10° Tenth
Yoongi corría por el pasillo principal de la escuela, se le había hecho tarde para entrar a clases y no lo podía creer, según él había colocado la alarma a la hora de siempre, pero no había sido así, lo único bueno fue que su madre lo fue a despertar diciéndole que le se estaba haciendo tarde para entrar a clases.
En verdad que su madre en esos momentos era de nueva cuenta su heroína, seguía corriendo, además había jurado levantarse temprano para de nueva cuenta declararse esta vez de manera más seria a Park Jimin, pero parecía como sí el universo estuviera en su contra.
Con la mirada buscaba al chico de cabellos castaños sin mucho éxito, pero en verdad necesitaba encontrarlo, aún buscándolo, estaba planeando como se lo diría, lo había estado haciendo el día anterior, pero sabía que esos intentos frente a su propio reflejo no eran de mucha ayuda que digamos.
Lo mejor era en la vida real y lo peor era que seguramente se convertiría en un total manojo de nervios que inclusive podría acabar por no decírselo, pero valía la pena intentarlo de nuevo, solo esperaba que no hubiera un rechazo está vez mucho peor.
Al dar vuelta por un pasillo, no se percato de quien estaba frente a él así que termino chocando con esa persona, que al parecer igual que él, llevaba mucha prisa, ambos por el impacto terminaron en el suelo.
- ¡Yoongi! -el mencionado se sobresalto al percatarse que frente a él se encontraba Kim Taehyung. Se veía ¿alarmado? No entendía porque.
- ¿Tae?
- ¡Que bueno que te encentro! -le dedico una sonrisa, pero algo estaba muy diferente, no era sus típicas sonrisas, esa parecía forzada.
- ¿Sucede algo?
- ¿Qué? ¡No! Todo está de maravilla.
Taehyung se levanto y ayudo a que Yoongi se pusiera de pie, el pelinegro aún estaba extrañado, no sabía que le ocurría a Taehyung, y es que se veía que estaba ocultando algo o más bien que le quería ocultar algo a él.
- ¿Estás bien?
- Sí, perfectamente bien, ¿qué hacías por estos rumbos?
- Estaba buscando a Jiminie Yoongi juro haber escuchado como Taehyung había tragado seco, pero lo ignoro-. ¿Sabes dónde está?
- ¿Jimin? No, él no está aquí, él... ¡se enfermo! Sí se enfermo, tenía mucha fiebre así que no está aquí.
- Taehyung...
- Bueno sí está aquí pero..
- ¡Entonces acompáñame a verlo! -Yoongi tomo la mano de su amigo, pero cuando empezó a caminar Taehyung afianzo el agarre y lo detuvo.
Yoongi no lograba comprender porque Taehyung actuaba de esa manera.
- Tae...
- No vayas hacía ese lado.
- ¿Por qué?
- Solo... solo no vayas, por favor Yoon.
Yoongi no comprendía, de un tirón logro zafarse del agarre de Taehyung y se fue hacía donde Kim le había dicho que no fuera, y claro Taehyung se puso frente a él para impedirle el paso, Yoongi estaba enojado, cada dirección que tomaba para que Taehyung dejará de impedirle el paso, esté hacía lo posible para volver a impedir que pasara.
- ¡Ya! Tae, déjame pasar.
- No Yoongi, créeme es por tú bien emocional.
- ¡Que me dejes pasar!
Taehyung iba a responder pero Yoongi corrió rápido a su lado y así logro esquivarlo, Yoongi estaba feliz de al fin librarse de la barrera humana que había creado su amigo, pero al ver la escena frente a él, sabía que no debió haber hecho eso.
Allí estaba Park Jimin, tan lindo como siempre, pero había una gran diferencia ahora, se encontraba con ella, con Seulgi.
¿Qué había pasado? Pues Yoongi escucho las palabras de Jimin, y eso fue lo que al fin lo desmorono por completo.
- Sí Seulgi, acepto ser tú novio, también me gustas.
"También me gustas" esas simples palabras pasaban una y otra vez por su cabeza en solo unos momentos.
¿Eso no estaba pasando? Eso es lo que quería pensar Yoongi, pero sabía que la imagen era nítida, no estaba soñando, no eran hologramas, todo eso estaba pasando frente a él, todo era real, la fría y dura realidad.
Se quedo estático viendo como la chica le daba un abrazo a Jimin, y quería llorar, en verdad no podía creerlo, pero...
- ¡Yoongi!
El grito de Taehyung lo hizo salir de su estado de sorpresa, y allí fue cuando Jimin también se percato de su presencia, por unos momentos se separo de Seulgi y lo miro con duda.
- ¿Yoongi? -dijo Jimin, pues ni él creía que el pelinegro estuviera allí presente.
En cuando Yoongi escucho de nueva cuenta la voz de Taehyung, escapo, corrió y corrió lejos de todo, lejos de todos, ni siquiera sabía cuanto tiempo se había quedado en la azotea de la escuela, lo único que sabía era que ya era tiempo de que volviera a casa, de nueva cuenta con el corazón destrozado.
Está vez sí lo olvidaría, no le prestaría nada de atención a ese chico de nombre Park Jimin.
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