Preocupación y escape de licor
El joven alfa se presentó en la sucursal del Enigma, anduvo de un lado a otro hasta dar con el secretario del mayor, quien aún siendo algo desconfiado, terminó por darle la dirección del hogar ajeno.
—Muchísimas gracias —y con aquel agradecimiento, quizás con notorio alivio, marchó a la dirección que indicaba el gps. Juwon no había tenido tiempo de coger el coche, por lo que corría aún con algo de aliento hasta el hogar de Ha-Joon. Todos sabemos que es una locura, pena que Juwon no lo vea igual, quién sabe, tal vez sale bien y podemos ver esos ojos de cachorro relucir.
Una vez frente a la puerta se tomó sus debidos segundos para recuperar el aliento, y cuando tuvo el valor reunido, llamó al timbre hasta ser recibido por un...apuesto Ha-Joon en ropa casual.
—...ah...
—¿Juwon? —al verlo de forma extraña, le dio paso al interior con objetivo de dejarle descansar, tal vez, ofrecerle un vaso de agua.
—Siento irrumpir, pero dijo que su salud se vio afectada y... —pasó saliva tratando de entregar ambas bolsas al hombre frente a él.
—Fue un pequeño resfriado, pero le agradezco el detalle.
—¿Pudo descansar anoche? le he traído algo de medicina, debería de comer y tomarla después.
—Un poco, ¿y su noche?
—Eso es un alivio. La verdad es que dormí de maravilla, ¿sería por usted? —ante aquellas palabras no pudo evitar el esbozar una leve sonrisa, cosa que tardó en disimular a ojos de su contrario—. De todos modos, me alegra saber que sólo fue un pequeño resfriado.
La pregunta había dejado un tanto anonadado a Ha-Joon, pero pronto esbozó una sonrisa en sus labios para corresponder la ajena.
—Me alegra que descansase como en el cielo. ¿Por mí? quizás soy un buen amigo que se preocupa por su única amistad.
Duro golpe con palabras directo al corazón, debe de doler, incluso escocer a pesar de no haber utilizado remedio alguno para curarlo.
—Hm, aprecio mucho su preocupación, de todas formas, me sentía preocupado por usted, ¿está seguro de que era un pequeño resfriado?
—¿Acaso me veo decaído? Estoy más que bien.
—Oh no, nada de eso querido Ha-Joon.
—Lamento hacerlo sentir de esa forma. Aún me encuentro con energías.
¿Querido?, ¿aún con energías? Aquella conversación no podía ir peor para ambos, y para colmo...
—Cariño, ¿con quién estás hablando?
La famosa pareja daba unos pasos al interior. Se trataba de un joven mucho menos apuesto que Juwon, tal vez incluso más bajo y de jerarquía omega dominante, aunque no lo aparentaba, siquiera a primera vista.
—Se trata de...
—Disculpen las molestias, ya me iba.
Algo como "no olvide tomarse la medicina" hubiera estado bien, pero ante la presencia del marcado omega, conseguía que el alfa se sintiera, de hecho, asqueado. Juwon tenía un pasado bastante misterioso, desde muy pequeño sus padres han intentado protegerlo, él desconoce lo que ocurrió pero, tuvo que someterse a sesiones para inyectar feromonas de alfa en su cuerpo; éstas se suelen utilizar para calmar a los omegas en su época de celo, al igual que también existen sus inyecciones para alfas.
Juwon necesitaba hacerse pasar por un alfa, a su edad ya adulta, sigue desconociendo la historia, pero a causa de dichas sesiones, a logrado convertirse en alfa, sus exámenes médicos revelan estadísticas similares, casi podríamos decir idénticas a las de los alfas, tal vez se trataba de una mezcla entre omega y alfa, aunque el mundo entero lo llamaría simplemente defectuoso.
Hoy en día sólo toma supresores para disimular su aroma, a partir del cambio de estadísticas, comenzó a revelar un aroma dulce durante su rut (es el ciclo de celo del alfa).
Volviendo a la huida de Juwon. Por fin había logrado llegar a casa, como consecuencia de su largo recorrido, se encontraba apenas sin aire, su respiración agitada revelaba un intento de entrar en celo, por lo que se apresuró a tomar un inhibidor de su habitación. Varios de sus atributos amenazaban con salir, pero se resistía. Los días siguientes, Ha-Joon no supo nada del cachorro, pues éste había estado trabajando desde casa para evitar que cualquiera conociera su estado y, como no, su secreto.
El mayor tenía a alguien más en su vida, en su corazón, ¿cómo podría llegar Juwon y interponerse? Otros podrían acusarlo de haberle robado la pareja a alguien más, y contando que ocupaba un puesto de trabajo importante, podría verse en las noticias y siendo arruinado por un romance famoso. Juwon debía de decidirse entre seguir siendo consumido por ese sentimiento que comenzaba a desbordarse o centrarse totalmente en el trabajo y en su supuesta familia (que no se trata más que de un amigo de sus padres que hace un año perdió a su pareja y quedó solo con su cachorro. No era más que un favor, por suerte los demás empresarios desconocían su situación familiar actual). Tal vez, por desgracia para Ha-Joon, el alfa ya no desearía tener relaciones cercanas con otros, tan solo con sus ya amigos.
—(Debo hacerlo) —pensaba mientras una imagen de su amor imposible cruzaba por su mente. Rechinó los dientes mientras firmaba algunos papeles de forma digital para dar su aprobación. Su secretaria se iba a encontrar en problemas pronto, puesto que a partir de ese momento solo daría respuesta a llamadas y mensajes de texto que tuvieran que ver con el trabajo, los asuntos personales quedaban para su tiempo libre, pero por supuesto, no iba a permitirse un solo segundo de descanso, una mente despejada y descansada lo llevaría a pensar y imaginar cosas imposibles que llevarían a un peor sufrimiento; sus exámenes físicos a pesar de tener buenas estadísticas, aún eran irregulares de tanto en tanto, y unos inhibidores no alcanzarían para evitar lo que el cuerpo pide tras tanto tiempo.
A pesar de ser un alfa ahora, el rut, celo, el nombre que sea que le pongan para cada jerarquía, no era más que un agobio que había evitado durante mucho tiempo. ¿Saben qué pasaría realmente si esos ojos negrizos como la noche brillasen repentinamente como si la misma luna los hubiera bañado en aguas de plata?
—Llevas mucho tiempo encerrado en la habitación, al menos deberías de salir a comer —hablaba Jun-seo, su supuesta pareja desconocida, que como hemos mencionado antes, se trata nada más que de un amigo al cual está ayudando—. ¿Tampoco vas a contestarme? ¿Quieres que eche la puerta abajo? ¿Juwon?
No parecía que fuera a obtener respuesta alguna del otro, por lo que intentó abrir la puerta hasta que se detuvo al percibir un aroma a ¿Baileys y roble?— Mierda...¡Juwon!, ¿por qué eres tan terco? —el aroma era demasiado fuerte como para disimularlo con productos que habían sido creados para esconder los aromas, o al menos disfrazarlos para que parecieran olores de champús o geles de baño—. Juwon, necesitas calmarte, ahora, ¿me estás escuchando? —el pomo de la puerta no conseguía girar del todo para abrir la susodicha, lo que significaba que había sido cerrada desde dentro.
Un notorio olor a crema irlandesa con extracto de cacao, y el suave (o más bien fuerte) aroma de los bosques, no era una mala mezcla, pero teniendo en cuenta que era la primera vez que estallaba de esta manera, más bien parecía alguna clase nueva de licor.
—Mi hija está con mis abuelos, puedo ir a buscar al cabrón que te ha hecho esto ahora mismo y matarlo si no quiere hacerse cargo.
—Esto..a-..hn esto me lo he hecho yo a mí mismo...
Un suspiro de agobio salía del contrario que no podía hacer mucho más por su amigo, menos por ciertas conexiones buenas que guardaba. Primero, contactar a sus amigos cercanos, segundo, contactar con ciertas conexiones, tercero, buscar al cabrón responsable.
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