ocho.

Y ahora a pesar de los consejos de sus amigos se encontraba sobre Bang Chan gimiendo a boca llena, en esos momentos no era ni siquiera capaz de pensar en algo concreto a esas alturas, las manos del Bang Chan le proporcionaban tanto placer que Felix no se encontraba en sus cinco sentidos, él estaba en una especie de trace erótico.

"He decidido como llamarte, solo un beso eso es todo. Ya sea tu buena o mala suerte que hayas conocido un chico como yo."

No sabría distinguir si lo que vivía era un sueño o una realidad pero de lo único que podría decir era que no quería que nada de esto terminase.

Su corazón débil le obligaba a estar junto a Bang Chan aún si eso le estaba dañando tanto que ya no podría estar en paz.

― Felix me perteneces, por completo. Tu corazón es mío al igual que tus oscuros deseos―. Esas palabras tan egoístas pero que hacían bien a su corazón o eso quería creer, vamos Felix, no seas tonto.

― Lo sé, mi corazón es todo tuyo. ―Y con eso el pequeño había cerrado un trato en donde él saldría lastimado, y ya no se podía hacer nada.

No servían los consejos de sus amigos en estos instantes eran solo ellos disfrutando de un placer que no se les fue concebido hace mucho.

Era momento de empezar un nuevo nivel en esto, era el momento adecuado de cambiar tal vez las cosas y demostrar quién realmente tiene el control.

Nunca sabes las intenciones de los demás.

"El antiguo Lee Felix ha muerto, yo lo maté."

¡gracias por leer!

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