El examen práctico de Shiketsu había concluido después de casi 6 horas. Izuku se había separado de las dos chicas y se encaminó a la puerta de salida.

Esto fue una maldita tortura -dijo uno de los participantes mientras se dirigía a la puerta-

El lado bueno es que quedamos dentro -respondió otro chico- Un minuto más, y mis alas se hubieran caído

Izuku ignoró esa conversación y se apresuró en salir para dirigirse a la enfermería para que le curen los dedos rotos.

Antes de salir fue detenido por un hombre.

Nombre completo -dijo el hombre mientras le sostenía una Tablet-

Eh... Midoriya Izuku -respondió confundido-

Bien... Felicidades por ingresar -habló nuevamente el hombre sin mirarlo

Gra... -trató de hablar el peliverde-

¡Siguiente! -gritó el hombre sin siquiera dejar terminar a Izuku-

Después de salir del lugar en donde ocurrió el examen, se dirigió a la enfermería, pero al llegar se percató que ya muchos se habían adelantado, por lo que no le quedo de otra que esperar su turno.

[...]

Luego de esperar un buen rato, por fin llegó el turno a Izuku. Entró a la enfermería y se encontró con la nieta de Recovery Girl.

Sabía que lo lograrías -dijo la mujer cuando vio a Izuku entrar- ¡Felicidades!

G-gracias -respondió avergonzado-

Y bien, ¿dónde es la herida? -preguntó-

Como respuesta, Izuku le mostró los dedos fracturados, los cuales estaban de color morado.

Creo que me excedí durante el examen -respondió apenado-

¿Cómo estuvo realmente? -preguntó la enfermera-

Fue un infierno -respondió con sinceridad- Había explosiones, traiciones, golpes, reencuentros, robots y sangre

Entonces todo ocurrió como en los años anteriores -dijo mientras sacaba un pequeño frasco de uno de sus cajones-

¿Siempre ocurre esto? -preguntó el peliverde-

Sí... Pero debo decir que esta vez fueron un poco más fácil que años anteriores -habló la mujer- Hace un par de años, uno de los participantes no pudo caminar por casi medio año, mientras que otro chico tuvo que aprender a escribir con su mano izquierda

¿D-de verdad? -exclamó sorprendido- E-ese último chico, ¿se lastimó o perdió la mano?

Sí -respondió mientas destapaba el frasco-

Se acercó a Izuku y echó el líquido del frasco sobre sus dedos, lo cuales se curaron en un parpadeo.

Se curaron al instante -dijo con sorpresa el peliverde-

A diferencia de mi abuela, mi quirk me permite sanar las heridas mediante mis lágrimas -explicó la enfermera- Anoche estuve viendo películas trágicas para tener suficientes lágrimas para sanar las heridas de todos

Cuando sus dedos se recuperaron, se sintió más cansado de lo usual por lo que decidió irse.

Muchas gracias por todo -habló mientras agachaba su cabeza- Será mejor que me retire... Me siento demasiado cansado

Cuídate y mira ambos lados antes de cruzar -dijo la mujer-

Izuku abrió la puerta de la enfermería y se fue a recoger sus cosas para irse a su hogar.

Durante el camino, se tropezó con un hombre que iba en dirección contraria.

Lo siento -dijo el peliverde apenado-

No te preocupes, fue mi culpa -respondió para después seguir su camino-

Una vez que el hombre se fue, Izuku se quedó parado mientras pensaba.

Me parece haberlo visto antes -pensó el peliverde-

Desechando esa idea, continuo su camino...

[...]

El mismo hombre que se había tropezado con Izuku, entró a la enfermería.

¿Acabaste con todos? -preguntó el hombre mientras tomaba asiento-

Fueron menos que el año pasado -respondió la mujer- ¿Qué tal lo hizo Izuku?

El chico lo hizo mejor de lo que esperaba -contestó- Contando con el resultado del examen escrito, quedó en el primer puesto

Era de esperarse, después de todo fue entrenado por mi abuelo -dijo la mujer con orgullo-

C-claro -respondió nerviosamente-

[...]

Después de que Izuku recogiera sus cosas, se fue directamente a su hogar. Cuando llegó, su madre le dio la bienvenida mientras esperaba alguna noticia.

¿Cómo te fue? -preguntó Inko ansiosa-

¡Ingresé! -gritó con entusiasmo-

Madre e hijo se abrazaron ante la buena noticia. Inko comenzó a romper en llanto, alegrándose por el éxito de su hijo.

Un rato después, su madre le preparó un festín y se puso a escuchar todo lo que su hijo tenía que decir.

Fue un infierno -habló después de tragara la comida- Pero no se compara a nada al entrenamiento de Gran Torino

Izuku empezó contándole sobre el examen psicológico, los resultados y consejos que obtuvo por parte de la nieta de Recovery Girl.

Supongo que tiene razón -dijo mientras dejaba de comer- Durante mucho tiempo tuve la idea que era inferior al resto, y que, aunque lo intentara, creía que el resultado sería lo que ellos querían

Cariño, siempre habrá personas que intentarán derrumbarte para evitar que cumplas tus objetivos -habló Inko mientras le acariciaba la cabeza- Pero depende únicamente de ti si puedes lograrlo o no... Ahora que estás a punto de entrar a una nueva etapa de tu vida, inícialo con la frente en alto, lleno de confianza... Ten la certeza que cumplirás todo lo que te has propuesto

Luego de esas palabras de aliento que lo dejaron pensando un rato, Izuku continuó con contándole lo que sucedió en el examen práctico.

B-bueno, puedo decir que fue una total sorpresa que ese examen haya durado más de 5 horas -dijo Inko nerviosa- Pero supongo que será algún tipo de método para determinar quienes son aptos para entrar a Shiketsu

Una vez que terminó de comer y de decirle todo a su madre, se dirigió a su habitación para tomar un largo descanso, pero antes de eso, tomó una ducha rápida.

Supongo que pasado mañana tendré que regresar a la escuela -dijo mientras cerraba sus ojos debido al cansancio- Pero es viernes... Mejor iré la próxima semana... Además, será la última semana antes de que acabe el año escolar

El peliverde cerró sus ojos y quedó profundamente dormido... Sin antes haber revisado su teléfono.

[...]

*Al mismo tiempo con Gran Torino y All Might*

Ambos se encontraban esperando a que Izuku se comunicara para que diga cómo le había ido.

En cualquier momento llamará -dijo All Might mientras miraba su teléfono-

En cualquier momento -respondió el anciano mientras miraba televisión-

.
[...]
.

Al día siguiente, Izuku se levantó de su cama y se dirigió al baño para tomar una relajante ducha.

Cuando salió, miró la hora por pura curiosidad.

¡Dormí por más de media día! -exclamó el peliverde-

Después de unos segundos, se dirigió a su computadora e ingresó a la página de Shiketsu para ver los resultados.

Midoriya... Midoriya... Midoriya... -murmuró mientras buscaba su apellido en la lista- Lo encontré... ¡¿P-PRIMER PUESTO?!

Izuku no pudo evitar dar un tremendo grito... Sabía que logró recolectar muchos pines, pero no imaginó que quedaría en primer lugar.

Revisando la información, se percató que, para determinar los puestos, se tomaron los resultados de ambos exámenes: teórico y práctico.

Rápidamente salió apresurado para contárselo a su madre, quien, a escuchar la buena noticia, nuevamente felicitó a su hijo.

[...]

Más tarde, después de haber almorzado, aunque para el peliverde era su desayuno ya que no tuvo uno, él y su madre se dirigieron al cementerio.

Una vez que llegaron, se dirigieron a la tumba de la persona que ambos más amaban y extrañaban.

Al llegar a la tumba, ambos se encargaron de limpiarla, ponerle unas flores y rezarle.

Esa tumba le pertenecía a Midoriya Hisashi, quien había muerto hace unos cinco años atrás.

Izuku le contó todo lo que había sucedido estás últimas semanas, evitando hablar acerca del one for all.

Aunque no haya sido la U.A. pude lograr a una de las academias más prestigiosas y reconocidas de todo el país... Haré que te sientas orgulloso, papá...

Madre e hijo terminaron de rezar y decidieron dirigirse nuevamente a su hogar.

Cuando regresaron a casa, Izuku decidió ir por algo de comer a la cocina, ignorando completamente su teléfono y olvidando que tenía que informar sobre el examen a All Might y Gran Torino.

Mientras comía, el teléfono de su madre comenzó a sonar. Ella lo tomó y se alejó para hablar mejor.

Un rato después, luego de que terminara de hablar, Inko se le acercó a Izuku.

Tu prima vendrá a visitarnos mañana -dijo con emoción-

Como respuesta, Izuku se quedó con la loca abierta, haciendo que lo que estaba masticando, cayera en la mesa.