Capítulo 31





Dejen estrellita y comenten, se los agradecería de corazón

%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%

     Roy salió de la cabaña y soltó un suave suspiro las sentir el suave y fresco aire chocar contra su rostro, sonriendo suavemente: metió su mano en el bolsillo de su pantalón y sacó del interior su reloj de alquimista, abriéndolo para ver que hora era. Frunció el ceño con preocupación al darse cuanta que ya habían pasado más de dos horas desde que había hablado con Rose y aún no había señales de ella. Fue entonces que empezó a pensar que tal vez le había sucedido algo, y su temor estaba bien fundado después de lo que acababan de descubrir.

     Se apresuró en caminar hacia el auto de la Teniente, abrió la puerta y tomó comunicador que le había entregado Rosalyn, prendiéndolo.

   —Comandante, Comandante Armstrong ¿Puede escucharme? —Preguntó con voz firme pero no obtuvo respuesta alguna— ¡Comandante Armstrong!

     Nuevamente no recibió respuesta, cosa que lo hizo gruñir con molestia y lanzó el aparato contra el asiento, llevándose las manos al cabello, revolviéndoselo un poco por la desesperación. No podía irse así como así, tampoco sabía si era correcto donde había estado Rose, ya que no sabía si haciendo eso pondría a los demás en peligro.

    Definitivamente estaba en un encrucijada en hacer lo que le ordenaba su corazón, o hacer caso a su razón y esperar a que se fueran de aquel lugar para buscarla.

   —Coronel —El pelinegro se giró para ver a la Teniente— ¿Todo bien?

   —Si, bueno, no —Tragó saliva con fuerza, planeando como decirle sin sonar desesperado, y continuó—. Hace dos horas la Comandante me dijo que nos reuniríamos aquí para hablar sobre los siguientes planes a seguir, pero hasta ahora no hay señales de ella. Y eso me preocupa bastante.

   —Seguramente se sintió mal y decidió quedarse en casa, no creo que le haya pasado nada malo —Comentó la rubia con voz tranquila.

   —No, estoy seguro que algo le sucedió, de haber estado en su casa me habría respondido a través del comunicador de radio —Dijo el más alto para luego chasquear la lengua—. Sabia que había sido muy arriesgado mandarla sola al bar de mi tía.

   — ¿Que hizo qué? —Preguntó Riza con sorpresa— ¿Por qué iría a ese bar?

   —Me dijo que quería investigar a Bradley, porque no confiaba en él —Le explicó con preocupación—. Después de lo que nos acabamos de entender, es una locura dejarla sola contra ese tipejo. Ya hemos visto las malignas intenciones que tiene con ella.

   — ¿Pero como va a cometer semejante locura? Se está exponiendo demasiado al mandarlo a investigar —Dijo la ojimarrón con notoria preocupación— ¿Qué tal si el Führer descubre lo que está haciendo y la ataca?

   —Eso le dije yo, pero me dijo que no me preocupara, que ella estaba bien protegida —Añadió el ojinegro para luego suspirar con frustración—. No debí confiarme, debí haber ido con ella —Volvió a mirar su reloj con ansiedad—. No, yo no me puedo quedar aquí. Iré a buscarla.

     Riza abrió los ojos con sorpresa ante esas palabras, algo extrañada por la desesperación y preocupación que mostraba el pelinegro ante la repentina desaparición de su amiga. No pudo evitar fruncir el ceño con algo de molestia, sintiéndose como los celos, poco a poco, empezaban a aparecer nuevamente.

   —Roy, ¿Por qué te importa tanto lo que le pase a Rosalyn? —Esa pregunta hizo que el nombrada se detuviera, girándose para poder verla—. Va, entiendo que seamos compañeros y amigos, pero estas siendo un poco exagerado ¿No crees?

   — ¿Exagerado? Riza, estamos hablando de que podrían haber secuestrado, podrían haberle hecho daño ¿Y estas minimizando la situación? ¡Tu misma acabas de decir que Bradley pudo atacarla! —Exclamó el ojinegro con seriedad—. Me preocupo por ella como me preocupo por todos los demás.

   — ¿Cómo con todos los demás? —Repitió para luego reírse de manera sarcástica—. Por favor Roy, hasta la persona más ciega se daría cuenta de que tienes un favoritismo por ella —El nombrado soltó una pequeña risita, negando con la cabeza.

   —No entiendo porque estamos discutiendo esto en un momento como este, como si no tuviéramos suficiente problemas —Negó con la cabeza y luego la miró con molestia—. No te entiendo Riza, ¿Por qué me estás haciendo esta escena de celos, cuando nosotros YA NO SOMOS NADA? —Le cuestionó—. De última, si me preocupo más o menos por ella es mi maldito problema. No tienes porque meterte en mis relaciones personales.

   —Me entrometo porque no estamos hablando de una mujer cualquiera, ¡Estamos hablando de mi mejor amiga, a la cual has estado coqueteándole desde el primer día que la viste! —Exclamó la rubia con molestia y dolor mezclados— ¡¿Acaso piensas que no te conozco? ¿Qué no sé como eres o como te comportas cuando ves a una mujer que te interesa?! ¡¿Por qué fuiste a fijarte en ella!

   — ¿De qué carajo estás hablando?

   — ¡Ya no me mientas más en la cara, Roy! ¡Lo mínimo que me merezco es que sean sincero conmigo! —Dijo Riza con voz firme— ¿Crees que no me he dado cuenta de cono la miras? ¿Cómo le sonríes cuando la ves? ¿Qué tan idiota me crees? —Sonrió con algo de tristeza, tensando un poco la quijada—. Sé que están juntos, los vi esa noche en el laboratorio.

      Roy cerró los ojos, maldiciéndose mentalmente por haber sido tan poco precavido con Rose aquella noche. Se removió en su lugar y se rascó la nuca suavemente, había comenzado a sudar de los nervios que estaba sintiendo, al tiempo que su corazón empezaba a salir más rápido. No hubiera querido que se enterara de esa forma, pero ya no había nada por hacer. Debía hacerle frente en ese momento.

   — ¿Vas a decir algo, o solo seguirás negándomelo en la maldita cara? —Le cuestionó la menor con voz molesta.

   —Si, es cierto, estamos juntos desde hace un tiempo —Le respondió el pelinegro a lo que la Teniente cerró los ojos con fuerza, intentando no soltar ni una sola lágrima—. Planeábamos decírtelo, porque considerábamos que no merecías que te ocultáramos esto, pero...

   — ¿Y cuándo planeaban decírmelo? ¿Cuándo se fueran a casar, o cuando viniera el primer hijo? —Le preguntó Riza con sarcasmo—.Es mi maldita amiga, Roy, ¡Mi maldita hermana! —Sus ojos se cristalizaron— ¡Te importó muy poco los años de amistad que tenía con ella, te importó poco el saber que gracias a ella nosotros nos podíamos ver! ¡Y ella me traicionó, porque sabía que aún seguía sintiendo cosas por ti e igualmente estuvo contigo!

    —Tienes todos los motivos del mundo para estar molesta con nosotros, eso lo entiendo perfectamente, y no te pido que entiendas las razones que tuve para no decirte esto....pero si quiero que entiendas las de ella —Roy se acercó hasta quedar cerca de ella— ¿Crees que era fácil para ella decirte que estaba interesada en mi? Se sentía muy culpable por sentir esto, tenía miedo que lo descubrieras y la odiaras —La miró con preocupación—. Hizo todo por reprimir lo que sentía, dejó de hablarme y estar cerca de mi para evitarte algún dolor.

   — ¡Pero tuvo que ser sincera, Roy! ¡Me vio sufrir por lo indiferente y frío que eras conmigo! —Exclamó la ojimarrón— ¡Maldita sea! ¡De entre todas las mujeres en las que podías fijarte, ¿Por qué te fijaste en ella?! 

   —Tú mejor que nadie saber que uno no decide de quién sentirse atraído, solo pasó y ya —Le contestó Roy algo tajante—. Intenté de todas las maneras posibles de no sentir nada por ella, de creer que solo era algo del momento...pero no fue asi.

   — ¿Qué es lo que sientes por ella? ¿Tus sentimientos hacia Rose son sinceros? —Roy tragó con fuerza y desvió la mirada hacia un costado— ¡Contéstame Roy! ¡¿Qué sientes por ella?!

   — ¡La amo, ¿Está bien?, estoy jodidamente enamorado de ella! —Le contestó, alzándole un poco la voz sin darse cuenta—. Es la persona con la que deseo estar, y cada día me convenzo más y más de eso.

    Los ojos de Riza se llenaron de lágrimas y alzó su mano, estampándola  contra la mejilla del más alto con fuerza. Roy no emitió sonido alguno, solo se  llevó la mano a la zona donde lo había golpeado, la cual había comenzado a arder, refregándose suavemente. Sin embargo no dijo nada, porque sabía que se la tenía bien merecido.

   —Te golpeo, no porque hayas estado con otra mujer, sino porque esa mujer es mi mejor amiga —Le dijo con voz seria, limpiándose la lagrimas—. Sin embargo no haré ni diré nada, porque antes de cualquier cosa son las personas que más quiero en este mundo, y lo menos que quiero es que le hagan algo —Soltó un suspiro y prosiguió—. Tampoco voy a interferir en su relación, pero no esperen que esté feliz o que siempre ande con una sonrisa. No soy de piedra.

   —Para ser sincero, es mucho más de lo que podría haber esperado —Dijo el pelinegro—. Lo siento mucho, Riza, te juro que nunca pensé que esto podría suceder entre Rose y yo.

   —Lo sé, pero sucedió. Y ya no hay marcha atrás —Murmuró para luego soltar un bufido—. Rose es una persona extremadamente maravillosa, una gran amiga y una persona que se merece todo lo bueno del mundo por la vida de mierda que tuvo. Cuídala mucho, porque mujeres como ella ya no hay —Frunció el ceño suavemente—. Si me llego a enterar que le haces algo, la lastimas o traicionas, te juro, Roy Mustang, que me olvidaré de quien eres y te pondré una bala en medio de la frente.

   —No le haré nada malo, lo prometo —Le aseguró el pelinegro—. Lo menos que quiero es que sufra.

   — ¿Sabes que deseo en este momento? —Roy alzó los hombros para luego soltar un "no sé, tu dime"—. Ver la reacción de Olivier Armstrong cuando se entere que estás jugueteando con su adorada hermana.

   —Riza, eso no es divertido —Comentó el pelinegro para luego fruncir el ceño, claramente preocupado.

   —Para mi si, jodete —Colocó sus manos en su cintura y soltó un suspiro— ¿Qué piensas que le puedo suceder? A Rose.

   —No lo sé, y no se si quiero pensarlo demasiado, porque cada posible escenario es peor que la anterior —Le contestó el más alto con preocupación—. No sé que vamos a hacer.

   —Por ahora debemos decidir que hacer con Gula y llevarnos a la compañera del chico Ling a otra parte, esta casa no es muy buena para los cuidados que ella necesita —Dijo la ojimarrón con seriedad—. Si hasta eso Rose no aparece, iremos a buscarla a su departamento.

     Roy asintió para luego empezar a caminar hacia la casa. En este caso Riza no lo acompañó, ya que prefirió quedarse afuera vigilando el perímetro. Pero él sabía que detrás de esa decisión había algo más detrás, y eso era que quería estar sola para procesar todo lo que acababan de "hablar". Solo esperaba que pudiera perdonarlo y que los que estaban adentro de la casa no hayan escuchando nada de su discusión.

     Rose abrió los ojos poco a poco, sintiendo el cuerpo bastante pesado. Soltó un pequeño quejido y entonces un fuerte dolor la invadió en la zona del cuello; intentó llevarse las manos a la zona, sin embargo se dio con que su cuerpo estaba rodeado por algo de color negro, similar a pequeñas manos, que ejercían cierta fuerza contra ella, impidiendo de esta forma que se pudiera mover libremente.

   — ¿Dónde mierda estoy? —Se preguntó con un hilo de voz, ya que su garganta le dolía bastante.

     Alzo un poco la cabeza y empezó a mirar el lugar lúgubre y oscuro en el que se encontraba; frente a ella había una especie de trono de color blanco del cual salían varios tubos que se extendían por todo el piso e incluso por todas las paredes, las cuales estaban llenos de engranajes, y frente al trono había una pesa que parecía tener varios elementos químicos y libros.

     Frunció el ceño con molestia, sintiendo como el rostro le dolía, y comenzó a forcejear con el fin de intentar liberarse de esos agarres tan extraños.

   —No te esfuerces en vano, será imposible liberarte —Rose giró el rostro para encontrarse con King Bradley, quien la observaba desde una distancia prudente.

   — ¿Ah si? ¿Y tu como sabes eso, pedazo de hijo de puta? —Le cuestionó la joven con molestia—. Oh si, cierto que eres un maldito monstruo asesino, seguramente tu debes saber quien está manteniéndome atrapada.

   —Rose, por favor, dejemos de lado lo que sucedió anoche y hablemos con tranquilidad —Le pidió el hombre mientras se acercaba hacia donde estaba.

   —No tengo deseos de hablar con un viejo abusivo y enfermo como tú —Siseó con desprecio—. Me golpeaste hasta dejarme inconsciente. ¡has abusado de mi durante todos estos años! ¡¿Y realmente crees que te hablaré como si nada hubiera sucedido?!

   —Sé que me propasé con la golpiza que te di, pero no pude hacer más. Debía traerte a como diera lugar, y pusiste demasiada resistencia —Habló el mayor para luego ponerse de cuclillas frente e ella—. Además, me dejé llevar un poco por lo molesto que estaba conmigo.

   — ¿Por qué estabas molesto conmigo? —Le preguntó para luego sonreír de lado—. Oh... ¿No me digas que te molestó que me follara al Coronel Mustang? ¿Ahora me dirás con quién encararme y con quien no, Bradley?

   —Sabes que no tengo problema con lo que hagas con tu vida emocional y sexual, pero con ese hombre...nuestro mayor enemigo.... —Inhaló con fuerza, conteniendo la ira que quería brotar de su cuerpo, y soltó el aire por la nariz nuevamente—. Habiendo tantos hombres en este país, ¿Por qué con él?

   —Porqué se me apetece, porque quiero y porque puedo —Le respondió sin dejar de sonreír—. Lo volvería a hacer una y mil veces más porque Roy es con el único hombre con el quiero estar, ¿Entendiste? Nos queremos, Bradley, nos necesitamos. Y eso no podrás evitarlo nunca.

   —Solo lo haces por lujuria, porque ese hombre despierta tus más bajos instintos, saca de ti ese lado asqueroso y humano que siempre los ha caracterizado.

   —Soy humana, ¿Recuerdas?, somos pecadores por naturaleza —Murmuró la joven para luego cerrar los ojos—. Mientras más prohibido y peligroso sea, más nos atrae.

   —Ustedes dos, ya dejen de discutir —La cansada y suave voz de un hombre los sacó de su burbuja, fijando sus miradas hacia el lugar de donde había provenido aquella voz—. Orgullo, libera a la joven.   

     No hubo respuesta más sin embargo las manos que rodeaban el cuerpo de Rose comenzaron a liberarla, permitiéndole respirar y moverse con más libertad. Cuando la última mano se alejó de su cuerpo, se puso de pie con lentitud, ya que su cuerpo le dolía horrores, y se alejó unos pasos de Bradley.

     Aquel hombre se acercó lentamente hacia ella, mostrando su apariencia cuando lo alumbró la luz que entraba por lo que parecía ser el techo de aquel lugar; era un hombre que parecía mayor, de tal vez unos 50 o 60 años, su cabello largo, barba y ojos eran de un color ámbar, llevaba una especie de bata color blanca con algunos adornos rojos. A simple vista, parecía un hombre normal.

   —Me alegra conocerte en persona, Rosalyn Armstrong —La sujetó por las mejillas, inspeccionando cada parte de ella—. Lamento el trato que te ha dado mi hijo, si bien le pedí que te trajera a mi no pensé que sería de esta forma.

   —No se preocupe señor, su hijo siempre ha sido así de abusivo conmigo. Solo que esta vez cruzó la línea —Bradley bajó la mirada—. Espere, ¿Acaso lo llamó "su hijo"? ¿Usted es el padre del Führer...o de todos los homúnculos?

   —Eres una criatura brillante, pequeña Armstrong. —El rubio sonrió y la tomó por las mejillas—. Ahora comprendo porque Ira te eligió para ser uno de nosotros.

    Rose abrió los ojos con sorpresa al escuchar eso. Entonces era cierto, realmente quería transformarla en un homúnculo, en un monstruo sádico y asesino. Frunció el ceño levemente, empezando a entender el "porqué" de muchas actitudes que había tenido King Bradley con ella desde que la había conocido. Sus entrenamientos, la clase de educación que la obligó a tener, la manía de volverla un ser perfecto. Ahora entendía todo.

    Le había estado entrenando para que, al volverse un homúnculo, fuera completamente perfecta.

   — ¿Uno de ustedes? ¿Acaso se refiere a volverme un homúnculo? —Le preguntó la rubia con curiosidad.

   —Permíteme curar tus heridas —Ignoró por completo la pregunta de la rubia y la sujetó con delicadeza por el cuello.

    De las manos de aquel hombre salieron unos pequeños rayos rojos que curaron las heridas que tenía en el cuello, cosa que dejó asombrada a la rubia, ya que era la primer vez que veía a alguien, además de los Elric, que podía usar la alquimia sin usar la ley de intercambio equivalente o círculos de transmutación. Aquel hombre subió sus manos a su rostro y curó las heridas que había sobre su piel para luego empezar a bajar a su pecho y abdomen, tocando cada parte.

   — ¡Oiga, ¿Pero qué cree que está haciendo?! —Le cuestionó la joven, claramente ofendida por la forma en que tocaba su cuerpo sin su permiso.

   —Busco otras heridas en su cuerpo —Le respondió el rubio con simpleza. Siguió buscando hasta que coloco una de sus manos sobre su pelvis—. Uno de tus órganos no funciona correctamente, ¿Verdad?

   —Si...luego de que mi hijo naciera muerto, mi útero no volvió a funcionar como antes —Le contestó con algo de incomodidad—. Los médicos dijeron que no había nada para hacer.

   —Si, para ellos.

     Apoyó su mano con firmeza y los rayos rojos volvieron a salir del dorso de esta. Cuando alejó su mano del cuerpo de la joven, esta último soltó un quejido del dolor y se llevó las manos hacia la zona, apretando la tela del vestido con fuerza. Se arrodilló mientras se quejaba del dolor y colocó la frente contra el suelo, tensando la quijada. De pronto, un intenso olor a hierro inundo sus fosas nasales, cosa que la hizo abrir los ojos y sentarse en su lugar.

     Abrió los ojos con terror al ver que su vestido blanco se había manchado de sangre, sangre que había salido del interior de su cuerpo.

   —Te he devuelto la funcionalidad de tu órgano enfermo, y con ello la capacidad de engendran hijos —Rose lo miró con asombro—. Debes cuidar mejor de tu cuerpo, después de todo eres una pieza indispensable en nuestros planes.

   —Esto es imposible, me dijeron que nunca más podría quedar embarazada —Murmuró con incredulidad. Sin embargo su duda comenzó a crecer al tiempo que la sangre brotaba de su cuerpo— ¿Quién demonios es usted?

   —Como dijiste antes, soy el padre de todos los homúnculos, y el primero en ser creado —Le respondió con seriedad—. Y te he elegido a ti, niña, para ser la portadora de uno de mis hijos.

   — ¿Portadora? —Preguntó la menor sin comprender a qué se refería.

     Entonces el mayor le mostró una de sus manos, que al abrirla le dejó ver una pequeña piedra roja, que parecía ser de consistencia semi líquida.

   —Introduciremos una piedra filosofal con el alma de uno de mis pecados y te convertirás en un homúnculo que trabajara bajo mis órdenes —Le sonrió de una forma que le hizo erizar la piel de la menor—. Quiero que seas mi Lujuria.

     Rose lo miró sin entender, hasta que finalmente se dio cuenta de que ese era el nombre por como la había llamado Barry a aquella mujer en el laboratorio. La misma mujer que había dejado paralítica al Teniente Havoc y que casi acababa con el Coronel y con ellos, ¿Enserio querían transformarla en aquella mujer?

   — ¡Eso nunca! ¡Jamás permitiré que me conviertas en esa mujer! —Exclamó la joven con furia.

   — ¿Acaso no eras tu la que deseaba tener el poder suficiente para detener a todos tus enemigos? Si aceptas, podrás deshacerte de todos ellos, incluso...podrás gobernar este país a tus anchas luego del día prometido —Rose frunció el ceño, fijando su vista en aquella piedra roja—. Piénsalo bien, niña. Serás el ser más poderoso jamás creado, nadie podrá detenerte.

   —Derrotar a todos mis enemigos, dices... —Murmuró para luego girar el rostro hacia donde estaba Bradley, sonriendo de lado—. Usas mi codicia en mi contra, eres un viejo astuto —Se puso de pie y se le acercó con firmeza—. Pero la respuesta sigue siendo no.

   —Es que no entiendes, nadie te está preguntando si quieres o no —Father hizo un movimiento con los ojos y Bradley, que se encontraba detrás de la menor, se acercó y la tomó entre sus manos.

     Comenzó a arrastrarla, ignorando los gritos y la amenazas de la rubia, y la recostó sobre una especie de cana que había creado el rubio anteriormente; una vez sobre esta, comenzaron a atarla con un material que no era capaz de romper con su fuerza.

   —Déjanos solos y atiende tus obligaciones, Ira, que tengo entendido que tienes cosas que hacer arriba —Le ordenó su padre.

   —Si, padre —Fijó su verde mirada en Rose, quien no dejaba de forcejear—. Debo ir a atender a tu amante.

     Rosalyn lo miró con sorpresa y terror mezclados en sus celeste ojos, y estos aumento cuando el mayor le sonrió con malicia.

   — ¿Qué carajo vas a hacerle, Bradley? ¡Responde! —El nombrado solo empezó a reírse mientras se empezaba a alejar del lugar— ¡Te mataré si le pones un dedo encima a Roy, ¿Oíste?! ¡Te mataré!

   —Ahora...empecemos—Rose regresó su furiosa mirada hacia el rubio, quien le hizo un pequeño corte en el brazo—. Veamos si logras soportar las transformación.


%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%









SE ARMA ALTO QUILOMBO!!!!!


🔥
🔥
🔥
🔥

Hola gentecita bella, como están?



Espero que estés pasando una mañana/tarde/noche genial!!


Aquí regreso con un capítulo bastante agitado y picante!!!!




Hubo pelea entre Riza y Roy!!!!
Se dijeron un par de verdades a la cara y ya todo salió a la luz


Tal vez no fue digno de telenovela, pero bueno, había un drama más grande y era la desaparición de Rose.




Y hablando de Rose....


Me la quieren volver un homunculo!!!!!!

Y no en cualquier homunculo, sino en Lujuria! La woman que casi mata a su amor

¿Ustedes que piensan?

¿Lograran transformarla o no?

¿Como piensan que sería Rose transformada en Lujuria?

Los leo en los comentarios.

🔥
🔥
🔥
🔥


Si les gustó el capítulo de hoy, dejen estrellita y comenten

Se los agradecería de corazón
💖💖💖💖💖💖💖💖💖








Sin más que decir....








Bye Bye



Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top