•Madura, Romanoff.

Natasha, 26.

Me desperté agitada y sentí mi corazón casi salirse de mi pecho. Tragué saliva repetidas veces y aún así no pude cambiar el hecho de que mi garganta estaba horriblemente seca.

Tomé el vaso de agua junto a mi cama y bebí de el tratando de calmarme, nuevamente un sueño con Wanda, pero esta vez se debía probablemente a que Fury me envió un correo en la noche recordándome lo que necesitaba para final de mes, no puedo dejar que ella me distraiga de mi misión.

Estoy jodida anoche la besé y realmente no sé que sentir, no sé como sentirme, quería besarla y es linda, y no es que no haya querido besarla antes... El problema aquí es que es básicamente hija del enemigo y eso me convierte en una traidora. Además necesito mi trabajo, necesito el dinero y no es que me moleste estar trabajando para los Maximoff, claramente me pagan bien y estoy ganando mucho más de lo que ganaba antes, sin embargo necesito mi trabajo con Fury, necesito ganar todo el dinero que gano para poder seguir manteniendo a mi familia, necesito en algún momento poder traerlos aquí, después de tantos años... He estado pensando últimamente en solicitar los papeles de residencia al menos de yelena, por ahora, y traerla a vivir aquí, pero no voy a poder mientras no logré estabilizar un lugar para ella. Para eso necesito traer a mamá y a papá pero los papeles de mamá o de papá van a ser mucho más difíciles de conseguir y es todo tan jodido, odio esto.

—¿Romanoff?—Clint golpeó la puerta.

—Adelante. —Murmuré viendo que eran las doce del día.

—El jefe se ha ido nuevamente. Mañana los jóvenes Maximoff desean ir a otra fiesta, sin embargo el jefe ha dicho que no, únicamente Wanda tiene permiso de ir, ya que ella se verá con sus amigos. —Murmuró y asentí.

—Gracias, marica. —Bromeé y Barton sonrió.

Cerró la puerta y me observó en silencio con su pijama de conejitos que probablemente su novio le regaló.

—¿Te habló el jefe?—Preguntó y asentí.

—Me envió un correo, quiere la ficha de todos para el otro sábado. —Me levanté y busqué ropa limpia antes de meterme a la ducha. Barton me siguió hasta el baño angustiado.

—Me gusta Pietro. —Admitió algo que ya me veía venir.—Y no quiero meterlo en ésto, pero yo también le gusto y...

—¿Y sabe que eres un espía que busca hundir a su padre?—Pregunté de manera fría mientras me desvestía y mi mejor amigo suspiraba algo entristecido.

Odio ser de esa manera con Clint. Odio tener que decirle que su amor con Pietro no es como él quiere verlo, odio tener que ser dura o tener que ser fría con con él, pero es una realidad a la que nos enfrentamos, es una realidad a la que se enfrenta, lo que mismo que yo al haber besado a Wanda, y al haber cometido el jodido error de darle esperanzas de que algo entre ambas podría ocurrir, incluso acostarme con ella estaría mal y eso era lo único que creo ambas buscamos en este momento. Odio la manera en la que no puedo ser amable con mi mejor amigo a pesar de que lo amo. Me encantaría poder celebrar su amor por este niño pero no es posible, no está bien porque nosotros estamos buscando atrapar al estafador de su padre mientras que tal vez solo tal vez sus hijos tienen algo que ver y en caso de ser así ellos también son culpables porque son mayores de edad y serían cómplices, lamento cortarle las alas a Clinton pero es una realidad la que debe enfrentarse no puede seguir ocultándose pensando que Pietro un niño perfecto.

—También besaste a Maximoff. Las vi en la fiesta.

—Ella me besó y yo cometí un error, además es sólo una niña, y tu mezclaste sentimientos con placer. Wanda sólo quiere que me la folle, y yo también sólo quiero follarmela. —Admití.

No miento, lo de Wanda es netamente carnal. No hay apreciación, no hay cariño, no hay confianza. Ni siquiera somos amigas, me atrevo a decir que nos llevamos un poco mejor que al inicio, pero eso no significa que yo guste de ella, porque no lo hace. Además, me gustan rubias.

—¿Y si ella no quiere sólo eso? ¿Jugarás con ella?—Dijo ofendido. —Natasha, no te veía así.

—Ni siquiera voy a follarmela, Clint. —Dije rápidamente. —No quiero que se haga ideas erróneas, es sólo una niña y fácilmente puede confundirse. —Él asintió lentamente aún afligido. —Te recomiendo... Tomar distancia, y lo digo porque te amo, eres mi mejor amigo desde que llegué aquí, casi diez años... —Tomé su rostro y él asintió. —Me preocupa que no salgas herido ni cometas una estupidez. Eres como mi hermano pequeño.

Clint sonrió levemente.

—Te abrazaría, pero estás desnuda y no me gustan las glándulas mamarias. —Murmuró.

—Te pierdes lo mejor, marica. —Sonreí. —Deja que me bañe, anda. Fuera.

Él salió del baño y yo cerré la puerta. Definitivamente Clint es de las pocas razones por las que no me rendí aquí.

Lo conocí cuando llegue a estudiar, nos hicimos muy amigos, solamente porque él quería tener algo conmigo, es lamentable que nuestra amistad se resumiera a eso, sin embargo es un gran amigo y lo quiero mucho. Realmente con su amistad ha hecho mis años aquí más fáciles, valoro todo lo que es Clinton para mí, valoro mucho lo que somos como amigos, el equipo que formamos, nada me hace más feliz que su amistad e incluso cuando todo acabó con Pepper –que fue un acuerdo mutuo– Pero yo sufrí bastante porque estaba muy enamorada de Pepper, aún así él siempre estuvo ahí y eso es algo que no me voy a olvidar jamás. Clint es de las mejores personas que he conocido que la vida, el trabajo, o lo que o sea me ha dejado su amistad y realmente espero que se siga siendo así, no me imagino tener otro mejor amigo, teniendo alguien con quien compartir copas un viernes por la noche y que no sea él, bueno además de una pareja, pero sobre todo mi mejor amigo. No hay nada más importante en la vida, me encantaría protegerlo de todo mal, incluso si es él quién se busca los problemas, es mi mejor amigo, ya lo he dicho, no quiero más que solamente protegerlo y cuidarlo todo lo que pueda, en lo que haga... Creo que nuestra amistad le ayudó bastante paso de ser un tonto niño mimado como los Maximoff a ser un buen hombre, de eso no hay duda, incluso tiene un pequeño hijo, se llama Nathaniel, lo cuida mucho y paga una pensión, ya saben, todo lo que requiere el cuidado de un niño, no lo ve mucho, ya que la madre vive en otra ciudad y él está aquí trabajando, sin embargo lo tiene siempre presente. Es un gran padre por turnos.

                                (•••)
Wanda, 20.

Caminé por el jardín en busca de Natasha, no la vi dentro, por lo que deduje debe estar cortando leña o algo así, es de lo que se encarga a diario.

No estaba equivocada, la vi allí cortando trozos de madera y acomodandolos en filas largas y repletas.

Descanse poco, admito que fue debido a que no dejé de pensar en Natasha y sus besos, incluso cuando hemos regresado a casa ella traía su mano en mi muslo, yo no quería sacarla, el nerviosismo era obvio, pero tanta cercanía me gustaba y provocaba sensaciones que desconocía, ni siquiera con Loki logré sentirme así alguna vez.

—Buenos días, Romanoff. —Saludé y la pelirroja dejó caer el hacha algo espantada.

—Buen día. —Dijo nerviosa.—¿Necesita algo?

Enarqué una ceja. ¿Ella va a fingir que nada ocurre?

—¿No pensabas hablarme hoy o...?—Pregunté y ella negó.

—Digame que necesita y yo la ayudaré a... —Tomé su rostro y la obligué a mirarme. Romanoff parecía nerviosa, acerqué mis labios a los suyos y ella corrió la cara. Solté una risita molesta.

—¿Acabas de voltear tu rostro cuando iba a besarte?—Pregunté molesta. Ella tomó mis muñecas y las quitó.

—No deberíamos confundir lo que somos, porque soy tu trabajadora.—Dijo rápidamente.

Por momento me sentí bastante molesta, luego me sentí ofendida, ella realmente acaba de rechazarme, luego lo medite nuevamente y pensé "probablemente se me hace más atractiva solamente porque soñado con ella, Porque tampoco es para tanto" pero luego noté que si es para tanto o que a mí me interesa, ¿estoy mal por eso realmente? Creo que sí, estoy mal por eso no y no es mi culpa, también estoy tratando de ocultarlo con una mueca molesta y probablemente estoy pensando en algún comentario sarcástico que no quiere salir de mi boca porque ni siquiera tengo tiempo para meditarlo.

—¿Ayer no te importaba o cómo? ¿Culparás al alcohol?—Pregunté burlona. —Eres patética.

Me di media vuelta esperando que Romanoff me siguiera tratando de explicarme, pero ella simplemente tomó el hacha retomando su actividad, sin arrepentimiento alguno.

Me dolió.

¿Auch?

                         (•••)

—¡Es una estúpida!—Grité mientras servía galletas con leche a mis hermanos quienes me observaban con ilusión de probar aquellas galletas que mamá nos preparaba de pequeños. —¡Ella me rechazó! ¡A mí!

Pietro le dio una galleta a Peter quien traía la mano algo lastimada, pero mejor, por suerte no fue una fractura, sólo debe reposar y tomar antiflamatorios.

—Ayer se besaron, yo las vi. —Murmuró Peter mientras bebía de su leche en un vaso con diseño de vaca que me robó porque decía que lo hacía feliz beber allí. —¿Por qué no la besaste? Ayer funcionó.

—Me apartó, ella corrió la cara.

—Que feo caso.—Murmuró Pietro comiendo más galletas. —Yo ayer tuve sexo. —Dijo sonriente.

—¡¿Qué?!—Gritamos al unísono con Peter.

—¡¿No te dolió?!—Preguntó mi hermano.

Pietro suspiró.

—Me metí a una tina llena de hielos después, solamente por esa razón no me duele el trasero, sin embargo me dolía bastante, fue lindo, y Clint es... Increíble,  él me dio dos orgasmos, fue dulce, me cuidó tanto y hoy desperté con él a mi lado, ¿no es romántico?—Dijo emocionado. Peter asintió lentamente y bebió más leche.

—Sí, me alegro... —Murmuró extrañamente entristecido.

—Me ha dicho de quedarnos el lunes, le dije que en la cabaña que queda más cerca del lago, ya sabes... Por privacidad. —Murmuró.—¿Irán a la fiesta?

—Acompañaré a Charles a otro pueblo aquí cerca, regresamos el miércoles. —Dijo Peter.

Asentí.

—Es lindo que trates de llevarte bien con él por papá. —Murmuré acariciando su mano.

Peter asintió lentamente.

—Sí, bueno... Todo sea por papá. —Murmuró sonriente.

Pietro se levantó para sentarse a mi lado y en ese momento noté que realmente le dolía moverse. Solté una risita leve.

—Wanda, vales muchísimo, ¿bien? Eres asombrosa y ni Romanoff ni nadie puede hacerte sentir lo contrario.

Besó mi cabello y se levantó, Peter tomó la cintura de Pietro y lo ayudó a caminar hasta la salida de la cocina. Tomé mi móvil y encontré el número de Druig, el primo de Thor.

—Bien, Romanoff. En dos polvos, te olvidaré. —Sonreí comenzando a escribir el mensaje.

Brujita. Hey :) ¿ocupado el lunes en la noche?

Lo leyó casi de inmediato. Lo tengo comiendo en la palma de mi mano, eso es lindo. Mi ego lastimado y mi autoestima bajo han desaparecido.

Druig. Para ti no estoy ocupado nunca, mi hermosa, hermosa, Wanda.

Sonreí.

¿Quién era Romanoff?

Nota de autor:

¿Actualizo en dyr o don't give up on me? Trataré en ambos, pero quiero saber cual es prioridad ah

-Codex.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top