Capitulo 10

-Sabes que vas a tener que dar respuestas tarde o temprano...

-Por ahora solo quiero disfrutar mi casa Reborn, podrías dejar de preocuparte por un rato...- contesto Tsuna mientras se acurrucaba en el sillón.

-Llegaste con Mukuro... es claro que tengo preguntas y cada vez son más, pero siempre evitas darme respuestas.

-Y si sigues acosandome con más preguntas estaré pensando en dormir en la guarida...

-Entonces arreglemos esto de una manera más simple, de una manera en la que nos sintamos más cómodos...

Eso llamo la atención de Tsuna, lo volteo a ver de reojo, pero no se movió en ningún momento.

-Hablas en serio?- trato de probar terreno.

-Claro que si... cuando te he mentido?

-Ah... déjame lo pienso- Tsuna se puso de pie.

-No respondas... ambos sabemos que nos entendemos mejor con los puños que con palabras.

-Solo es por la adrenalina, no pensamos cuando estamos tratando de ganar- los ojos de Tsuna reflejaban emoción, el pequeño brillo ámbar empezaba a sobresalir.

-Mientras obtenga información, no me importaría perder- Reborn sonrió con prepotencia.

-Como si pudiera creerte- se burló- odias perder.

-Claro que si- se rio- y hoy no será la excepción.

Aunque ambos parecían bromear, se sentía la tensión. Esa pelea solo seria una forma de sacar estrés y era algo que ambos de verdad necesitaban.


-Porque nos reunimos tan temprano?- preguntó Lambo adormilado.

-Bueno... dirá que llegamos tarde- contestó Yamamoto.

Con esa respuesta todos los que iban llegando prestaron atención para saber a que se refería. En cuanto escucharon la primera explosión, todos los que aun iban algo despistados, reaccionaron de inmediato.

-Que carajo sucede aquí?- pregunto Gokudera, mientras trataba de encontrar lo que causo esa explosión.

-Llegamos temprano porque en la guarida dejamos los papeles que nos dio Tsuna, pero antes de poder entrar, nos encontramos con ellos...- contestó Chrome.

-Ellos?- insistió Gokudera.

-Tsuna y Reborn...- contesto Yamamoto incrédulo.

-No es raro verlos juntos... porque nos llamaron si es normal que estén aquí? -pregunto Ryohei algo molesto por ser levantado tan temprano cuando estuvo entrenando tan tarde el día anterior.

-Porque cuando llegamos eran las seis de la mañana...- Yamamoto volvió la mirada a donde por fin se habían detenido un momento los mencionados- cuando les llamamos llevaban una hora pelando y justo ahora van casi dos horas.

-Estoy segura que cuando llegamos ya llevaban bastante tiempo aquí- susurro preocupada Chrome.

-Y porque no los detuvieron?- grito Gokudera cuando por fin entendió todo.

-Porque...- hubo un pequeño silencio- parece que Tsuna necesitaba esto...

-A que te refieres?- Lambo también se preocupó.

-Han estado gritando algunas cosas... y la mirada de ambos, parece ser...

-Que necesitan desahogarse...

-Yo creo que debemos detenerlos- hablo Mukuro, asustándolos al no haberle notando.

-No están haciendo nada malo, ya les hemos visto de esta forma.- aseguro Ryohei.

-Estoy de acuerdo con el cabeza de piña- Hibari decidió aparecer.

Mukuro en realidad llevaba ahí desde que salieron de casa de Tsuna, se había arrepentido de dejarle en casa y no decirle nada, así que había regresado, pero se encontró con la sorpresa de que el niño y él iban saliendo.

Los siguió solo para estar seguro, aunque no se espero que empezaran a pelear y todo lo que se empezaron a preguntar.

Mukuro después de ver toda aquella escena, no pudo quitar la mirada ni por un segundo, sentía que si no estaba ahí para cuando Tsunayoshi lo necesitara, no tendría derecho de protegerle después.

Por otro lado Hibari llego junto con los demás, pero no quería ser visto... ya que el si había detectado a Mukuro desde que llego y quería averiguar que sucedía antes de aparecer.

Pero al igual que al otro alpha, Tsuna acaparó toda su atención. Para ellos el omega lo era todo... y justo ahora la tensión de ver los golpes y escuchar los gritos de Tsunayoshi empezaban a sobrepasarles.

-Estarán bien...- se trato de convencer Lambo.

Pero el también se sentía incómodo al ver esa escena, Tsuna ere el primer amigo que no le menospreciaba y le quería como era... y por otra parte Reborn era algo más, algo que aun no descubría, pero que sabia que quería. También quería que esa pelea acabara...

Un golpe retumbó y llamo la atención de todos. Mukuro fue el primero en reaccionar, pero Hibari se movió antes.

Hibari detuvo el cuerpo del castaño antes de que llegara al impacto contra el suelo, ambos se quedaron inmóviles por unos minutos, pero Tsuna se aparto de manera brusca y parecía algo desubicado.

El omega busco con la mirada a quienes por el aroma ya había identificado, dio un gran suspiro y miro al cielo tratando de tranquilizarse.

Estuvieron mucho tiempo peleando, Reborn tenía algunos rasguños y él mismo tenía algunos buenos golpes, pero aun así no logro sacarle la información que quería, si... tuvo que confesar varios delitos que hizo mientras estaba en Italia, pero nada que comprometiera sus verdaderas pesadillas.

-Se acabó el espectáculo- gritó Tsuna para que los espectadores dejaran de ocultarse.

Reborn gruño al darse cuenta que su pelea había acabado, se sentía frustrado...  el chico que tenía delante, ya no era el niño que era fácil manipular.... era un verdadero líder de la mafia y debería estar feliz por él, pero algo no terminaba de encajarle.

-Deberías tener más cuidado- soltó de la nada Hibari- cuando estas en una pelea deberías cuidarte no solo de tu rival, si no de tu entorno.

Tsuna estaba sorprendido. En serio le estaba regañando? Entendía lo que le decía... pero porque se lo estaba diciendo?

-Yo... cada vez estoy más confundido...- el castaño se sentía hasta cierto punto ofendido- cuando decido alejarme, porque eres tu quien ahora viene a mi? Necesitas algo más? Quieres que lo poco que atesoro de ti se acabe? O solo quieres jugar conmigo?

La mirada del castaño le caló hondo a el pelinegro, noto lo destrozado que había dejado al chico... y aunque le dolía no dejaría que lo notara.

-Si mueres es claro que yo me quedaría sin trabajo...- reacciono tarde, esas no eran las palabras que quería decir y cuando se dio cuenta de su error vio el quiebre que provocó en Tsuna.

-Se me olvidaba que solo soy una fuente de empleo...

El omega mordía su labio inferior tratando de aguantar las lagrimas, no dejaría que lo vieran, no necesitaba lastima...

Apresuro el paso y fue a la guarida, ignoro a todos los que encontró en el camino y antes de que pudieran entrar cerro la puerta, no quería a nadie ahí... solo tenia que aguantar, ya lo había hecho una vez... el estaba bien solo...

-No necesitas ocultarlo- se sorprendió el escuchar a alguien más.

-Vete!- le exigió.

-No lo haré...- la voz del otro se hizo dulce, casi un consuelo.

-Por favor... solo vete...- le rogo ya casi al borde de las lagrimas.

-Esta vez no te dejare solo- le susurro al oído.

Y por fin Tsuna se vino abajo, se soltó a llorar y se aferro a esa persona que aunque talvez no era confiable... era el único que podría hacerle olvidar.

-Mukuro...

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