Capitulo 13
Lo volvió a dejar ir... se había jodido solo.
-El anhelado cielo nunca estará unido a la niebla...-susurro con melancolía.
-Si que eres un tonto...- escucho la voz de Tsuna detrás de el.
Se volteo sorprendido y con una gran sonrisa, pero fue borrada enseguida al sentir el fuerte aroma del omega.
-Como pudiste salir a la calle en esas condiciones?!- soltó el grito.
-Ey... estoy bien si?
-Pense que fuiste a la fiesta... no ha encontrarte con ese idiota- sus celos eran evidentes, pero Tsuna ni siquiera parecía notarlo.
-Las cosas se complicaron... no tenía pensado encontrarme con él- los nervios del omega estaban de punta.
-Y que paso esta vez? Una pelea? Un enojo? Un juego infantil?
-Lo haces sonar como si todo estuviera planeado...
-Porque siempre es lo mismo!- ambos empezaban a alzar la voz.
-Entonces porque me dejaste ir?!
Eso dejo descolocado a Mukuro, tenía razón... él lo había dejado y ni siquiera trato de detenerlo o hablar con él de lo que paso anoche, solo se estaba comportando como un niño...
-Tienes razón, creo que... no estoy pensando bien las cosas, es mejor que me vaya- trato de huir, pero Tsuna le retuvo.
-Me pediste que te escogiera, no es así?
-Me escuchaste?- estaba tan sorprendido que no pudo siquiera ocultarlo.
-Desperte por el ruido... y pensé que me lo dirías cuando despertamos, pero era como si lo hubiera soñado- sus ojos se cristalizaron y Mukuro no pudo evitar sentirse culpable.
-Soy una horrible persona Tsunayoshi, ni siquiera deberías de estarme dando una oportunidad- limpio las lagrimas que comenzaban a bajar por sus mejillas.
-Ambos estamos dañados, hemos sido usados y dejados, hacemos lo que podemos por los que queremos y aun así estamos solos... no somos muy diferentes- el pequeño cuerpo del castaño comenzaba a temblar.
Su celo se había calmado un poco por la adrenalina del momento, pero no tardaría mucho en caer bajo el efecto. Trataba de hablar claramente y expresar lo que deseaba, estando consciente, el quería que se confundiera cuando se estaba exponiendo totalmente.
-Tsuna... tu eres lo más puro que he conocido, no somos nada iguales- beso su frente y trato de separarse de él, pero el omega no lo dejó.
-Te estoy tratando de decir que eres tu a quien escojo... así que deja de tratar de ser el buen chico cuando se que no lo eres!- el castaño se aferro a su torso en un abrazo gritando su ultimo intento por ser aceptado.
-Tu en serio...- dejo caer su cabeza sobre el hombro del más pequeño- me quieres a mi?
-Me gustas...- la respuesta del omega descoloco totalmente al alpha.
-No se que clase de chicos malos conoces, pero te aseguro que si soy uno- se levanto e hizo alarde de su altura al ver al omega hacia abajo- y... si contigo soy diferente, es porque también me gustas...- trato de ocultar un poco su sonrojo poniendo su brazo de por medio.
-Ahora eres mio...- lo tomo de la camisa y lo bajo a su altura- no me importa lo que seas, mientras yo siga siendo especial para ti, como tu lo eres para mi- terminó su frase juntando sus labios.
Cosa que Mukuro no se negó, dejo que sus instintos hablaran y tomo a Tsuna de sus glúteos, apretandolos un poco en el proceso y cargandolo, para que pudieran estar más como dos.
El castaño enredo sus piernas en la cintura del alpha. Se sentía tan protegido y apreciado en ese momento, que por un momento habia olvidado la violación que tuvo hace unos años, pero cuando sintió la mano de Mukuro entrando por su camisa un escalofrío de terror le recorrió la columna y le puso la piel de gallina, provocando que mordiera el labio del mayor.
-Perdón- se sintió culpable y aterrado al ver la sangre salir de su labio.
-Estoy bien... me preocupas tú, te hice daño?- parecía enojado al mismo tiempo que hacia la pregunta.
-No! -contesto de inmediato y aun se aferraba a él.
No quería que lo dejara, no quería que lo malinterpretara... quería avanzar y quería que eso funcionara, talvez no le gustara Mukuro de la manera que le gustaba Hibari, pero había una atracción y cariño en ambos, algo que desde hace tiempo sabían.
Tsuna había perdido la virginidad con Mukuro, pero era cierto que fue por el rechazo de Hibari y al siguiente día antes de que él despertara... él ya se había ido.
Se volvieron a ver una vez, una misión en Rusia. Un problema entre las mafias le hizo pedirle ayuda... y al finalizar festejaron. Con tanto alcohol en el sistema y la tensión sexual, era claro que iba a volver a pasar, pero esta vez al verse en la mañana ninguno se atrevió a decir nada, simplemente tomaron sus cosas y se fueron.
Después de eso, por llamada seguían en contacto, pero todo eso se acabo cuando Byuakuran lo violó...
El rechazo de su destinado, la amarga relación con Mukuro, el desapego con su familia y amigos, ser el líder de una Mafia donde todos los días muere alguien... y la cereza del pastel fue la violación.
Definitivamente Tsuna se estaba dejando morir.
Y justo ahora Mukuro era su único apoyo, estaba dejando que él fuera su único pilar en la vida y si lo dejaba ir... no podría levantarse de nuevo.
-Deja voy por medicina, necesitamos controlar tu celo y...- Mukuro estaba algo contrariado, su cabeza era una maraña de pensamientos, pero solo quería tener a Tsuna cómodo.
-Quiero hacerlo...- el eco de la voz del omega hizo parar en seco al alpha, sintió como sus manos se entrelazaban y veía el sonrojo de Tsuna mientras ocultaba su mirada recargando su cabeza en su pecho.
-Nunca nos hemos acostado en tu celo...- se escucho la preocupación en su voz.
-Esta bien... quiero que lo pases conmigo...
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