Chapter Twelve
Luego de atormentar un poco más a NaYeon con sus buenas canciones, decidió salir un momento a respirar aire fresco, tal vez, si tenía tiempo, podía pasar por la casa de Jungkook e invitarlo a almorzar, después de todo, apenas iban a ser las once y media, aún había tiempo.
HoSeok fue de aquí para allá, compró unos dulces, y cuando ya no tuvo más que hacer, se encaminó hacia la casa de su amigo.
Pasó unas cuadras, y llegó a la residencia, en donde golpeó la puerta, y fue atendido por una mujer mayor.
— ¿HoSeok? — Pronunció la contraria.
— Es un gusto volver a verla, señora Jeon — Sonrió el pelirrojo.
— Pero mírate nada más, estás tan grande y tan guapo — Señaló ella, acercándose a abrazar al joven, gesto que fue correspondido.
— Ya tengo veintisiete, los años pasan muy rápido — Comentó, separándose de la mayor.
— Por lo que veo si — Rió suavemente.
— ¿Jungkook está aquí? Quería invitarlo a comer — Mencionó.
— Gracias a Dios que llegaste, mi hijo está pasando por un momento díficil, estoy segura que se pondrá mejor cuando te vea — Aseguró, haciéndose a un lado para que éste pase.
— Eso ni lo dude, soy un rayo de sol, nadie puede estar mal en mi presencia — Afirmó, yendo a las escaleras que conducían al dormitorio del coreano.
— Eso espero — Susurró la mujer, viendo como el muchacho se adentraba a los pasillos de su hogar.
Jung caminó sin problemas, pues la noche anterior que estuvo allí, se tomó un tiempito para recorrer la enorme casona.
— ¡Llegó por quien llorabas! — Anunció, abriendo la puerta de par en par, e ingresando con una sonrisa.
Jeon, quien había subido hace unos minutos, sonrió al verlo, y se limpió las lágrimas que había derramado segundos atrás.
— Hola, ¿qué haces aquí? — Saludó, algo desanimado.
— Mi alarma de caras largas sonó y me indicó que estabas triste — Dio una vuelta de bailarina, y al final lo miró con una sonrisa — Es mentira, solo andaba vagando y pensé en invitarte a comer algo, conozco un lugar de comida china por aquí cerca, ¿quieres venir?
El menor lo dudó un segundo, pero finalmente asintió. Ambos bajaron, y en la salida se despidieron de la madre del pelinegro, para seguidamente, ir a donde el mayor comentó.
🌆🌇🌆
Por su parte, ya que estaba despierta, Im aprovechó para guardar algunas cosas que había ganado en sus tantos trabajos.
Cuando acabó, se tiró en el sofá por un momento, pues realmente estaba agotada.
Miró la fotografía que tenía en la mesita a su costado, y sonrió débilmente. Extrañaba los viejos tiempos.
Soltó un suspiro, y sacudió su cabeza, sacando esos pensamientos de su mente. No era hora de andar con sentimentalismo.
Se levantó, fue a la gran mesa donde tenía todos sus planos y demás cosas, allí, tomó un lápiz, y marcó una línea arriba de un nombre.
— Tampoco sirvió éste — Murmuró, mirando la larga lista con los nombres y las fotos de sus víctimas.
Buscó las tijeras, y cortó el cuadrado donde aparecía la imagen de Seokjin junto a su nombre y apellido, para así, poder colgarla en la pizarra donde registraba todos sus movimientos.
— Con él serían... Diez y cinco, quince, más siete es veintidós, y ahora veintitrés — Concluyó, anotando eso en una esquina del pizarrón.
Se alejó unos pasos, y miró las cosas que tenía anotada hasta el momento.
Al notar que no había nada más que agregar, regresó a la sala, y encendió el televisor, cambiando de canales hasta frenar en algo interesante.
— Un hombre despierta de su estado de coma luego de casi diez años inconsciente debido a que-
— Aburrido — Siguió buscando.
— Personas aseguran haber visto y grabado a un ángel caer del cielo en la zona de-
— Pfff, ya no saben qué más decir, los ángeles ni siquiera existen — Se mofo la pelinegra, acomodándose mejor en el sofá.
— Oficiales de la policía anuncian el hallazgo de un nuevo cuerpo asesinado en un hotel de segunda mano — Informó una reportera.
— De ésto estaba hablando — Pronunció victoriosa, bajando el control remoto para prestar atención a lo que contaban.
— Recientemente, hace menos de media hora, se nos ha informado que llamaron a la policía para reportar un homicidio en un hotel durante la mañana de éste día viernes — Comentó la mujer — Iremos con nuestra periodista Hyejin, quien se encuentra en el lugar del crimen.
— Gracias YongSun, detrás de nosotros, ya se encuentra la policía investigando y buscando posibles respuestas ante el reciente hecho.
NaYeon se mantenía en silencio, prestando atención a todo lo que transmitían.
Odiaba ver la televisión, pero los canales de noticias siempre le eran una ayuda para mejorar en sus actos, puesto que éstos le señalaban inconscientemente algunas cosas que había pasado por alto, pero que de todas formas no le afectarían en nada.
— ¡Ya llegué! — Gritaron.
Asustada, metió la mano en el costado del sofá, y sacó un arma, apuntando a la persona que acababa de cruzar su puerta.
— ¡Deja de hacerme eso! — Acusó la chica, bajando el objeto luego de ver al recién llegado.
— ¡Y tu deja de apuntarme con esas cosas! — Chilló HoSeok, bajando las bolsas de compras que tenía en sus manos.
— Lo siento, estaba acostumbrada al silencio — Remarcó la última palabra, dándose vuelta a mirarlo de mala manera.
— Y es por eso que eres tan amargada — Bromeó Jung.
— Te aconsejo no ofenderme, te recuerdo que entre tu y yo solo hay una bala de diferencia — Mencionó tranquila, pero con un deje de broma.
— Oh, vamos, ambos sabemos que no serias capaz de hacerme daaa- ¡Eres una loca desquiciada! — Gritó, cuando la de apellido Im disparó al suelo, justo a un centímetro de su pie.
— Ay, no seas bebito, sabes que no te podría hacer daño — Aseguró, acercándose para tomar las bolsas.
Pero el pelirrojo seguía inmóvil, puesto que sentía el verdadero terror correr por sus venas.
— ¿Qué pasó? No me digas que en serio te asusté — Rió la contraria.
— Esto — Señaló el suelo, aún aterrado y con la respiración acelerada — No va a quedar así — Sentenció.
— Uy si, mira como tiemblo — Se burló, soltando una carcajada a lo último.
🍒
Nimin_36
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top