3 : Observaciones

Dos minutos, exactamente faltaban dos minutos para que el sonido de la campana hiciese presencia en las aulas, indicando el comienzo del ansiado recreo.

Esta noche por segunda vez consecutiva no había podido conciliar el sueño, pensando en cómo lo haría para salir ilesa y victoriosa del peligroso juego en el que era partícipe.

Después de tanto pensamiento me cercioné de que no conocía de nada a Jungkook, no más de lo que sabía el resto del instituto, un chico prepotente y déspota que tenía a todas las chicas babeando por él, un chico irritante al que no convendría enfadar ya que también era conocido por su falta de control y agresividad.

Si quería ganar este juego, si quería dominar a Jungkook y tenerlo bajo mi control tenía que conocerlo a él.

Tendría que indagar en su vida, conocer sus costumbres, gustos, debilidades, miedos y tener conocimiento hasta de sus más inconfesables secretos; debía meterme bajo su piel y así lo haría.

El timbre sonó dando paso al receso, donde me reuní con mis amigas, como todos los días.

Nos sentamos en nuestro lugar de siempre, el patio, donde desayunamos y observábamos a los demás estudiantes participar en la liga de fútbol que organizaba nuestro instituto.

Hoy les tocaba jugar a los chicos del último año. No pude evitar sentirme nerviosa, ya que Jungkook estaba en el último año y estaba también dentro del equipo.

Tener que observar a Jungkook jugar me ponía los vellos de punta, pero decidí enfocarlo de una manera más positiva, convenciéndome de que la única manera que tendría de conocerlo era observándolo, sus reacciones, sus expresiones y gestos.

— ¿Joy qué te pasa? Estás más callada de lo habitual —comentó Jisoo, una de mis amigas, sacándome de mi trance.

— Tiene razón, ayer estabas igual de callada ¿Te ha pasado algo? —preguntó esta vez Jennie.

Suspiré cansada, hasta en el colegio tendría que fingir que nada me pasaba, con el fin de que nadie me preguntará, cosa que odiaba que hicieran. No me gustaba dar explicaciones acerca de mi vida, aunque fueran mis amigas y las quisiera con toda mi alma, había cosas que uno debía guardarse para si mismo, y esta era una de ellas.

— Nada, es sólo que no he dormido bien estos días y estoy cansada —dije desinteresada intentando restarle importancia al tema.

— ¿Y bien? —intervino Lisa—. ¿Quién es el culpable de tu falta de sueño? —preguntó con una sonrisa picarona acompañada de un movimiento rápido de sus cejas alzándose una y otra vez.

Solté una carcajada ante su insinuación, que iba completamente desencaminada. Tenía ojos en la cara para darme cuenta del atractivo que Jeon poseía, pero mis sentimientos hacia él no eran para nada amorosos, sino todo lo contrario.

—No es eso —dije para luego hacer una pausa—. ¿Siempre tienes que darle a todo un sentido sucio? —formulé divertida.

— Por supuesto —respondió de lo más normal, haciendo que todas riéramos.

Lisa sin duda era una de mis mejores amigas, era lista, alta, guapa atrevida, en fin, todo lo que yo no tenía, por eso es que me llevaba tan bien con ella, nos complementamos la una a la otra.

— Ui mira quienes vienen por ahí —habló señalando un grupo de chicos—. Los de último curso —dijo eso último con la misma picardía de antes.

Yo me quedé callada, llevando mi vista hacia los chicos que Lisa señalaba, era nada más y nada menos que Jungkook con su grupo de amigos.

Clavé mi mirada en Jungkook, que se veía igual de atractivo que siempre, iba bromeando junto con sus amigo y riendo, hasta que su mirada chocó con la mía, su risa cesó, a diferencia de los latidos de mi corazón que bombeaba sangre desbocado por todo mi cuerpo, haciendo una parada en mis mejillas dejándolas más rojas de lo habitual.

Aparté mi mirada de él automáticamente, invadiéndome la vergüenza y el pavor recordando que la tarde anterior me había visto en sujetador.

Reuní el poco valor que me quedaba y volví a mirarlo encontrándome con una sonrisa burlona, el sabía lo que causaba en mi, y eso me hacía enfadar.

Después de un rato, cuando los chicos comenzaron a jugar comencé con mi tarea de observación, como si de un trabajo para clase se tratara.

Pensé y pensé hasta sacar algo en claro, el disfrutaba verme en ese estado de nerviosismo y vergüenza que me caracterizaba, llevándome a la conclusión de que si quería tenerlo comiendo de mano tendría que hacerme de rogar, tendría que controlar mis emociones para dejarle claro que él no causaba lo más mínimo en mi, cosa que sería mucho más que difícil.

Mis brillantes conclusiones dignas de un investigador de primera se vieron interrumpidas por los comentarios desafortunados que soltaba mi mejor amiga.

— Arg debería ser ilegal estar tan bueno —dijo a la vez que se metía un pedazo de su sándwich en la boca—. Es que míralo por dios, esta tan... —no la dejé terminar la frase cortándola de inmediato.

— Aish ya cállate tampoco es para tanto.

— Me vas a comparar ese grupo de dioses griegos con los tíos de nuestra clase.

— No seas exagerada en nuestra clase también hay chicos llamativos.

— Dime uno —retó.

— Pues....Bon-hwa por ejemplo, es un chico muy agradable y simpático aparte de que siempre está dispuesto a ayudar a todos —hablé orgullosa de mis declaraciones.

— Joy —llamó Lisa mirándome con la mayor seriedad que había visto en ella—. A Bon-hwa no parece que lo hayan parido, a ese lo han cagado de lo feo que es.

Intenté mantener la compostura, pero me fue imposible, su comentario hizo que explotara de la risa al igual que el resto de mis amigas.

A veces Lisa podía ser un poco cruel, pero sus comentario me causaban demasiada gracia como para soltarle una reprimenda.

Y así paso el recreo, entre risas con mis amigas y miradas furtivas que le dedicaba a Jungkook con el fin de poder descifrarlo.

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Gracias por leer💜💜💜

Pd. Escribí esta novela con 17 años, ahora tengo 24, n me juzguen plis.

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