Charpher Seventeen
Sentados uno en frente del otro, esperaban a que HoSeok regrese de la cocina.
NaYeon desviaba constantemente la mirada, y se dedicaba a jugar con sus manos, prestándole el cien por ciento de su atención a la alfombra que no estaba bien puesta en su lugar, mientras que a Jungkook no le importaba ser poco disimulado en mirarla fijamente, como tratando de digerir el hecho de que la tenga delante suyo después de tanto tiempo.
— Entonces, tú eras el amigo al que se refería HoSeok — Comentó Im, mirándolo fugazmente por el rabillo de su ojo, en un desesperado intento por romper la tensión que los rodeaba.
Sonrió ladino — Si, o bueno, supongo que se refería a mi, aunque no lo sé con claridad, ya sabes, Hobi tiene muchos amigos — Mencionó rascándose la nuca, un tanto nervioso — Me habló de ti.
— ¿Qué dijo? — Preguntó seria, esta vez viéndolo fijamente. De esa respuesta dependería si Jung pasa la noche o no.
— Antes de que vengas, me comentó que estuvo en tu casa cuando regresó, y me explicó que no me dejaba visitarlo para no arruinar la sorpresa — Contó, dejando escapar una pequeña sonrisa — Pero no me dijo más nada, asique, dime, ¿cómo has estado?, ¿a qué te dedicas?
— Yo-
— ¡Ya están listos los café! — Anunció cierto pelirrojo, ingresando a la sala con una bandeja, la cual tenía tres tasas y una fuente de galletas en el centro.
En realidad nunca estuvo preparando todo eso, lo tuvo listo desde un inicio, sólo hacía falta calentar las bebidas, no obstante, se quedó escondido en la cocina, esperando el momento que sea indicado para salir de su refugio.
— Oye Kook, ¿sabías que Nay trabaja en un edificio? — Comentó el de brillante sonrisa, intentando salvar a su amiga.
— ¿En serio?, ¿de qué exactamente? — Quiso saber Jeon, dándole un trago a su café, con un semblante bastante tranquilo.
— Organizo papeles, nada en especial — Respondió la castaña, centrándose en su bocadillo, e ignorando la mirada del menor sobre ella.
— Oh, y Nay, ¿recuerdas al señor Lee del orfanato? Hoy me enteré que falleció hace unos meses debido a un paro cardíaco o algo así, no recuerdo bien — Relató Hobi, mojando la galleta en su café, para luego comerla.
Im sonrió por dentro.
Ingresó por la ventana de la enorme casa, y se dirigió a la habitación del hombre, ya con su disfraz puesto.
Quitó las sábanas, y se acostó a su lado, comenzando a acariciar su mejilla, logrando así que el sujeto se despierte.
— Ya era hora de que te levantes, cielo — Pronunció con un dulce tono de voz, apretando su mejilla.
— I-imposible — Dijo aterrado, saliendo rápidamente de la cama, y mirando a la mujer con horror — T-tu estas muerta.
— ¿Qué dices, cariño? — Rió ella, sentándose sobre el colchón — Yo estoy aquí contigo, y aquí me quedaré para siempre.
Dichas palabras, causaron un gran efecto en el viejo corazón del señor, quien se tomó el pecho con la mano izquierda, y luego de ver a su reciente esposa fallecida sentada a unos metros de él, no soportó mucho, y dejó de respirar.
— Que pena, era un buen hombre — Concluyó la femenina, escondiendo su sonrisa al dar otro sorbo a su taza.
— ¿Bueno? — Replicó Jungkook en tono sarcástico — Recuerdo que nos golpeaba cada vez que podía, y a ti te-
Se mordió la lengua antes de seguir, viendo como los ojos de la chica se apagaban por completo, y su semblante, el cual anteriormente estaba relajado, ahora se veía algo neutro, y con rastros de nostalgia.
— Lo siento — Murmuró sin mirarla.
Jung carraspeo — Hablando del orfanato, tengo algo que les gustará a ambos, esperenme un segundo.
Sin más, se levantó, y corrió a su habitación para ir en busca de lo que había mencionado, dejando nuevamente a los otros dos solos.
El ambiente estaba tenso, no, tenso multiplicado al cien.
Jungkook quería decir algo, y lo iba a hacer, de no ser porque NaYeon se levantó de pronto, y se dirigió a la salida, yéndose sin decir nada.
No tenía pensado dejar que se vaya otra vez y perderla de nuevo, esta vez sí iría tras ella.
Tomó su chaqueta, se colocó sus zapatos, y salió del apartamento, rogando para encontrarla antes de que sea muy tarde.
Subió al ascensor, presionó el botón del primer piso, y mientras iba bajando lentamente, la ansiedad lo comía por dentro, hasta que por fin, las puertas se abrieron, y le permitieron verla saliendo del edificio.
— ¡NaYeon, espera! — Gritó, pero la susodicha lo ignoró, siguiendo con su camino.
El joven quiso correr para alcanzarla, pero unas cuantas personas se cruzaron de por medio, interrumpiendo su paso. Reunió fuerzas y logró atravesarlas, corriendo hacia la salida.
— Debes estar bromeando — Bufó, al sentir unas cuantas gotas de agua caer sobre él, luego de salir al exterior.
Usó su chaqueta como protección, colocándola encima de su cabeza, y fue en busca de la muchacha, a la cual, luego de vagar por unas cuantas cuadras, la halló sentada en una banca de algo parecido a un pequeño parque.
Estaba cruzando una calle desde donde él estaba, pero antes de acortar los metros que los separaban, volteó, y entró a una tienda.
Por su parte, Im veía sus pies, y como éstos se movían, siguiendo las indicaciones mentales que le daba.
Suspiró, y tiró su cabeza hacia atrás, deslizando un poco más su cuerpo, para quedar recostada completamente por el respaldar de la banca, cerrando los ojos para que la lluvia no le lastime la vista.
No obstante, frunció el ceño al no sentir agua sobre su rostro, incluso si seguía lloviendo a su alrededor, por lo que miró para arriba, y al instante, deseó no haber hecho eso.
— ¿Puedo sentarme? — Consultó el chico de peculiar sonrisa, al cual había estado tratando de esquivar minutos atrás.
Suspiró — ¿Acaso ves mi nombre en ésta banca? No es mía, haz lo que quieras — Cubrió su cara con su antebrazo, y solo sintió como se sentaba a su lado, aún cubriendola con su paraguas — Quita esta cosa de aquí, yo quería mojarme en la lluvia.
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Nimin_36
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