20 - "Crystal speaks out for the first time about her abuse"

-Bueno...- carraspeó- Todo empezó hace 6 años. Mi hermana, Medusa y yo vivíamos en el palacio de Attilan como unas doncellas reales. Los reyes, Agon y Rynda estaban muy enfermos y necesitaban a un sucesor y sucesora que los reemplace en el trono. BlackBolt y Medusa fueron los elegidos, allí empezó mi calvario. Desde ese momento sentí sus asquerosos ojos sobre mi. Yo tenía solo 15 años, quería huir, desde siempre me sentí sofocada. Odiaba esa vida, los reyes mataron a mis padres, supuestamente por traición, pero eso nunca se comprobó, y a Medusa no le importó- comenzó a lagrimear sin expresión alguna en su rostro en los brazos del soldado quien la seguía abrazando.

-Los reyes murieron y mi hermana se casó con BlackBolt y se convirtió en reina, yo sin quererlo y en contra de mi voluntad me convertí en princesa- sollozó y prosiguió- Esa noche, la noche en la que se casaron hubo una gran fiesta, todos eran felices, menos yo. BlackBolt y Medusa se fueron a una ciudad cercana para pasar su noche de nupcias y yo me fui a mi cuarto, pero no contaba con que aquella noche, de camino a mis aposentos, el hermano menor de BlackBolt me tomaría del brazo y como una prostituta me llevó hasta mi habitación. Dijo que ese trono debería ser suyo, que Bolt no lo merecía y que yo pagaría por su enojo. La fiesta seguía abajo, yo empecé a gritar, nadie me oía, me arrancó el vestido y me arrojó a la cama- lagrimea aún más- intenté escapar pero él era más fuerte que yo. Esa noche, ese hombre me ultrajó con tanta violencia que lo hacía reír, decía que era suya, yo quería morir solamente, cuando terminó, se vistió y se fue, yo solo lloraba de dolor, me dolía mucho, sangraba. Me levanté de la cama y me cubrí con las sábanas, bajo la ducha me tallaba la piel con las uñas, me sentía tan sucia, tan asquerosa...- rompió en un llanto salvaje mientras el pelinegro la abrazaba fuerte. El hombre estaba furioso y juró que mataría a aquel hombre.

-Crystal, mi amor ya no sigas- besa su frente preocupado.

-Te lo diré todo Bucky, quiero aprovechar este instante de valentía, eres el primero al que le digo todo esto. Por favor- se calma un poco- Al día siguiente no salí de la habitación, no comí en todo el día. El dolor físico no era lo peor, si no la del alma. Ese dolor era tan grande que solo pensaba en morir. Medusa comenzó a preocuparse y yo me negaba a hablar. Esa no fue la última vez que ese hombre me hacía cosas asquerosas. Lo hizo por muchas veces más y yo no podía hacer nada porque me amenazaba con hacerle daño a Medusa, no tenía opción-sollozó-tenía miedo, él es un hombre inteligente, como Stark. El puede hacer cosas macabras cuando algo no le resulta como espera. Luego la Niebla Terrígena se manifestó en mi y comencé a tener poderes hace dos años. Eso me sirvió para defenderme, pero las amenazas siguieron, me decía que si decía algo mataría a Medusa, y que algún día no muy lejano volvería a ser suya, decidí callar y ser más distante con ella, con todos. Decidí hacerme rebelde y ahí surgió la idea de irme a la Tierra, pero no contaba con que vendría aqui- lo mira y nuevamente comienza a llorar- absolutamente nadie sabe todo esto que te estoy diciendo- añade.

-Dime su nombre, Crystal. Por favor- le pide el pelinegro serio.

-Bucky no...- El la interrumpe.

-Dime su nombre, por favor- ordena serio y la chica baja la mirada entre lágrimas.

-Maximus- dice la chica en un hilo de voz.

-Bien. Ese Maximus, acaba de firmar su sentencia de muerte, encanto. Si lo llego a ver o si piensa hacerte daño, lo desmembraré vivo y le daré de comer a los buitres- advierte molesto.

-El puso la cámara, sabe que estoy aquí. Tengo miedo- la chica lo abraza asustada.

-Aquí estoy mi amor, ese maldito no te volverá a hacer daño- besa su frente.

-Por favor Bucky, que esto no salga de estas paredes- pide- no quiero que a Medusa le pase algo- toma su mano.

-Está bien, no diré nada si me prometes ir a terapia, estaré contigo, juntos superaremos esto- la abraza.

-Lo prometo, no me sueltes por favor- pide la chica y el hombre limpia sus lágrimas.

-Eso jamás- Crystal se acerca y le da un pequeño beso en los labios.

-Eso no me lo esperaba- sonríe el hombre.

-Quería hacerlo- confiesa.

-¿Te puedo dar también?. Te prometo que será uno pequeño- sonríe y ella cierra los ojos para sentir los labios del pelinegro besar los suyos. No quería pasarse de la raya, la chica estaba confiando en él y no desaprobecharía la oportunidad de estar así de esa manera con ella. Poco a poco la ayudaría a curar su corazón.

-Bucky...- murmura la chica en el pecho del hombre.

-Dime encanto- besa su cabeza.

-Vámonos lejos, donde nadie nos conozca, donde nadie nos lastime, donde pueda olvidar todo lo malo. Vayamos a Wakanda, Bucky. Por favor- pide.

-Haré todo para que nos dejen ir, hermosa. Donde tú estés ahí voy a estar- lo mira y ella sonríe.

-¿Lo prometes?- pregunta ilusionada.

-Lo prometo- sonríe y ella recuesta su cabeza en el pecho del ex soldado y no dicen nada más.

...

-¡Maldita sea!- golpea Maximus su puño en la pared y Auran intenta calmarlo.

-Señor, cálmese- pide la chica.

-¿Como mierda quieres que me calme? La cambiaron de habitación, descubrieron la cámara. Eres una inútil- reclama.

-Seguro encontrará otra forma, señor- responde.

-Siempre encuentro una forma. Crystal regresará a mi lado, será mi reina y haremos de Attilan la nación más poderosa de todas- sonríe de forma macabra- Ahora lárgate- ordena y la chica temblorosa sale del cuarto.

...

Wanda entra sin avisar al cuarto nuevo de la castaña y sonríe enternecida al encontrar a Bucky y a Crystal dormidos en la cama abrazados. La bruja escarlata buscó una manta y con cuidado los cubrió a ambos para luego retirarse en silencio del cuarto. La castaña había pasado un día terrible y estaba feliz de que finalmente se haya decidido a dar una oportunidad al pelinegro.

-¿Y bien?- pregunta Visión al ver a Wanda tan feliz.

-Crystal no podrá acompañarnos. Está descansando- sonrie- FRIDAY, encárgate de que nadie moleste a Crystal. Está cansada y merece darse un respiro- ordena a la IA.

-Como ordene, señorita Maximoff- responde la máquina y la pelirroja jala al androide lejos de ahí.

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