos al sentir como anudaban.

-Mierda...- Mukuro estaba tan cegado por el celo que casi muerde el cuello de Tsuna, pero no quería que ese momento tan extraño fue realmente el recuerdo que tuvieran de su unión.

-Estas bien?- le pregunto el mayor mientras trataba de no dejarse caer.

-Duele...- susurro el castaño.

-Perdon Tsuna... - le acomodo y lo cargo para acostarle sobre el.

El omega se abrazo a su cuerpo y dejo caer su cabeza sobre su pecho, mientras Mukuro le daba besos y pequeñas caricias a su espalda para tranquilizarlo.

-Estas mejor?- le pregunto también el menor.

-No te preocupes...

-El celo es doloroso, también me preocupa...

-Estoy bien, tu me preocupas más

-Estas afectado aun por el celo? Estas siendo muy meloso- se trato de burlar, pero el cansancio empezó a adormecerlo.

-Eres un consentido- Mukuro no se sentía afectado, la verdad le alegraba de alguna manera que su primer celo fuera con Tsuna y sumandole a eso, habían olvidado el tema horrible del que estaban hablando.

Pero para Mukuro solo era momentáneo, el tema no se le olvidaría, y planearia algo... aunque ahora solo quería consentir al castaño.

-Ey... sobre lo de antes.

-Aun quieres hablarlo.

-No, solo... gracias por estar para mi- Tsuna se acurruco aun más y por fin se quedo dormido.

Mukuro siguio despierto un rato, su celo estaba por desaparecer, pero aun existía su necesidad por proteger a su omega.

Empezo a divagar entre varias cosas... era claro que no podía dejar a Tsuna, y ahora no se podía sacar de la cabeza la venganza de su cabeza... y era claro que no se detendría hasta tener a ese idiota suplicando.

Y así siguió otro rato, pensando en que en algún momento tendría que hablar con la madre del omega y hablar públicamente de su relación con los otros molestos amigos del castaño, pero a que tanto podría llevar esa relación?

Que tanto Tsuna le necesitaba?

Beso su mejilla y al mismo entro en cuenta de que... lo habían hecho sin condón y había anudado...

Se estreso, pero no se podía mover, aun seguía dentro del otro y no quería despertarlo... estaba jodido.

Como rayos se lo iba a decir en la mañana?