Chapter One
— ¡Me lleva el demonio! — Exclamó el oficial a cargo, golpeado con el puño la superficie de su escritorio — ¿Cuántas ya van en esta semana?
— Con esta, ya son cinco, pero si la sumamos con las demás, nos da el total de veintidós muertes en lo que va del mes — Informó su secretaria, mirando los registros para asegurarse de no haber cometido un error.
El hombre soltó un bufido molesto, se levantó de la silla y tomó su abrigo.
— ¿Aún hay alguien del equipo en el hotel? — Consultó.
— Si, están presentes los oficiales Choi, Kang, Jeon, y la forense Yoon — Planteó.
— Bien, diles que me esperen allí, que no se vayan, yo ya voy para allá, y encárgate de citar al ministro Bang, haremos una reunión cuando regrese — Concluyó el sujeto, saliendo de su oficina.
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— Buenos días, señores — Anunció el mayor.
— Buenos días, oficial Lee — Saludaron sus compañeros, dándole una reverencia.
— Bien, ¿informes? — Pronunció, tomando las carpetas del caso para leer lo que tenían hasta ahora.
— Un hombre de treinta y ocho años de edad, 1.78 centímetros de altura, fue hallado muerto en la mañana del día de hoy, por una mucama del hotel en el que pasó la noche con una mujer desconocida, causa de muerte, herida de navaja en la garganta — Notificó la forense.
— ¿Jeon no vino con ustedes acaso? — Indagó el superior, al notar la ausencia de uno de sus colegas.
— Así es señor, pero sigue en el cuarto buscando evidencia junto a los detectives — Anunció Choi.
— ¿Qué encontraron de evidencia? — Inquirió, colocándose guantes blancos para revisar los objetos.
— Una carta con un beso hecho por el labial de una mujer, y nada más, la transmisión de las cámaras de seguridad fueron hackeadas, así que aún no detectamos algún posible sospechoso, pero según testigos, Jung JeeHon llegó al hotel acompañado por una mujer — Declaró Kang.
El líder principal asintió, y se encaminó a la habitación donde había sucedido la escena del crimen.
— Buenos días, oficial Lee — Saludó un castaño, haciendo una ligera reverencia.
— ¿Qué tienen de buenos, Jeon? — Protestó, palmeando el hombro del mencionado — ¿Ya se llevaron el cuerpo a autopsia?
— Si, a simple vista, la causa de muerte pareciera ser debido a un corte en la garganta, pero también está la posibilidad de que falleció gracias a una intoxicación, u otras opciones — Planteó el joven, examinando si encontraba algo debajo de la cama.
— Estoy seguro que alguien está jugando con nosotros, llevamos tan solo tres semanas desde que empezó noviembre, y nos llegaron veintidós muertes de hombres asesinados de la misma forma que el anterior — Renego el hombre.
— Veinticinco, si contamos a las mujeres que se encontraron cerca de las escenas de los crímenes, claro — Recordó, colocando cinta adhesiva por la perilla de la puerta, intentando buscar huellas.
— ¿Crees que esas muertes también están conectadas con los asesinatos que estamos investigando? — Interrogó, acercándose a él.
— Puede ser que si, así como puede ser que no, no debemos descartar ninguna posibilidad, le recuerdo que todo puede estar frente a nuestros ojos y no nos hayamos dado cuenta — Mencionó, depositando la cinta en una bolsa transparente.
— Dígame cuál es su hipótesis — Pidió, viendo hacia el techo, continuando con la búsqueda.
— Desde mi punto de vista, y si los testimonios son ciertos, una mujer está tratando de conseguir algo, tal vez dinero — Argumentó, quitándose los guantes, y saliendo de aquel dormitorio junto a su jefe.
— Es muy probable. Bien, señores — Llamó la atención de sus compañeros — Quiero que lleven todo lo que hayan encontrado en la escena del crimen al laboratorio, contacten a balística y pregúntenle si ya tienen el resultado de lo que le pedí ayer, luego vayan a la comisaría, haré una junta e irá el ministro Bang, así que dense un baño antes de ir, no vaya a ser que lo matan con su peste — Bromeó, antes de salir del hotel y dirigirse a su auto.
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— De acuerdo, primero que nada, gracias a todos por venir hoy, mi nombre es Lee Yongkyu, y soy el oficial a cargo de los casos — Comenzó a hablar el sujeto canoso — Como sabrán, este seis de noviembre de dos mil veinte, fue hallada la primer víctima de asesinato en Daejeon, Corea del Sur, desde ese día hasta la actualidad, ya se reportan veintidós muertes, todas causadas por lo mismo, degollamiento. Recientemente, tuvimos un caso en el que el intérprete del homicidio, dejó una nota a los policías, la cual decía otra vez van un paso detrás mío, ¿no piensan en rendirse?, y fue firmada por un beso en labial rojo, el cual deducimos, es de una mujer — Finalizó el informe, observando a sus colegas.
— No se si esto pueda tener algo que ver, pero durante la investigación, fueron hallados tres cuerpos de mujeres cerca de la escena del crimen, asesinadas de la misma forma que las víctimas anteriores pero en días distintos — Acotó Jeon, haciendo que varios inicien a murmurar cosas inaudibles.
— ¿Cuáles son las preferencias de edad que el asesino busca? — Preguntó un pelinegro.
— El más joven que se ha encontrado hasta el momento, es el estudiante Jung HyaKye, con veinte años de edad, estaba a punto de completar sus estudios, pero fue asesinado el ocho de noviembre en su departamento, y el más viejo, es Jung Shijae, con treinta y nueve años de edad, se encontró su cadáver en un hotel de bajo presupuesto el quince de noviembre — Completó, cerrando la carpeta en donde leyó aquello.
— ¿Los dos eran Jung?, tal vez son familiares, ese apellido no es muy usado en Daejeon — Comentó una agente, anotando varias cosas en su libreta.
— Ya lo investigamos y no encontramos ningún parentesco entre las dos personas — Negó el que estaba al mando.
— ¿Qué hay sobre las mujeres asesinadas?, ¿por qué las involucrarían en el caso? — Atinó a preguntar un agente.
— Debido a que fueron halladas cerca de donde sucedió el asesinato, las tres contaban con un apuñalamiento en su abdomen bajo, y murieron desangradas, se asume que fue alguien que intentó robarles, o al menos eso dijo la prensa para ocultar el problema — Explicó Jungkook, dándole vueltas al lápiz que tenía en su mano.
La oficina se quedó en silencio por un instante, todos pensaban distintas opciones, buscaban variantes, tal vez alguna pista que haya podido haber dejado el asesino.
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Nimin_36
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