Capítulo 4

Dedicado a todas las fans de esta novela, os amo esta vida y la otra♡
(60 votos y 40 comentarios , uno por personita♡)

Disfruten del capítulo!

Las personas gritaban más y yo simplemente me había quedado muda mientras Greg miraba el anillo con rabia.

-¿Por qué no me dijiste que estabas casada Samantha?.- mierda no me había llamado “Sam”.- ¿No pudiste esperar, verdad?.

-¿Tu me hubieras esperado seis años?.- me miró con rabia.

-¡Es lo que he estado haciendo Sam!.- tiró el anillo a mis pies.- Aunque no se para que desperdicio mi tiempo.- yo ahora tambien me estaba cabreando.

-¡Lárgate entonces!.- cogí el anillo y me levante.-¡Haz lo mismo que hiciste hace seis años!.- la gente se empezó a esparcir.

Él me miró totalmente herido.

-Es verdad, adios Sam.- vi como se iba de la bolera y yo me quedaba como hace algunos años. Dolida y esta vez culpable.

Salí de la bolera y estuve por más de cuarenta minutos buscando un puñetero taxi. Que al parecer en este lado de la ciudad no existía.

Por obra de un milagro por fin pude coger un taxi. Veinte minutos mas y todavia seguia en el. El taxista se iba a forrar.

Mi movil empezo a vibrar. Desee con todas  mis fuerzas que fuera Greg o Lucas. Pero ninguno de los dos fue. Era un numero desconocido.

Decidí contestar.- ¿Halo?

-¡Sam por fin contestas!

-¿Ashley?.- no se a que venia que me llamara la hermana de Greg.

-¡¿Qué le has hecho?!.- chilló alterada. Se escuchó de fondo cosas rompiendo.- ¡¿Qué le has hecho a mi hermano?!.- se le quebró la voz y empezó a llorar.

Mi corazón iba a mil por hora. Pedí al taxista que parara.

-Ashley dime donde vivis.- el ruido de las cosas rompiendose cambio por la voz de Ashley suplicando que parara.-¡Ashley tu y yo sabemos perfectamente que soy la única que puede tranquilizarlo!

Creo que gracias al momento de debilidad de ella me dio la dirección. Se la dije rápidamente al taxista y le dije que fuera lo más rápido posible.

Miraba el móvil impaciente.
La zona de la ciudad adonde llegamos se notaba muy pija. Paramos en un edificio con ventanas de cristales.

El portal 34. El portero casi no me deja pasar por mi forma intranquila de hablar, hasta que no le dije que iba de parte de la “señorita Greg” no me dejó.

Por fin pude correr hasta la última planta (la planta ocho). La cual había convertido en un duplex.

Toqué el timbre desesperada. Me abrió Ashley. Una chica rubia de ojos azules que se abalanzo a mi para darme un abrazo y llorar en mi hombro.

-A parado.- se le quebró de nuevo la voz.- Pero se ha encerrado con un montón de botellas en su cuarto.- No lo soporto.- se aferró mas a mi.- Yo me quedaré en mi cuarto de hotel un par de horas, cuida de él por favor Sam.

-¿No prefieres quedarte tu?.- negó aterrorizada.

-Es la segunda vez que le ha pasado esto y esta vez a sido peor.- en su brazo izquierdo traía una mochila.- Me voy, cuidalo por favor.- me abrazó por última vez y se marchó.

Nada más entrar casi me cortó con un cristal.
Abrí la boca aterrorizada por lo que estaba viendo. Lo que parecía el salón ya no lo era.

Había botellas vacías tiradas por el suelo. Un sofá que parecía muy caro destrozado y jarrones con flores por el suelo.

Me tapé la boca y casi lloro. Yo no pude provocar todo esto, no.

Caminé por todo ese estropicio hasta llegar a unas escaleras que suponía que daban a su cuarto.

Las subi con temor y la única puerta que había estaba entreabierta.

La abrí y vi a Greg tirado en el suelo con unos seis botellas de alcohol a su alrededor. Tres de ellas vacías.

Greg estaba horrible. Los ojos rojos, la camiseta entreabierta y con un rasguño en los brazos.

-¡Saam!.- intentó gritar.-¿Q-qué haces aquí?.- negué con la cabeza.- ¡Vete con Lucas!.

Me acerqué a él e intente quitarle las botellas pero el las cogio como si fueran un tesoro.

-No Sam, son mias.- toqué su mejilla con extremada delicadeza.- Sigue.- cerró los ojos y yo seguí con mi mano acariciando todo su rostro.- ¿Porque me haces esto?.- entreabrió los ojos y salió una lagrima.

No lo soporte mas y aparte las botellas para poder abrazarlo. El aprovecho y me apretó mas contra el.

-No sabes cuanto desee esto.- su aliento olía a puro alcohol. Separé un poco nuestros cuerpos. 

Su frente con la mia. Estaba a un solo paso para besarlo. Pero algo me decia que todavia no era. No, todavía no definitivamente.

Le ayude a levantarse. Se tambaleaba y le hice acostarse en su enorme cama.

Tiré las botellas a un bolsa que tenía en una esquina. Me dispuse a bajar para arreglar un poco todo ese estropicio.

-¿Te vas?.- preguntó.

-No, en unos minutos regresó.- hizo un esfuerzo por levantarse pero tocó su cabeza y se acostó de nuevo.

-Regresa cuando puedas, no te marches por dios.- asentí aunque no lo pudiera ver.

Bajé y suspiré. Entré a la cocina buscando un recogedor y una escoba.

Después empecé a limpiar y tirar todas las botellas a una bolsa de basura.

Solo un jarrón de tres pudo sobrevivir a la ira de Greg. Con cuidado lo puse en una estantería del salón.

Me fije en todas la fotos y vi dos fotos donde salía yo.

Una era yo con él sonriendo. Ahora misma no me acuerdo donde fue aunque solo se veía campo y nada más y otra era mía graduandome.

Salía con la toga y con mi diploma sonriendo. Era una foto sacada de la web de mi instituto.
Dejé con cuidado las dos fotos en su sitio.

Como pude levanté el sofa y despues de un gran rato vi todo mas decente. Ahora el salón se veía bonito.

Como prometí a Greg regresé a su cuarto. Apestaba a alcohol así que aunque estuviéramos en invierno abri su ventana para que se ventilara todo.

La luz de la luna me dejó ver a un Greg tranquilo durmiendo. Estaba sin camiseta. (Al final se la había quitado del todo.

Como si fuera cosa del destino la luz de luna apuntaba a su pecho. Parecía una escena sacada de crepusculo. Vi una “s” tatuada en su pecho.

Me acerqué temerosa y la toqué.
Podía significar cualquier cosa esa  “s”

-Si crees que soy tan idiota por tatuarme un s porque si, te equivocas.- cogió mi muñeca y tiró de ella.- Eres la razón de este tatuaje.- dijo susurrando.- Sam se que estas casada pero creo que esto tiene más significado que esa mierda de anillo.- intenté que parara pero no podía, estaba hipnotizada por sus palabras.- este tatuaje lo tendré por toda mi vida recordándote pero ese en anillo..- suspiró.- lo podría tirar ahora mismo por la ventana y desaparecería pero esto.- señaló su tatuaje.- nunca.

-Greg, no estoy casada.- suspiré.- Estoy comprometida.- por un instante pude ver como sonreía.

-Entonces puedo hacer esto.- no me dejo preguntar el que.

Se puso encima mio y me besó como nunca nadie me había besado. Una manera tan dulce que casi me derrito enseguida. Se separó.- Espero que esto no sea un sueño.- abrí los ojos.

-Yo tampoco.- susurre.

-Quedate a dormir por favor.

-Esta bien,¿tienes alguna colcha?.- negó.

-¿Para?.

-Para dormir en el sofa.- rodó los ojos y empezó de nuevo a tambalearse. Estaba cansado.

-Duerme aqui.

-No.- abrió su colcha y me miró.

-Tu en una esquina y yo en otra.- despues de media hora discutiendo con un borracho mi cuerpo pedía a gritos dormir y es que ya era la madrugada.

-Esta bien.- aplaudió.

-Ashley tiene algunos pijamas en mi cómoda coge alguno.- bostezo.

En efecto tenía algunos. Cogí uno de algodon con nubes dibujadas. Greg me miraba curioso.

-Date la vuelta por favor.- como un niño caprichoso lo hizo. Y me cambie rapidisimo.

-Vaya estos seis años te han mejorado mucho.- me puse mas roja que en toda mi vida. El anillo de los mil problemas lo guardé en mi pantalón.

Me acosté en una esquina.

Cerré los ojos sintiendo el brazo de Greg encima mio.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top