Capítulo dedicado a >>> @eloisarojas y @alejandradr12 💚

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Aquel profesor de ojos marrones y lengua viperina que sacaba a relucir en ocasiones se encontraba leyendo un libro un tanto atrevido para algunos, Lolita de Vladimir Nabokov, uno de sus preferidos y lo estaba releyendo por cuarta vez.

A sus escandalosos pensamientos vino una lolita muy morena, de ojos grandes y oscuros que también era su alumna, lo que habría dado por vestirla como Lolita, él con gusto habría aceptado ser el obsesivo profesor Humbert, era uno de sus personajes literarios favoritos y se identificaba mucho con él, sobre todo en el aspecto de la obsesión sexual hacia mujeres de menor edad.

Pero de pronto a media lectura, recordó que tenía que calificar los cortos de finanzas, sabiendo con alevosía y ventaja los de quienes iba a revisar primero.

De un sobre de papel manila sacó aproximadamente 64 papeletas, siendo la de Helena la primera entre el montón, así las había ordenado.

- Estúpida mujer, le envié todas las respuestas y aún así saca seis, es suficiente para que vaya, pero... ¡que tonta! -

No daba crédito al hecho que esa mujer fuera tan despistada, ¿qué clase de alumna no aprovecharía tener las respuestas antes del exámen?

Más bien, ¿qué clase de alumna no sería la más feliz si tuviera la atención de un profesor como él?

Era la primera vez que se sentía rechazado y no pretendía seguir así por más tiempo, el viaje cambiará todo, pensó.

Se dispuso a buscar el corto de Emmanuel, estaba casi seguro que no aprobaría, pero en el caso que lo hiciera, ya se las arreglaría para que no metiera sus narices en el viaje.

Comprobó dos veces si los procedimientos que Emmanuel tenía en el corto eran correctos y su expresión pasó de estar atónito a muy cabreado.

El tipo se había sacado diez, seguramente la torpe de su novia le había compartido las respuestas que él le había enviado con la esperanza de tenerla nuevamente.

Sentía el calor de la rabia correr por todo su cuerpo, incluso empezó a sudar y partió el lápiz que tenía en sus manos por la mitad.

- Maldita sea, piensa Federico, todos cometemos errores, ¿qué error pudo cometer López que le impida ir a ese viaje? - decía para si mismo con los ojos entrecerrados.

Miró nuevamente el corto del muchacho y encontró la respuesta a su problema.

Era un hecho que ese puberto con complejo de Romeo no iría al viaje y no habría nada ni nadie que le impidiera seducir nuevamente a su alumna.

Para su objetivo, también tuvo que reprobar a Angelique, quería tener vulnerable a la muchacha, que solo encontrara comodidad con su compañía.

Había preparado una guía para que los alumnos contestaran durante la visita al puerto, sabía que en un momento u otro, ella se acercaría en busca de respuestas al no entender bien procesos de aduanas y eso le daría la excusa perfecta para seducirla sin tomar él la iniciativa.

La emoción que siente un niño al estrenar un juguete era nula en comparación a la ansiedad, el fulgor y a la morbosidad que recorrían el cuerpo de Federico.

Después de aproxidamente dos horas en las que había terminado de calificar todos los cortos, tenía otro gran problema, decirle a Isabel del viaje.

Estaba seguro que su mujer se pondría celosa y querría acompañarlo al viaje, debía inventar algo bueno para que lo dejara tranquilo a pesar que ella había cambiado notablemente.

- Amor, sigues despierta? - besó su hombro.

- Si -

Tomó su lugar en la cama al lado de ella, antes de dormir le encantaba apoyar su cabeza en el vientre de la rubia para sentir algunos movimientos del bebé.

Sin duda, en los últimos días, ese ser que venía en camino era su más grande adoración, quizás y el amor verdadero estaba en ese pequeño y no en Isabel y menos Helena, esas suposiciones no lo dejaban dormir por las noches.

- El viernes me ofrecí a suplir las clases del catedrático de Lógica preposicional y por la tarde tendré junta de maestros - mintió esperando no ser descubierto y manteniendo su mirada sobre ella en busca de una reacción de inseguridad.

- Está bien amor, suena muy aburrido - contestó con la mayor de las simplezas.

Él estaba un tanto sorprendido, la actitud de su prometida había dado un giro de 180 grados en los últimos días, pero por el momento iba a aprovecharla, ya después iba a averiguar bien el motivo de ese cambio tan repentino.

- No tienes idea corazón, me gustaría reportarme enfermo y quedarme todo el día contigo en la cama - la besó en los labios.

- Yo también cielo - para ella que Federico se ausentara todo el día era como anillo al dedo, así podría salir por más tiempo sin problemas.

Esa actitud no le gustaba nada al profesor, algo le estaba ocultando y él iba a averiguar que era, pero primero Helena, quizás solo necesitaba acostarse con ella una vez más para recuperar su estabilidad emocional y orgullo.

Mientras tanto, Helena se encontraba con Angie en casa, ya con el sobre de la prueba de sangre en sus manos, ambas planeaban el siguiente paso, aunque la chica de piel pálida no estaba del todo de acuerdo, pero su amiga no seguía consejos.

- ¿Cuándo hablarás con él? - inquirió la amiga ojiazul con una Pepsi en sus manos.

- El día del paseo será ideal, el ambiente perfecto, él y yo - suspiraba la ingenua muchacha de cabellos largos y oscuros.

Angie solo la miraba con lástima, le preocupaba que los planes de su amiga salieran para el culo.

- En el caso que te diga que no, yo lo percibo diferente, ya no es el mismo - le dijo tratando que ella viera otras perspectivas.

- Quizás, no lo he percibido tan drástico, pero estoy segura que se pondrá feliz aunque quizás le cueste asimilarlo un poco -

Sin duda, estaba demasiado emocionada y contenida, no sabía manejar este tipo de situaciones, quizás si su madre no la hubiera dejado tan a la deriva, tal vez pensaría con los 24 años que tiene.

- Pero gorda, tienes que estar consciente que todo esto es...

- Cállate y ni se te ocurra volver a repetirlo, dejame disfrutarlo - como la de una persona desequilibrada, su expresión cambió de la felicidad total a una de tristeza y desesperación, su amiga había logrado bajarla de su nube.

- Es que ya no sé si lo necesito a él o un balazo en la cabeza - empezó a llorar.

- Lo que necesitas es una patada en el culo y una buena inyección de autoestima - la abrazó.

- Sé que él ha cambiado, pero lo quiero y lo necesito -

Esa noche, Angie dejó solo a su novio para darle todo el apoyo moral a su desequilibrada amiga, parecía que realmente había perdido la cabeza, de otro modo no se atrevería a hacer lo que planeaba.

A mediodía, cuando su amiga ya había partido, la morena revisó su correo y se encontró con uno del profesor de finanzas donde se le informaba que había aprobado el corto y por tanto, podía ir al paseo del viernes.

Su novio la llamó en ese momento.

- Hola mi amor - dijo ella muy animada.

- Helena, no iré al paseo del viernes - contestó de mala gana.

- A mi me dijeron que si en el correo, no entiendo por qué, si estudiaste mucho -

- Uy, ¿por qué crees que será? No es tan difícil si abres tu mente - últimamente le molestaba que ella se hiciera la tonta.

- ¿Estas diciendo que Federico te reprobó a propósito porque te odia? Escucha, eso ya pasó - trató de calmarlo, pero fue en vano.

- No, estoy diciendo que me reprobó a propósito para quedarse a solas contigo en ese viaje y hacerte lo que pasa por su podrida mente -

- ¿ Te dijo por qué reprobaste? - le daba mucha curiosidad, ella sabía que era casi imposible que él reprobara.

- Si, porque no se permiten respuestas a lápiz y se me olvidó poner mi nombre - contestó sacando toda la rabia en su voz.

- ¿No pusiste tu nombre? - empezó a reír a carcajadas.

- Helena, no vayas por favor. Vamonos a la playa sólitos, a donde tú quieras, pero por favor no vayas - suplicó.

- Mi amor, yo...

- Haz lo que quieras Helena, adiós - colgó, era la primera vez que le hacía tal cosa a su novia.

Ella se sintió maltratada por su novio, ya no habían ni rastros de aquel muchacho dulce al que trató como un tapete, al final, quizás ella no se merecía el amor de ningún hombre, solo le quedaba llorar y desahogarse con la única persona con la que podía contar incondicionalmente, ella misma.

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Hola, lo sé, siglos sin actualizar y les pido una disculpa, la universidad me está comiendo y este es mi penúltimo ciclo.

¿Qué les pareció el capítulo?

Mil gracias por leer, les agradecería mucho si votan y comentan, eso me animaría a seguir la historia.

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