Charpher Eighteen
— Ven conmigo — Pidió la niña, estirando su mano para que el menor la tome y vaya con ella.
Era de noche, todos dormían, el momento perfecto para huir de aquel infierno en el que vivía diariamente.
— ¿A dónde? — Preguntó él, sintiendo una fresca brisa colarse por su pantalón del pijama.
La femenina se veía ansiosa, mirando constantemente hacia la puerta, rogando para que ningún adulto se levante.
— No lo sé, solo ven conmigo, vámonos de aquí para no volver nunca — Insistió, acercándose un poco.
— ¿Qué pasará con Hobi?
— ¿Hobi? Él está bien aquí, será adoptado en cualquier momento, los padres que vinieron a verlo quedaron encantados, obviamente vendrán a buscarlo, se veían como personas decentes — Mencionó — Ahora vamos, nosotros solo-...
— Nay, no — Jeon retrocedió un paso, algo asustado — Tengo miedo, no sabemos que hay afuera, quedate aquí conmigo, alguien nos adoptará y-
Se mantuvo en silencio, contemplando como el rostro de su amiga cambiaba a un semblante enojado.
— No puedo creerlo — Rió con sarcasmo — Está bien, quédate aquí y sé feliz, como sea, de todas formas, estar contigo no me beneficiará en nada, espero no volver a verte — Concluyó, saliendo por la ventana, aprovechando el hecho de que estaban en el primer piso.
Ella nunca miró para atrás, incluso cuando empezó a llorar por la traición del contrario.
— NaYeon — Oyó a su costado.
Sintió una mano sobre su antebrazo, y ésta evitó que siga avanzando, justo en el instante en el que un auto atravesó la calle, apunto de atropellarla.
— Ten más cuidado — Pronunció Jungkook con suavidad.
Im solo asintió, y se soltó de su agarre, volviendo a caminar.
Cuando la lluvia había frenado su caer, ella simplemente se levantó de la banca, e inició a caminar, siendo seguida por el otro joven, quien iba detrás suyo sin musitar palabra alguna.
No sabía exactamente a dónde iba, sólo sabía que no quería quedarse en donde estaban anteriormente.
De repente, sintió que el coreano frenó, y por puro impulso volteó a verlo, notando como el chico sonreía al mirar un restaurante. Dirigió sus ojos al local, y más recuerdos vinieron a su mente luego de leer el nombre del letrero con luces brillantes.
— ¿Tienes hambre? Aún no he cenado — Comentó el muchacho, dedicándole una sonrisa — Yo pago.
Él extendió su mano, pero ella no la tomó, e ingresó por su cuenta a la tienda.
Un mesero los recibió, y los guió a una mesa algo alejada del resto, les dio el menú, y se alejó, dejándolos solos.
— ¿Crees que sigan sirviendo el cheesecake como lo hacían antes? — Inquirió el menor, mirándola fugazmente.
Chasqueó la lengua — No lo-
— ¡Pero miren nada más a quien tenemos aquí! — Exclamó una voz familiar a sus espaldas.
Ambos voltearon, y se encontraron a un hombre, quien se hizo paso entre las otras mesas, y se acercó a ellos con una feliz sonrisa.
— ¡Junhui! — Habló Jungkook emocionado, parándose para corresponder el abrazo del mayor.
— Tanto tiempo, hace mucho que no venías por aquí — Comentó el sujeto con gorro de chef, dejando unas suaves palmadas en su espalda antes de separarse — ¿Cómo has estado?
— Bien, en realidad yo- oh, por cierto, ¿ya viste a mi acompañante? — Expuso, sin intensiones de disimular su entusiasmo.
El hombre miró a la susodicha, y la examinó por un minuto, tratando de descifrar su rostro, hasta que finalmente lo hizo, y volvió a sonreír, esta vez de una forma más dulce y tierna, sin necesidad de mostrar los dientes.
— NaYeon, ¿verdad? — Ella asintió con lentitud, elevando sutilmente la comisura de su labio — Qué va, el mundo es muy pequeño — Suspiró tranquilo — Vengan conmigo, les prepararé algo especial.
Ambos jóvenes siguieron al sujeto sin decir nada, sintiendo un pequeño revoltijo de emociones en sus estómagos al tener un viejo deja vu.
— ¡Ladrones! — Exclamó un mesero, persiguiendo a los dos escurridizos.
— ¡Yanin!, ¿pero qué demonios estás haciendo? — Acusó el chef, quitándole el palo de amasar a su empleado antes de que cometa algún crimen.
— Encontré a estas ratas robando comida — Señaló el joven a dos niños.
Junhui miró a los pequeños, y su semblante se ablandó, no obstante, le propinó un ligero golpe en la cabeza al contrario.
— No seas idiota, no son ratas ni ladrones, solo quieren comer, ¿no es así? — Preguntó, agachandose a la altura de los menores.
Éstos le miraron con miedo, pero el único en responder fue el niño de ojos aguados, quien asintió con algo de temor.
— ¡Que no se hable más! Yanin, sirve de ayuda y trae algo rico para los niños — Demandó el hombre, siendo obedecido casi inmediatamente — ¿Prometen no volver a robar si esta noche les preparo algo especial?
Subieron la escalera de caracol que daba al segundo piso, lugar exclusivo para la gente adinerada, y sin más, su viejo amigo les ofreció una mesa cerca de la ventana, dejó los menú a su disposición, y les dedicó una última sonrisa antes de volver a la cocina.
La carta con la lista de los platillos no era tan grande, pero si lo suficiente como para que NaYeon cubra su rostro con ésta.
— Todo se ve muy rico, ¿qué vas a ordenar tú? — Consultó Jeon.
— Agua, todo aquí está muy caro y no tengo dinero — Respondió fríamente.
Si bien se dedicaba a asesinar gente con plata, no siempre andaba con trescientos mil wones en el bolsillo como para darse el lujo de comer lo que quiera en un restaurante de etiqueta.
— No te preocupes, te dije que yo pago, tengo-...
— No, no lo harás, luego te deberé un favor y no quiero deberle nada a nadie — Sentenció, desviando la mirada hacia la ventana.
Maldición, otra vez él la estaba observando con esos jodidos ojos que cortan su respiración.
El menor abrió la boca para decir algo, cuando de repente, su celular vibró, por lo que revisó la barra de notificaciones en caso de que sea algo importante.
Sally💕 3 mensaje (s) nuevo (s)
- ¿Qué tal tu noche, cielo?
- Yo estaré hasta tarde en el laboratorio, el jefe me pidió que revise unas cosas del caso en el que estas trabajando.
- Estoy sola por si quieres venir, Yuri ya se ha ido.
🌌
Nimin_36
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