7 - "First -and wet- approach"

Bucky llevaba recorriendo toda la ciudad en la motocicleta buscando a Crystal, estaba preocupado ya que la chica había salido muy lastimada del complejo y temía que le hubiera pasado algo más grave, maldijo a Natasha por haberla lastimado de esa manera y sin motivo, debía encontrarla pues tenía un muy mal presentimiento.

La sokoviana al igual que Hill y Hawkeye también buscaban a la Inhumana pero como la chica no contaba con ningún aparato para que pudieran rastrearla era como si a la chica prácticamente se la hubiera tragado la tierra. Decidieron volver ya que una gran tormenta fue anunciada en la ciudad pero el ex soldado se negó en regresar y el Capitán respetó su decisión.

-¿Dónde estás?- susurra el soldado para si mismo mientras recorría las calles de Brooklyn buscando alguna pista- Maldita sea, va a llover- en eso pasa por un callejón y ve a una persona en el suelo. Decide estacionar la moto en un sitio seguro, bajar rápidamente y su corazón dio un vuelco al ver que se trataba de Crystal.

-Crystal- Bucky se acercó rápidamente para auxiliarla y de inmediato le tomó el pulso- Sigue viva- la levanta un poco y abrazándola contra él comenzó a sacudirla despacio para que reaccionara, pues su nariz seguía sangrando pero en menor proporción.

-Encanto, despierta por favor- el pelinegro asustado intenta hacerla reaccionar sin éxito- Vamos, cariño abre los ojos- tocó su frente- Estás muy fría y pálida... Despierta- el hombre saca de su chaqueta de cuero un paño limpio para detener el sangrado y con el frío de su brazo de vibranio intenta despertarla- Vamos Crystal, reacciona- deja un beso en su frente e inmediatamente la chica comienza lentamente a reaccionar.

-Crystal, eso es... Reacciona- Bucky sonríe y en eso la chica abre los ojos adolorida.

-¿Que me pasó?- pregunta la chica mirando al sargento con mucha confusión.

-Saliste del complejo luego de que Natasha te haya roto la nariz y te encontré aquí desmayada- responde el pelinegro aún sosteniéndola en sus brazos en el suelo. Crystal al darse cuenta de lo que estaba pasando rápidamente gateando se aleja del hombre.

-¡Te dije que no me gusta que me tocaran!- la chica se levanta a duras penas y lo mira molesta.

-Vaya, ¿Así es como me agradeces el que te haya auxiliado?- contesta el hombre con ironía al levantarse del suelo.

-Gracias- dice seca y en eso comienza a llover a cántaros- Genial, lo que me faltaba... Puedes volver al complejo, yo no lo haré. Natasha está lastimada por mi culpa- responde la chica.

-Natasha está bien, la que no lo está eres tú, has perdido mucha sangre por el golpe, y aunque quiera volver no podría hacerlo por la tormenta. Conozco un lugar seguro aquí cerca donde nos podemos quedar hasta que la tormenta pase. Además tienes la blusa sucia por la sangre, necesitas limpiarte y yo me estoy empezando a congelar aquí en esta lluvia- comenta el ex soldado a la chica quien seguía seria -Crystal, por favor confía en mí, no voy a hacerte daño- el hombre extiende su mano de vibranio para que la chica la tome, la chica duda en hacerlo pero acepta, ya que la chica estaba tan mareada por la pérdida de sangre que si caminaba sola terminaría cayendo al suelo. El pelinegro ayuda a la chica a caminar hasta llegar a un edificio.

-Todo me da vueltas- comenta la chica mientras el hombre no la suelta.

-¿Quieres que te cargue hasta que lleguemos al apartamento?- pregunta preocupado esta niega con la cabeza.

-No quiero ser una molestia- ambos estaban completamente empapados por la inmensa lluvia que caia sobre la ciudad. Para no subir las escaleras, decidió el hombre tomar el elevador.

-Para mi nunca serás una molestia Crystal, además tengo el suero del supersoldado. Cargarte es como sostener una pluma- el pelinegro toma en brazos a la chica y esta lanza un pequeño grito del susto- ¿Estás bien?- la chica asiente asustada.

-Es la primera vez que me cargan- la chica lo mira con miedo y el hombre tuvo que contenerse para no abrazarla de tan adorable que se veía Apenas y ésta le estaba dejando tocarla y no quería que pensara que se estaba aprovechando.

-¿Quieres que te baje?- pregunta y esta niega rápidamente con la cabeza.

-Sólo no dejes que me caiga- pide la chica mientras el elevador sigue en funcionamiento.

-Eso jamás- afirma mientras las puertas del elevador se abren y el ex soldado sale con la chica en brazos y llegan hasta una puerta y el hombre decide bajar a la chica.

-¿Estás mejor?- ella asiente levemente y baja la cabeza, aún seguía mareada mientras el busca las llaves al tocar su chaqueta de cuero se da cuenta que ya no estaba empapado. Crystal había usado uno de sus dones sin que se hubiera dado cuenta.

-¿Pero cómo...?- él la mira- ¿Fuiste tú?- ella asiente.

-Ese es mi modo de agradecerte... el que me estés ayudando, además te libré de un fuerte resfriado. De nada- responde sin mirarlo muy apenada y el hombre sonríe.

-El suero no deja que me enferme pero gracias de todas formas linda- el hombre abre la puerta con las llaves y hace un ademán para que pase. Al dar un par de pasos la chica casi cae al suelo pero el ex soldado nuevamente la sostiene y la ayuda a caminar.

-Odio estar de este modo- dice la chica mientras ambos entran al lugar y el hombre con los pies cierra la puerta.

-Bienvenida a mi apartamento, aqui vengo cuando quiero estar sólo y tranquilo, si quieres estar sola y tranquila sólo avisame y puedes venir sin problema- informa el hombre sonriendo levemente.

-Es bonito y espacioso y... gracias- responde la chica de forma tímida mientras el hombre la baja en el sillón mientras se oye la lluvia caer en las ventanas y en el techo. -Esta lluvia está lejos de terminar...- comenta la castaña viendo como la lluvia cae en la ventana y él se sienta en otro sillón.

-Pues tendremos que quedarnos aquí hasta que la tormenta pase, además debes descansar. ¿Quieres algo de tomar? He oído por ahí que debes beber mucho líquido para reponer la sangre que perdiste- se levanta nuevamente.

-Lo que sea está bien- responde tímida mientras el asiente y toma su teléfono.

-Debo avisarle a Steve que estás conmigo y que estás a salvo para no preocuparlo- se dirige a la cocina mientras la chica sólo deja caer su espalda sobre el respaldo del sillón.

Crystal se sentía extraña, en otras circunstancias ella hubiera huído del lugar sin importar las consecuencias por miedo a que le hicieran daño pero no, con el sujeto de brazo metálico era diferente, aunque se sentía a la defensiva con él por la inmensa desconfianza que aún sentía por todo, muy en el fondo aunque no quisiera admitirlo... Con el hombre no podía evitar sentirse segura y tranquila.

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