Maten a mi profesora de sociales :'( maten a mi profesor de físico :'(

Era sábado, se preguntarán que estado haciendo todos estos días (igualmente si no les importa se los diré). He estado en modo guerrero ya que desde el incidente con el rubio (Greg) no a parado de perseguirme y yo lo único que hecho es salir corriendo cómo vaca al matadero. Con Lucas las cosas van regular ya que siempre estoy escondiéndome de los dos.

Algunos dirán "oh que perra, tiene a dos guaperas por ella" pues no, preferiría que se tirarán por un puente o algo. Con toda la tontería ya era sábado. En el internado se podía elegir, si querías pasar el fin de semana en el internado o en tu casa y cómo se imaginan casi todos se largaron al toque de campana creo que solo quedábamos unos pocos.

Me levanté de la cama,  se habían ido toda por lo que el cuarto era mío. Sábado, pff ahora mismo una "rayita" estaría vistiéndose para irse de fiesta "por primera vez" pero no yo en cambio era la típica marginada. Salí del cuarto con un short y un jersey con el escudo del internado.

Me puse los auriculares y empecé a tarear la canción. Los pasillos estaban vacíos lo que los hacían muchos más especiales. Tenis que recoger mi libro de ciencias en clase ya que tenía que exponer un trabajo el martes. Lo único que se escuhaba era mis zapatos.

Entré a la clase y agarré el libro salí y me taparon la boca. Oh dios, llego mi momento ¡iba a morir!.

Me vendaron los ojos y yo solo pateaba para tirarlo, pero nada funcionaba. Salimos del internado, ¡¿cómo nadie se daba cuenta?!.- ¡Oyej sabejs que esto se llamj zecuestro!.- intenté decir.

Mi "secuestrador" seguía sin decir nada. Llegamos a los jardines del internado que era una especie de laberinto. Caminamos (mejor dicho él me arrestaba) hasta el centro del laberinto. ¿Qué cómo sabía donde estábamos?. Fácil, el olor a rosas lo conocía de sobra y este tenía rosas por todas partes.

Me quitaron despacio la venda y yo me di la vuelta para saber quien era. ¡¿Había desaparecido?!. Miré a mi lado dónde había una gran espejo deteriorado. Estaba vestida con un vestido negro de encaje. Vale esto estaba dando miedo. Miré al cielo antes azul y ahora grisáceo.

Pequeñas gotas cayeron. Y depronto una lluvia enoe que me mojó toda. El espejo cada vez era más claro y se podían ver al lado mio dos personas.

Lucas y Greg. Vestidos de negro.

Me giré solo estaba Lucas. Cargaba una rosa blanca que me entregó, la toqué pero me pinche con una espiga, la sangre de mi dedo corría sola. Miré al frente pero no había nadie. Seguí caminado por el laberinto con la rosa blanca en la mano.

Esto era demasiado cliché. Grité asustada cuando escuché un sonido de dos coches chocando. Ya no estaba en el internado estaba en una carretera. La conocía perfectamente, la carretera donde se hacían carreras ilegales.

Pero esta vez solo se escuchaban las sirenas de ambulancias y jóvenes corriendo para que no les arrestaran. Habían dos cuerpos tendidos en el arcén. Cómo si hubiera visto un fantasma la respiración se me paró.

-L-Lucas.- mis ojos votaron lágrimas. Su cuerpo tendido lleno de heridas y más al frente su moto destrozada.- ¡Lucas, Lucas!.- grité desesperada. Me agaché a su lado.- ¡Ayuda por favor!.- nadie me escuchaba. Toqué su pecho pero no se oían los latidos de su corazón.- Lucas no puedes estar muerto.- lloré como una niña pequeña en su pecho lleno de cicatrices.

Me quitaron de su lado mientras médicos intentaban salvarlo. Caminé alejándome de él. A metros después había otro cuerpo este estaba mejor.- ¿Greg?.- abrí los ojos.

-Sam.- sonrió tosiendo.- Elige, su vida o mi vida.- cómo si de mafia se tratara cerré los ojos y sentí como dos tipos de manos me halaban a su lado.

-¡Sam, Sam!.- abrí los ojos y miré a Lucas.

Lloré por quintuagésima vez abrazándolo.- Te quiero, te quiero, te quiero.- todavía sido un sueño, ¿un sueño premonitor?. Si fuera así tenía que cuidarlo. Le di otra mirada a Lucas que se encontraba sentado mi lado.

-Te traía el desayuno, pero vi que gritabas y decidí despertarte.

-Gracias.- le abraze más fuerte.- Lucas.- cogí su mano.- Por favor no sigas con las carreras.

-Sam por favor.- me acarició la mejilla.

-¡No Lucas!.- aparté su mano.- Prometemelo o cortamos.- abrió los ojos sorprendido.

-¿Me estas chantajeando?.- asentí.

-Así es.- suspiró.

-Bien, las dejaré, por ti.- me dio un beso y sonrió.

-Pero comencemos con el desayuno que tengo un hambre de mil dioses.- asentí, sonreí al ver el gran desayuno que tenía al frente pero rápidamente la borré al ver la rosa blanca que Lucas me entregaba.

-Es para ti.- la agarré nerviosa y de nuevo me corté, ¿seguía en un sueño?

-Oh mierda.- gruñó.- Le dije al de la floristería que quitara todas las espigas.- sacó de su chaqueta un papel y me envolvió la mano con el.- Iré a por un algodón por si acaso.- asentí sin mirarlo

¿Podría ser acaso que ese sueño fuera cómo una realidad de lo te iba a pasar?

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