•Natasha y Erik.

Wanda, 20.

Caminé de un lado a otro por novena vez. Mi habitación nunca se había sentido tan grande y aburrida.

¿Cualidades buenas? ¿Por qué cualidades buenas? ¡Yo también debería pintar libros de dibujitos! Estoy ansiosa, y me comí una manzana, pero me duele el estómago. ¿Cómo conseguiré encontrar algo bueno en mí? No hay, no existe, no veo cosas buenas.

—¿Estás despierta?—Escuché la voz de Charles fuera de mi habitación.

Son las cinco de la mañana, se supone que debería dormir.

—Sí, pasa.

El castaño quien hace dos días había cortado su cabello hasta dejarse sin nada de el, ingresó a la habitación.

—¿Qué haces despierta?—Preguntó y me encogí de hombros.

—Tarea.

—¿Lo del psicólogo, no?—Preguntó y asentí.—Entonces necesitas privacidad...

—Creo que lo dejaré para otro momento. —Murmuré.—¿Necesitas algo?

—Sólo quería saber como estabas.—Murmuró y asentí.—Nos hemos alejado.

Charles se sentó sobre el sofá de mi habitación. Dudé entre si se refería a que desde que llegamos aquí o se refería al hecho de que casi no salgo de la habitación.

—Todo lo de papá ha sido demasiado.—Murmuré.

—¿Lo de tu padre conmigo o lo de los negocios de tu madre?—Preguntó.

Me senté en la cama cruzando las piernas. Acaricié mi cabello mientras dejaba que Charles observara la fotografía de mi guardarropa.

En la fotografía estaban mis hermanos y yo recibiendo un beso en la mejilla de ambos. Papá la tomó.

Charles sonrió levemente acariciando la foto.

—Papá la tomó.—Murmuré.

—Son adorables...—Susurró.—¿Sabes todo lo que los amo?—Preguntó y sonreí.—Los conozco desde antes de que su padre y yo nos unieramos como socios... O algo más.

—¿Y eso por qué?

—¿Tú madre jamás lo dijo?—Preguntó y negué.—Fuimos amigos por años, bueno... Ella me dio una capacitación de aquellas, ya sabes, aquellas en donde ella solía impartir antes de dedicarse plenamente al hogar.

Asentí lentamente.

—¿Alguna vez te reprochó todo esto?—Pregunté y Charles suspiró.

Vi un aire melancólico en su mirada, pero a la vez vi el dolor.

Vi que movió la cabeza levemente y sin embargo apretó los labios en una mueca antes de balbucear con la voz algo seca.

—Ella siempre me reprochó arruinar su familia, pero sinceramente... Tú padre y yo, tenemos historia.

—¿Cuál es la verdadera?—Pregunté y Charles pasó su mano por su cabeza mientras me observaba en silencio.

—Nos enamoramos, estuvimos juntos en secreto por tres años, tu madre lo descubrió, tu padre me dejó... Pasaron dos años... Conocí a alguien en un bar... Recuerdo... Fue mi experiencia más relevante aquél año, y eso me obligó a buscar a tu padre nuevamente... Lo encontré, y no nos dejamos ir.

—¿Lo amas?—Pregunté esperando una respuesta que no me hiciera pensar que jugaba con Peter.

—No sé que sucede entre tu padre y yo.—Admitió.—Pero definitivamente amor no es... Compañerismo, tal vez.

Asentí lentamente. No quiero que lastime a Peter, incluso si no estoy de acuerdo con su relación, lo que espero es que lo cuide.

—¿No haz pensado en dejarlo?—Pregunté y pude ver como sus ojos se cristalizaban.—No debes hablar de eso si no quieres...

Él apartó la mirada y pude ver la tristeza esparcirse en su rostro.

Charles está cabizbajo, dolido, quizá hasta... Agotado.

—He pensado que estaríamos mejor separados. —Admitió.—Pero dejarlo me lastimaría, y sé que él tampoco me dejaría.

—¿Por qué me dices ésto?—Pregunté. Él sabe que yo sé.

Charles se encogió de hombros.

—Siempre haz sido mi favorita, y la favorita de Charles... Sé que quieres lo mejor para él...—Suspiró.—Y yo también, tengo claro que ya no me ama...

—¿Por qué lo piensas?

—Sé que se acostó con alguien más.

Observé para otro lado. Papá no es...Papá... Es capaz. Claro que lo es, engañó a mamá con Charles. No hay diferencia.

—¿Con quién crees?—Pregunté mientras pegaba mis rodillas a mi pecho buscando calor en mi cuerpo.

A estas horas está congelado todo.

—Natasha Romanoff.—Susurró.— Es la razón por la que tardan tanto en volver, son amantes... Y no necesito pruebas, lo conozco lo suficiente.

Tragué saliva. Ella no sería capaz.

—Natasha no...

—Ella y tu padre han sido vistos cenando juntos... Salió en un par de páginas de internet.—Susurró.—Perdón por decirte ésto.

Se levantó y salió de mi habitación rápidamente.

¿Natasha y papá? Ella... No sería capaz...

No, no sería capaz... ¿No?

Nota de autor:

¡Más tarde el one shot de beyond y otro capítulo! Tengan buen día.

-Codex.

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