🍒Shu Kurenai🍒

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"Querido futuro esposo..."

Veía con molestia y su ceño levemente fruncido, mientrás sus manos se recargaban en la isleta de la cocina, miraba aquella cosa pegagosa y viscosa con grumos que parecía que pronto saldría corriendo de allí, a lo que ella hace un rato llamaba "arroz".

Suspiró con cansancio, cocinar no era su fuerte. Tendría que volver a hacer comida instantanéa. Miró el reloj, las tres en punto marcaba. Shu estaría por llegar y su intento de cocinar algo rico para el había fracasado...Otra vez.

"Aquí hay algúnas cosas que necesitas saber..."

La jovén pelirosa vivía con su hermoso novio, que pronto sería su prometido. Era un hermoso departamento que ella misma se había encargado de decorar. Miró la piedra que había en la repisa y soltó una risita, claro si a eso se le llamaba "decoración".

Escucho las llaves entrando en la cerradura de la puerta, por lo que rápidamente tiró a la basura aquella cosa viscosa que ni de broma parecía comestible.

La cabellera blanca de su novio se hizo presente mientrás ella lo miraba con una hermosa sonrisa intentando ocultar el desastre que había hecho en la cocina.

-Hola conejito, ¿Cómo te fue?.-Fue y lo recibió con un abrazo.

-Hola T/n...-Miró incredúlo su preciada cocina.

-Hoy el menú de hoy es....¡Sopa instantanéa!.-Dijo la jovén con gracia.

El jovén sonrió negando levemente con la cabeza y le dió un suave beso en la frente a la muchacha.

Era única.

"Si quieres ser..."

Dejó su maletín en la entrada y caminó hasta la cocina tomando un mandíl de conejitos.

"Mi único amor"

Y se puso manos a la obra.

"Toda mi vida"

Frente a ella se encontraba algo simplemente exquisito, la especialidad de Shu. Comía alegremente y sorbía los spaguettis fácilmente, era una delicia.

Su novio la miraba con una sonrisa al saber que le había gustado, el comía tranquilamente y de vez en cuando le daba sorbos a su vino tinto, mientras su linda novia se levantaba una y otra vez por otro plato de el delicioso spaguetti a la carbonara de Shu.

"Llévame a una cita"

-¿Te gustó?.-La pelirosa asintió saboreandose sus finos labios.

Sin duda esto no se comparaba a su intento de "arroz" bueno por lo menos se lo merecía por su esfuerzo.

"Lo merezo, cariño"

Caminó hasta su novio y lo abrazó por detrás.

-Iré a dormir, te espero en la cama~.-Dijo y se fue.

El chico suspiró para luego soltar una risita.

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Tarareaba una canción mientras hacía el esfuerzo de maquillarse correctamente, su novio la había invitado a una cita por su aniversario. Ya casi siete años de novios, así que se arregló lo más hermosa posible.

Caminaba hacía la puerta de su habitación, tratando de caminar con esos inmensos tacones. Abrió la puerta y se dirigió hacía las escaleras donde pudo ver a Shu sentado en el sofá esperandóla.

Bajaba las escaleras tratando de dominar su paso y hacer que se viera bien. Shu la miró y de inmediato se paró y la vizualizó correctamente.

Estaba hermosa.

Caminaba con cuidado de no caerse, observó por uno segundos a shu, estaba jodidamente sexy. Llevaba un traje negro con rojo que hacía juego con su vestido, y su cabello estaba recogido en una coleta con algúnos mechones sueltos.

Sin embargo, esos simples segúndos que se distrajo, bastaron para que perdiera el equilibrio y se resbalará. Cayendo de sentón en las escaleras.

-¡T/n! ¡¿Estás bien?!.-Preguntó asustado Shu.

T/n asintió mientrás se levantaba y seguía bajando como la diva que es.

-¿Y mis flores?.-Preguntó T/n ya abajo.

Shu.exe dejó de funcionar.

"Y no olvides las flores en cada aniversario"

Shu, como todo un caballero, le abrió la puerta del auto a T/n para que se subiera.

"Porque si me tratas bien; seré la esposa perfecta"

Había hecho una reservación en un restaurante lujoso, pero ahora iban tarde ya que T/n se había cambiado su calzado a algo más cómodo.

Suspiraron cansados, habían pérdido la reservación.

"Comprando comida"

Toda la gente los miraban raros, ¿Porque iban vestidos así a un restaurante de hamburguesas?

Shu no hizo más que respirar ondo y contar hasta tres.

Miró a su novia que comía como nunca aquella deliciosa hamburguesa mientrás la saboreaba y sorbía de su refresco de vez en cuando.

Shu la miró divertido, agarró un pañuelo y lo acercó al mentón de su novia para quitar aquella mancha de ketshup.

"Comprando lo que necesites"

Miraba el televisor con aburrimiento mientras sostenía el control remoto, cambiando de vez en cuando el canal. Miró el reloj que yacía en la pared, las 4:00.

"Tienes un trabajo de 9:00 a.m a 5:00 p.m"

Todavía faltaba una hora para que llegara su novio, se había quedado horas extras en el trabajo.

Se levantó del sofá y fue a ver que hacía de comer, su novio llegaría cansado para cocinar asi que no tuvo más que tratar de hacer algo rico de comer...otra vez.

"Pero cariño, yo también"

"Así que no pienses que al llegar a casa..."

"Estaré haciendo tartas de manzana"

Colocó el agua caliente con cuidado en los envases de sopa instantanéa, las tapó y esperó algúnos minútos para que se terminaran de cocer.

Las vació en dos platos bastantes bonitos y le puso unas hojitas de menta para que se viera prometedor.

"Nunca aprendí a cocinar"

Las 5:00 en punto.

Recibió a su hermoso novio con un gran beso y lo dirigió hacia la mesa de la cocina mientrás ponía en su celular una canción romantica en youtube.

Malditos anuncios.

Eso no quito que se la pasaron muy bien.

"Pero puedo escribir una canción pegadiza"

"Canta conmigo"

-Shuuu~ quiero heladoooo, ¡Ya!.-Dijo la pelirosa.

-Si, ya voy, ya voy.-Miró a su novia la cual se encontraba en el sofá todavía en pijama y con el cabello desordenado viendo televisión.

Estaba en su periodo.

-¿De que sabor?.-Preguntó el peliblanco.

-Del que sea, pero traelo rápido me estoy muriendo~.-Dijo haciendo una pose drámatica.

Shu rodó los ojos divertido.

-Está bien, su majestad.

"Tienes que saber tratarme al igual que a una dama"

"Incluso cuando esté actuando como una loca"

-Su orden señorita.-Shu le pasó un bote de helado de fresa a la jovén mientrás se sentaba enseguida de ella.

-Ahora quiero chocolate.

"Dime que todo estará bien"

-T/n, te amo.-Mencionó el chico.

La luz de la luna acompañada de las hermosas estrellas, decoraban todo el cielo nocturno de aquella hermosa velada romántica.

-Shu...-La jovén lo miró con sorpresa y un color carmín en sus mejillas.

-Te gustaría...¿Casarte conmigo?.-El jovén se incó y de su bolsillo saco una cajita negra la cual abrió mostrando un hermoso anillo.

-Por supuesto...-La jovén, con lágrimas de felicidad se lanzó al chico, dándole besos en todo el rostro.

"Querido futuro esposo; Aquí hay algúnas cosas que necesitas saber..."

"Si quieres ser mi único amor toda mi vida"

"Querido futuro esposo, si quieres tener ese amor especial..."

"Dime que soy hermosa cada noche"

-¡Eres un idiota!.-Gritó la pelirosa.

-¡Esta bien, lo lamento! ¿Si? ¡Se que soy un idiota! Pero perdonáme...-El jovén miró el suelo cabizbajo.

-Eres un idiota.-La pelirosa lo abrazó.-Pero eres mi idiota...

"Después de cada pelea"

"Sólo discúlpate"

"Y tal vez luego te deje mover mi cuerpo"

"Aún si llegué a estar equivocada"

"Tú sabes que yo nunca me equivoco"

-¡Es hora de levantarse, dormilón!.-Levantó el colchón haciendo que Shu cayera al piso.

-T/n, son las 7:00 de la mañana...-Dijo Shu adormilado, puesto a que estaba acostumbrado a levantarse a esa hora, era sabádo y solo quería dormir.

-¿Y? Es día de alzar la casa, ahora a levantarse, que tenemos mucho que hacer hoy~.Canturreo la chica mientrás se iba y Shu solo se volvió a acostar en la suave cama.

"¿Porqué no estár de acuerdo?"

-Es hermoso, Shu.-Miraba con asombro aquel bellisimo collar que le había regalado su novio y posteriormente lo había colocado en su cuello.

-Tal vez, pero nadien se compara a ti.-La pelirosa se sonrojo y desvió la mirada avergonzada.

"Tienes que saber tratarme al igual que una dama"

"Incluso cuando este actuando como una loca"

"Dime que todo estará bien"

El día más felíz de su vida, su boda.

Miraba felíz su hermoso vestido, era sin duda bellisimo.

Sacó algúnos mechones de su peinado y tomó su ramo de rosas rojas y blancas para después salir de aquel salón.

"Querido futuro esposo"

Caminaba despacio, una hermosa canción sonaba poco a poco.

"Aquí hay algunas cosas que necesitas saber..."

"Si quieres ser mi único amor toda mi vida"

La puerta del gran salón se abrió, dejando ver a la hermosa novia.

"Querido futuro esposo"

"Haz tiempo para mi y no me dejes sola"

El amor de su vida cada vez estaba más cerca.

"Nunca veré a tu familia más que a la mía"

Pétalos rosas pálidos caían levemente, todos voltearon a verla.

"Dormiré en el lado izquiero de la cama"

Bancas decoradas con hermosas rosas blancas y rojas.

"Abre las puertas para mi y tal vez consigas unos besos"

"No tengas una mente sucia"

Caminó con delicadeza mientas sostenía el hermoso ramo de flores.

"Sólo sé un chico con clase"

"Cómprame un anillo"

"Tienes que saber tratarme al igual que una dama"

"Incluso cuando este actuando como una loca"

La jovén miró a su hermoso novio con tímidez, para luego asomar por debajo del vestido sus pies, en tenis converse.

"Dime que todo está bien"

El chico sonrió mientras la jovén se posicionaba a su lado.

"Querido futuro esposo; aquí hay algúnas cosas que necesitas saber..."

"Si quieres ser mi único amor toda mi vida"

Ambos únieron sus labios en un lindo beso, aquel beso que los destinaba a estár juntos...

Porque se amaban, con todo y su defectos.

"Querido futuro esposo"

"Si quieres tener ese amor especial..."

"Dime que soy hermosa cada noche"

"Futuro esposo, mejor ámame correctamente"

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