* 008 *
El día paso lento para todos, eran demasiado guerreros, pero en el coliseo los gritos nunca se calmaron. Tanto Galahad como Lancelot ya habían peleado y ganado dos veces, Percival había sido llamada por segunda vez apenas con Sonia, las unicas dos chicas presentes en el torneo a pesar de que se había anunciado que el rey tenía ciertas preferencias por el genero masculino.
- ¡Lancelot! - Galahad había llamado apresurado al azabache, quien se dió cuenta del apuro del albino. Percival volvía con notorias heridas en el cuerpo, y la mirada avergonzada - ¿Qué demonios paso?, ¿perdiste?.
- Esa chica... es demasiado fuerte - dijo entre jadeos mientras se recostaba sobre el piso y la pared, tratando de recuperar el aliento.
- ¿Qué?, eres la mejor espadachin magica que conozco - dicto Galahad sorprendido, pero Lancelot lo hizo a un lado mientras pedía que bajara el tono de su voz.
- ¿Ocupaste tu magia? - cuestiono el azabache sentandosé a un lado de la gata.
Percival asintió ya más calmada - Lo hice, hice hasta lo imposible y simplemente me derroto, no lo sé... tiene una forma bastante... ¿extraña?, la verdad no sé como describir su esgruima - en ese momento Sonia entro con la mirada perdida en algún punto, lanzando la espada que tenía a la zona en donde estaba descansando, todos la miraron algo sorprendidos, pues todos conocian a los guerreros de la mesa redonda, que pierda alguno de ellos es una hasaña realmente considerable.
Un caballero de Avalon se acerco a la chica con una sonrisa - Disculpa, ¿de dondé vienes? - cuestionó.
La erizo levanto la mirada y suspiro - De ningún lado que pueda interesarte - se levantó y se encamino por los pasillos, perdiendosé de vista.
Desde las afueras se anunció el fin del día uno del gran evento, todos empezaron a irse lentamente - ¿Puedes ponerte de pie, Percival? - la gata no respondió, pero se puso de pie con calma, los tres se encaminaron en reunirse con su rey, que en todas las ocasiones que pudieron verlo, se mantenía calmado y aparentemente aburrido.
Salieron y pudieron observar a Arturo a lo lejos con una sonrisa diferente a la calmada de antes - Oh, chicos, excelente desempeño el de hoy - pero se acercó a Percival con un ligero toque en su mejilla - ¿Estás bien?, aquella eriza te lastimo...
- No es nada, de todo se aprende algo nuevo, su majestad. Me falta ser más fuerte - la chica se dejo hacer, todos amaban la atención de Arturo aunque no quisieran admitirlo.
- Lo hiciste muy contra ella - finalmente, el cobalto se separo para ver a los otros dos - Ustedes van bien.
Lancelot se sentía incomodo por algúna razón, la forma en la que su rey había sido en la mañana y ahora vuelve a ser el mismo de siempre. Se encamino y tomó del brazo a su rey aprovechando que nadie se encontraba cerca, se lo llevó por los pasillos hasta llegar a la habitación del rey, donde lo soltó - ¿Se siente bien?.
- ¿Yo?, ¿por qué no debería de estarlo?, no entiendo.
Lancelot entrecerro los ojos, realmente algo se le estaba escapando - Esta mañana fue bastante aspero conmigo, ¿le hice algo que le molestara? - el erizo parecio pensarlo un poco y nego con calma.
- No, simplemente estoy algo estresado por todo esto...
Hubo un silencio incomodo entre ambos, por alguna razón Lancelot sentía una necesidad de estar cerca del erizo, una diferente a su tipica obligación ante el rey, al cariño que podría tenerle a Sonic el erizo. Pero era diferente, sentía su pecho arder, ambos conectaron mirada y Arturo estaba adornado de un leve carmin en sus mejillas.
- ¿P... podrías irte? - dicto Arturo entre un jadeo largo y provocador.
El azabache surpiro y pudo sentir otra vez ese olor a rosas más fuerte que antes, ese perfume tenía un olor bastante embriagador. Arturo no paraba de decir cosas, pero Lancelot se encontraba en otro mundo, mareado por aquel olor. Se acercó considerablemente a su rey, recostandolo ligeramente sobre la cama, ambos se miraban con la respiración agitada, los ojos del cobalto pedían a gritos algo más.
Arturo rodeo el cuello de Lancelot para acercarlo ligeramente - Hueles bien... - dijo Lancelot en un susurro.
- ¿Lance?, seguro que quieres... - pero el azabache puso una mano en la boca del cobalto.
- No hables, omega - aquello altero a Arturo, trato de separar al azabache, sus ojos estaban bastante perdidos, el cobalto empezo a sentir un miedo, pero la puerta fue abierta de golpe. Galahad se acercó y le planto un golpe a Lancelot para alejarlo, el azabache levanto la mirada confundido, devuelta a sus 5 sentidos, observo a Arturo sobre la cama con las manos en sus ojos, cubriendo las evidentes lagrimas que empezaron a salir de sus ojos, Galahad simplemente siguió a Lancelot con la mirada hasta que finalmente salió.
El albino se acercó al erizo que se encontraba envolviendosé en sus cobijas - ¿Qué paso?, ¿estas bien?.
- L...lancelot... me llamo omega, pensé que... posiblemente se estaba acercando a mi porque me correspondía, me emocione y fui tonto, solamente se acercó por este olor asqueroso - dijo entre pequeños sollosos.
Galahad abrazo a Arturo sacandolo de las cobijas, empezo a liberar sus hormonas para mitigar el olor a flores que se expandía por toda la habitación y posiblemente hasta los cuartos de ellos, pero eso era lo de menos, odiaba que su rey estuviera enamorado de Lancelot, porque el azabache era tonto y lo suficiente recto como para rechazar a su rey si se confesara alguna vez. Pero ese no era el problema actual, era que Lancelot era tonto para el amor, pero no para lo demás, sabra del segundo genero del rey y posiblemente se volvera loco por el evento actual.
- Su majestad... Lancelot sabra que es un omega.
- Sí...
- ¿Qué debemos hacer?, tratamos de escapar de Avalon, volver a casa podría ser buena idea - dijo con suavidad para no alterar al cobalto.
- No, no podemos... no quiero poner en riesgo nuestra alianza con Avalón... puedo pedir que me cambien de recamara.
Galahad suspiro evidentemente estresado por la situación - Venga, vamos a otro lado - el albino cargo entre sus brazos al rey, abriendo la ventana y saltando sin pensarlo dos veces. Tenía que mantener a Arturo lejos de Lancelot por el momento, ya que cuando se trata del rey de Camelot, el azabache no pensaba muy bien las cosas.
Dos episodios seguidos como agradecimiento y celebración al 1K de la historia, espero les este gustando como van las cosas. Apreció mucho su apoyo, les quiero mucho y nos vemos pronto en otro capitulo.
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