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— Pero es imposible, ¿ya revisaron bien? Tiene que haber alguna conexión entre todos, es prácticamente imposible que lo tengan porque si, además justo en el mismo lugar, ¡ustedes no lo están haciendo bien! — Acusó, volteandose para seguir con sus cosas.

Era consciente de que no estaba midiendo sus palabras, pero no le importaba, sólo quería terminar con eso de una buena vez por todas.

— Sally, ¿desde cuando te interesa acabar tan rápido con éste caso? — Inquirió Jeon, algo intrigado con la actitud de la femenina.

— Desde que hiciste tu promesa — Sentenció aún sin mirarlo.

El acusado frunció el ceño, cuando de repente, recordó a lo que Ahn se refería.

— Ya llevamos una semana teniendo citas, ¿cuando lo formalizaremos? — Preguntó la chica, cargando el peluche que el joven ganó para ella en el juego de puntería.

— Me gustaría, pero en este momento no podemos, estoy en medio de un caso importante, prometo formalizar todo cuando lo tenga resuelto, no quiero estar en una cita y tener que salir corriendo porque debo ir a una nueva escena del crimen — Explicó, notando cómo los ánimos de su compañera bajaron — Hey, no te pongas mal, cuando termine ésto, pediré que me coloquen en otra sección que no me necesite todo el tiempo, te doy mi palabra — Garantizó.

Soltó un suspiro, y allí comprendió todo.

Con pequeños pasos suaves, se arrimó a ella y deslizó sus manos por la cintura de la muchacha, haciendo que ésta se tense ante el contacto.

— ¿Qué haces? — Preguntó, volteandose a verlo.

— Rompo mi promesa — Anunció, acercándose bruscamente, y robándole un beso a la contraria.

A pesar del asombro y la confusión, ella terminó correspondiendo, rodeando el cuello del mayor con sus brazos, intentando eliminar cualquier espacio que había entre ambos cuerpos.

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— En mi defensa, tu eres muy tonto y fácil de engañar — Rió Im.

— Pero no se vale, eso es hacer trampa, y aquí estamos jugando limpiamente, eres una sucia tramposa — Acusó Jung, indignado ante la descarada estafa.

— Si durante el juego tu contrincante no se da cuenta, eso quiere decir que no es trampa, solo una estrategia para alcanzar la victoria — Argumentó tranquila, volviendo a juntar las cartas para mezclarlas y empezar otra partida.

— ¿Por qué intento discutirlo contigo? Eres una criminal jugando un juego de cartas, era obvio que no sabes jugar limpio — Protestó, tomando el maso que le correspondía.

— Ay ya, no seas maricon y juega, tu empiezas — Avisó, dándole un sorbo a su bebida.

— Oye, por cierto, ¿que tan ocupada esta tu agenda de esta semana? — Inquirió repentinamente.

— ¿Ah? No lo sé, en realidad no tengo una agenda en específico, me organizo dependiendo del momento que lo amerite — Explicó.

— Entonces, ¿qué me dices si vamos a cenar? Ya sabes, para recuperar el tiempo perdido y viajar un poco al pasado — Comentó, haciendo una buena jugada, la cual lo dejó con tres cartas.

— No lo sé, no me gusta volver al pasado — Respondió.

— NaYeon, tu vives en el pasado — Mencionó, riendo un poco, y estando a un paso de ganar esa ronda — Uno.

— No lo vale — Espetó, arrojando su baraja, y levantándose para irse de allí.

— Pero- ¡Estaba por ganar!

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— Señor Jeon, usted es todo un pillo — Rió la joven, dejando un casto beso en la comisura del labio del susodicho.

— Tu tampoco eres muy santa, Sally — Siguió con el juego, tomando su mano, y depositando un beso en la piel.

— Por cierto, ahora que somos novios oficiales, hay que tener una cita para festejarlos, ¿qué opinas de mañana? — Propuso.

— Lo siento, un amigo ya me invitó a cenar mañana, ¿qué opinas del sábado? — Sugirió.

— Sábado debo ir a ver a mi abuela — Negó, sacando un pequeño puchero — ¿El domingo entonces?

— Domingo tengo una junta con las personas del comité de policías, estaremos hasta tarde revisando los casos e intentaremos llegar a una conclusión — Suspiró — ¿Lunes?

— Sip, lunes si puedo — Aceptó, sonriendo felizmente al llegar a un acuerdo.

— Entonces esperaré con ansias — Garantizó, volviendo a besarla, incluso con más pasión que la primera vez.

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— Nay, ¿dije algo que te molestó? — Preguntó HoSeok desde el otro lado de la puerta — Lo siento, no es mi culpa que haya estado a punto de ganar, ¿no crees que ya era hora de que lo haga? — Acusó.

Luego de que Im lo dejara plantado a medio terminar, fue a encerrarse a su habitación, y allí se quedó hasta ahora, negándose a abrirle o a dejarlo entrar.

— Vete de aquí, HoSeok, no quiero verte ahora — Exclamó desde adentro del dormitorio.

— Pero Nay yo-

— ¡Dejame sola! — Exigió.

Jung frunció el ceño, sin poder creer que se haya enojado sólo porque no la dejó ganar.

De pronto, un momento en específico se le vino a la mente, para ser más directos, cuando le dijo; Tu vives en el pasado.
Fue entonces que cayó en cuenta de lo que hizo/dijo, y se apresuró a alistarse para salir a la calle. Ni loco se quedaba en la casa sabiendo que su amiga, quien casualmente es una asesina serial, estaba enojada con él.

Lo mejor que podía hacer era darle su espacio para que se calme y tranquilice, luego volverá a disculparse como se debe, mientras tanto, es momento de huir.

Por su parte, NaYeon hacia garabatos en un cuaderno sin importancia, recurriendo a ese método para calmar sus impulsos de ir a romper algo.

Cuando ejerció demasiado fuerza, y la punta del lápiz de rompió, supo que era momento de meditar un segundo las palabras dichas por su amigo, el cual, de cierta forma, tenía razón, puesto que ella misma se había dado cuenta que vivía aferrada a un dolor pasado hace muchos años.

Si bien creía que era tiempo de dejarlo ir, había algo dentro suyo que la seguía impulsando a hacer lo que hace, puesto que aparte de eso, no tenía otros motivos para seguir existiendo, ni siquiera tenía un gato por el cual prenderse y usarlo de excusa para mantenerse a flote todavía.

Su vida en sí no tenía sentido o propósito algo, más allá del que ella misma se impuso hace tres años.

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Nimin_36