Me acosté en mi pijama de siempre, bueno quizá no era la de siempre porque en lugar de playera me puse un top un poco más provocador. No es que quisiera seducir a Andrew pero, vamos, debía sacarme a Fraag de la cabeza y después de la cena esta era mi mejor opción.

―¿Qué película vamos a ver? ―Krista se lanzó al sillón, acostándose a mi lado.

―Conociendo a Andrew una de horror, conociéndote a ti, un cliché romántico. Esta complicada la situación.

―Bueno si dependiera de ti terminaríamos viendo Harry Potter o Cazadores de Sombras así que, en ese caso voy tomar la decisión yo ―Krista se puso de pie de nuevo tomando el control, el plato de papitas y una coca cola del refrigerador ―, vamos a ver diez cosas que odio de ti.

Abrí mucho los ojos viéndola sentarse de nuevo. La puerta sonó y sin preguntar quién era abrí. Andrew estaba parado con unas bolsas de comida. El aroma a alitas de pollo me llego de repente y mi apetito se hizo presente de nuevo.

―Ya era hora War ¿Dónde estabas? ―cerré la puerta ayudándolo a poner la comida en platos.

―El restaurante del que hablaste queda a dos cuadras, no es precisamente a la par del hotel ―le di una sonrisa un tanto avergonzada.

―¡Ya tengo la película! ―Krista se tapó con la manta del sillón ―¿Pueden traer el resto de la comida? Pero dense prisa, está por comenzar.

Andrew vio el título en la televisión e hizo una mueca bastante obvia, no le agrado la elección pero no dijo absolutamente nada. Él sabía que si Krista había colocado la película, nunca podría cambiarla.

La puerta volvió a sonar y los tres nos quedamos viendo fijamente porque no esperábamos a nadie más. Me puse de pie para abrir una vez más la puerta, Fraag estaba en la puerta, con Champagne en la mano. Paso a mi lado como si no estuviera ahí parada, ignorándome por completo.

―Traje tú bebida espumante y sushi ―Fraag dejo la botella en la mesa junto a una pequeña cajita de shushi. Camino a la cocina por cuatro copas ―. No me vengas con la mariconada que vamos a ver esa película, es muy vieja, además de cursi.

―Sí, pero si tú te apuntaste a venir, tienes que aceptar las condiciones completas ―Krista tomó el control colocando "play" a la película.

―Creo que alguien va a comenzar una lista de las diez cosas que odia de mí ¿No es así Lena?

Le lance una mirada considerando sus palabras. No sería mala idea.

―Silencio, ya va a empezar ―Kriss no me dejo responder. Le subió volumen a la pantalla plana y ahí comenzó.

Fraag estaba sentado en mi campo de visión, justo al lado de Krista, viéndome fijamente sentada junto a Andrew. Nuestras miradas se toparon más de unas diez veces, ninguno sonrió ni dijo nada pero la tensión se percibía a kilómetros. Quizá estos 60 minutos de película iban a ser eternos.

Tal y como lo predije, Fraag no dejo de verme en todo el momento. No me sentía incomoda pero su mirada era intensa que ocasionaba cierto cosquillo en mi interior, como esa sensación de excitación de querer brincar y arrancarle la ropa de un golpe. Incluso me iba a importar poco que me viera Kriss y Andrew.

―La próxima película la escojo yo ―Fraag tomó un trago de su botella de agua.

―¿Próxima? ―negué con la cabeza ―¿Qué te hace pensar que habrá próxima?

―La manera en que me miras me dice que habrá una próxima ―mis ojos se abrieron de repente captando que sus palabras no eran exactamente por la película. ¡Genial! ¿Por qué me hace esto?

―Oh por Dios ―Krista se sentó tapándose los oídos ―, ustedes hablan como si estuvieran a punto de arrancarse la ropa.

―Quizá sea de ese modo ―Fraag me giño un ojo.

Puse los ojos en blanco caminando hasta donde estaba Andrew. Fraag frunció el ceño antes de enfrascarse en una conversación con Krista la cual no puse atención. Me di la vuelta para darles la espalda e ignorar el nudo que se formaba en mi garganta que imploraba gritarle que me besara.

―Fraag te tiene algo controlada ¿No es así? ―Andrew estaba recostado en la encimera de la cocina.

―Estas imaginando cosas, él no me tiene controlada y las cosas que dice Kriss son solo estupideces y lo sabes.

Andrew levantó su vista para verme con sus ojos algo achinados por el cansancio. Me encogí de hombros sintiendo un vacío que antes no estaba. Recuerdo cuando él ocasionaba mil cosas, ahora era una persona más.

―Estos días me recordaste exactamente lo loca que puedes llegar a ser, en el buen sentido ―sonrió.

¿Loca? Dios, este hombre me conoció tranquila, nada de loca. Sí supiera que ahora era más atrevida de lo que antes era, me diría maniaca o algo por el estilo. Hace mucho que le perdí el miedo a muchas cosas.

―Aun no tienes idea de lo mucho que cambie ―le di una sonrisa de medio lado.

―¿Algo que tenga que saber en especial? ―ahora Andrew me estaba dando esa sonrisa llena de picardía y morbo.

―No sirve si te lo digo, debes descubrirlo.

¡Caos total! Pero me da igual, en estos momentos solo necesito un poco de aire fresco y sentirme poderosa otra vez. Sentí una mirada dura, como si perforara mi cerebro. Gire para ver a Fraag parado a unos centímetros de nosotros, Krista estaba a su lado bastante satisfecha.

―Bueno, aunque esto está demasiado interesante ―Krista le dio una palmada a Fraag en la espalda ―. Es hora de dormir.

―¿Por qué nos mandas a la mierda ahora que estábamos a punto de descubrir las locuras de Elena? ―Fraag me señalo con él dedo.

―Porque como ella dijo, Fraag. Son cosas que tienen que ir descubriendo. Como sea, feliz noche chicos.

Andrew se despidió al igual que Fraag sin más que decir. Krista cerró la puerta recogiendo los platos vacíos y aun comiendo un poco de las frituras que quedaban. Viendo el vacío asimilando la noche de hoy, realmente había sido bastante interesante. Una parte de mi estaba segura que Fraag reacciono por celos, otra me decía que era pura imaginación mía.

―Tengo una cita mañana ―dijo Krista lavando los platos como un ser humano normal y no como una súper estrella.

―¿Vas a ir? ―estaba nerviosa, era obvio si no estaría lavando los platos.

―No lo sé, ya sabes cómo es la industria, esperan algo de ti que no les puedes dar.

Un misterio total, seguía sin decirme quien era, de ser otras circunstancias me hubiera dicho. No me extrañaría que su cita fuera con Fraag, de esas citas arregladas para que les tomen fotos juntos y el fandom se emocione.

―Bueno, que te importe poco lo que diga el resto.

―Me importa poco pero... no lo sé, me asusta a veces la industria. Una mala jugada y te pueden sacar para siempre.

Me acerqué dándole un abrazo fuerte para alentarla y darle seguridad. Conocía a mi amiga y sabía que necesitaba sentir el apoyo que sus padres no le dieron en un principio. La vida ya es dura de por sí, pero los tiempos cambian, lo que solía ser diferente, ahora es muy normal. Krista tenía un gran secreto que muy pocos sabíamos y ella estaba lista para gritárselo al mundo, aun así el que dirán dominaba su vida.

Mi teléfono vibro matando el momento que teníamos con Krista. Me separé caminando a la encimera, era el tono que le tenía al Dios del sexo.

Fraag: Tengo una duda.

Puse los ojos en blanco imaginando lo que iba a decir.

Yo:...¿?

Fraag: ¿Aun sientes cosas por tu ex?

Yo: ¿De Andrew?

Fraag: Hasta donde se es el único que se está intentando meter en tu cama ¿Entonces?

Yo: ¿Celoso?

No podía creer que estaba teniendo esta conversación con él. Camine al baño para lavarme los dientes, esperando a que Fraag contestara el mensaje. Por varios minutos no dijo nada, hasta que de pronto...

Fraag: Muerte, Stone. Solo estoy intentando averiguar qué diablos pasa contigo y él, no quiero que esto afecte tu atención a mi persona. Recuerda que trabajamos juntos.

Y ahora se preocupa por esto. ¿Por qué no se preocupó por eso cuando él estaba en mi cama? ¿O cuando se acostó con Jane?

Yo: Pasa feliz noche. Te veo mañana a las siete.

Fraag: Dulces sueños y con dulces me refiero que sueñes conmigo. No con tu ex, eso no es dulce.

Deje el teléfono celular en la mesa de noche conectado para cargarlo. Mi cabeza estaba dando vueltas y sabía que esa noche, lo más seguro, soñaría con él.

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