Capitulo 19
-Estas bien?
-Si...
-Desde que regresaste pareces incomodo...
-Estoy bien
-No insistiré más, pero por lo menos dime que sucedió.
-Lo siento... estoy algo alterado- Tsuna por fin empezó a calmarse y se dejo caer sobre Mukuro- mmh digamos que adelante algunos planes.
-Y eso planes son?- pregunto mientras me abrazaba y se recostaba junto conmigo.
-Recupere la casa de los Vongola... y probablemente hice enojar a unos beneficiarios... y a otros los tengo encerrados para interrogatorio- entre más confesaba, más iba bajando el tono de voz- y... ahora se supone que debo tomar de nuevo el poder de la mafia.
-Que?!- Mukuro tardo en reaccionar, pero no le gusto nada de lo que había escuchado.
-Bueno... me llamaron para alguna idiotez y colmaron mi paciencia, además Hibari estaba...
-La almendra estuvo ahi!
Ahora si exploto. El omega se encogió al sentir el enojo del mayor y tuvo que ocultar su rostro entre sus rodillas, hace mucho no se sentía indefenso ante alguien más y justo ahora lo habían roto... después de tanto estrés y luego esto, estaba algo sensible.
-Porque no me llamaste?- se dejo caer sobre la silla junto a Tsuna y no quería dejarse llevar por sus sentimientos.
-No lo creí importante, lo arreglamos rápido.
-Ese no es mi punto, es que.... ah~ olvídalo.
-No quiero que lo tomes a mal, yo actué como el jefe Vongola, no como Tsuna.
-Bien, olvidemoslo- se relajo y le tomo de la mano- mas importante, estas bien?
-Si...- sin levantar el rostro, le tomo de la mano.
-No estoy enojado tampoco, solo quiero que entiendas que estoy preocupado.
-Nos pasara mucho esto, estamos en la mafia...
-Te pedí que escaparamos... es una solución.
-Quieres dejar desprotegidos a todos?
-Eres el único importante para mi- su voz se volvió más profunda.
-Yo no podría dejarlos...- se sintió agobiado por la confesión.
-Lo se... pero tenía que intentarlo -se soltó de su agarre y eso hizo que Tsuna levantara el rostro.
-Yo...- se sintió nervioso, sentía la desconfianza y lo dolido que estaba Mukuro con el y quería que lo entendiera.- quiero contarte algo...
-No creo que sea el momento Tsunayoshi, yo... creo que iré a casa por hoy.
Suspiro y volvió a dudar sobre confesar. Al final se rindió y trato de convencerlo de otra forma.
-Te necesito, esto no es fácil... te elegí a ti como mi pareja, sobre todos los demás eres importante, pero ellos también... ellos son...
-Lo se... solo deja que lo piense un poco, es un gran cambió para mi. Te quiero a ti, pero no puedo aceptar a todos los demás en mi vida de golpe.
-Lo entiendo, pero aceptarme a mi... confía en mi.
-Suena horrible si lo dices así- lo dudo- confío en ti.
-Entonces mantente a mi lado... y ayúdame, me has visto derrumbarme, así que yo quiero que sigas ahí siendo mi apoyo.
-Bien, entonces vamos a a esa mansión.
-Que? Porque?
-Necesito desahogarme con alguien.
Ni siquiera espero al castaño, él tomo el camino hacia ese lugar, de verdad necesitaba golpear a alguien.
Llegando al lugar Tsuna no se interpuso, dejo que Mukuro hiciera lo que quisiera. Se quedo sentado en una esquina y espero, retuvo la ansiedad y las lagrimas hasta que el alpha termino.
Mukuro regreso a su lado, lleno de sangre y la mirada perdida, como si el instinto lo gobernara, pero al ver al omega tan afetado... se reprendió.
-Ey... Tsunayoshi...- trato de tocarlo, pero este se aparto.
-Lo siento, yo creo... que me quedare a dormir aquí.
Ninguno entendía lo que acababa de pasar, solo se abrió una brecha entre ambos. La golpiza sádica que dio Mukuro a los prisioneros, le hizo recordá a Tsuna la mala experiencia que habían tenido al conocerse y al mismo tiempo al idiota de Byakuran.
Solo necesitaba un momento, quería recuperarse... y pensar las cosas, ambos se conocían, así que solo necesitaban procesar lo que acababa de pasar.
Tsuna se sentía perdido. Amaba a esos dos, no había forma de escoger y menos despues de hoy, pero no iba a traicionar a Mukuro, si mundo cambio por culpa del castaño y eso era lo que más les unía, el sacrificio de ambos.
Con eso en mente Tsuna realmente quiso sincerarse, quería dejar ir todo y por fin ser totalemnte transparente con su alpha, con quien había escogido como su pareja.
Así que fue hasta su cuarto y como niño pequeño espero hasta que abrieron la puerta y sin levantar el rostro hablo.
-Podemos hablar?
Mukuro tampoco sabia como reaccionar, solo le dio paso para que el omega entrara por si solo. Ambos se sentaron en la cama, uno al lado del otro y esperaron para tener el valor de hablar.
-Que sucede?- pregunto el alpha algo desganado.
-Yo quiero hablarte de algo... que paso hace un tiempo.
-Crees que es momento para hablar de ello?
Tsuna se cohibio de nuevo, sentía que era algo imprudente y que tal vez debía seguir guardando el secreto, pero sus lagrimas le traicionaron y trato de limpiarlas lo antes posible.
-Lo siento... tienes razón, creo que regresaré y...
-No. Lo decía por tu bien, no parece que me quieras a tu lado en este momento.
El castaño se dejo caer en los brazos de Mukuro y se sentó sobre su regazo mientras buscaba su calor.
-Quiero que escuches... y quiero que este ahí para mi después de esto.
No obtuvo respuesta, sintió el aroma de Mukuro aumentar y pequeños jadeos en su oreja, pero cuando trato de preguntar, solo le obligo a pegar su cara a su pecho hasta tranquilizarse.
-Estoy bien... escucharé lo que tengas que decir.
-Bueno... yo, cuando perdimos contactó...fue cuando tuve un problema que realmente me sobrepaso...
-Los atacaron no es así?
-Bueno si... pero eso solo fue la versión que dimos para no alterar a nadie. Ese día fue una emboscada, nos conocían bien, atacaron al pueblo sin piedad y cuando yo llegue... no había mucha gente que me pudiera cubrir.
-Porque no pediste ayuda?
-No podía... no había forma de que llegaran a tiempo y...
-Y?
-Ahh... ese dia me encontré con un hombre llamado Byakuran.- dije el nombre con asco y mi cuerpo temblaba sin poder evitarlo.
El alpha se dio cuenta y reafirmo el abrazo, algo le decía que esa conversación no iba para mejor.
-Habia escuchado ese nombre en el bajo mundo
-Algo así, su nombre solo era un rumor... hasta ese día, más que una pelea... eso fue una humillación, ese hombre no se molestaba en ocultar sus feromonas, jugo a su favor todo el tiempo y al final...
Tsuna encajo un poco sus dedos en la espalda de Mukuro y mordio sus labios de los nervios, volvió a llorar y trataba de aferrarse al mayor.
-Basta, no tienes que contarlo
-No! Yo quiero hacerlo... solo que...
-Esta bien, lo hablaremos otro día.
Mukuro esta insistente de dejarlo por ahora, se sentía extraño. No podía controlar su aroma y su piel ardía... en momentos se le nublada la vista y quería estar solo, por cualquier cosa no lastimar al omega.
-El me violo...
La respiración se le corto, abrió los ojos de más y creo que hasta su piel palidecio ante la noticia...
Que acaba de decir...?
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