Playboy
La mayoría cree que la mejor etapa de tu vida, es la adolescencia.
Edad maravillosa, la primavera de la vida, donde conoces el amor, donde conoces las relaciones amorosas, y en algunas ocasiones, las sexuales.
Donde formas conexiones, tienes tu historia de amor individual y amigos que te apoyan mientras viven las suyas.
Definitivamente, la vida adolescente está muy romantizada.
Chuuya Nakahara no estaba conociendo a el amor, ni las relaciones, todos sus amigos eran unos completos perdedores, y bueno, eres lo que comes. De forma muy metafórica.
La vida colegial de Chuuya Nakahara se arruino cuando uno de sus compañeros encontro una caja de condones en su mochila.
"Chuuya, ten esto, pero no le digas a Arthur-san o Kouyou que te lo di, estoy seguro de que lo necesitaras"
Maldición, pensó que ese fue el momento más incómodo de su vida, cuando su tío (Padre adoptivo) Paul le dio una caja de condones. Pero claramente se equivocaba cuando Kajii, uno de sus compañeros, registro su mochila en busca de su cuaderno de ciencias, olvido que tenía el objeto al darle permiso para tomar el cuaderno, se arrepintió de forma épica y catastrófica, ese definitivamente se llevaba el premio del momento más incómodo de su vida.
"¡Chuuya! Vaya, que poco descaro, ¿te divertirás esta noche?"
Las miradas de sus compañeros eran insistentes y curiosas.
Evito hablar con alguien durante todo el día....
Ese mismo día, llego su prima Sasaki a recogerlo, en su escandaloso descapotable, una belleza deportiva de color blanco. Regalo de cumpleaños de su tía lejana, madre de la pelinegra, corrieron rumores de que era una clase de novia o amante.
No se le volvió a ver desde ese día, entonces los rumores llegaron a la conclusión precipitada de que fue un amor de una sola noche.
"Estoy segura de que vi a Nakahara-san quedarse un buen rato en la oficina de Kunikida-sensei, ¿Ustedes creen...?"
¡Falso! ¡Falso! Chuuya podría morir de la gracia que le hacía eso, cuando recordaba aquello, era simplemente algo sumamente ridículo.
"Mire, mocoso" Recuerda al hombre de cabellos rubios, llamarle mientras se acomodaba los lentes.
"Los medios que usare son poco ortodoxos, pero dado que usted no quiere cooperar de otra forma, y yo no tengo ganas de que sea expulsado, lo resolveremos de la siguiente manera"
Chuuya recuerda haberse tensado en ese momento, pensando lo peor.
Estaba listo para enviarlo a comer mierda, pero entonces...
"Si me gana en brazo, tendrá un 10 en mi materia"
Estuvo aproximadamente 4 minutos luchando contra Kunikida-sensei, el cual aparentemente parecía haber desarrollado músculos en los brazos por la cantidad de problemas matemáticos que dejaba en la pizarra al día.
Bueno, el a sus 17 años era fuerte, pero recibió un 5 por el esfuerzo.
Mierda, la recuperación de la materia en verano le preocupaba.
Otra cosa que le preocupaba, eran los rumores de que también había tenido algo con Sakunosuke-sensei, lo cual también es estúpido.
Si Chuuya perdió contra Kunikida-sensei, fue por la interrupción de Oda-sensei, el cual entro a la oficina del rubio en plena batalla y distrajo a Chuuya, Kunikida vio aquello como la oportunidad de oro para bajar finalmente su antebrazo al escritorio. El rostro estupefacto del pelirrojo era un poema.
"¿Oda-sensei? ¿Conoce a Chuuya Nakahara? De último año." Pregunto una de las chicas, mientras reía.
"Nakahara...." El pelirrojo carraspeo, tapo su rostro y el ligero sonrojo que apareció al recordar la escena, sonrió un poco, con su palma tapando su sonrisa. "Si, lo conozco"
Los antiguos rumores terminaron desenmascarándose como una mera hipótesis.
¿Chuuya Nakahara es un chico promiscuo?
Por dios...
Todas estas situaciones terminaron por ser la respuesta para el público.
Chuuya Nakahara, debe ser promiscuo.
— Tengo la solución. — Hablo finalmente el pelirrojo. — Voy a confirmar los rumores. — Sus ánimos denotaban estar por los suelos, y su tono era como si proclamarse como un joven promiscuo fuese la única solución.
Tachihara Michizou escupió su bebida, Akutagawa Gin abrió la boca sorprendida.
El pelirrojo menor recibió una palmaditas en la espalda al estarse ahogando con su ex soda.
— Chuuya-san... — La chica menor mostro duda en su semblante.
— Chuuya, ¿esto es por qué te acostaste con Kunikida-sensei? Sabes que no es necesario, quiero decir, es muy difícil aprobar matemáticas. — La chica a su lado asintió, como si sintiese empatía por el pelirrojo mayor.
— ¡Maldición! ¡No me acosté con Kunikida-sensei! — Grito golpeando la mesa, olvidando que estaba en la cafetería del colegio, carraspeo al notar miradas curiosas, con las mejillas levemente rosadas, bajo la voz. — No me acosté con Kunikida-sensei. Solo acordamos de forma profesional y ética mis calificaciones.
Eso era una gran mentira.
Tachihara se encogió de hombros, Gin hablo suavemente.
— Con respecto a lo de ser playboy... — Regreso el tema, Chuuya poso su atención en la menor. — Bueno, Chuuya-san, usted ya tiene un punto. — Concedió la pelinegra, Chuuya asintió. — Por aquí, las personas promiscuas no tienen realmente una fama tan mala, las chicas y los chicos promiscuos son bastante admirados y populares. Solo que, confirmar los rumores suena como una idea un poco descabellada.
— También puede conllevar las malas pasadas de personas que no toleren el comportamiento. — Explico de manera elocuente, su rostro luego enrojeció un poco, llamando la atención de Tachihara. — Pero, Chuuya-san... Si de verdad planea hacer algo como eso...bueno, me refiero a experiencia, ¿tuvo alguna e..experi-riencia...a-antes?
Tachihara la miro aburrido, Chuuya curioso.
— Esta preguntándote si alguna vez has tenido sexo. — Aclaro Michizou, robando la soda que estaba en la bandeja de la chica, esta negó frenéticamente.
— ¡N-no! ¡Eso...! Bu-bueno si es...Pero Chuuya-san yo no....
— Gin tiene razón, nunca antes he tenido sexo. — Asintió con rostro pensativo, Tachihara asintió con él.
— ¿P-pueden dejar de repetir esa palabra? — Pregunta la pelinegra dudosa.
Había un largo camino por recorrer.
․↭․
Chuuya no podía evitar sentirse sumamente ridículo después de afirmar que sería playboy por simples rumores del colegio, pero no podía hacer nada realmente ahora.
Miraba con aburrimiento la pizarra llena de problemas matemáticos, mientras pensaba seriamente en construir una máquina del tiempo para darse una cachetada a si mismo días atrás, diciéndole a Tachihara y Gin que dejaría fluir los rumores de su presunta promiscuidad y los alimentaria.
Con el tiempo, dejaría de recibir un acoso y bromas de sus compañeros.
"Diablos Chuuya-san, que poco autoestima tienes"
Chuuya realmente no planeaba exhibir y difundir rumores sobre eso al derecho y al revés, eso sería una falta hacia si mismo y su dignidad, simplemente, pensó que una vez yéndose del instituto, no sería realmente destacable más que como un rumor más, era planeación a largo plazo.
Él tenía mucha autoestima, por supuesto.
El maestro rubio escribió con tiza en la pizarra la tarea, remarco las instrucciones y salió por la puerta, los estudiantes empezaron a guardar sus cosas.
— ¡Oye! Nakahara, hoy por la noche iremos a casa de Kobayashi, habrán chicas y tragos — Chuuya frunció el ceño por las dos últimas cosas, viéndole de frente. — Puedes enseñarnos tu técnica, ¿no lo crees? — Golpeo suavemente su hombro, Chuuya volteo, sabiendo que un sonrojo se extendería por sus mejillas ante eso.
El tono insinuante y mirada insistente del contrario estaban por hacerlo cometer una estupidez.
¿No era una buena forma de comenzar este estúpido plan de largo plazo?
— Considéralo un hecho— Musito despreocupado, ante su relajación el chico se emocionó, alzo el puño eufórico.
— ¡Genial! ¡Esta noche conquistare a Makoto!
Estaba haciendo una idiotez, el humor de perros de Chuuya se veía a kilómetros mientras caminaba a casa esa tarde.
Una vez se acercaba el momento, empezó a vestirse para salir
Cuando Chuuya se miró al espejo, su complacencia se forma en una sonrisa.
Parecía sacado de alguna foto de pinterest, con estilo vintage, llevaba pantalones de estilo militar que se abultaban holgados en sus levi's blancos, una camisa vieja también estilo militar completamente abierta sobre otra camiseta negra. Algunas cadenas tintineando colgaban de sus bolsillos mientras se movía viendo el reflejo.
Cuando salió acomodando tontamente lentes de sol sobre su cabeza, aunque sea de noche, se despidió de su padre quien leía en el sillón, este alzo una ceja y se encogió de hombros, despidiéndose también.
Una vez llego al lugar gracias a que el mismo chico que lo invito se la envió por mensaje de texto, la música estaba para reventar tímpanos, individuos bailaban por todos lados y olía a cigarro.
Bien, genial, cabe recalcar que no es la primera fiesta a la que Chuuya asiste, las fiestas de cumpleaños de sus primas son muy divertidas, en especial la parte de ponerle la cola al burro.
Si, Chuuya nunca había estado en una fiesta de este tipo.
Pero sus padres le han advertido, que no beba nada sospechoso o que no se lo haya servido el mismo, que beba agua y alcohol en partes iguales, comer antes de beber, evitar las drogas, y por nada del mundo consumirlas. El cigarro es aceptable, pero aún no está en la edad de eso.
Así que opto por tomar ponche sin alcohol y algunos aperitivos de jamón y queso, camarones y uvas.
— ¡Chuuya! Oye, te ves bien amigo. — Kajii le saludo por la espalda, agradeció en un murmullo y se arrepintió de su poca seguridad, el castaño le condujo afuera, en la piscina, donde un grupo de chicos estaban charlando y bebiendo, estos invitaron a ambos a unirse. Algunas miradas se posan sobre él y Chuuya puede sentir una en particular que es persistente, pero no sabe de quien es.
— Es bueno que estes aquí. — Saludo un rubio, con un cigarrillo. — ¿Quieres un poco?
Oh, por supuesto que no, Chuuya no está en la edad, y, por lo tanto, no puede consumir esa clase de cosas.
— Claro. — Lo toma, y gracias a que ya lo había probado antes (precisamente por probarlo es que sus padres le advirtieron que no estaba en la edad, todo a su tiempo) no se inmuto ante el sabor mentolado, el contrario le vio con una sonrisa incrédula y ceja alzada mientras los demás reían. Le devolvió el objeto y saco el humo.
— Al parecer, no eres tan mojigato como se pensaba. — ¿Pensaba? Chuuya sabe que después del incidente de los condones todos tienen la certeza de que no es mojigato, pero el ser tan suelto y confiado frente a ellos lo deja más claro. — Siempre te juntas con la mosquita muerta de Gin y el perdedor de Tachihara. Ambos son el uno para el otro.
Tal vez el ponche si tenía un poco de alcohol.
Chuuya parpadea y entrecierra los ojos, siente que el humo del cigarro está nublando su vista.
Las risas paran y Chuuya espeta.
— ¿Sí? Que agradable que no he hablado de la clase de idiotas con los que tu pierdes el tiempo. — Las cejas del más alto se disparan, los chicos miran fijamente al pelirrojo. — Lo digo en serio, es tan idiota que creas que eres genial cuando te he visto romper y volver con la misma chica cuatro veces— Chuuya frunce el ceño y lo mira de arriba a abajo, acomoda los lentes en su cabeza en un gesto desdeñoso— ¿No puedes salir del closet y besar a tus amigos?
Su tono burlón es palpable, su sonrisa ladina se estira cuando lo ve acercarse.
Este camina lentamente, como un depredador rodeando e intimidando a su presa, inquiere, estirándose con toda su altura. — Oye, hermano, ¿cuál es tu problema? ¿Dije alguna mentira? — Ríe, otra vez llevando el cigarrillo a sus labios. — No actúes como un idiota.
— No soy tu hermano — El contrario estira las comisuras de sus labios. — Y, ¿A qué te refieres? ¿Tendremos problemas, hermano?
Entonces todo se va al carajo cuando el rubio exhala el humo en su cara, asquerosamente, luego ríe con el resto.
Su cara cruje y se voltea cuando Chuuya le da un puñetazo, retorciéndose cuando lo toma de la solapa, los demás se alejan murmurando que se calmase.
Una voz los interrumpe a lo lejos.
— ¡Oigan, idiotas! ¡No tendrán una pelea en mi casa! — Es Kobayashi, quien sale de la piscina chorreando agua, la chica de pelo negro toma del hombro a Chuuya, quien frunce el ceño.
— No es una pelea si es el único que se va con la cara partida. — Gruñe el pelirrojo, el rubio aprieta su muñeca tratando de zafarse.
— Chuuya, es la primera vez que te veo en una fiesta, no seas idiota en tu primera vez, ¿sí? — Esta toma y retuerce su hombro con suficiente fuerza como para hacerle retroceder, Chuuya se queja adolorido. — Y tú, Ito, cierra la maldita boca porque no volveré a sacarte de problemas.
— Esta bien. — Limpia su labio, otra vez esa estúpida sonrisa. — No te lo pedí, muñeca.
Esta vez, es Kobayashi quien lo golpea, probablemente rompiéndole la nariz.
.↭․
Chuuya probablemente no tuvo que haber venido, piensa en ello mientras mueve en círculos su bebida en el minibar, a su espalda la gente baila, bebiendo un gritando ruidosamente.
Debió invitar a Gin al cine, o tal vez ir al centro comercial con Tachihara y la pelinegra. Luego ver una película en su casa y maquillar a Michizou porque Gin afirma que tiene unas pestañas espectaculares.
A pesar de que, probablemente sus amigos si son los perdedores de la secundaria, el disfruta eso, y también será un perdedor con ellos, los apreciara porque son los mejores amigos que alguna vez podrá tener.
Asiente y mira hacia el frente, con ánimos renovados
— Whisky con hielo. — Una voz habla a su lado, mira hacia arriba, encontrándose con el perfil de un joven castaño, el baja la mirada encontrándose con la suya.
El chico parece sorprendido, lo mira fijamente a los ojos un poco aturdido.
— Oh, que agradable coincidencia, eres el niño bonito que Daichi-chan apaciguo. — Chuuya frunce el ceño, era elocuente para ser un chico adolescente, y osado para ser un desconocido. — Soy Dazai, pero estoy libre el sábado, así que puedes llamarme en la noche.
Muy bien, es un idiota, pero un idiota muy bueno con las palabras, subió un poco su ánimo.
El pelirrojo suelta una carcajada. — Chuuya. — Responde seco, las cejas del castaño se disparan, soltando un 'gracias' distraído cuando recibe el vaso de cristal con el líquido amarillento. — No intentes pasarte de listo.
— Es una noche interesante. — Chuuya ignora el comentario ambiguo viéndole jugar con el vaso ante de llevarlo a sus labios, bueno, es un poco atractivo. — Vi tu espectáculo con Ito-kun, no es la primera vez que Dai le da una paliza.
— ¿Conoces bien a Kobayashi? — Alza ambas cejas, jugando distraídamente con el vaso también.
Los ojos del castaño se oscurecen un poco, se relame los labios y exclama. — Oh, por supuesto que sí, muy bien. — Es un poco travieso el brillo en sus ojos, Chuuya aparta la mirada.
Osamu mira atentamente ese gesto, llevando otra vez el vaso a sus labios, descubrió algo, mira al pelirrojo con perspicacia.
Chuuya juega con su cabello, también puede inferir algo más por eso, guarda un secreto.
— Las personas suelen estresarse al mentir. — Suelta de la nada, Chuuya se tensa. — Y hacen gestos nerviosos, como zapatear, jugar con sus uñas.... — Murmura, viendo fijamente al pelirrojo que huye de su mirada. — O jugar con su cabello. — Chuuya da un pequeño saltito, carraspea y suelta el mechón de pelo. — Tú tienes uno muy bonito. — Halaga distraídamente, sus ojos son depredadores, y Chuuya no está demasiado molesto por ser acorralado. Dazai estira su mano para tomar uno de sus rizos.
— Cállate. — Murmura Chuuya, el castaño retira su mano y apoya la mandíbula en su palma abierta.
— Tu, no eres quien dices ser, ¿no, Chuuya? — Finaliza, su tono es bajo, las voces y la muchedumbre atrás de ellos pasa a ser irrelevante para Chuuya, concentrándose en sus ojos castaños brillosos y sus labios acusadores estirados en una sonrisa. — No te preocupes, yo puedo ayudarte con eso.
No sabe si se refieren a lo mismo, pero la mirada de Dazai es bastante intensa, y Chuuya no sabe si se refiere a lo que él cree que se refiere.
No importa, en su estómago hay algunas burbujas chisporroteando, y es agradable, no importa si no es lo sabe o no.
— ¿No quieres ir a un lugar más privado?
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— Eres lindo cuando estas desesperado. — Sádico. Chuuya le dirige una mirada molesta a través de sus pestañas, retirando los botones de la camisa negra del castaño.
— Muérete. — Respondió, el más alto llevo una mano a su mentón y lo subió para besarlo, sentía el whisky, y leves toques y mordidas que hacían sus labios hormiguear, pero solo eso, Dazai no le daba más a menos a que el se lanzase a conseguirlo, a veces ni así.
— ¿Has hecho esto muchas veces? — Pregunta frunciendo el ceño, Chuuya no analiza esa pregunta. Responde rápidamente.
— No, es mi primera vez. — El colchón de la habitación de invitados esta frio, no por mucho. Osamu alza una ceja. — ¿Tienes condones?
— Pensé que el chico promiscuo de último año los tendría. — Rio suavemente. — Dicen que siempre los llevas. — Chuuya le envía una mirada molesta. — Bromeo, si tengo.
Chuuya suspira y se aleja.
— ¿Como pretendes hacer esto si nunca lo has hecho antes? — Inquiere, Chuuya esta quitándose su propia camiseta.
— Siempre hay una primera vez. — Responde. — He visto suficiente porno para hacerlo, no te preocupes.
El castaño ríe escandalosamente. — Puedo ser paciente, si estás seguro de querer hacerlo. — Desliza una mirada curiosa sobre Chuuya, quien se muerde el labio y asiente. — ¿Sabes dónde quieres estar, al menos?
Chuuya entiende que está cuidándolo, y está bien. Pero siente que el castaño se olvida un poco a sí mismo.
— Prueba algo que tú quieras. — Asiente ante su propia idea, Dazai palpa su regazo.
— Prometo que no te arrepentirás, Chuuya. — Mira hacia arriba cuando Chuuya está sobre él, deja un beso en sus labios y desciende el camino por su cuello.
Chuuya quiere ver eso.
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Dazai es un poco más perseverante de lo que Chuuya pensó.
Sus muslos duelen, la noche anterior al menos Dazai tuvo la decencia de ayudarlo a limpiarse después de todo, durmió plácidamente y Kobayashi le dio un aventón a su casa a las cinco de la mañana, se preparó felizmente para ir a la escuela, ya es un chico experimentado, probablemente es una estupidez pero se siente realizado, precisamente porque fue increíble, Dazai le cuido lo suficiente y le complace saber que el también hizo al menos el intento de cuidar al castaño, al fin una cosa fuera de lo normal en su adolescencia, su primera vez fue un éxito.
Ahora, tiene una cara de estúpido embelesado mientras Gin y Tachihara hacen caras con las zanahorias de su almuerzo.
— Mira Chuuya, esta se parece a tu cara de idiota ahora mismo. — Tachihara le arroja una papa cocida a la cara, Chuuya sale de su encanto y lo mira molesto, Gin aguanta la risa.
— ¿Fue muy buena la fiesta, Chuuya-san? Te ves pensativo. — La azabache lleva comida a su boca y mastica lentamente mientras espera su respuesta.
Chuuya le envía una mirada indescifrable. En cambio, los tres prestan atención a un grupo de dos chicas y un chico que pasan al lado de ellos, murmurando.
— ¿Escuchaste a Hayashi en la mañana? Dazai-san fue a la fiesta ayer y estuvo con Nakahara-san de último año. ¡Toda la noche! Ni siquiera saludo a Kobayashi-chan porque apenas llego se acercó a él. ¡Ambos son muy apuestos! — Una chica pelinegra con mechones verdes artificiales chilla a ambos a su lado, Chuuya se tensa cuando los ojos de sus amigos se disparan hacia él.
— Oí rumores sobre Chuuya-san, dicen que es un poco promiscuo. — Murmura el único chico entre los tres, la que hasta ahora había permanecido callada resopla.
— Dazai-san también lo es, tal para cual. — Afirma con las manos en las caderas.
Y eso es todo.
Chuuya mira a sus amigos, se explica solo. Incluso Gin tiene una intensa mirada y Tachihara le mira con picardía, ambos intercambian miradas y fastidian a Chuuya.
— Ah, Gin, parece que nuestro Chuuya ya es un chico grande. No es un niño. — Alza ambas cejas, soltando con despreocupación.
Gin asiente, Chuuya se encoge en su asiento con los pómulos un poco rojos.
— Verán, es una larga historia, yo...— Sube sus manos a la altura de su pecho con una sonrisa apenada, por supuesto que afirmara su inocencia en todo momento, por autopreservación, no quiere ser sofocado el resto de su existencia por ambos chicos.
Algo detrás de ambos llama su atención, olvidando la tarea de proteger su inocencia, es Dazai, vestido con pantalones rasgados a lo lejos y una camisa holgada de alguna banda popular mientras habla con un pelirrojo, se ve lindo, igual que ayer.
El castaño nota su mirada desde donde esta, saludando y guiñándole un ojo. Chuuya le devuelve el saludo con cara de baboso, Gin y Tachihara no pueden creer lo que ven cuando vuelven a intercambiar miradas, ambos asienten al mismo tiempo, canturreando con infantilismo.
¡Chuuya Nakahara es un chico promiscuo!
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