Capítulo 11.
Desperté en lo que creía que era un hospital, confundida, intenté moverme pero mi brazo tenía una aguja clavada a lo que di un pequeño chillido.
Estaba sola, en un enorme cuarto blanco y lo único que se escuchaba eran mis signos vitales, el silencio era atroz y me desesperaba.
— ¡Hola! —grité esperando llamar la atención de alguien. Trate de agudizar mi oído y oír si alguien pasaba cerca, nada. Pocos minutos después se podía oír como unos tacones resonaban fuera de mi habitación, me moví ansiosa.
Justin, había entrado con aires superiores, acompañado de una mujer. Mire desesperada para todos lados, buscando una salida.
— Ella es Martha, tu psicóloga —le lanzó una mirada coqueta y le dió un pequeño empujón. Oh, Martha si puedes salvarte de este calvario hazlo ahora. Porque yo estaba atrapada, estaba sola, perdida, al borde del abismo, había tocado fondo y sentía que no tenía a nadie.
— ¿Psicóloga? —pregunté extrañada, yo no necesitaba nada.
— Cariño, Justin me ha contado todo, sobre tu ex —¿Que? Estoy confundida, de que demonios hablaba.
— Yo le dije, Martha. Esta confundida todavía, en shock —la tomó del brazo y la acompañó hasta la puerta— ahora tiene que descansar —y cerró, dejándonos solos en el cuarto. Había silencio, prefería no hablar y que el tampoco hable, quería escapar. Me sentía sofocada y mareada, sentía asco dentro mío, ¿Como una persona puede ser tan cruel y destructiva?
— ¿Como estas? —preguntó Justin acercándose, comencé a llorar de nuevo.
— ¿Ahora te preocupas por mi? —murmuré sin aliento, estaba nerviosa por tenerlo tan cerca mío. No me gustaba y no quería, quería que esté a ochocientos metros con una orden de restricción. El me miró como si estuviese loca.
— ¿Gracias? Te he salvado la maldita vida, maldita sea —mostraba un evidente enojo, menudo hijo de puta.
— Gracias a ti estoy aquí, no trates de manipularme —volvió a mirarme confundido.
— Deja de confundir las cosas, si que estas mal —se sentó en el sillón mientras esperaba al doctor— Todas las cosas que me has hecho y sigo aquí —ignoré sus falacias, cansada.
— ¿Puedes darme mi telefono? —Justin señaló la mesa que se encontraba a mi lado y lo tomé.
Lo encendí y había varios mensajes de un extraño llamado Sean, ¿Quien carajo era?
"¿Nos volveremos a ver? ¿Todavía me debes unas cervezas? ¡Y han pasado meses!"
Y más mensajes de gente no interesante. No se como habían encontrado mi móvil, hace más de meses no lo tenía conmigo.
Presto atención al médico entrando por la puerta y me siento. Una loca idea cruza por mi cabeza y vacilo si llevarla a cabo o no. Suspiro y decido hablar.
— Quiero hablar con el medico —miré al hombre que habia arruinado mi vida y aclaré mi garganta— Sola, por favor —Justin asintió con su cabeza y salió de la habitación— Ayúdeme, por favor —susurré desesperada.
— Chloe, aquí estas en un lugar seguro, nada te pasara —comencé a removerme nerviosa, ¿Chloe? ¿Quién demonios es Chloe?
— Por favor, me quiero ir —lloriquié, sintiendo como un ataque de panico iba envolviendo mi cuerpo e ignorando el error del medico. Mi respiración salía de forma erronea de mi cuerpo, mi vista se iba nublando mientras lagrimas desilusionadas salían disparadas de mis ojos— El me matará, eres mi unica salvación —mis palabras salían de forma torpe de mi boca.
— Nadie te hará daño, sólo respira y piensa en todo lo que ha pasado y como es que tu amigo te ha encontrado viva —¿Amiga? ¿Que pasaba aquí? Estaba aturdida, desorientada, no podía entender que pasaba a mi al rededor— Tienes un tratamiento que cumplir aquí, lamento decirlo pero no te iras en un buen rato así que ve acostumbrandote —me habló de mala manera. Nada servía, no tenía escapatoria, era mejor aceptar que mi vida sería un infierno, un martirio sin fin y al final todo era negro.
— ¿Chloe, me escuchas? —oía la voz del médico a lo lejos, podía sentir mis palpitaciones rápidas mientras me iba adentrando en un pozo negro sin retorno.
No pediré mas disculpas ya que seguro ya están cansados de leerlas, me llevo más de un año que la inspiración vuelva. Tenía un par de capítulos escritos, pero borré todo ya que no me convencía.
Espero que les guste, y muchísimas gracias por seguir leyendo la novela!
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