•Pepper Potts.

Natasha, 26.

Continúe haciendo abdominales mientras me preparaba para ir a dormir. Hoy mi turno de cámaras es a las tres y media, son las nueve, por lo que debo ir a dormir ya antes de que sea demasiado tarde.

Pepper y yo nos hemos pasado un par de fotos temprano, fue divertido. Sigue viéndose bien.

Quedamos en charlar por llamada en un par de minutos, así que aprovecharé de salir fuera unos minutos y hablar con ella.

Me detuve y me estiré antes de salir con mi camiseta algo húmeda por el sudor, debo ducharme.

Vi a Peter fumando un cigarrillo, me ofreció y acepté.

—La noche está calurosa. —Comentó él apagando su cigarrillo en un cenicero.

—Sí, bastante. —Murmuré dando una calada al cigarrillo.

—¿Eres lesbiana, no?—Preguntó y solté una risita.

—No es por cortarte el rollo, pero no es algo que te importe. —Murmuré marcando el número de Pepper. —Gracias por el cigarrillo.

—Claro, cuando quieras. —Dijo observando el cielo mientras yo me alejaba en dirección a un árbol.

Sonaron cuatro pitidos antes de que la rubia de largas piernas contestara, cuando escuché su voz aguda sonreí.

—Hola, rubia. —Saludé.

Nat, ¿Cómo va todo? —Preguntó y casi pude sentir su sonrisa.

—Todo increíble, me daré una ducha e iré a la cama. ¿Me extrañas?—Pregunté con un tono algo egocéntrico.

Siempre te extraño, Nat. Sabes que nadie es tan especial como tú. —Sentí el tono sugerente y mis sentidos se pusieron alerta.

No miento cuando digo que pareciera que me prendo con agua.

—¿Ah sí? Que lindo oírte decir eso, Pepps. —Murmuré con la voz más ronca.

                             (•••)
Wanda, 20.

—¡Wanda! —Gritó Peter saltando sobre mí.

—¡Quítate!—Gruñí.—¿Qué pasa?

Acabo de dormir hace menos de una hora y éste tarado acaba de realmente despertarme luego de que me costara tanto.

—Te odio.—Insistí y él sonrió de medio lado.

—Ya sé por que Romanoff no te hace caso.—Murmuré.

—¿Por qué?

—Porque tiene novia, se llama Pepper, acabo de encontrar a Romanoff en Facebook como Natalie Romanova, y tienen fotos juntas. —Dijo rápidamente. —Es una psicópata, usa facebook.

—¿Qué? ¿Novia?—Pregunté decepcionada.—Bueno, eso explicaría que no me mire...

—Ya decía yo. —Se encogió de hombros. —¿Me haces galletas temprano?—Preguntó y asentí somnolienta. —Gracias. —Se levantó y caminó hasta mi puerta. —Romanoff tiene vigilancia de cámaras a las tres y media, úsalo para tu conveniencia.

—¿Cómo sabes eso?

—No revelo mis fuentes.

Salió de la habitación y suspiré. Romanoff con novia, eh.

Lástima. Veré que puedo hacer para arreglar su problema.

                               (•••)
Natasha's pov:

Bebí mi café, quince minutos viendo las cámaras de fuera, por suerte hay guardias.

Bostecé mientras cambiaba de sección, llegué a la pantalla de la cocina y vi a Maximoff aparecer en el recuadro. Llevaba una camisa que parecía ser más grande, probablemente de Erik. Sacó un poco de leche y subió sobre la encimera, lleva un short corto de pijama. Yo traigo dos jerseys, no entiendo como esta niña no tiene frío jamás.

Wanda separó un poco las piernas mientras bebía de la caja y se acomodó mejor dejando ver su camisa algo abierta, terminó por soltar un par de botones, porque aparentemente mojó la camisa.

Aparté la mirada sin embargo volví a clavarme en ella. La vi dejar caer un hombro de la camisa y uno de sus senos quedó al aire.

Mi respiración se cortó y aparté la mirada sintiendo vergüenza por haberla visto, incluso pensé que me sacarían de aquí porque todos sabrían lo que vi.

Volví a mirar de cualquier forma encontrándome con sus dos senos al aire mientras ella clavaba su mirada en la cámara. Tragué saliva y sentí mi respiración cortarse de golpe nuevamente.

Caminé hasta el otro monitor y traté de replantearme el hecho de que la acababa de verle los senos a mi jefa que es cinco o seis años menor mientras que sentía mi entrepierna humedecerse.

—Estoy alucinando... —Murmuré quitándome uno de los jerseys que traía. —Es todo producto de mi imaginación, y fue porque Pepper me ha dejado con las ganas, y como es la única mujer en kilómetros... Ha de ser eso.

—Kingo, voy fuera. —Dije por comunicador.

Caminé subiendo las escaleras y pasé por fuera de la cocina chocando con Maximoff.

Aparté la mirada.

—Buenas tet... Tardes, noches... Yo... —Joder. Soy estúpida. ¡Deja de pensar en que le viste los senos!— Adiós.

Traté de huir pero me detuvo.

—¿Estás ocupada?—Preguntó y tragué saliva. —Estoy aburrida, me desvelé y necesito hablar con alguien o perderé la cabeza...

Mi mirada bajó a su camisa abierta y vi el inicio de sus pechos, ella rápidamente me soltó cubriéndose.

—Lo siento. —Dije rápidamente. —No quise... Yo... Uh, disculpe.

Salí rápidamente y la vi darse media vuelta para subir las escaleras.

¡Soy una estúpida!

Nota de autor:

¡Hey!

-Codex.

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