𝐩𝐥𝐞𝐚𝐬𝐮𝐫𝐞 𝐬𝐨𝐮𝐥 ☠︎︎


JungKook es joven e ingenuo, todos llegan a hacerlo sin excepción de nadie. 

En una de sus tantas noches de locura conoció al mayor de sus pecados, a quien vendió su alma y quedó desamparado de aquel que llaman todopoderoso.

La culpa se la lleva el alcohol, defiende JungKook. Pero siendo ignorante de que sus borracheras también son pecado, un vicio sin fin.

Aunque hace un tiempo JungKook dejó de excusarse y comenzó a disfrutar de aquel peligroso ser.

Él ocultaba su verdadera identidad bajo el nombre de Kim TaeHyung, estudiante de universidad, cajero de medio tiempo y roba almas por necesidad. No obstante, desde que conoció a JungKook y este enlazó su vida a él, aquello último dejó de ser necesario.

En cualquier lugar, en cualquier momento, incluso su juego previo. Sí TaeHyung lo deseaba, TaeHyung lo tendría. JungKook aprendió a vivir con ello, también al hecho de que se volvió un ser inmortal, pero con un alma de poco durar debido a que el demonio se alimenta de ella. Sin embargo, su alma se regeneraba a penas TaeHyung finalizaba su "comida".

Ahora, TaeHyung se encontraba jugando con sus dedos, pasando de una mano a otra su magia negra. Jeon, por otro lado, se encontraba terminando lo que sería su tarea final.

TaeHyung no estaba feliz. Él desea la atención de su humano, su torpe y sumiso humano.

—JungKookie, tengo hambre, ven aquí.

—No ahora, TaeHyung. Estoy muy ocupado como para distraerme con tus malditos juegos.

—Oh vamos, cariñito. Mis malditos juegos, así como los llamas, te encantan y lo deseas en este momento y puedo notarlo —dijo, refiriéndose al cuerpo tenso de JungKook—. ¿Te pone mi voz o ya te imaginaste cosas sucias?

—Uhg, odio que uses tus estúpidos poderes para conseguir lo que quieres —suspiró audiblemente—. Tú ganas, diablito, ven por ello.

Y así comenzó.

TaeHyung gateó lentamente sobre la cama de JungKook, mientras que este giraba su silla y con una sonrisa ladina esperaba por él.

Cuando estuvo al borde de la cama sin problemas y con movimientos sensuales se levantó de ella para luego tomar asiento sobre el regazo del menor. Sus piernas a cada lado de las caderas de Jeon.

—No te tomes tantas libertades como sueles hacer, debo terminar esa mierda de tarea para mañana, ¿de acuerdo?

—Que aburrido, JungKookie. Pero está bien, de algo vas a tener que vivir después de mí, claro.

Juntó sus labios en una danza sensual y movió sus caderas, restregándose en el miembro semi-erecto. JungKook jadeó y su agarre pasó de la cintura hasta la cadera de TaeHyung, haciendo sus movimientos ir más rápido.

El chico demonio rió ante la desesperación, pero no lo culpaba. Después de todo, su culo también estaba desesperado por ser jodido. Oh sí, TaeHyung amaba ser jodido.

Aún con sus movimientos de cadera quitó la camisa de Jeon para besar con comodidad su cuello. JungKook no quiso quedarse atrás, por lo que rasgó sin pudor el diminuto bóxer de su demonio y acarició parsimoniosamente sus muslos y nalgas, robándole un par de jadeos.

Volvieron a unir sus bocas. JungKook, sin pensarlo dos veces, se levantó de la silla para recostarse en la cama con las piernas de TaeHyung alrededor de sus caderas y brazos alrededor de su cuello.

Se deshizo de la camisa gigante del castaño primero para proceder luego con su propio pantalón de chándal y ropa interior, quedando ambos completamente desnudos.

Comenzó un recorrido de besos, despegando desde sus labios hasta el destino que era su pecho. Los pezones era una de las muchas partes erógenas de TaeHyung, JungKook no tenía problema con ello, aquellos botoncitos cafés eran perdición para sus labios.

Pequeños jadeos comenzaron a hacerse presentes por parte de TaeHyung. La lengua de JungKook hacía muy bien su trabajo. Algo que le pareció un poco egoísta al mayor, por lo que mientras JungKook se encargaba de sus pezones TaeHyung decidió encargarse de la erección del pelinegro.

Bombeó lentamente. Haciendo de JungKook un martirio. Dejándole con ganas de más.

Pero JungKook no tenía tiempo para las mierdas de TaeHyung.

Así que giró bruscamente el cuerpo de TaeHyung, quedando este bocabajo en la cama. Sabía que no podía verle, pero TaeHyung estaba sonriendo coquetamente ante la acción de JungKook.

Sus ojos brillaron en un rojo más intenso del que normalmente poseía y sus vellos se erizaron al sentir como la lengua de su humano se arrastraba de su cuello hasta el inicio de su esponjoso trasero, abriéndose camino hasta su entrada.

Por suerte decidió tomar una ducha hace no más de veinte minutos.

Pero JungKook no paró ahí, en su zona sagrada. En su lugar, mordió sus muslos y se separó de su piel. TaeHyung vio de reojo como JungKook hurgaba entre los cajones de la mesa de noche por, lo que cree el demonio, lubricante.

—No que sin estúpidos juegos previos, ¿eh, JungKook?

El azabache rió seco.

—Yo no soy como tú, TaeHyung.

Un escalofrío corrió por su espina dorsal justo en el momento en que el lubricante hizo contacto con sus carnes.

Sí, definitivamente JungKook no era como él.

Jadeó en cuanto la lengua de JungKook por fin se adentró en él. Pero un gemido ronco escapó de su boca cuando un dedo hizo intromisión también.

Oh sí, JungKook no jugaba juegos previos, pero sí jugaba sucio, muy sucio.

No había movimientos lentos, su dedo entraba y salía rápidamente al igual que su húmedo musculo. TaeHyung suspiraba y aguantaba las lágrimas traicioneras que deseaban caer.

—Vamos, JungKook..., no seas así —dijo entrecortado.

Y para qué habló.

Dos dedos más irrumpieron su cavidad bruscamente, dando de llano con su próstata. Un gemido agudo salió desde el fondo de su garganta. Eso no lo vio venir.

—¿Eso era lo que deseabas, bebé?

TaeHyung sólo pudo gemir en respuesta. Sus dedos se movían bruscamente dentro de él.

—J-JungKook —gimió—... Te quiero, te quiero dentro. A-ahora.

El mencionado obedeció. Los encantos de TaeHyung eran potentes.

Así que prosiguió. Sacó sus dedos y giró el cuerpo delgado, quedando ahora frente a frente. Volvieron a unir sus bocas, iniciando una guerra con sus lenguas mientras que JungKook aplicaba torpemente lubricante sobre su miembro. Era brusco, sí, mas no quería lastimar demasiado a TaeHyung.

Sin separar sus bocas se fue introduciendo poco a poco, robándole jadeos tanto a TaeHyung como a sí mismo. Estaba apretado, aunque no al punto de serle imposible deslizarse dentro, de todos modos, no había pasado mucho tiempo desde la última vez lo hicieron.

TaeHyung era un diablito muy hambriento.

Cuando estuvo totalmente dentro se quedó quieto por unos minutos, dándole tiempo al cuerpo de TaeHyung para que se acostumbrara a su tamaño. Mientras que esperaban, JungKook se dedicó a lamer, morder y chupar el cuello y clavículas del mayor, dejando marcas repartidas en todo el lugar.

—Puedes moverte... Muévete ya.

—¿Tan hambriento estás, TaeHyungie? —burló.

—Oh, cállate y solo jódeme.

JungKook bufó por la actitud de TaeHyung, pero de igual forma obedeció la petición de su mayor.

Comenzó con estocadas lentas, tanteando la próstata de su chico. Ambos jadeaban y de vez en cuando gemidos de parte de TaeHyung hacían acto de presencia.

JungKook se cansaba rápido de lo aburrido, por lo que empezó a aumentar la velocidad y fuerza de sus embestidas. Por fin dando en el punto dulce del demonio. Mirando como lágrimas comenzaban a desbordar de los ojos de TaeHyung. Escuchando como los jadeos se convertían en gemidos cortos y poco ruidosos.

Pero no se sentía satisfecho con ellos.

Así que tomó con fuerza las caderas del mayor para marcar un mejor ritmo, marcando sus manos en ellas, consiguiendo estocadas más rápidas y acertadas. De esa manera logró hacer que los gemidos de TaeHyung se volvieran alaridos de placer y aquel rogara por más.

JungKook sentía que ya estaba cerca. Por lo que tomó el miembro desatendido del castaño, masturbándole para llegar juntos.

—¡Joder, JungKook! —gimió alto— Vamos, cariño, ya casi.

Y fue cuestión de minutos para que ambos alcanzaran su clímax, siendo TaeHyung el primero de ambos por el doble estimulo.

Sin salir de su cálido interior se sentó sobre la cama con TaeHyung sobre él, justo en el momento en que vio estrellas donde no las había.

TaeHyung sonrió antes de unir sus bocas y aspirar aquel tesoro que le mantenía vivo y en la Tierra.

El alma de un joven pecador.

Un joven que estaba robando lo que creía no tener.

JungKook estaba irrumpiendo en él. Mucho más profundo de lo que su magia negra podría llegar.

El joven pecador, Jeon JungKook, estaba robando su corazón... Así como el robaba su alma sin pudor.

pleasure soul│one shot

2K18©KOALATEACHER

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admiro a las personas que escriben lemon cada dos capítulos en sus historias bc i can't with this

 no vuelvo a escribir lemon en mi vida :)

happy halloween! 👻 [sí, esto era un os que hice para halloween hace casi dos añitos, no sé porque lo mandé a borradores, la verdad, está bastante bien, me gustó. gracias por leer y perdonen cualquier error. ¡espero les haya gustado! u.u]

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