14 : Prepárate
Llegué a mi casa exhausta, hoy había sido un día cargado de intensas emociones.
Había experimentado por primera vez lo que era el placer, y tal y como llegó se fue dejando espacio al pánico por exponer mi cuerpo ante Jungkook.
No había pegado ojo en toda la noche, llorando. Parece que mi cerebro decide martirizarme una y otra vez haciéndome recordar todas y cada una de las veces que comentarios dañinos fueron lanzados hacia mi persona.
Dándole vueltas a todos los sucesos y reacciones de la tarde me percaté de que Jungkook, para mi gran sorpresa, no me dijo nada desagradable con respecto a mi físico, y eso me hacía dudar, no sabía si era por que le daba pena y verme llorar le ablandó el corazón o la remota idea de que quizá no le haya desagradado tanto mi cuerpo como yo esperaba.
(...)
Me iba a morir literalmente, este hombre llevaba hablando una hora entera sobre historia de España, juro que como diga una palabra más me tiro por la ventana, como si no tuviera ya bastante con el dolor de cabeza que tenía por no haber dormido una mierda, además de haber pasado la noche entera llorando como una estúpida.
Al fin sonó el timbre, y como si tuviera un resorte pegado en el trasero me levanté de un salto y salí del salón.
En el receso me reuní con Lisa, como siempre hacia.
— Hola —saludé algo cansada al verla.
— ¿A quién tengo que matar? —me miró con bastante seriedad para ser Lisa.
— ¿Qué?
— Que pareces un sapo con los ojos hinchados y no me digas que es alergia porque te conozco muy bien para saber que no tienes ninguna, así que cuenta —fue más directa de lo que me pensé.
Suspiré dudosa, no sé cómo reaccionaria si le cuento lo de Jungkook, probablemente iría a partirle el culo, pero por otro lado necesitaba desahogarme con alguien y al parecer Lisa era mi única vía de escape.
— Ven conmigo —la arrastré por todo el pasillo hasta llegar a una zona solitaria, sin alguien que pudiera escuchar nuestra conversación.
Le conté todo, y cuando digo todo me refiero a todo.
— ¡¡Santa virgen de la papaya!! —fue lo único que alcanzó Lisa a decir—. Ósea que él...es decir que tú...¡¡aaah estáis juntos!!
— ¿Qué? No, no, joder Lisa no has entendido nada —exclamé algo irritada llevaba media hora contándole y sólo había llegado a esa conclusión.
— ¿Cómo que no? Me estás diciendo que te ha metido mano y que te ha dicho que te va a follar y a dar los mejores orgasmos de tu vida, querida puede que no seáis novios pero algo tenéis.
— Él y yo no somos nada, yo solo soy su sirvienta nada más —aclaré.
— Ya ya como digas, vayamos a lo importante ¿Cómo besa? ¿Esta tan bueno sin camiseta como me imagino? Y lo más importante ¿Cómo la tiene? Por que no se tú pero yo me la imagino bien gran...
— ¡¡Lisa!! —la regañe por sus palabras.
— Ni Lisa ni ostias, contesta.
— Bueno la verdad es que no nos hemos besado —confesé apenada.
— ¿Qué? Osea que el tío te dice de todo, te pone más caliente que una perra en celo y ni siquiera se digna a darte un buen beso.
— Pues si.
— Yo creo que está esperando a que se lo des tú ¿No dices que le gusta tanto el juego? Pues a lo mejor está esperando a que juegues, en resumen, que está tarde ataques y lo pongas mirando pa cuenca.
— Pero que dices burra, como mucho le daré un besito en la mejilla.
— Joy no me vayas de monja que después bien que gimes Jungkook —pronunció eso último ahogando un gemido.
— Ahí cállate estúpida, además ni siquiera sé besar, no puedo lanzarme si ni siquiera sé que tengo que hacer.
— Chica solo une tus labios con los suyos, si esta tan espabilado como dices te meterá la lengua hasta el esófago cuando tenga oportunidad.
— Gracias eso me tranquiliza mucho más —comenté sarcástica.
Nuestra conversación se vio interrumpida por el timbre.
— Mañana me cuentas todo —dijo Lisa advirtiéndome con su dedo índice.
— Deséame suerte —elevé mi voz para que pudiera oírme ya que se había echado a andar por el pasillo.
— ¡¡Suerte, usa condón!! —chilló en mitad del pasillo con todos los alumnos en él.
Estúpida Lisa, ahora todo el mundo me miraba, Dios que vergüenza.
Caminé por el pasillo con la cabeza gacha mirando el suelo avergonzada, cuando sentí una vibración procedente de mi móvil.
Miré la pantalla para ver de quién se trataba, el que me faltaba por hoy, Jeon Jungkook.
Jeon Jungkook:
Dile a tu amiga que no se preocupe, siempre uso condón.
Esto no me podía estar pasando a mi ¿La había escuchado? Joder mira que es grande el instituto que justo tiene que escucharla a ella.
Y ahora qué se supone que le debo contestar, porque no me arriesgaría a dejarlo en visto para que me castigara.
Yo:
Jungkook
Parezco una imbécil pero es lo único que se me ha ocurrido contestar.
Jeon Jungkook:
Qué?
Yo:
Nada
Mis dudas se confirmaban, era una imbécil. Ahora solo me quedaba rezar para que no volviera a hablarme o responder ante mi tontería.
Jeon Jungkook:
Esa estupidez se merece un castigo.
Esto era increíble, parecía que me había mirado un tuerto o algo ¿Era acaso posible tener tan mala suerte?
Yo:
Noo, he puesto eso para no dejarte en visto.
Jeon Jungkook:
Dejarme en visto y eso es lo mismo.
Yo:
Vale , ya lo sé para la próxima.
Esta no cuenta ¿vale?
Jeon Jungkook:
No, está si cuenta.
Además ya tengo pensado el castigo.
Yo:
¿No me vas a dar siquiera una oportunidad? Por favor🙏
Jeon Jungkook:
Las oportunidades conmigo no existen.
Prepárate para tu castigo.
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Gracias por leer💜💜💜
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