Natasha, 26.

Wanda caminaba delante mío bastante espantada, ella creía que tardaríamos más en llegar. Intenté acelerar el paso con el auto, la vi demasiado alterada y llegar al hospital era una emergencia.

—Cariño, estás acelerada.—Tomé su mano y continuamos el camino hasta la habitación. —Erik ya te ha dicho que está bien.

Wanda redujo la velocidad de su caminar mientras me guiaba hasta donde Erik le dijo que estaría Peter.

Aparentemente el hermano de Wanda se ha metido en una riña fuera de un bar, lo golpearon con una botella de vidrio y ha acabado aquí. Barnes lo ha encontrado y avisó a Erik.

Llegamos hasta el pasillo en donde Erik charlaba con Stephen. Vimos al pelinegro posar su mano en la rodilla de Erik, ambos compartieron una mirada sospechosamente homosexual.

—¡Papá!—Dijo Wanda y el más alto de los hombres se levantó. Caminó hasta Wanda sorprendido y le dio un abrazo.

—Cariño. ¿Qué haces aquí? Te dije que todo estaba bien, además estabas relajándote.

—No iba a quedarse tranquila si no venía a verlo ella misma.—Murmuré y estiré mi mano para saludar a Erik.

Fui sorprendida con un abrazo de parte del castaño. No supe como reaccionar, sin embargo vi la sonrisa burlona de Stephen.

Olvidaba que sólo Clint sabe que Wanda y yo estamos juntas. Es un detalle que se me pasó por alto.

—Hey.—Dijo Erik al separarse.—¿Cómo va todo?

—Bien.—Dije rápidamente. Wanda tomó mi mano y me hizo rodear su cintura. Pude sentir que me atraganté con el aire. Erik observó mi mano, ni siquiera fui capaz de ponerla en su cintura. Apoyé mis nudillos en aquella zona y Erik asintió apartando la mirada.

Wanda besó mi mejilla y acarició mi mentón, centré mi vista en ella al ver que Erik se alejó en busca de un café.

—¿Todo bien, amor?—Preguntó y asentí lentamente.

—¿Tú estás bien?

—Estoy más calmada.—Admitió. Acarició mi rostro y yo uní nuestros labios. —¿Te quedarás aquí mientras hablo con Peter?—Preguntó y yo asentí.

—Ve y te espero.

—¿Estarás bien aquí con papá?—Preguntó mientras limpiaba la comisura de mis labios. Asentí.—¿Segura?

Miré como las enfermeras caminaban por el pasillo.

—Presiento que no quieres dejarme sola por la fuerte presencia de estrógenos.—Bromeé y ella soltó una risita.—Estaré bien, disfruto charlar con Erik. Es agradable.

—¿Tú y papá son amigos?—Preguntó extrañada y sonreí.

—Algo así, bien, vete.—Pegué mis labios a los suyos nuevamente y en cuanto se dio media vuelta le di una nalgada.

Wanda comenzó a reír y ambas levantamos la mirada viendo a un inexpresivo Erik Maximoff.

Mierda.

Wanda pasó por su lado y susurró algo en el oído de su padre antes de besar su mejilla e irse en dirección a la habitación de su hermano.

—Quietas tus manos o voy a cortarlas.—Dijo un serio Erik. Tragué saliva y asentí.

—Sí, señor. Lo siento.

Stephen le entregó el café y se alejó caminando hacía la salida. Erik sonrió al verlo alejarse y me he girado a observarlo.

—Papá suegrito...—Comencé yo. Él me observó molesto.

—¿Qué quieres?

—¿Te gusta Stephen?—Pregunté y él se sonrojó.—Eso lo confirma, no hay más.

—¿Necesito tu opinión?—Se quejó y yo comencé a reír. Está molesto, eso solo confirma más la teoría, le gusta Stephen.

—No me importa si la necesitas.

Él iba a contestar, sin embargo su mirada se perdió tras de mí con espanto.

—Mierda.—Se quejó.

Me giré y vi a Charles entrar con el cabello alborotado, bastante desaliñado y algo asustado. Caminó de forma agresiva hasta ambos y se detuvo frente a Erik.

—¿Dónde está Peter?

—¿Qué cojones?—Preguntó Erik empujándolo.

—¡¿Dónde está?! ¡Necesito verlo!

Wanda salió de la habitación debido al ruido y Charles comenzó a avanzar ignorando las quejas de Erik. La castaña se adentró en la habitación bastante molesta, pero luego de un par de segundos de charla, noté que habían logrado un acuerdo.

Salió de la habitación y caminó hasta mí en silencio. Erik se alejó bastante molesto.

—¿Por qué ha venido?—Pregunté y Wanda se aferró a mi pecho ignorando la situación, reacción la cual me sorprendió. ¡Esta no es Wanda!—¿Por qué estás tan tranquila?

Wanda se encogió de hombros.

—Él es un adulto, yo soy su hermana, no  su madre, además estoy aquí, porque me preocupa su salud. Su vida sentimental es su asunto y es algo que él está arreglando en estos momentos. —Se puso de puntillas y atrapó mi labio inferior entre los suyos.—Además yo estoy con mi chica. No necesito preocuparme de algo más.

No pude evitar sonreír. Me llena de amor la forma en que Wanda me hace feliz.

—¿Estás segura?—Pregunté y ella asintió volviendo a besarme. Tomé su cintura y cerré los ojos mediante el beso.

Vimos a Charles salir de la habitación bastante molesto.

—¿Qué cojones pasó?—Pregunté y ella observó preocupada. —Hey, cariño. Está bien, no estás aquí para salvar sus relaciones, vienes por su salud.

Ella asintió y dejó ir un suspiro.

—¿Te parece si nos quedamos un par de días aquí?—Pregunté.—Te aseguras de que Peter esté mejor, y disfrutamos de la ciudad, leí que hay una feria en aquél túnel abandonado.

—Oh, sí... Está bien.—Murmuró y tomé su cintura nuevamente. Pegué mis labios a los suyos y aparentemente la tomé por sorpresa. Hundí mi lengua en su boca y me separé sabiendo que no era el mejor lugar para comenzar a besarla de esa forma.

—Te amo.—Murmuré.

Wanda me dedicó una sonrisa encantadora. Ella también me ama.

[•••]

Wanda, 21.

—¿Por qué peleaste fuera del bar?—Pregunté a Peter y él sonrió.

—Me han dicho maldito marica.—Festejó.— Y le he dicho que sí, que si soy marica, y que estoy feliz de serlo.

Mi mentón cayó un poco. No puedo regañarlo por ésto, es un gran progreso a su aceptación.

—¿Y qué más?

—Él se ha molestado, es que... Antes James y yo nos hemos estado besando en el bar, cuando él ha ido al baño, me han insultado y todo comenzó.

Asentí sonriente.

—¿Besaste a James?

—Sí, pero no ha querido tener sexo conmigo, dice que él no quiere sólo eso. Dice que él me toma en serio.

—¿Y tú que opinas?—Hizo una mueca.—¿Pasó algo con Charles hace un rato?

—No sé ni como se ha enterado de que yo estaba aquí, pero lo he mandado a la mierda. No quiero estar con él luego de tantas mentiras, no he arreglado nada con papá, le he dicho todo lo que sentía y no quiero volver a sentirme el hombre de compañía de Charles. Soy más que sólo el amante.

—Cariño... Claro que sí.—Dije emocionada al notar tanto progreso en él. Besé su cabello.—Sólo quiero pedirte que no seas duro con papá, hace su mejor esfuerzo, y te ama, entiendo que es difícil para ti, pídele tu espacio... Pero también dale un momento para cuidarte.

—Ya sé...—Susurró.—No he sido justo con él, pero necesito mi tiempo. Aún no he sanado lo que necesito sanar para... Charlar.

—Créeme que si le explicas eso, él lo entenderá y estará más tranquilo.

Peter asintió y besó mi mejilla.

Sé que lo tomará en cuenta. Él ya toma sus propias decisiones.

Nota de autor:

¡Hey! ¿Cómo están mis abrahamers? ¿Cómo les fue?

Duda, ¿tienen canción favorita? Sí es así, ¿cuál?

-Codex.