•Fiesta
Wanda, 20.
Mi habitación es espaciosa, tan así que mis hermanos han dejado caer un colchón en el suelo para dormir mientras que yo uso mi cama. Ayer en la noche fue noche de películas.
Y ahora son casi las doce del día y acabamos de despertar. Peter no deja de hablar de una película que debimos ver y Pietro no deja de textear.
—Pietro deja el móvil. ¿Con quien hablas tanto?—Gruñó mi hermano castaño.
—Clint, lo besé ayer cuando salimos. Estábamos comiendo helado y él me estaba limpiando, entonces lo besé, y me correspondió. —Se sonrojó. —Me dice muñeco.
—Muy homosexual. —Murmuró Peter.—¿Ya le viste el pipí?
Pietro se sonrojó y comenzamos a reír.
—¡Pietro, que atrevida!—Bromeé yo y mi hermano se escondió bajo las sábanas.
—¡Que asco, yo estaba durmiendo a tu lado!—Se quejó Peter. —¿No podías hacer sexting en otro lado?—Gruñó.
—¡Yo no le envié nada!—Se excusó rápidamente. —¡Dios, callense!
—Pietro, eres un sucio.—Dijo Peter. —¿Al menos... Te gustó? Es decir... —Peter intenta interesarse. Lo notó, está incómodo. —¿Saldrías con él en una cita?
—¡Claro que sí, me gusta!—Dijo Pietro rápidamente. —¡Los homosexuales no sólo buscamos sexo!—Gruñó.
—Sí, bueno, de mi no vas a estar hablando.—Murmuré levantándome para ir a abrir las persianas.
Nuevamente Romanoff fuera entrenando con un top deportivo. Joder.
—Yo sí quiero sólo sexo, pero con ella. De seguro lo hace bien.
—Wanda. —Se quejó Pietro. —No es un objeto sexual.
—¡Claro que no!—Dije rápidamente. —Es una mujer, muy linda y tan fuerte, tan... —Suspiré levemente.—Es muy sensual sin siquiera intentarlo, no la veo sólo como alguien para follar, pero sí me gustaría follarmela, es diferente.
—Pensando con la vagina. —Se burló Peter.
—Dijo quien se folló a una chica y le dijo te amo. —Se burló Pietro recordando como Peter le dijo te amo a Sersi luego de tener sexo.
Comenzamos a reírnos mientras Peter intentaba ahogar a Pietro con la almohada en modo de broma.
—¿Wanda?—Preguntó Pietro y yo lo observé rápidamente notando que Natalia ya se había ido del lugar donde estaba estirándose.
—¿Qué?
—¿Podré tocar tus pechos?—Preguntó y giré los ojos. —Escucha, jamás he visto unas tetas, y además tú eres mi hermana, no existe posibilidad de que me provoques algo por dos grandes razones.
—Sí, tus tetas. —Dijo Peter observando mis senos. Giré los ojos ofendida. —¡Al menos dije que son grandes!—Se quejó.
—¡No me mires las tetas!
—¡No me gustan tus tetas!—Lo observé ofendida. —¡¿Qué quieres que te diga?!—Dijo exasperado. —¡No me pueden gustar las tetas de mi hermana! ¡No me va el incesto!—Se quejó y salió de la habitación ofendido.
—Es idéntico a papá. —Me quejé.
Pietro me observó, luego mis senos, luego sus manos y suspiré.
—¿Por qué quieres tocar un seno?—Pregunté y él se encogió de hombros.
—¿Y sí no soy gay? ¿Y si soy bisexual o pansexual? Jamás he tocado a una mujer, tú eres mi hermana. No puedo pedirle a una extraña que me deje tocarle las tetas, eso sería grosero, y no usaré a una mujer para sacarme la duda, contigo no saldrá nadie lastimado.
Giré los ojos y me levanté la camiseta. Pietro las observó y yo tomé sus manos poniéndolas sobre mis senos.
—Oye, son muy suaves, yo también quiero un par. —Dijo tocando su pecho y luego volviendo a tomar mis senos entre sus manos. —Que injusto es todo, se me verían lindos.
—Sí, bueno, duelen. —Murmuré.—Cuando te va a venir o cuando amamantas.
—¿Y te está por venir?—Preguntó soltando su agarre. Negué rápidamente. —¿Duele correr con éstas?
—Depende, yo tengo lo normal, no me molesta tanto.
La puerta fue abierta de golpe y papá apareció en la entrada de mi habitación, su boca cayó al vernos. Pietro soltó un grito y sacó sus manos de mis senos dejándolos expuestos.
—¡Pietro!—Me quejé y tomé sus manos volviendo a cubrirlos con ellas.
Algo bastante estúpido, ya que podría haber bajado mi camiseta, pero realmente siento que no pienso bien bajo presión.
—Yo....—Papá suspiró y cubrió sus ojos. —No voy a preguntar nada. Los amo.
Salió de la habitación y Pietro seguía tocando mis senos.
—¡Quítate, adoptado!
(•••)
Elegí algo simple, un vestido corto y con brillos, muchos brillos negros. Peter trae aquella camisa oscura abierta en el pecho, sólo los últimos dos botones cerrados y tal vez he notado que James Barnes no le ha quitado el ojo de encima, si supiera que Peter es la definición de hombre heterosexual y que a diario lucha con las pocas neuronas que tiene para poder prepararse una tostada. Pietro por su parte va con una camisa de color rosa, con diferentes flores en ella, amo que luego de salir del closet... Él se atreviera tanto, se atreve y no de forma "estereotipada", él realmente deseaba usar cosas que normalmente dirían absurdamente que pertenecen a las mujeres, hoy simplemente es Pietro siendo Pietro.
Subí al auto y noté que cada uno iría en un transporte diferente.
—¿Por qué nos vamos separadas?—Pregunté a Natalia quien se subió a mi lado con un vestido y el cabello bastante alborotado.
—Porque debemos disimular. No llevo uniforme de trabajo. —Murmuró. —Será como si fuesemos de fiesta juntas.
Asentí lentamente.
—¿Puedo poner una canción?—Pregunté al ver que ella iría en silencio todo el camino.
Natasha suspiró.
—Sí... ¿Sabes? Sí, estoy feliz. Pon una canción. —Me sonrió y me sentí embobada. Realmente es linda sonriendo.
—¿A qué se debe tanta felicidad?—Pregunté viendo como comenzaba a conducir.
—No sé si deba contarte. —Murmuró y yo decidí que Stubborn love de the lumineers inundara el auto. Es definitivamente mi canción favorita.—Amo esa canción...
—Yo también. —Sonreí.—Es viernes, hay fiesta. No te pido que te relajes, pero al menos puedes contarme que te pone feliz, no te estoy ofreciendo sexo.... Aún. —Finalicé.
Ella soltó una risita.
—Luego me dejarás disfrutar la canción. —Murmuró y asentí. —Recibí una carta de mi madre, todo va mejor para ellos en Rusia y... Realmente me pone muy feliz.
—¿Hace cuánto no los ves?—Pregunté girándome.
—Maximoff, acomódate bien. —Me regañó.
—Es sexy que me llames por mi apellido y no sea ese aburrido señorita delante. —Murmuré y ella bufó acomodándome mejor en el asiento.—Contesta, aburrida.
—Hace muchos años, desde los... Dieciocho tal vez... No lo recuerdo, sólo sé que vine a estudiar y... No los volví a ver, trabajo para mantenerlos y...
—Por eso es tan importante cuidar tu trabajo... —Dije arrepentida por haber sido una idiota. —En serio lamento incomodarte.
Ella negó.
—Salvó mi trabajo, no crea que usted fue la causante de algo malo, al contrario. Es usted increíble por... No haberme culpado por su mano y...
—Natalia, sólo fui sincera. —Dije rápidamente. —He sido insistente en que quiero acostarme contigo, ¿te molesta que sea así?—Pregunté y me arrepentí de inmediato. —Es obvio, oh, Dios. Olvida mi pregunta absurda.
Ella sonrió y pude notar unas pequeñas Margaritas en sus mejillas. Sonreí también, es linda.
—It's better to feel pain, than nothing at all —Cantó ella con fuerza y yo comencé a reír.—¿No querías que fuese más relajada?
—Fue justamente lo que te dije que no te pediría.—Me burlé y ella comenzó a reír. —Tenemos... Una hora y media de viaje... —Murmuré. —¿Le subo?
Ella subió el volumen cuando el coro se acercaba.
—So keep your head up, keep your love.—Gritó. —Keep your head up, my love.
—Keep your head up, my love—Canté yo con una sonrisa.
Va a ser divertido.
(•••)
La fiesta está genial, hay mucho alcohol, mis mejores amigos y además Natalia está en el bar bebiendo relajada, sin mayor preocupación.
—Así que ella es tu futura novia. —Bromeó Mónica y asentí. —Es linda, lindos brazos.
—Es rusa.—Presumí. —Y sí, es linda.
Vision tomó mi cintura llenando de besos mi mejilla, me giré para colgarme de él mientras Thor llegaba con una ronda de chupitos con Ron, Whisky o Vodka.
—¡Salud!—Dijo feliz antes de beber para luego besar a su novio quien tomó rápidamente su cintura.
Mónica y yo bebimos. Pude ver como a lo lejos Clint y Pietro bailaban, mi hermano lo besó y fue como si el tiempo se detuviera para ambos.
Tal vez es el alcohol o algo, pero realmente luego de dos horas en esta fiesta, con las bebidas y el baile, realmente me gustaría vivir algo así... Un momento...
Aparté a Mónica de mi camino y vi a Natasha coqueteando con una rubia bastante alta. Gruñí levemente.
—¿Qué tiene con las rubias?—Me quejé y comencé a caminar hacía ellas a pesar de las insistencias de mi mejor amiga en que me quede allí.—¿Hola?—Pregunté molesta.
Natasha levantó la mirada y la rubia también.
—¿Sí?—Dijo la chica notoriamente mayor que yo.
—¿Interrumpo?—Pregunté ignorando a la rubia.
—Uh, señorita...—Comenzó Natasha y yo enarqué una ceja.
—Sí, estamos en algo. —Insistió la rubia.
—Tiene dueña. —Dije girándome. —Y dos hijos, así que fuera.
La rubia miró ofendida a Natasha y la pelirroja se levantó rápidamente.
—¡Eres una mentirosa!
—¡No, Sharon! ¡Deja que lo explique!—Dijo recibiendo una cachetada.
Mordí mi labio inferior y vi la indignación en la cara de la pelirroja.
—¡¿Qué te pasa?!—Gritó molesta.
—¡A ella si le haces caso!—Me quejé.—¡¿Es porque no soy rubia?!
—¡¿Qué?! ¡No!—Dijo rápidamente. —¡Es porque ella tiene mi edad y no es mi jefa!
—Bésame. —Dije molesta.
—¡No! Trabajo para ti y...—La detuve tomando su rostro y pegando mis labios a los suyos.
Natasha no se separó como esperaba, la pelirroja tomó mi cintura y me acercó más a su cuerpo de forma rápida.
Su lengua se hundió en mi boca tomando el control de la situación y yo por supuesto la dejé, ¿qué más podía hacer? Es un milagro que no me apartara.
Los labios de Natasha, su labial, la presión suave que ejercía contra mis labios además del sabor a licor puro que emanaban sus besos me estaban volviendo loca.
—¿Qué haces?—Gruñó contra mis labios antes de volver a besarme. —No debiste...
—Yo...—Comencé y ella me calló con otro beso.
Comenzamos a oír ruidos y una discusión. Nos separamos y noté como la chica del bar nos observaba burlona. Natalia limpió el labial en ella y luego en mí, tomó mi mano y nos acercamos a la pista en donde vi a Pietro ser amenazado por Ikaris, iba a interponerme pero Natasha me detuvo al ver a Peter en el suelo mientras Ikaris le ponía el pie en el pecho.
—¡Te estás comportando como una marica regalado de mierda!—Gritó Ikaris. —¡Tú eres mío!
—¡Él no es tuyo, hijo de puta!—Gritó Peter tratando de liberarse pero consiguiendo que Ikaris pisara su mano. Barnes y Clint llegaron corriendo.
—¡Aléjate!—Gritó Barnes tratando de forcejear con Ikaris. El castaño al ser más alto logró derribar a Barnes y tomó a Pietro de forma agresiva.
Clint golpeó a Ikaris botandolo al suelo, noté que Natasha se estresó ante eso. Se acercó tratando de separarlos y Barnes tuvo que ayudarla junto a dos guardias del bar.
—¡No vuelvas a acercarte a él!—Gritó Clint. —¡Él no está solo!
Pietro se escondió tras el castaño e Ikaris comenzó a insultarnos y amenazarnos antes de que lo sacaran del bar.
—¿Estás bien, muñeco?—Preguntó Clint mientras Romanoff ordenaba a Barnes que nos fuesemos a un hospital por la mano de Peter.
Yo al menos me salvé con mi esguince, pero definitivamente... Mi hermano va a necesitar cirugía.
(•••)
Estaba sentada sobre el capó del auto mientras veía las estrellas, Romanoff me dijo que iría por un café mientras que Barnes se encargó de acompañar a Peter dentro. Romanoff firmó y Clint se llevó a Pietro a casa, me dijo que vaya con ellos, sin embargo quise quedarme a charlar con ella. Nos besamos, debemos hablar de eso.
—Tu latte. —Murmuró ella y le agradecí en voz baja. —Puedes recostarte en el auto si estás cansada, yo no podré irme hasta que tu hermano esté bien.
Asentí lentamente y me giré a ella.
—¿En qué momento te cambiaste?—Pregunté viendo su traje de trabajo.
—Lo traía en el auto. —Murmuró.
El frío me erizó la piel descubierta de mi espalda, ella pareció notarlo y se quitó el saco acomodandolo sobre mis hombros.
—Gracias... —Murmuré.
—No hay de que.
Observé su rostro y esta vez fue ella quien se acercó hasta unir nuestros labios.
—Besas bien. —Murmuró y sonreí nerviosa. Unió nuestros labios nuevamente y yo acaricié su muslo mientras nuestras lenguas se rozaban con suavidad. Su móvil comenzó a sonar y ella trató de ignorarlo mientras su mano subía por mi rodilla, sin embargo se detuvo y lo tomó. —Debo ir con James.
Uní nuestros labios nuevamente de forma corta logrando que sonría. Se alejó caminando dentro del hospital.
Bien, no ha ido tan mal...
Nota de autor:
¡Hey! Lamento no haber podido actualizar, el día se me pasa muy rápido, trataré de actualizar en los demás fanfics hoy, gracias por la espera.
-Codex.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top