XXVIII
Una prima sobreprotectora que solo podía ser entendida por personas inteligentes, y una examiga que se arrepiente de su acciones pasadas. Ambas mirándose fijamente, sin saber la razón por la que la otra se encontraba ahí...
Tal vez sea a causa del hambre o la alegría del momento, pero nadie fue capaz de percatarse de la hostilidad de Setsuna y el pánico de Akemi.
Oigan, no se queden ahí parado... Tomen asiento... -dijo Anko al ver que los tres no se movían-
Haciendo caso, Setsuna siguió a su primo y se sentó a su lado. En cuanto a Akemi, ella evitó mirar nuevamente a la peliverde y se sentó al otro extremo de la mesa.
Cuando ya todos estaban sentados, iniciaron la fiesta de celebración por haber ingresado a Shiketsu. Comían, charlaban, comían, reían y comían... También comían mucho.
¿Por qué cuatro veces? -pensó aquel chico cuyo nombre parecía un trabalenguas-
Se podía decir que esta era la primera vez de Izuku en estar reunido con verdaderos amigos... Aunque no entendía el extraño comportamiento de Setsuna en algunas ocasiones, pero no era como si afectara la diversión... Quizás eran asuntos de una chica.
Discúlpenme un momento... -habló Akemi mientras se levantaba y se dirigía al baño-
En el momento en que la chica desapareció del lugar, Setsuna imitó esa acción y se dirigió al baño...
[...]
Cuando Akemi se reencontró con Izuku hace muchos días, pensó que la odiaría por los sucesos que ocurrieron en su infancia... Pero cuando se percató que no la recordaba, sintió que esto era una oportunidad de corregir sus errores y retomar aquella amistad... Sin embargo, apareció ella... Su antigua mejor amiga y prima de Izuku... Setsuna...
Nunca imaginé que volvería a verte junto a Izuku... Akemi...
Setsuna se encontraba parada en la puerta del baño, mirando a Akemi, quien se encontraba lavándose las manos.
S-Setsuna... Yo... -trató de hablar Akemi-
Ahórrate las charlas -respondió Setsuna- ¿Qué haces nuevamente con Izuku? ¿Planeas lastimarlo igual que aquella vez?
T-te equivocas... Me reencontré con él por coincidencia hace un tiempo, pero no me recuerda -dijo la chica-
Parece que aún sigue siendo incapaz de recordar algunos momentos desde que ocurrió el accidente -susurró la peliverde-
¿Qué fue lo que ocurrió?... Él desapareció completamente y nunca volvió a la escuela... -habló Akemi-
¿Ahora te interesa saber?... Lo que ocurrió no me corresponde contártelo... -respondió Setsuna- Desde ahora te digo que, si vuelves a lastimarlo, no habrá una plática tranquila como esta vez...
Con esa amenaza dicha, Setsuna salió del baño y regresó a la mesa, dejando a la otra chica parada, pesando en el pasado.
[...]
La celebración había concluido unas cuantas horas después. Izuku caminaba junto a Setsuna de regreso a casa.
Me divertí mucho... -habló el chico-
Yo también... -respondió Setsuna- Por cierto, hay algo que te quiero preguntar... ¿Pudiste recuperar todos tus recuerdos?
Al escuchar esto, Izuku se detuvo y agachó la cabeza con tristeza... ¿Por qué justo en este momento se le ocurre preguntar sobre ese tema?
Preferiría no hablar de eso...
S-sí, lo siento -dijo Setsuna-
El resto del camino se volvió algo incómodo debido al silencio que había entre los dos... Hasta que la chica volvió a abrir la boca.
¿Cómo conociste a todos ellos?
Pues... A Anko-san la conocí después de haber comido en el restaurante de su madre... En cuanto al resto, supongo que fue durante el examen de Shiketsu -respondió el peliverde, quien parecía con mejor ánimo-
Y así continuaron con su camino.
.
[...]
.
Hoy era lunes... Esto significaba que era la última semana de clases de la secundaria a la que asistía Izuku... Después de todo, las clases de Shiketsu comenzaban la próxima semana.
El peliverde se encontraba un poco nervioso. Había faltado por casi un mes a causa del infernal entrenamiento que hizo, por lo que no sabría que hacer una vez entrara a su clase... Aunque la respuesta era más que obvia (entrar, sentarse y esperar a que la secundaria terminara), Izuku era esa clase de persona que exageraba un simple problema... Pero ya nada de eso importaba, después de todo, todas sus preocupaciones se hicieron cenizas que fueron sopladas por el viento... Literalmente.
¡¡LLAMEN A LOS BOMBEROS!!
¡¡¿HAY ALGUIEN QUE SE QUEDÓ ADENTRO?!!
¡¡ALEJENSE DEL LUGAR!! ¡¡NO RESPIREN EL HUMO!!
Frente a él se encontraba su escuela siendo devorada por las intensas llamas que habían surgido quien sabe dónde.
Los héroes hacían todo lo posible para alejar a las personas que se encontraban cerca del lugar, mientras que otros evacuaban a las últimas personas que salían de la escuela.
A su alrededor pudo ver a varios estudiantes y profesores que seguían reunidos afuera del lugar, viendo como poco a poco la escuela se hacía cenizas.
Supongo que no habrá clases...
A pesar de la situación, muchos de los presentes (estudiantes) tomaron este suceso como buena suerte... Sin embargo, desde el punto de vista de las personas que trabajaban aquí, fue una pésima suerte, en especial para el dueño... Era imposible trabajar en un lugar hecho cenizas.
¿Cómo se originó el incendio? ¿Hubo algún herido o muerto? ¿Los bomberos llegaron a tiempo? ¿Qué sería ahora la vida del resto? ¿Alguien se aprendió el nombre de ese chico de nombre largo?... Todas esas interrogantes no importaban para nada.
Como sea... Al ver esta extraña situación, Izuku no sintió absolutamente nada... Aquel lugar en donde estudió por tres años, aquel lugar donde fue constantemente abusado se había hecho cenizas... ¿Era acaso esto una nueva oportunidad de empezar desde cero, olvidando aquellos malos momentos que sufrió?... Se podría decir que sí... Desde lo más profundo de su ser sintió una pequeña satisfacción que nunca iba a reconocer.
Mamá, la escuela se quemó...
Viendo que no tenía nada más que hacer, el peliverde se alejó del lugar antes que el fuego sea más intenso. Fuera de la zona, llamó a su madre para contarle la situación.
Se podría decir que ya terminé la secundaria... Sí. El calor era insoportable... Supongo... Solo me queda esperar a que inicien las clases en Shiketsu... No... Quiero hacer algo antes de regresar... Sí, nos vemos más tarde
Despidiéndose de su madre, cortó la llamada y se dirigió a una exclusiva tienda de electrodomésticos.
[...]
¿Me puede enseñar el mejor microondas del lugar?... Ah, y que tenga garantía...
[...]
Después de haber gastado casi todos sus ahorros en un microondas moderno para regalárselo a All Might, Izuku caminó mientras llevaba el paquete.
Solo asegúrate de no chocar con nadie...
Con ese pensamiento, el peliverde se dirigía al hogar de All Might para entregarle el artefacto. Con suma cautela, miraba por todos lados para no cometer ningún error.
Podría haber hecho que la misma tienda envíe el artefacto, o haber tomado un taxi hasta su destino, pero ninguna de esas ideas cruzó por su cabeza... Solo había un objetivo... Entregar el microondas en perfectas condiciones.
Todo iba tan bien que hasta se podría decir que era casi anormal... Desafortunadamente, la vida está llenas de obstáculos... En especial para el niño que quería ser héroe, pero no lo consiguió debido a la falta de quirk, siendo la burla de muchas personas...
Un auto descontrolado que excedía el límite de velocidad de gran manera, estaba a punto de mandar a volar un grupo de niños y adultos que estaban cruzando la pista debido a que el semáforo peatonal estaba a su favor.
El chofer estaba en una encrucijada... Cualquier decisión que tome, resultaría en víctimas mortales... Los frenos se habían basado, siendo imposible detener el vehículo... Las personas que aún seguía en el cruce no podían hacer ni un movimiento... Habían reaccionado demasiado tarde...
Toda esta situación era vista por Izuku... Él se preguntaba por qué estás situaciones ocurrían seguido.
Nuevamente, sintió que el tiempo se detenía... Podía ver todo en cámara lenta, igual que en aquella vez.
Sus piernas se movieron antes de siquiera haber planeado que era lo que iba hacer... Esa velocidad era incapaz de compararse con la velocidad que usaba durante el full Cowl... Sus piernas estaban usando todo el poder almacenado del One for All... Izuku estaba decidido a salvar a todas esas personas, cueste lo que cueste.
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